I [Bakugo]
Sabes que te quiero
No es un secreto que trato de ocultar
Yo sé que tú me quieres
Así que no sigas diciendo que nuestras manos están atadas
— ¡Muere!— Gritó Katsuki atacando a la criatura grisácea con el cerebro expuesto y ojos desorbitados, quien apenas sintió el roce de su explosión —Mierda...— chasqueo la lengua mientras veía como su estrategia había fracasado.
— ¿Terminaste?— pregunto Shoto quien comenzaba a incendiar su brazo mientras se acercaba a paso lento a Bakugo quien estaba arrodillado sobre los escombros.
— ¡No veo que hagas algo mejor bastardo!— grito molesto mientras se giraba a mirarlo. — ¡¿No estabas rescatando a los civiles basura?!— pregunto mientras con la mirada observaba detrás del héroe numero 2 buscando rastros de personas.
—Uravity se está encargando junto con trece y Red Riot— contesto sin preocupación —Tú necesitas una mano, ese Nomu es demasiado para ti— acto seguido congelo en línea recta hasta las piernas de la criatura...
—Bastardo...— Bakugo se levantó lentamente mientras temblaba por la ira — ¡No me subestimes!— con unas explosiones se impulsó por los aires hasta llegar donde el Nomu y explotarle con todo lo que tenía, quien como contrataque lo tomo por una pierna al intentar retroceder para recuperar aliento y le azoto contra el agrietado pavimento.
— ¡Nitro!—grito Todoroki quien únicamente pudo hacer retroceder levemente al Nomu con una llamarada de fuego simulando ser un lanzallamas, mientras avanzaba patinando con su hielo a gran velocidad.
El bicolor salto de su camino de hielo quedándose tras de Bakugo, creando una barrera de hielo sobre ellos y el Nomu con el hielo que utilizo para acercarse en su ayuda —Nadie pidió tu ayuda ba-bastardo— Todoroki lo levanto como un costal sobre su hombro
— Lo que digas, debemos salir de aquí, no podemos hacer más. —cuando este comenzó a correr en dirección opuesta a la batalla una enorme corriente de viento destruyo completamente el improvisado muro de hielo.
Ambos héroes salieron disparados hasta estamparse Bakugo contra un automóvil volcado y Todoroki contra un muro no muy lejos de Bakugo. —Maldición... es él—Todoroki regreso su mirada a donde antes se encontraba el Nomu y Bakugo combatiendo dejando lugar a una enorme cortina de polvo.
De ella resaltaba la silueta de dos Nomus escoltando a un pequeño hombre delgado, de cabellos color verdes y ojos radiantes color jade, siendo delineados por unas grandes pestañas que resaltaban por unas cuantas pecas en sus mejillas de porcelana, vistiendo aun el traje que llevo el día del funeral de su madre y de All Might — Deku...— gruño Katsuki mientras con trabajo se ponía de pie.
— ¡Ni se te ocurra Bakugo! ¡Sabes perfectamente que no puedes contra él!— advirtió Todoroki quien trataba de liberarse de los escombros sobre sus piernas.
El pecoso rio de forma adorable, sin embargo su mirada era la que desbordaba odio —Hola Kacchan— saludo Midoriya extendiendo la última silaba tratando de darle un toque tierno. —Cuanto tiempo— dijo ajustándose sus guantes ajustados color azabache.
— No tanto como quisiera nerd— respondió levantando su brazo dispuesto a lanzarle una gran cantidad de explosiones.
Izuku hizo un puchero. —Que pesado, ¿No me has extrañado?— pregunto Izuku colocando su índice sobre su mejilla, un zumbido y después una corriente de aire, fue lo que Bakugo escucho antes de tener a Midoriya acorralándolo contra el auto donde se estrelló —Yo sé que me extrañaste Kacchan...—
— Pedazo de...— dijo Katsuki pero fue silenciado al recibir un golpe en el estómago sin necesidad de recurrir al Quirk de Izuku.
Estaba a punto de caer sobre sus rodillas de no ser porque Izuku le sujeto para evitar que callera — Nos veremos Nitro... más pronto de lo que crees— susurro el pecoso en su oído, pero no recibió respuesta, Izuku dio raudo un salto alejándose de su antiguo amigo para esquivar una llamarada de Todoroki.
— ¡Adiós para ti también Todoroki!—se despidió con una sonrisa, detrás de un Nomu que servían como escolta se encontraba Dabi, quien al ver que Izuku estaba a unos cuantos pasos redujo distancia lentamente. —Tengo lo que vine a buscar, ¿Lo conseguiste?— pregunto, como respuesta Dabi saco de su gabardina un tubo de cristal que contenía un líquido ámbar neón —Perfecto—
El dúo de villanos se desvaneció tras la nube de polvo creada por los Nomus tras impactar contra el suelo creando su retirada, Bakugo y Todoroki fueron retirados al hospital con ayuda de sus compañeros.
Si bien Shoto no poseía heridas de gravedad, el cenizo estaba casi con las costillas quebradas, el encuentro con el Nomu se las estaba cobrando, pero no tanto como el regaño de su supervisor — ¿Qué se llevaron?— pregunto Shoto sentado al lado de la camilla de Bakugo
—Los del laboratorio insisten en que era un poco de ADN de Shigaraki Tomura tomado al morir, combinado con los miles de Quirk que poseía All for one— respondió Gran Torino mientras miraba por la ventana y mantenía sus brazos tras su espalda —Todo indica que quieren crear un arma biológica a base de la química, claro no sabemos que...— dijo el viejo antes de suspirar y mirar derrotado a los árboles. — ¿Cómo terminamos aquí?— pensó en voz baja.
—Lo siento— dijo Bakugo, quien claramente causo sorpresa en su compañero Shoto este siempre maldecía y nunca en su vida había pedido disculpas ni aun cuando él tuviera la culpa.
Gran Torino se giró para poder mirarlo mejor — ¿Por qué te disculpas muchacho?— pregunto el mayor sin dar tiempo a que respondiera —Yo no logre alcanzarlo... si tan solo Toshinori no hubiese muerto... estoy seguro de que él hubiera podido... ¡Si tan solo! — dijo oprimiendo sus puños sobre sus muslos
—Basta— pidió Todoroki —Nadie tiene la culpa de que Midoriya haya perdido la cordura cuando All Might murió en manos de All for one tratando de salvar a su madre— intento dar consuelo —Además... él tomo la vida de ese hombre por haber torturado a su madre hasta el grado de despellejarla para después dejarla en su puerta. — el trio de hombres bajo la mirada.
En su momento ese suceso fue de lo que muchos profesionales no se explicaban por qué atacar a la madre de un estudiante, pero Toshinori y Sorahiko lo sabían perfectamente –descubrieron al heredero de One for All- nadie nunca imaginaria que en un día de verano en la piscina de la escuela se encontraría aquel dedicado chico deseoso de ser un héroe dejando desprotegida a su madre.
Pero Bakugo no pedía disculpas por haber fallado en su misión de proteger aquel contenedor vital para los planes de Izuku.
El destino te puso a unas millas de distancia
Y fuera de mí alcance
Pero estás aquí en mi corazón
Así que, ¿quién puede detenerme si decido qué eres mi destino?
Siendo casi las dos de la madrugada Katsuki caminaba solitario por las calles frías y húmedas de la ciudad, las luces de las lámparas en las aceras eran lo único que iluminaba tan solitario camino y aunque estaba seguro que uno que otro par de héroes estaba patrullando por altas horas de la noche para evitar cualquier situación inesperada no se sentía para nada cómodo.
— ¿Cuánto más vas a seguirme? Ese juego se vuelve viejo— dijo Bakugo quien venía cubierto por un hodie negro, el rubio miro sobre su hombro aun teniendo la visión limitada por el gorro que traía la misma sudadera.
De la entrada del callejón que reciente había cruzado salió una figura esbelta quien jugaba con un lazo oscuro. —Hola Kacchan— dijo el peliverde dedicándole una sonrisa perversa y una mirada intimidante.
El cenizo no se inmuto —Apúrate, no tengo toda la noche—
En el sótano de un edificio en ruinas a causa de una de muchas peleas de Nitro contra All for one, se encontraba Izuku y Katsuki, caminaban entre escombros y humedad, Izuku delante con las manos atadas con la cuerda que traía en un inicio, Katsuki un par de pasos detrás; lejos de estar vigilando que se soltara simplemente le seguía, aunque sabía a donde se dirigían, debido a las muchas noches que se veían allí.
Izuku iba tarareando una canción que Katsuki desconocía, pero lucia alegre, en lugar de caminar parecía dar pequeños saltitos como un niño emocionado por llegar al parque de diversiones, pronto llegaron a la parte más oscura del sótano, donde apenas y podían distinguir siluetas el uno del otro, Izuku se detuvo esperando que su vista se adaptará y después se recargo en un muro con una sonrisa adorable —Kacchan...— susurro —No puedo verte— dijo lo último con una voz suplicante y triste, con un claro mensaje oculto que Katsuki entendió de inmediato.
El rubio lo acorralo contra la pared e Izuku en reflejo subió sus brazos atados sobre su propia nuca, porque sabía que eso le encantaba a Katsuki —Deku... eres un maldito— hablo entre dientes acercándose a su cuello y aspirando ese olor suyo. —Eres un maldito estúpido por seguir viniendo— y después mordió su cuello.
Izuku no cambio su expresión sonriente, al contrario pareció alegrarse y hasta conmoverse por aquello. —Oh Kacchan, ¿Me estás diciendo a mí? ¿O estas reprendiéndote a ti mismo?— Midoriya bajo sus brazos para rodear el cuello de Bakugo disfrutando de los besos que depositaba en su cuello y asedian hasta su oído.
Siseo —Silencio maldito imbécil— Bakugo apretó la cintura de quien debía ser su enemigo, y mientras poco a poco colaba las palmas de sus manos por debajo de la camisa de Izuku, mordía y besaba la mandíbula del pecoso, odiaba esto, no solo porque su sentido de la moralidad cada vez le gritaba más fuerte que esto que hacía era peor que malo, lo odiaba porque era un secreto que ambos se llevarían a la tumba.
Porque ambos eran adictos al otro, porque ambos comenzaron esto cuando Izuku estaba en una profunda debilidad emocional, después del funeral de Inko Midoriya, Katsuki pasó la noche con Izuku, de estar ambos abrazados en el sofá, consolando a Izuku mientras lloraba pasaron a besarse y a curiosear el cuerpo ajeno, con la petición egoísta de Izuku "Kacchan... hazme olvidar a mamá"
Los besos esa noche eran tiernos y cálidos, lejos de la situación lujuriosa y casi violenta en la que se había transformado al pasar de los años, "Te haré sentir bien, entrégate a mí y no volverás a sufrir"
Lo peor es que ambos cumplieron lo que el otro pido.
Katsuki logro que Izuku olvidara la pérdida de su madre, pero solo cuando estaba con él y Midoriya se entregó en cuerpo al igual que en alma a Bakugo, para siempre, haciendo que accidentalmente Bakugo lo hiciera también.
—Kacchan, tengo frío— Midoriya rompió la cuerda que apresaba sus muñecas con su quirk, para de inmediato recorrer los brazos de su acompañante y frotarlos como caricia —quiero sentirme cálido contigo. —
Bakugo entendía que no se refería a frio corporal, aun así incremento con su quirk levemente su temperatura corporal, mientras lo envolvía en sus brazos y lo cobijaba con su pecho, en el transcurso de los besos Izuku se deshizo del molesto hodie que Bakugo llevaba, dejando ver sus brazos completamente gracias a que solo llevaba una playera de tirantes negra.
Prefería siempre tocar su piel a sentir simplemente un pedazo de tela, Bakugo lo tomo sobre su cadera levantándolo en vilo y sosteniéndolo con ayuda de la pared, entre besos y mordidas en los labios, Izuku logro bajar sus pantalones hasta inicio de sus muslos, Bakugo gruño y rasgo la ropa interior de Izuku de la parte que le interesaba despejar.
—Kacchan... no— jadeo, rápidamente fue silenciado con una mordida en su labio inferior mientras lo jalaba desesperado, Izuku abrió la bragueta de los pantalones de Bakugo, sin nada de pudor busco entre sus pantalones la parte de Katsuki que le faltaba en él, la que en esos instantes necesitaba para sentirse completo y nuevamente ser uno con Bakugo.
Dejándolo al descubierto Katsuki lo introdujo en Izuku soltando un gemido en el transcurso hasta estar completamente dentro y unidos nuevamente. —Joder— Katsuki tomo los cabellos de Izuku, los jalo tratando de controlarse, pues aunque esa sensación no era nueva, no podía cansarse de ella, ¿Cómo iba a parar después de sentir a Izuku ser suyo? ¿Cómo iba a parar cuando el otro satisfacía todo deseo carnal? ¿Cómo iba a parar cuando sabía que Izuku no podría estar con él en público jamás?
No lo podía aceptar, porque la realidad es que lo sabía, Izuku era uno de los criminales más buscados y peligrosos, y Bakugo era el héroe número uno de todo Japón, ¿Qué habían hecho mal? Izuku estaba tan lejos de su alcance y a la vez sobre él.
Izuku chillo de dolor y placer a la vez, haciendo su cabeza para atrás, dejando su cuello al descubierto — ¡Nitro!— Katsuki gruño, lo azoto fuertemente contra la pared, porque sabía que a Izuku le encantaba sentirse así, lleno de placer pero herido a la vez, justo como la primera vez.
El rubio se movía de una manera violenta y poco cuidadosa, pero estaba bien, Izuku amaba eso de él, gritaba y lagrimeaba como la primera vez — ¡Estoy siendo vencido por Nitro! ¡Y qué bien se siente!— Bakugo lo marco con hematomas en su clavícula y en lugares donde sabía que el traje los cubriría al salir a la ciudad, Izuku hizo igual, a su espalda le arañaba como si no tuviera otra oportunidad, pues ambos sentían esa necesidad.
Él es mío y de nadie más.
Bakugo gruño, eso era jugar sucio, sin cuidado alguno lo soltó dejándolo caer sobre su cadera en el frio piso — ¡Mierda! ¡Te dije que te callaras!— Izuku volvió a estar de pie cuando Bakugo lo levanto a la fuerza de su cuello, estampándolo nuevamente con la pared, pero esta vez dándole la espalda a Bakugo — ¿No aprendes maldito villano? No debes ponerme en ridículo o las pagaras caro. — Katsuki volvió a entrar en Izuku con facilidad haciendo que el contrario gimiera por la intromisión, jalo sus cabellos y se movió con violencia golpeando el punto exacto donde Izuku perdía la razón.
Izuku estaba encantado por cómo le trataba — ¡Nitro me está violando!— gemía y se ahogaba tratando de recuperar el aliento —Ni-tro, Nitro es el mejor ¡Nitro me está llenando!— gritaba
Bakugo lo tomo por el cuello —Mi nombre no es Nitro maldición, ¡Di mi nombre carajo! ¡Mi nombre!— oprimió la garganta del chico sin exagerar y este comenzó a jadear de más, haciendo notoria la obstrucción que causaba en su respiración.
Pronto las lágrimas se derramaron de sus ojos jade, pero lejos de estar asustado, se sentía alegre, su sonría no encajaba con la expresión de sus ojos y aun siendo asfixiado pudo gritar de nuevo — ¡Kacchan me está haciendo sentir bien! ¡Kacchan es el único que me puede llenar! ¡Kacchan! ¡Kacchan! ¡Katsuki! ¡Katsuki, si!— Bakugo enloqueció.
Soltó su cuello y se sujetó de la cadera de Izuku mientras hábilmente con sus pulgares le abría los glúteos logrando entrar aún más — ¡¿A quién perteneces mierda?! ¡Dime quien es tu dueño!— las caderas de Bakugo se movieron con fuerza aunque perdió velocidad.
Izuku jadeaba mientras que sin notarlo un hilo de saliva se escapaba de su comisura. —Yo... yo soy de Kacchan ¡Kacchan es mío! ¡Kacchan lo es todo! ¡Kacchan!— con su diestra comenzó a tocarse, pue sentía que estaba a punto de llegar — ¡Kacchan, dentro! ¡Adentro!— gritaba mientras se giraba para mirar su rostro. —Ade-adentro, adentro ¡Adentro! ¡To-todo! ¡Todo!
Bakugo mordió su labio inferior, odiaba como lo provocaba ese maldito — ¡Deja de gritar como necesitada!— se recargo sobre su espalda sin detener la fuerza con la que le estaba arremetiendo.
Lamio y mordió su oído, Izuku no se contenía al gemir y eso le gustaba al héroe —Kacchan, Kacchan lo quiero, ¡Lo quiero ya! ¡Dame todo de ti! ¡Dámelo!— Katsuki rápidamente le jalo los cabellos con la mano derecha haciendo que hiciera su cabeza para atrás.
Recibió un beso del rubio, un sofocante beso que no lo dejaba respirar. —Te dije que no me dieras órdenes, maldito nerd— hablo sobre sus labios, poco después Izuku grito pues estaba a punto de terminar gracias a los movimientos que él mismo hacía con su mano —No te atrevas a terminar sin mí— y mordió el hombro del pecoso al grado de casi hacerle sangrar.
Un grito más acompañado de gemidos e Izuku por fin sintió como todo su interior era cubierto por el líquido de Katsuki, pronto dejo de sentir como la pelvis del rubio dejaba de golpear su trasero, antes de que Bakugo perdiera sus fuerzas salió de Izuku, le volteo con fuerza para dejarlo recargado en la pared, agachándose al instante.
Devoro el miembro de su pequeño villano, haciéndolo volver a gritar. — ¡No! ¡Kacchan! —gimió, Bakugo acaricio las blancas piernas del chico mientras que una la subía a su hombro, Izuku sostuvo la cabeza de Bakugo, apretando sus cabellos erizados por todas las sensaciones que le hacía sentir, arqueo su espalda por la fuerza con la que era lamido, incluso sacudió su cabeza para atrás tratando de evitar el embestir en la boca de Nitro.
Chupaba con fuerza y lo introducía hasta la garganta, mientras su mano derecha sujetaba y acariciaba el muslo sobre su hombro, con su mano libre introdujo tres dedos en su trasero, alcanzando a rosar ese punto que hacia perder la cordura a Izuku gracias a que aún estaba húmedo por el líquido que Bakugo había dejado dentro.
Sentía como el líquido de Bakugo se escapaba de su trasero y escurría entre sus muslos y quizá en la mano de Bakugo, además de cómo le estaban chupando con brusquedad; no resistió mucho, pues Bakugo sintió como el glande se ensancho un poco más y después su boca se llenó de Izuku, el chico movió levemente su pelvis mientras sentía como marcaba el interior de Bakugo. Este chupo toda la extensión de Izuku cerciorándose de no dejarlo sucio.
Tomo su hodie negro del suelo y se puso de pie mientras tragaba todo lo que había en su boca y con el dorso de su muñeca se limpiaba los labios, se encontró con el rostro de Izuku excitado, satisfecho y por demás cansado —Eres un desastre— confeso mientras limpiaba un hilo de saliva que escapo de la comisura de Izuku con la lengua que hace poco estaba entre las piernas del mismo.
El pecoso se burló con una tierna sonrisa —Pero soy tu desastre— Bakugo le abrazo e Izuku se refugió en su pecho, escuchando los fuertes latidos de su corazón mientras sonreía pacifico, en ese momento todo era perfecto. —Kacchan es mío y solo mío— susurro, acurrucándose contra el pecho del rubio.
Bakugo lo cobijo con el hodie y volvió a abrazarlo —Cállate nerd— olfateo sus cabellos y cerro sus ojos mientras abrazaba con un poco más de fuerza al chico entre sus brazos.
—Eso ya lo sé—
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