Arriesgado
Zac
Golpeo la puerta de mi casa teniendo la mirada agachada -Mierda. -pego mi frente a la puerta y suspiro, debí colocar las llaves en mi bolsillos.
La puerta se abre y una furiosa Audrey me atiende con los brazos cruzados, yo trato de ignorarlo y camino hacia mi papá.
-Dame las llaves. -le pido extendiendo mi mano hacia él.
-No. -niega serio.
-Escucha, no puedes ir sólo. -me dice Andrey tomando mi rostro, sus manos se colocan en mis mejillas pero las sostiene con fuerza.
-No quiero que nuestro hijo quede sin padre. -dice molesta.
-Y yo no quiero quedarme sin mi novia y mi hijo, prefiero esto que arriesgarte. Por eso debo encontrarlo. -digo en mi defensa quitando sus manos de mi cara bruscamente, ya me estaban doliendo.
-¿Y qué? ¿Iras a que Derek te mate? Quiero ir contigo. -pide.
-¡No! Esta no es tu pelea ¡Él intentó matarme y por poco lo logra! -pierdo el control y comienzo a gritarle.
-¡Claro que es mi pelea, son mis padres quienes están tras las rejas! -ella también grita y me da un empujón haciendo que retroceda un paso -¡Y no quiero que vuelva a pasar de nuevo! ¡¿Entiende?! ¡No quiero que te vuelvan a lastimar! -ella agacha la mirada y comienza a subir las escaleras hacia mi cuarto.
Escuchamos la puerta cerrarse con fuerza y yo agacho la mirada, en eso siento un fuerte golpe en la nuca, miro mal hacia mi papá pensando que se trata de él pero mi mamá es quien me golpeó.
-¡Ay! -me quejo y ella me vuelve a golpear.
-¿Cómo se te ocurre gritarle a una chica embarazada? Audrey está muy sensible con esto y no puede hacerla sufrir más, piénsalo, sus padres están en la cárcel y ahora tú quieres irte y puede que nunca regreses... -me da uno de sus sermones haciendo que papá y yo tengamos ganas de golpear nuestras cabezas contra la pared ¿Por qué las mujeres se complican todo? Ya de lo que debo hacer, debo disculparme con Audrey y mi mamá me estar torturando con un maldito sermón. ¿Por qué no me dice que me disculpe y nada más?
-¿Entendiste Zac? -me pregunta ella cruzandose de brazos mientras me saca de mis pensamientos.
-Eh... Si entendí todo. -asiento y comienzo a subir hacia mi cuarto en donde mi novia había entrado furiosa sólo hace unos momentos.
-Dios ayudame. -susurro tomando el picaporte de la puerta y preparándome para entrar y enfrentar a Audrey.
Pero al entrar y verla hecha bolita en mi cama dándome la espalda, se me encoge el corazón. Con cada paso que doy más puedo escuchar sus sollozos. Y más se me rompe el corazón.
Soy un idiota, hice llorar a mi novia embarazada.
-Nena... -Susurro acercándome a mi cama.
-Dejame sola. -Dice con la voz ahogada.
-No pienso hacerlo, preciosa. -Y justo cuando me siento a su lado, ella se levanta y voltea. Su rostro está empapado de lágrimas -Audrey...
-¿Por qué no te vas? ¡Vete! Ve y sé un héroe, sé un imbécil y arriestate. -Rodea la cama y me empuja por el pecho -Pero te juro que si mueres nunca te lo perdonaré. -Gruñe dándome un último golpe, pero al hacerlo logró tomarla en brazos y apretujarla contra mi.
-No digas eso, Audrey, llorarías por mi.
-¡Pero no quiero llorar por ti! -Lloriquea mirándome a los ojos -No quiero sufrir ni mucho menos quiero que mi hijo crezca sin un padre -Muerdo mi labio y la abrazo más, ella oculta su cara contra mi pecho y puedo oírla decir entre llantos -No quiero perderte, Zac.
-No lo harás -Acuno su cara entre mis manos para que me mire a los ojos y me crea -No vas a perderme, no llorarás por mi, y nuestro hijo no crecerá sin su padre. Pero te diré algo que si sucederá; encontraré a Derek y lo haré pagar por todo el daño que nos ha hecho a todos, te lo prometo.
Entonces ella se eleva sobre las puntas de sus pies y me besa. Siento sus lágrimas aún mojando sus mejillas así que las quitó con mis pulgares mientras intensifico el beso. Bajo mis manos a sus brazos y la siento temblar; está asustada.
-Todo saldrá bien. -Susurro sobre sus labios.
Me siento en la cama y le indico que se siente sobre mis piernas mientras deposito cortos besos en su mejilla y cuello.
-Cuando todo esto acabe, te prometo hacerte la mujer más feliz del universo. -Susurro en su oído.
Y yo cumplo con mis promesas.
-Ya lo estás haciendo. -rodea mi torso con sus brazos y nuevamente me abraza.
Yo me dejo caer de espaldas en mi cama sin deshacer el abrazo ubicando a Audrey a mi lado.
Acaricio su cabello y espalda lentamente, tiene los ojos cerrados y un poco húmedos por las lágrimas, comienzo a tararear una de sus canciones favoritas y ella se aferra mucho más a mí.
Luego de unos minutos siento unos suaves suspiros por parte de ella dándome a entender que se encuentra dormida.
-Te amo. -susurro y beso sus labios, tal vez sea por última vez.
Me libero de sus brazos teniendo cuidado de no despetarla y salgo de la habitación.
Bajo las escaleras en silencio para encontrarme con mis padres haciendo hermanitos en la mesa del comedor.
-Mierda. -cubro mis ojos con una mano y camino a ciegas hasta la puerta de salida, por suerte ambos están muy ocupados en lo suyo para notarme.
-Esto reemplazará a la señora gorda con el diminuto biquini en la playa ese verano. -pienso intentando quitar la imagen de mis viejos en plena acción.
Luego unos minutos pasan y mi papá entra al asiento del copiloto sonriendo de una manera que asusta.
-¿Y esa cara? Pareciera que viste a un fantasma. -comenta y enciende un cigarrillo.
-Vi algo mucho más perturbador. -murmuro teniendo la mirada en la nada.
-¿Y Audrey? -pregunta curioso.
-Esta arriba, durmiendo... piensa que estoy junto a ella. -hablo agachando la cabeza.
-Bueno, al menos te despediste de ella. -me da unas palmadas en el hombro -Como yo me despedí de tu madre. -comenta haciendo que los recuerde en mi mente.
-Si, ya lo sé. -asiento rodando los ojos y enciendo el auto -A partir de ahora comeré sólo en mi cuarto. -agrego y muevo la palanca de cambio para comenzar con la búsqueda de ese asesino.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top