—¿Te vas?Puede escuchar el susurro y los pequeños golpecitos al otro lado de la puerta de la oficina, en donde se estaba llevando a cabo una discusión para nada común.

— Sí, Bruce, me voy.

El hombre siente algo raro en todo esto. Como su garganta de repente se seca y su paladar acoge un mal sabor. ¿Serán los nervios? Se cuestiona, pero no pueden ser nervios, Batman en su vida se sentiría nervioso, no en una situación que para otros hombres de casa es común. No es normal, ni mucho menos como su estómago palpita y siente que las náuseas se aproximan, no cuando los pies suenan más fuerte y la madera bajo  él rechina con cada movimiento ansioso de su pierna izquierda.

Esto no estaba en sus planes, para nada.

Pero no se permitirá caer en esta situación.Batman pudo tener muchos entrenamientos, pero Bruce Wayne careció de uno que no esperaba usar en su vida.Era momento de hacer lo inimaginable: Drama.

— ¿Acaso osas a irte así nada más? ¿Como si no fuéramos nada para ti?— se reclina en su asiento, respira profundo y trata que se note la decepción en sus ojos, pero es demasiado complicado actuar cuando tienes un nudo formándose en tu garganta— ¿Qué pensará Tim de esto? O peor aún, ¿Qué le diré a Damian?

— Bruce, creo que estás exagerando. Esto es algo que todos los jóvenes hacen, tranquilízate, yo solo...

—¿Desde cuándo un joven normal se viste de pájaro y mallas para repartir justicia en una ciudad peligrosa que hace honor a su nombre? No lo creo Richard.— Y Bruce cree que dio en el clavo, cuando ve como los ojos azules se derriten en una mirada que no sabe descifrar, pero el hecho de que lo llame por su nombre real y no por su apodo lo hace creer que le dio donde más le duele.

— Creo que estar mucho tiempo conmigo te ha afectado. — El acróbata se ríe mientras se regresa en sus pasos hacia la puerta, — Qué dramático, solo me iré a un retiro con unos amigos. No sé dé que te preocupes, Jason te va a ayudar.

— Eso es lo que me preocupa.— reniega Bruce en murmullos— Me duele más pensar que tú te irá y nos dejaras solos. Sabes perfectamente que Alfred no estará presente por ir a acompañarte.

— Bueno, en algún momento te tocaba ser padre soltero.

— Tú eres mi hijo, Dick, siempre fui padre soltero.

— Padre "solitario", eres Batman, puedes hacerlo— Dick no voltea a verlo, pero sabe a la perfección que el hombre está a punto de entrar en crisis si sigue tocando el tema— ¡Tú puedes tigre!

Bruce tuerce su boca en una mueca cuando Dick abre la puerta y saca la mitad de su cuerpo por ella— Ya retírate. Tengo que ver como lidiármelas estos días.

— Como digas. Me iré a despedir de los chicos.

Cuando la puerta se cierra y el sonido de los pies trotando se dispersa, al igual que los susurros que se vuelven gritos a los pocos minutos. Está seguro que aquellos gritos son puros insultos e incoherencias entre los menores de la mansión, pero entre las voces agudas se puede distinguir con claridad el alarido de Jason, el cual está seguro de que no está feliz con la idea.

Esto sería un caos. Se sabe bien que Dick siempre se ha hecho cargo de cada niño que adopta Bruce, es de esperarse que el chico quiera tiempo para sí mismo sin tener a un menor cerca de él por un tiempo. Bueno, desde que lo trajo a la mansión no ha hecho más que ser leal a Bruce y mantenerse cerca por sus hermanos que se multiplican de a poco. Hasta ahora, el último y recién llegado ha sido Damian, el único hijo de sangre de Bruce Wayne y Talía Al ghul.

Bueno, no tan único, hace un mes y medio llegó la noticia del otro hijo de Talía, el cual había sido concebido con Slade Wilson.

Cosa que ha dejado devastado al menor, aunque no lo demuestre.Pero el punto aquí es:

¿Cómo carajos Bruce cuidará de tres mocosos? Uno hormonal de quince años, otro de doce que no hace más que estar alejado del mundo y que ha presentado síntoma de adicción hacia el café, y por último, y no menos importante, un niño de siete años con problemas en reflejar emociones y decir lo que necesita para estar a gusto consigo mismo y su entorno. Bruce no le preocupa mucho el cómo cuidar a los dos primeros mencionados, sabe que ellos son una tarea más fácil, no es que Damián sea complicado, solo que hay que prestarle más atención que al resto. Al niño deben escarbarlo y hacer pregunta tras pregunta para que puedan encontrar una razón de su comportamiento.

O por lo menos eso explicó la doctora que los atendió. Llegando a la conclusión que Damian debe liberarse de a poco, y eso lleva tiempo, y paciencia, mucha paciencia.Y más paciencia cuando juntan a Damian y a Tim en una sola habitación. Los primeros segundos serán incómodos, los que le siguen serán un caos total. 

Aún se está trabajando con eso. Pero hasta ahora solo se puede decir que la razón de esto es a causa de que los ambos pelean por el reconocimiento de ser el "hermano menor".

Digamos que Tim no lo digiere bien, y Damian está demasiado acostumbrado a ser el hijo único que le cuesta compartir el mismo papel con Tim.

Pero los dos lo intentan... A su modo.

Jason es otro caso, ha cogido un amor demasiado obsesionado con las motos, acto que ha ocasionado peleas constantes entre Bruce y él. 

 ¿Por qué? Jason solo se la pasa hablando de una moto en concreto, y solo sela pasa pidiéndole a Bruce que se la regalé, prometiendo cosas en vano, como el mejorar sus notas en física o el limpiar los carros deportivos de Bruce como recompensa, pero nada ha llegado a convencer a Bruce, logrando que el adolescente se enoje con él y decida dar una vuelta de justiciero en la ciudad sin autorización.

Uno de esos días de disputa, se llevó a Damian consigo, y de puro drama, los mocosos fueron a buscar a Stephanie. No hay que explicar como a Bruce casi se le sale el corazón del pecho pensando que los niños estarían en un peligro, especialmente si Damian anda con ellos, el menor suele darle ataques de irá, y debe ser calmado siguiendo los pasos recomendados, pasos que solo Dick, Alfred y él conocen. Pero sus lamentos de padre se esfumaron cuando encontró al trío comiendo hamburguesas en una gasolinera con sus uniformes de patrulla. Fue una noche alocada.

Pero el problema es que ahora no sabe qué hará con tres chicos él solo.

Sus pensamientos se dispersan y los deja de lado, cuando la puerta se abre de par en par con un estruendo, y un niño que aparenta tener seis años aparece en su oficina con la cara roja y sus puños cerrados. Bruce solo suspira, sabe que abra una rabieta.

—¡¿Por qué exiliaste a Grayson?!— Grita el niño con su voz chillona en un intento de tono demandante.

— Damian, yo no...—

— ¡Si lo sé! Es molesto, abraza mucho y dice estupideces cada dos minutos. A veces pienso que tiene esquifrofeenia.— Damian se cruza de brazos frente al escritorio de su padre. Se encuentra bastante decepcionado ante la noticia inesperada

— Se dice esquizofrenia. — ante la corrección, puede notar como las orejas del niño se tornan rojizas, al igual que sus cachetes—¿Por qué piensas eso, Damian?

— Tengo mis motivos.— Gira la cabeza y mantiene su pose firme, se niega a quitar su postura "amenazante", con la intención de convencer a su padre que deje que Dick se quede.

— Damian, no está bien que le digas esas cosas a Dick.— dice con calma, pero por dentro está sonriendo. Y pensar que esa es una frase que un padre común diría.

—¡Pero lo es!

— Damian...

— Ayer Drake me empujó, y me caí.—Bruce arquea una ceja. ¿Acaso el niño estaba explicando la pelea que tuvo ayer con Tim?— Y se me aflojo un diente.

Bruce abre los ojos de par en par. No lo puede creer, nunca había estado para la caída de un diente de uno de sus hijos. Y sin más preguntas, Bruce se levanta de su gran silla y se acerca a Damian, acerca sus manos a los cachetes ajenos.— ¿Te duele? ¿Qué tan flojo está?— una y más preguntas fueron bombardeadas por Bruce y su preocupación excesiva. No lo juzguen, es su primera vez con un niño tan pequeño. 

— Creo que es por el empujón, e insisto que se le quite la herencia a Drake por haberme sacado un diente. Ahora ta no podré sonreír.

Y justo cuando dijo lo último, Jason aparece en el lugar riéndose a carcajadas.

—¡Pero si tú ni sonríes!— grita antes de volverse a reír.

—¡Cállate!— Damian se voltea para encarar a Jason y luego a Bruce. —¡Padre!

— Jason, deja de burlarte, y Damian, que se te caiga el diente es normal, luego creará.

—¿Qué? ¡Pero es el del frente padre! Como se supone que de miedo como robin si me falta un diente.— Damian refunfuña, aunque tenga un conocimiento demasiado alto para su edad, hay cosas que se salen de sus manos.

—¿Acaso nunca se te calló un diente?— Tim, que se mantenía alejado, decidió intervenir.

— Por supuesto, pero siempre culpé a los entrenadores por eso. Y ahora te culpo a ti Drake.— Damian a punto con su dedo, acusando a Tim, si quería un culpable, pues ya lo tenía.

— Eres un dramático, te empujé, sí, pero en el trampolín.

— Bueno, pare los tres. Esto no explica por qué llamaste a Dick esquizofrénico.

—¡Claro que sí! Dijo que un hada de los dientes vendría a por mí cuando se me salga el diente. ¡Está demente!— Grita Damian mientras alza los brazos efusivamente. Bruce no hace más que mantenerse serio mientras por dentro se está muriendo de ternura.

— ¿Hada? A mí me dijo que era un ratón.

— No, Tim, ese fui yo, perdóname por ponerte ese ratón en la cama.

Bruce suspira con fuerza, de verdad que esto sera difícil, y eso que apenas van cinco minutos.No falta mucho para que esto se descontrole. Y por lo que parece, Damian de verdad se ve asustado de que su diente no crezca de nuevo, y más aún si es el del frente.

—¡¿Qué tu qué?!

— Oye, yo solo trataba de ayudar.— Jason trataba de defenderse mientras Tim se acercaba amenazante a él.

— ¡Pero ni si quiera fue un ratón, fue una maldita rata!

No se hicieron esperar y Tim empezó a perseguir a Jason por los pasillos, dejando a Damian y Bruce solos de nuevo.Bruce iba a perseguir a los jovenes, pero se detuvo al ver por el rabillo del ojo como Damian agachaba la cabeza dejaba escapar un sollozo.Bruce se regreso en sus pasos y se agachó a la altura del menor y extendió su mano al hombro del niño.

— Oye, Damian.

Damián se quito la mano de su padre y se reitro del lugar, caminando con pasos lentos fuera de la oficina.

Día uno sin Dick: Fallando.

No es el mas gracioso, pero el siguienteee si.

Perdon por la demora Guason.