PARTE V. ESCRITO EN EL ADN

Caminando a pasos lentos en dirección al horizonte, el sol estaba ocultándose y la vista era por mucho un paisaje tan hermoso que sentía un verdadero desperdicio el no poder disfrutarlo de manera adecuada, por la cantidad de tópicos que cruzaban su cabeza, ajetreando su mente y haciendo añicos sus nervios.

Las cosas siempre fueron relativamente sencillas para él, claro que siempre fue bombardeado por una infinidad de acontecimientos violentos de índole grotesco, cuando tuvo la edad suficiente se enteró detalladamente del fraudulento mundo que le entregaba a su familia la exorbitante cantidad de ingresos monetarios. Además de fortuna e influencias, la vida de gánster le confirió una distorsionada percepción de las relaciones humanas.

Estaba más que comprobado y por él mismo, las personas no se quedaban a su lado por sus entrañables sentimientos de compañerismo o cariño, mucho menos.

Arrastraba lo pies, el semblante serio y una mirada que reflejaba una profunda tristeza, una desolación como nunca la había sentido. Se había dado cuenta que él no confiaba en nadie, no confiaba en las personas lo suficiente, no las apreciaba lo suficiente, deseaba que algún día, pudiera ser como su padre.

Un hombre apasionado y entregado, él era la prueba viviente de que su padre había amado con gran locura y por ello sabía que él mismo era amado. ¿Eran un amor por asociación o era realmente un amor paternal?

Sabiendo todas las cosas que el jefe Byun hizo por él, no podía pensar en otro sustantivo más que en el <<amor>> ¿Lo era? O era otra implicación más del rígido código de honor y lealtad, tal vez.

El chico de rosados cabellos elevó la mirada hasta entonces gacha, vio los últimos destellos del gran astro y detuvo su andar, parado en medio de la vereda y pensando en lo que haría a continuación.

No se atrevía a ir solo, por ello el trío de chicos lo había estado siguiendo desde una imperceptible distancia, él sabía que estaban ahí y con eso se sentía más orillado a actuar de la manera en que todos esperaban.

La razón de su tristeza era obvia, pensó que había encontrado a una persona que no lo juzgara directamente por quien era, pero el otro chico había resultado ser la persona que más provecho sacaría de su identidad.

Tomó una profunda bocanada de aire y aguantó la respiración, recordando las puntuales palabras de su padre.

"¿A qué eres leal? ¿A quién eres leal?"

Le resultaba irónico después de haberle dado un extensa catedra sobre lealtad a uno de sus guardaespaldas, exhaló sonoramente y mostró una media sonrisa cuando recordó a aquel chico de corto cabello negro, seguía pareciéndole extraño, siempre con un sable en la espalda.

—Mh— musitó con sorna. Siguió caminando a paso lento y con la noche recién llegada, las solitarias calles fueron iluminadas por faroles de luces intermitentes.

A esas alturas del día y debido a la baja temperatura exterior ya podía ver el vapor de aire salir de su nariz, sus dedos empezaban a helarse y por ende su piel palideció.

A la distancia el trío de chicos caminaba con cautela, poniendo la máxima atención alrededor, con la guardia arriba, listos para atacar en caso de cualquier percance, como siempre habían hecho. El par de altos se sentía orgulloso de la decisión tomada por el heredero del geondal. Sin embargo, el azabache de pelo corto con la funda del sable colgando de su espalda aún tenía sus dudas.

El espadachín seguía desconfiando del supuesto traficante callejero, pero sentía en lo más profundo de su corazón que no era la decisión que el futuro jefe de la organización quisiera tomar. Él no creció en aquel ambiente como sus otros dos compañeros por lo que podía entender mejor como era que los sentimientos verdaderos funcionaban.

—¿Y si cambia de opinión? — preguntó de repente el más alto de cabello negro.

—¿Crees que eso pueda pasar? — cuestionó el peliplata a su lado.

—No lo creo— negó el compañero a su lado —Pero tenemos que tener planteadas todas las posibilidades y todas las soluciones más fiables.

—Tsk— murmuró el más bajo detrás de aquellos dos —¿Eres realmente el hijo del jefe de seguridad del señor Yi Fan, no es así?

—¿Eso es un halago? — preguntó el chico entrecerrando los ojos.

—Tómalo como quieras— levantó uno de sus hombros —Y en cuanto al cambio de opinión...

—¿Qué sucede? — quiso saber el alto que solía conducir el auto.

—Pues...— volvió a encogerse de hombros —Su formación les dice que hacer ¿No es así?

—Explícate— exigió el alto pelinegro.

—¿A quién eres leal?

—Al jefe Yi Fan— contestó sin chistar.

—Su orgullo está con él, su lealtad con el jefe Yi Fan ¿Qué les importa más?

—Honor.

—Orgullo.

El bajito soltó una risita burlona —Hagan lo que quieran, de todas maneras si termina de la manera en que el jefe Yi Fan no lo planeó los va a matar.

El par de jóvenes altos frunció el entrecejo al mismo tiempo, cada día que pasaban juntos, su sincronización se perfeccionaba.

Decidieron ya no seguir hablando del tema y continuaron en silencio, observando con ojo agudo al chico pelirosa delante de ellos.

La caminata se extendió durante varios minutos más, hasta que finalmente llegaron al punto de reunión donde el encuentro tendría lugar. Un solitario vecindario donde las casas abandonadas estaban cada vez más espaciadas hasta que el camino se convirtió solo en vereda. El trío de chicos podía ocultarse gracias a la ausencia de alumbrado y lo envolvente de la noche.

El heredero del geondal caminó más lento todavía hasta que por fin se encontró en el sitio predicho. El chico contrario lo esperaba parado observando algún punto incierto en el horizonte.

—Ejem— el chico carraspeó para llamar su atención.

El contrario entonces dio media vuelta y sonrió. Era una sonrisa completamente diferente, no era esa ladina y coqueta sonrisa que siempre mostraba, esta era un mucho más sincera y... cariñosa.

—BaekHyun— dijo el chico con felicidad, se acercó hasta él y tomando su rostro entre sus manos plantó un ligero beso sobre sus labios. Todo se sentía tan diferente, BaekHyun pudo percibir su tibia respiración chocar contra su nariz, sus labios eran tan tersos y la calidez de sus manos sobre su rostro era casi hechizante.

Sus sentimientos estaban creciendo.

El pelirosa se dejó envolver por un abrazo y profundizo el beso.

—BaekHyun— el más alto se separó de él, sin soltar su rostro y sin alejarse demasiado, pasó las yemas de sus dedos por sus mejillas y su quijada, observó directamente en sus ojos con gran cariño.

Pero la mirada que el pelirosa le devolvía se sentía vacía —Hola, JongIn.

El alto apretó los labios, ser llamado por aquel nombre aún le incomodaba, le traía desagradables recuerdos que estaba luchando por eliminar, especialmente por el pelirosa parado frente a él.

—¿Estás bien? — preguntó JongIn aparatándose completamente del más bajo.

BaekHyun asintió con la cabeza —Solo...— negó con la cabeza —Estoy un poco cansado.

—De acuerdo, está bien— respondió el de piel dorada —Terminará dentro de poco...— JongIn le volvió a dedicar una suave sonrisa, extendió su mano y entrelazó sus dedos con los del pelirosa.

El corazón de BaekHyun se estrujo, estaba dudando de lo que iba a hacer, se había convencido a sí mismo y a los demás que quería ponerle un fin definitivo, pero no sentía como si quisiera ni debiera hacerlo.

Pero sabía que iba a pasar si no lo hacía.

El par de chicos caminó hasta el auto destartalado de Kai, un coche viejo y oxidado, nada a lo que BaekHyun estaba acostumbrado. Ambos entraron al interior en los asientos de atrás y se mantuvieron encerrados durante largos minutos.

—Ja— pronunció el peliplata desde su escondite —Ese encuentro tendrá más de un final feliz.

Su compañero pelinegro se rio, pero el espadachín guardó silencio.

—Siempre te mantienes al margen con este asunto— mencionó el peliplata.

—Por supuesto que si, ChanYeol— inquirió el de baja estatura —No es de mi incumbencia sus asuntos lujuriosos, ni suyos deberían serlo.

—Porque no solo está en juego la privacidad intima de BaekHyun, KyungSoo— respondió ChanYeol —Ridículamente la organización y su seguridad está relacionada con cada mínima cosa que él decida hacer.

KyungSoo desvió la comisura de sus labios con levedad, en signo de disconformidad.

—Podemos... ¿Podemos solo guardar silencio? — preguntó el otro chico de alta estatura, sentía que el humor de sus otros dos compañeros no era el mejor para envolverse en una conversación de discrepancia de opiniones.

Los tres guardaron silencio entonces y se limitaron a observar en dirección del viejo auto donde BaekHyun se encontraba en su interior junto a JongIn.

Pasaron otros largos minutos más antes de que en el interior se suscitara el evento determinante de la noche.

—¿Estás bien? — preguntó JongIn recargando su cabeza sobre el asiento. Observaba a BaekHyun por el rabillo del ojo mientras entre sus labios encendía un cigarrillo.

El chico se colocaba de manera lenta y pausada la prenda superior de su atuendo —Si...

—Salgamos un momento ¿Quieres? — dijo Kai abriendo la puerta de su lado, sabía que la densidad del humo de su cigarro iba a hacer que el ambiente se sintiera mucho más incómodo por la naturaleza de la clase de tabaco que contenía.

BaekHyun siguió la instrucción y con la camisa a medio abotonar salió del coche y se unió a JongIn en una silenciosa caminata en medio del camino, la noche los envolvía con su infinita oscuridad. Sin decir una sola palabra.

El trio de guardaespaldas avanzó con sigilo, KyungSoo se adelantó rompiendo la habitual formación. Quería ver más de cerca.

—Siempre me pregunte... si era debilidad... o simple malicia— comenzó a hablar BaekHyun luego de un tramo recorrido.

—¿Mh? — preguntó JongIn sin saber muy bien de que iba el tema.

—Todo lo que me rodea siempre— contestó el pelirosa —Si mi patológica admiración por la violencia es en verdad maldad o es sólo una manera de escudar cuan débil puedo llegar a ser.

El chico de piel canela, levantó una ceja, a esas alturas del partido y conociendo abiertamente la identidad del joven a su lado, podía entender un poco lo que se le trataba de comunicar. JongIn a veces no entendía cómo era posible que ese lindo chico a un costado fuera el hijo del despiadado hombre que le arrebató todo en la vida.

—Es... increíble cómo es que tengo la decisión final en cuanto a si hombre va a vivir o a morir— siguió hablando el chico de nívea piel —A veces pienso que es injusto— emitió una media sonrisa nostálgica —Pero a los segundos lo olvidó y empiezo a hacer todo ese desastre que ya viste.

JongIn lo volteó a ver, ahora que lo mencionaba, BaekHyun tenía mucho más en común con Yi Fan de lo que había pensado. Frunció el entrecejo, si era de esa manera en ese momento ¿Qué podía esperar de él en un futuro?

Ambos se detuvieron.

Sus corazones latían a toda velocidad, era la hora.

—Luces... como si hubieras perdido algo— comentó JongIn luego de relacionar la expresión de BaekHyun con la de confusión total.

BaekHyun soltó un ligero suspiro —No he sido yo él que ha perdido algo.

—¿Cómo? — el moreno dio un paso hacia atrás.

El pelirosa dirigió su mirada hasta la ajena y pensó en todo lo que había vivido hasta ese momento, todo lo que había visto, escuchado y dicho. No importaba que tan injusta sintiera su vida o la vida de los demás, se le había conferido un poder para crear su propia justicia y jamás sopeso la carga que podría significarle. Hasta ese momento.

Desprenderse completamente de todo para permanecer intacto.

—Sí, has perdido algo— respondió BaekHyun con firmeza, con los brazos a los costados.

JongIn levantó una ceja y observó como con gran velocidad BaekHyun sacaba el revolver de uno de los bolsillos de su pantalón y apuntaba el cañón en su dirección, su velocidad y osadía eran de admirar, él lo había visto en acción y justo como siempre decía "Un minuto para rezar pero un segundo para morir"

—Perdiste tu vida.

Sin mayor explicación y sin voltear atrás, BaekHyun apretó el gatillo y la bala salió disparada directamente hasta su cráneo. La sangre salpicó su rostro, Kai cayó al suelo.

Su mirada fija y ausente.

La sangre brotando a fauces del orificio en su cabeza.

Su rostro ya no reflejaba el miedo.

BaekHyun apretó los ojos fuertemente, tragó saliva y soltando un suspiro de resignación, le dio la espalda y caminó en dirección a sus guardaespaldas que seguían sin aliento por el suceso.

ChanYeol, KyungSoo y SeHun acudieron con rapidez hasta el cuerpo de JongIn para tomarlo y presentarlo directamente al jefe del geondal como prueba de que el asunto estaba terminado, BaekHyun los dejó atrás también.

Su rostro seguía reflejando la misma tristeza, la infelicidad de que tal vez mató con sus propias manos a la única persona que sinceramente se había involucrado con él.

O eso era lo que creía, pues había una razón por la que su decisión final había sido asesinar a Kai.

<< No sé si es debilidad, o si es malicia. Está en mi ADN, nací de esta manera, está escrito en mi destino con la sangre de cientos de personas, inocentes, traidores, seres queridos, mi pasado y mi futuro siempre será el mismo. En mi herencia, la herencia que mi ADN me dio está encriptado con lealtad, orgullo y honor. Y no importa si es mi maldición, si es la maldición de toda la familia, tener que lidiar con el dolor de no conocer jamás la felicidad. Mientras pueda protegerme a mí y a mi familia, la familia que se me ha impuesto. >>

El semblante de BaekHyun cambió, su ceño se frunció y apretó con fuerza el arma en su mano, estaba dispuesto a recorrer el camino que se había decido para él desde antes de su concepción, el futuro jefe de la organización, estaba listo para obtener su primer tatuaje representativo.

No había manera de correr de él, no podía salir de él.

Estaba escrito en su ADN.

____

Admito que esto no es la obra completa, como se puede leer en el subtítulo, es la quinta parte y la última de una historia mucho MUCHO más extensa.

Esta idea nació de la inspiración que me provocó un disco. DAMN de Kendrick Lamar. Es un rapero americano que hace unos muchos meses ganó el Pulitzer por este disco, este premio se otorga a trabajos de periodismo de gran impacto ¿Cómo fue que un disco de hip hop/rap ganó un premio de ese calibre?

Por el impacto que ocasionó en el momento en que fue lanzado, Kendrick es un sujeto que salió de Campton, una de las ciudades más inseguras de LA, donde los chicos desde edades muy tempranas se ven envueltos en peleas pandilleras. Kendrick de hecho tiene otro disco muy bueno llamado Good kid M.A.A.D city. Donde narra la historia de un chico que sale de casa para estar con sus amigos, amigos que se ven envueltos en una pelea de pandillas y bueno, es muy interesante.

DAMN cuenta la historia de Kendrick y todo lo que vivió para llegar a ser ese rapero de masas. Por si no lo conocen mucho, él se encargó de hacer la mayoría de los tracks para la película de Black Panther. DAMN ganó el Pulitzer porque describe una historia real de superación, trata un montón de temas, como Kendrick vio morir a sus amigos a manos de delincuentes, por caídas en drogas, metidos en la cárcel, cuenta también que su propia madre lo vio ser apuñalado y muchas vivencias más. Pero lo más increíble es la narrativa que tiene el disco, que puede ser escuchado pieza por pieza de manera independiente y te quedas con una historia pequeña o lo escuchas todo y te quedas con toda una historia, también puedes escucharlo de inicio a fin y de fin a inicio porque el orden en que se escuchan cuenta la misma historia pero desde una perspectiva diferente.

La verdad siempre quise hacer una historia con ese tipo de narrativa, pero ES TAN COMPLICADO, hacer que las cosas cuadren y que no se sienta demasiado confuso.

Y traté de hacerlo pero creo que no me salió jajajaja, así que decidí solo hacer pública la última parte, que pienso que funciona bien como una parte en solitario. 

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