Escapada

La noche era estrellada y se podía apreciar la luna como nunca, pero las apariencias engaña, y más cuando es en Ghotam, una persona normal se quedaría en casa para evitar los peligros que rodean la ciudad, pero nuestro petirrojo prefiere combatir el crimen antes que obedecer las advertencias de su progenitor. Siempre era la misma historia, su padre le prohibía salir a misiones solo, eso lo molestaba,lo trataba como un niño pequeño, el ya era lo suficiente mente grande como para salir a patrullar solo. Hubiera llamado a superboy para que los acompañe, pero el niñito lo castigaron.

Solo le quedaba recorrer la ciudad un par de horas más antes de que su padre descubra que se escapó de casa.

Las calles estaban más calmadas de lo común, decidió sentarse en una azotea para descansar y observar la ciudad.

Un pequeño ruido lo hizo despertar de su ensoñación, obligándolo a asomarse a ver el callejón que estaba cerca.

Una figura femenina escondida entre la basura. Decidió observarla con detenimiento hasta que la chica sintió su mirada y salió corriendo.

Robin no lo penso más y la siguió por los techos. La chica era rapida, su pelo era corto, quería ver más pero apenas la distinguía por la oscuridad. 

Todo paso tan rápido, de repente lo había guiado hasta un almacén abandonado.
Chasqueo la lengua con fastidio, siempre los villanos lo llevaban a un almacén.

Se escondió entre las sombras buscando a la chica que persiguió con tanto afán.

-Puedes salir Batman, trataré de ser amable- dijo esa voz con arrogancia. Damián trató de buscar de donde provenía, pero todo estaba en silencio.- Vamos murciélago, no muerdo....bueno, a veces.

la chica prendió uno de las luces logrando que solo una parte se iluminara. Se acercó a paso lento para ponerse en el centro de la luz, haciendo una reverencia y sonreír juguetona.

-Arrestame.- estiro sus manos.-Vamos sal de donde estés.

Damián dio un paso al frente mostrándose a la chica la cual hizo una mueca disgustada.

-Vaya, vaya, ¿que tenemos aquí?, al estupido secuaz del murciélago- sonrió, para pasar sus manos por detrás de su cintura.

-No soy secuaz de nadie, niña boba.

-¡¿A quien le dices boba?!-grito enojada.

-¿hay alguien más en la habitación?-el petirrojo sonrió arrogante. La chica no se movió lo miró de arriba abajo para acercársele con cautela.

-¿Que paso pajarito?, ¿donde está Batman?, Oh, se cansó de ti y ahora buscas algo con que entretenerte mientras el hace el trabajo pesado con la avecita mayor....¿No es así?- preguntaba dando vueltas alrededor de Robin.- Solo eres un niño buscando atención. Patético- esa fue la gota que derramó el vaso. Damián se tiró sobre ella para empezar una pelea. Las patadas y golpes eran parejas, pero había momentos en los que no se podían golpear el uno al otro, su agilidad para evitar los ataques del contrincante eran casi iguales.

-Sos una Gata callejera- grito Damián enojado.

-Pues fíjate que de callejera no tengo nada- respondió de igual forma. Pero pararon su pelea cuando escucharon un estruendo cerca de ellos. Damián estaba en posición de pelea esperando que los tipos que se escuchaban entraran por la gran puerta, pero sus planes fueron interrumpidos por la chica que lo arrastró a un par de cajas.

-<Tt>, puedo con ellos.- susurro haciendo una mueca tratando de levantarse y atacar a los tipos con armas.

-Te aseguro que no te les deberías acercar.- explico asomando la cabeza para ver una camioneta entrar al almacén.

Damián no escuchó las advertencias y se abalanzó con los villanos.

-Idiota- saco una pequeña pistola de su bolsillo para saltar y comenzar a disparar a cualquiera que se le acercara.

Pero la mayoría de los secuaces que estaban allí se abalanzaron al petirrojo, sabían perfectamente que si lastimaba al avecilla, lastimarian a Batman.

Robin estaba concentrado con los  traficantes que tenía cerca pero no se percató que varios se le acercaban por detrás.

-¡Robin cuidado!- su advertencia fue recibida tarde, lo habían golpeado por detrás dejándolo inconsciente.
La pequeña chica iba a golpear al maldito que se atrevió a tocar a robin.

Su ataque nunca llegó, un golpe se le fue dado en la cabeza dejándola aturdida, pero sus movimientos fueron rápidos y tiró una bomba de humo.

Corrió rápido y  tomó a robin de la capa arrastrándolo a algún callejón cercano donde descansar un rato mientras se recupera del golpe.

Al encontrar uno, tiro a robin en una esquina y se sentó al frente de este.

El petirrojo abría lentamente los ojos, seguía perdido después de la palisa que le dieron.

-Vaya, sos realmente necio.-Dijo con una sonrisa socarrona .

-Y tu una gata callejera miedosa- murmuró pasando su mano a la cabeza.

-No soy callejera....y peor gata.- Damián la miró confundido.

-Y cual es tu alias, ¿capucha negra?- pregunto burlón.
-No necesito un nombre ridículo y un tranjesito de payaso. - dijo haciendo una mueca de disgusto.- Deberías darme las gracias, te acabo de salvar.

-¡No te debo nada, esto no hubiera pasado si me ubieras escuchado!.

-Eres un...¡Idiota!.

-¡Y tu una escoria!.

-Típica respuesta de niño mimado.- paso su mano en un movimiento rápido a su cadera , logrando sacar un cuchillo para empezar a  jugar con el, haciéndolo girar en el aire.

Robin trato de levantarse al ver como sacaba el arma.
Apenas noto lo que hacía el intento de pararse, tiro el arma blanca hacia el petirrojo.

Silencio. Uno demasiado tenso que se cortaría fácil mente con solo tocarlo.

- Estas loca.

-Y tu eres lento- la chica miró a la sombra que se apreciaba en el techo.

-Que te vaya bien...avecita.-  no espero más y salió corriendo  asia la oscuridad de las calles de Ghotam.

Robin trataba de quitarse el cuchillo, logrando sacarlo con éxito de su capa, apenas logró sacarlo iba directo a donde se había ido la chica, pero una sombra masculina se había interpuesto en su camino, evitando que siguiera.
-Cuando será el día que escuches una orden.

-Cuando confíes en mi....ya la tenía.

-Si te refieres a que te acorralo con un cuchillo, si, ya la tenías.

-Tt.

En la mansión Damián se encontraba en su habitación frustrado.

-Si no ubieras aparecido de la nada, la hubiera atrapado.-Bruce puso los ojos en blanco, todo el camino a la mansión habían discutido sobre ese tema.

-No parecía que la tuvieras, al contrario, ella te tenía a ti..- Damián inconscientemente hizo un puchero, quería refutar, pero su padre se le adelantó, -sabes que lo hago por tu bien Damián.- no dijo nada, su padre se acerco y le revolvió el pelo cariñosamente.-Ya es tarde deberías dormir.

Tal vez tuvo la oportunidad de  conocer a su némesis.. o más bien a su futura compañera de batalla.

Quien sabe lo que preparé el destino...











Esto a sido muy diferente a lo que normalmente escribo.
si llega a tener apoyo esta parte pensaré en hacer su propio libro. :3
La verdad tengo buenas ideas para este dúo, pero dejaré que ustedes elijan.

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