-Bien hijo ¿Cuál es el plan? -pregunta mi papá mientras conduzco por la ciudad en plena noche.

-Primero debemos sacar a los señores Clifford de la cárcel. -contesto teniendo mi vista en el camino.

-Okey ¿Cómo?

-Pues entrando. -yo abro la puerta del acompañante y lo arrojo fuera del coche en movimiento.

-¡Zac, espera!- grita pero no obedezco. Sólo continúo con mi camino y termino incrustando el coche en un banco, las puertas de vidrio enormes se destrozaron por el impacto. Entonces tomo el arma de mi cintura y salgo del coche -¡Esto es un asalto! -exclamo apuntando a los encargados, obviamente la alarma comenzó a sonar. 20 minutos pasaron y al fin llegaron los policías.

-¡Arriba las manos y suelte el arma! -me ordenan apuntando las suyas hacia mí.

Yo me encuentro sobre el auto, recostado por el parabrisas.

-Se tardaron mucho. -gruño dejando caer el arma y levantando las manos.

Luego de eso, unos días pasaron y me encontraron culpable de robo a mano armada en el Banco y me llevaron a la cárcel que casualmente es donde tienen al señor Clifford. Los guardias me entregaron la ropa que todos los convictos usan y me escoltan hacia mi celda.

-No causes problemas niño. -dice uno de los guardias y me empuja dentro de la fría celda.

-Bien, ya estas dentro Zac. Ahora a buscar a Michael. -Me digo en voz baja pero en ese momento escucho un ruido a mis espaldas, creo que tengo un compañero de celda.

-¿Cómo te llamas niño? -pregunta un hombre lleno de tatuajes y con pircings en la ceja, se ve muy rudo e intimidante.

-Zac Malik, estoy aquí por robar un banco. -contesto girando para quedar frente a frente.

-Jajaja ¿Sólo por eso? Yo maté a muchas personas por idiotas. -comenta haciendo crujir sus nudillos.

-Genial, ahora querrá que sea su puta. -pienso rodando los ojos.

-Ya sabes lo que tienes que hacer para que te proteja aquí adentro ¿Cierto? -murmura y arquea una ceja. Le atiné.

-No gracias, sólo entré a este lugar para sacar a Michael Clifford. -contesto con la mirada desafiante.

Cuando pronuncio ese nombre, el sujeto frente a mí comienza a temblar como un pequeño Chihuahua -¿L-Lo conoces? -pregunta y yo asiento en silencio.

-Claro, somos familia. -respondo sonriendo.

-No tenía idea ¡No le digas nada de lo que pasó aquí! -suplica y es cuando abren las rejas para que todos los convictos salgan al patio.

Salgo a fuera con mi compañero de celda siguiéndome y toca mi hombro -Soy Jack. -me extiende su mano y yo la estrecho -Y perdón por lo hace rato. -sonríe nervioso.

-Te perdono si me ayudas a encontrar a el señor Clifford. -contesto y le indico con mi cabeza para que camine.

-Bien. -asiente y continuamos hasta llegar al patio, hay muchos como yo y en las pesas logro divisar a en señor Clifford.

-¡Ahí está! -exclamo y corro hacia allí.

-¿Zac? -Dice al verme, deja unas pesas de lado y me mira serio -¿Qué haces aquí adentro? ¡Deberías estar cuidando a Audrey! -Gruñe molesto.

-Ya sé, vine para sacarlo de aquí. -murmuro en voz baja.

-No quiero salir, mira. -él indica hacia una de las cabinas en donde se encuentran los guardias observando todo. Para mi sorpresa Derek está ahí y viste de traje.

-¡Voy a matar a ese desgraciado! -exclamo furioso y Michael me da un golpe en la nuca -¡Ay! ¡¿Que dije?!

-Baja la voz, el padre de Derek es el jefe de la cárcel. Puede destruirnos a ambos y nadie lo detendrá. -grita susurrando.

-Ya entiendo. -hablo pensativo.

-Ahora se alterará cuando te vea y nos matará. -me da otro golpe.

-¡Basta! -me alejo un poco -¿Desde cuando Mike Clifford se intimida por un asesino novato? Ni siquiera pudo conmigo. -sonrío de costado.

-Mmm... tienes razón. -asiente volviendo a esta serio -¿Tienes algo en mente?

-Claro que si. -respondo asintiendo.

Audrey
Abro mis ojos y lo primero que veo es a mi madre acariciando mi cabello.

-¿Mamá? -murmuro levantándome un poco -¡Mamá! -la abrazo con fuerza y ella corresponde soltando unos sollozos.

-Audrey, te extrané mucho pequeña. -dice y comienzo a llorar.

-Yo también te extrané. -digo y se separa un poco de mí para limpiar mis lágrimas y besar mi frente con amor.

-Salí de la cárcel para verte, me están buscando. -sonríe con lágrimas en sus ojos y yo la vuelvo a abrazar.

-Pero... te atraparan de nuevo, no quiero que te lleven a ese horrible lugar. -niego mientras acaricia mi cabello.

-Es donde debo estar. -susurra con la voz quebrada.

-Pero... -las sirenas de las patrullas me interrumpen y miramos por la ventana. La casa de los Malik se encuentra totalmente rodeada.

-¡Nicole, debes irte ahora! -Dice la madre de Zac cuando entra a la habitación.

-Si, me iré pero con ellos. -contesta y ambas la miramos sorprendidas.

-¿Te entregaras? -pregunto negando, no lo entiendo.

-Sólo lleva a mi nieto de visita cuando nazca ¿Si? -me da un último abrazo y camina hacía la salida.

-Pero mamá... -intento detenerla pero continúa caminando.

-Intento hacer lo correcto, no lo hagas más difícil. -habla sin mirarme y en ese momento los policías abren la puerta de golpe y nos apuntan con sus armas.

-¡Alto! -exclaman.

-Iré con ustedes. -dice mi mamá extendiendo sus manos hacia un oficial para que le coloque las esposas. Y una vez más se la llevan sin que pueda hacer nada para impedirlo.