Zac...

No estoy seguro sobre lo que dijo Audrey pero averiguaré más sobre el asunto. La alarma suena indicando que es hora de ir a la escuela, me preparo y bajo a desayunar, como siempre mis padres están allí.

-Hola Zac. -saluda mi mamá. Yo muevo mi cabeza y tomo la leche del refri.

-Hola hijo. -saluda papá muy alegremente, da miedo.

-Hola. -respondo mordiendo la tostada.

-Estoy feliz, muy feliz. Nuestro hijo no es gay. -dice él iniciando la conversación.

-No otra vez. -murmuro agachando la mirada y frotándome la sien.

-Anoche lo encontré con una chica. -mi madre abre grande los ojos y cubre su boca con ambas manos. -Estoy muy orgullosa de ti. -dice ella abrazándome -¿Es la chica de la que hablaste? -pregunta con sus ojos llorosos. No es para tanto.

-Sí, es ella. -asiento.

-Yo la vi, es muy linda, eso está muy bien porque nuestro hijo debe tener lo mejor. -interrumpe él de nuevo.

-Ya era hora de que me crean, se los repetí muchas veces, no soy gay. -hablo estando un poco molesto con ambos. Más con papá.

-Yo quiero conocerla, invítala a cenar. -propone mi mamá, es una gran idea pero por otro lado no estoy seguro de que Audrey acepte.

-Lo haré. -asiento decidido -Es cierto, debo averiguar sobre el pasado de mis padres.

-Papá... ¿Cómo conociste a mamá? -pregunto curioso, según mi chica ella era amiga de la novia de mi papá.

-Bueno... es que...

-¿Por qué quieres saberlo? -cuestiona mamá seria.

-Porque quiero saber cómo fue, donde se dieron el primer beso y todo eso. -miento.

-Nos conocimos en la escuela, yo tenia novia pero tu madre me ayudaba con la tarea y me enamoré, así fue, dejé a mi novia para estar con ella. Eso es todo. -me cuenta mi papá, esta mintiendo, lo sé porque toca su cabello varias veces.

-¿Solo eso? -hago una cara como de frustración.

-Sí, nada más. -deja de hablar para enfocarse en su celular.

-Eran jóvenes ¿No iban a fiestas o... hacían bromas con tus amigos? -pregunto presionando aun más, todo lo que me dijeron es mentira. La versión de Audrey es más fuerte y creíble.

-¿Qué? ¿Bromas? bueno sí. -noto a mi padre nervioso, pero todavía no dijo nada que lo comprometa.

-Entiendo... -me cruzo de brazos asintiendo suavemente -Hace poco escuché un apellido muy extraño. -comento cambiando de tema.

-¿Cuál? -pregunta mamá curiosa, trata de forzar una sonrisa, ella también esta nerviosa con esta conversación.

-Clifford. -contesto con normalidad.

-¡¿Clifford?! -repiten ambos en un mismo solo.

-Sí, es extraño ¿No? -froto mi barbilla pensativo.

Cuando mis padres escucharon ese apellido quedaron muy tensos e intercambia miradas. Es cierto, Audrey dijo la verdad.

-Bueno,se me hace tarde, debo irme. -tomo mi mochila y salgo por la puerta dejando a mis padres muy nerviosos y tensos.
Audrey...

Voy a la escuela y entro al salón, justo en la puerta me encuentro con Zac -Hola preciosa. -murmura mirándome a los ojos.

-Hola. -saludo agachando la mirada.

-Oye ¿Qué te pasa? no actuaste así cuando entraste a mi cuarto. -dice sonriendo seductoramente.

-Lo siento pero era necesario. -esa noche me armé de valor pero ahora desapareció por completo, hasta creo que estoy sonrojada de la vergüenza.

-No me molestó, al contrario. -avanza un poco y me toma de la cintura con delicadeza.

-Así me gusta. -digo en mis pensamientos -Me encantas cuando te sonrojas. -murmura juntando nuestras frentes.

-Zac, debemos entrar a clases. -digo separándome un poquito.

-Okey, pero te sientas conmigo.

-Está bien. -asiento sonriendo.
Nicole...

Este asunto sobre el hijo de Zayn me tiene un poco preocupada, temo que alguien salga herido, creí que jamás nos volveríamos a encontrar con ellos pero el destino es muy impredecible. Michael está preocupado igual que yo pero sigue como si nada hubiera pasado.

Venimos a esta ciudad por trabajo, yo soy secretaria y él bueno... es un "arquitecto" por así decirlo. No. Mike no construye edificios, los destruye. Lo contratan pera demoler edificios y es por esa razón por la que vinimos a esta ciudad.

Las marcas de mi cuerpo fueron desapareciendo poco a poco, aun conservo algunas pero las cubro con maquillaje.

Le enseñé a Marian a ser muy amable con las personas y Michael le enseñó a defenderse. Creo que es una mezcla de ambos, tiene el cabello castaño claro como el mío y los ojos claros como él, es perfecta.

Estando perdida en mis pensamiento choco sin querer contra una persona en la vereda -Lo siento. -me disculpo.

-Fue mi culpa. -responde, esa voz.

Levanto la mirada para encontrarme con... -¿Nicole? -murmura teniendo los ojos en la nada.

-¿Marian? -digo sorprendida.

-¿Qué haces aquí? Te ves diferente. -ella sonríe ¿Alegre de verme?

-De-Debo irme. -hablo para continuar con mi camino pero ella me detiene.

-Espera, vamos tomar un café, yo invito. -toma mi brazo y entramos a una cafetería que está justo en la esquina.

Nos sentamos en una mesa y conversamos -¿Qué has hecho todo estos años? -pregunta curiosa apoyando los codos sobre la mesa. Se ve ansiosa de saber.

-¿No estás molesta? -hablo con la mirada abajo puesta en mis manos.

-No, estaba segura de que no asesinarías a Zayn. -murmura en voz baja.

-Yo no estaba segura. -contesto mirando a un lado.

-¿Y Mike? ¿Sigues con él?

-Sí, estamos casados. -contesto mostrandole la alianza en mi mano izquierda.

-Es bueno, saberlo. Yo me casé con Zayn y tenemos un hijo. -me explica, no hace falta porque ya lo sé.

-Mike y yo tenemos una hija, se llama Marian como tú. -no puedo evitar sonreír.

-Es un honor. -asiente alagada.

-Debo irme, fue agradable volver a verte. -me da un corto abrazo y se despide.

-Ella no ha cambiado en nada. -niego suavemente mientras sonrío para mí misma.