Visita de Audrey

Narra Zac
Justo como dijo Michael, Derek se encargó de hacernos la vida imposible aquí adentro, la primera semana enviaba guardias todas las noches y me golpeaban pero ya no pienso soportarlo.

-Ya estoy harto. -le digo al señor Clifford, ambos nos encontramos en el patio de la cárcel -Todas las noches me golpean y no puedo quejarme.

-Te dije que afuera hubieras estado mejor. -gruñe sin mirarme, puedo notar que tiene una ceja partida, no soy al único que golpean en la noche.

-Voy a hacer sifrir a ese desgraciado, haré que suplique piedad y...

-Cierra la boca, debemos estar tranquilos y pensar con calma. -me interrumpe Michael teniendo los codos sobre sus piernas.

-¿Tranquilo? No puedo estarlo sabiendo que Derek sigue vivo. -le aclaro apretando con fuerza los dientes al igual que mis puños.

-Él quiere que estemos pendiente de su persona, que no podarmos dormir por la noche porque pensamos en cómo matarlo. Y eso está consiguiendo contigo. -me explica y todos mis músculos tensos se relajan un poco.

-Okey, trataré de no pensar en eso. -murmuro agachando la mirada.

En ese momento, llega el horario de las visitas y allí está ella, lleva su cabello suelto como media cola y un vestido siemple pero bello, al verme sonríe y mi corazón se acelera.

-¡Audrey! -exclamo y corro hacia ella rápidamente, cuando estoy cerca la abrazo con fuerza expresando toda la falta que me ha hecho.

-Zac. -murmura con la voz quebrada haciendo que recuerde que sólo estaremos juntos por unos miserables minutos.

-Shh... -me separo y tomo su rostro con mis manos, suavemente limpio sus lagrimas con mis pulgares -Te extraño mucho.

-Yo también. -Audrey se acerca y me da un beso que había extraño más que nada en este mundo.

-¡Hey, hey! -interrumpe el señor Clifford haciendo que nos separemos.

-Papá. -mi hermosa chica se acerca a él y lo abraza con ternura.

-Estás un poco más grande hija. -dice haciendo que ella sonríe.

-Es que su nieta está creciendo fuerte y sana. -contesta y abro grande los ojos al oírla.

-¿Qué dijiste? -pregunta emocionado.

-Fui a el doctor con tu madre y en la ecografía se pudo ver que estamos esperando una niña. -dice Audrey sonriendo mientras frota su barriga sobresaliente.

-¡Voy a tener una hija! -exclamo sonriendo, abrazo a el señor Clifford haciendo que me mire mal y luego beso a Audrey.

-Si, una niña. -asiente ella sonriendo.

-¿Ya tienes pensado un nombre? -pregunto ilucionado. Aún más lo estoy cuando a Audrey le brillan los ojos al hablar del bebé. Nuestra bebé.

-Si, pensé en llamarla Leyna. -responde.

-Es perfecto. -sonreí y la vuelvo a abrazar.

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