Maldito Zac
Estamos en la hora del almuerzo y como siempre Zac está conmigo, pero se acercan los problemas.
-Hey Zac, ¿Quién es esta muñequita? -pregunta Matt, un estúpido que solo piensa en sexo.
-No la llames así, su nombre es Audrey. -sale en mi defensa.
-¿Qué? ¿Ahora ella es tu novia? -se burla.
-Zac yo me encargo... -digo poniéndome de pie -Por favor déjanos es paz. -pido.
-No me hagas reír, vamos a estar a solas. -dice Matt tomándome con fuerza de mi brazo, esto hace enfurecer a Zac pero yo puedo arreglármelas sola.
Antes de que él pueda reaccionar yo tomo el brazo de Matt y lo llevo detrás de su espalda y lo retuerzo recostándolo por la mesa, todo sucede muy rápido -Pide disculpas. -digo seria.
-No. -habla Matt teniendo su cara contra la madera.
Entonces retuerzo su brazo haciéndolo gritar -¡Ah! lo siento.-habla y solo así lo suelto, Mark me mira con odio y se aleja molesto.
-¿Dónde aprendiste a hacer eso? -pregunta Zac asombrado.
-Bueno... mi padre me enseñó. -respondo agachando la mirada -Fui muy violenta. -me avergüenzo.
-No, eso fue genial. -Dice haciéndome sonrojar de nuevo. A la salida -¿Quieres que te lleve? -me pregunta Zac sonriendo mientras está en la calle con su moto.
-No, gracias, caminaré. -digo tratando de ser amable, entonces su sonrisa se borra lentamente y asiente.
Camino a mi casa y dejo mi mochila en la entrada, me dirijo a mi cuarto subiendo por las escaleras, me saco mi uniforme y escucho un ruido en la ventana, me acerco pero no hay nada entonces bajo a la cocina y preparo mi cena, pero junto en ese momento escucho ruidos en la sala, son pasos. Mis padres no pueden ser por que ambos están trabajando, tal vez es un ladrón.
Camino sigilosamente hacia la sala y veo a una persona parada -¿Quién eres y qué haces aquí? -pregunto con una voz firme.
No responde entonces corro hacia el teléfono para llamar a la policía pero esa persona me toma de la cintura, me levanta y luego me deja en el sofá, acorralada y teniéndolo sobre mí... es Zac.
-Suéltame, por favor. -suplico.
-No te servirán tu "por favor" -susurra el mirándome fijamente. Entonces se acerca y acaricia suavemente mi cuello con sus labios.
-¡Déjame! -digo tratando de golpearlo pero toma mis brazos con fuerza y se sienta sobre mí sujetando mi cadera con sus piernas -No eres la única que sabe defenderse. -me dice sonriendo.
-¿Qué quieres? -pregunto.
-A ti. -susurra en mi oído haciéndome estremecer, se acerca y me besa con desesperación, no lo sigo aunque me gustaría.
-No puedes tener las cosas por la fuerza. -digo seria haciendo que se detenga.
-Ya lo conseguí, ¿No? -murmura, mirándome a los ojos, se acerca de nuevo para besarme, siento su lengua moverse en mi boca entonces le muerdo el labio. Consigo que se aleje una vez más.
-¿Por qué me mordiste? se que te gustan mis besos. -dice sonriendo, yo trato de quitármelo de encima pero no puedo, es más fuerte que yo. Solo me queda el plan "B".
-Suéltame. -susurro tranquilizándome.
-¿Para que puedas escapar de mí? -dice arqueando una ceja.
-No. -niego mirándolo a los ojos, estamos tan cerca que nuestra respiración se vuelve una y las narices se rozan -Para besarte. -respondo y levanto mi cabeza robándole un beso dejándolo un poco sorprendido, entonces me suelta poco a poco.
Termina de soltar mis brazos lentamente, yo tomo su rostro con mis manos y lo beso haciéndole cerrar los ojos para concentrarse en mis labios. De reojo miro la hora y son las 10 para las 11 p.m.
-Maldito Zac, es un maldito pero no besa nada mal. -pienso seria pero comienzo a notar que algo cambia, ahora comienza a besarme lenta y pausadamente, saboreando mi boca.
-Me gustas y mucho. -dice entre besos y luego los reparte por todo mi cuello. Esto se empieza a salir de control cuando comienza a frotar mi cintura por debajo de mi camiseta, en ese momento lo detengo y río con malicia.
-¿Qué tienes hermosa?
-Jaja mis padres llegaran y te castraran. -digo robándole otro beso, en ese momento un auto llega y Zac no tiene otra opción que irse.
-Me encantó estar aquí contigo, espero que se vuelva a repetir. -susurra tomando mi mentón y dándome un último beso. Él me dejó llena de su perfume y con mi cabello revuelto, cubro mi cuello con una bufanda porque estoy segura que me dejo unos hermosos moretones por sus besos.
-Hola Audrey, ¿Todo bien? -saluda mi mamá.
-Si, todo bien. -sonrío.
-¿Y esa bufanda? -pregunta mi papá.
-Es que tengo frío. -respondo quitandole importancia al asunto y subiendo rápidamente a mi habitación.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top