You right. Peter
Voy a plantar dos escenarios:
Uno que gana Peter.
Otro que gana Alan.
Este es el de Peter, siendo honesta, peter me da vibras de acosador perturbado. Alan, de alguien que esta torcidamente obsesionado.
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La lluvia golpeaba suavemente la ventana, creando un arrullo hipnótico que me había llevado a un ligero sueño. Sin embargo, la ausencia de calor a mi lado me hizo despertar. Me senté en la cama, tratando de aclarar mis pensamientos y recordar dónde estaba y qué había hecho. La vergüenza me invadió al darme cuenta de lo fácilmente que había aceptado meterme en la cama de un desconocido justo después de terminar una relación.
—Ojalá este chico no me vaya a dejar en ridículo —murmuré al aire, temiendo la humillación de ser descartada por alguien que me interesaba después de haberme acostado con él.
Me levanté de la cama, buscando algo para ponerme. Solo encontré una chaqueta de felpa; toda mi ropa estaba en el piso de abajo. Me puse la chaqueta, me arreglé el cabello y salí de la habitación, decidida a recuperar al menos mi ropa interior.
Mientras bajaba las escaleras, una sensación inquietante de soledad me envolvía. Un silencio extraño llenaba la casa. Pensé que Alan estaría abajo, quizás buscando algo de beber, pero la cocina estaba vacía. Un escalofrío recorrió mi espalda y no pude evitar sentirme asustada.
—¿Alan? ¿Estás ahí? Sabes que no estoy de humor para bromas —llamé, tratando de mantener la calma. Vi mi ropa desparramada por el suelo y rápidamente me puse la camisa y las medias para combatir el frío. Sin embargo, no encontraba mi ropa interior por ninguna parte, solo una pantaloneta de hombre. Me acomodé nuevamente la chaqueta y continué buscando a Alan en la casa, cada paso aumentando mi sensación de inquietud.
Aunque era una casa de dos pisos, no era tan grande como para que alguien pudiera esconderse fácilmente. Contaba con una sala y comedor en el primer piso y un único cuarto en el segundo. El silencio en la casa era ensordecedor, roto solo por el crujido ocasional de la madera bajo mis pies descalzos.
No sabía dónde se había metido Alan y la preocupación comenzó a convertirse en una opresión en el pecho. Mientras caminaba, una brisa helada golpeó mis piernas desnudas, haciendo que me estremeciera. Giré en dirección a la corriente de viento y vi la puerta ligeramente abierta. Un mal presentimiento se apoderó de mí. Busqué frenéticamente mis zapatos para salir al exterior y cerciorarme de que todo estaba bien.
Antes de que pudiera hacer mucho, una mano enorme y áspera me agarró la cara, tapándome la boca con fuerza, imposibilitándome respirar. La textura de su piel era extrañamente fría y pegajosa, como si estuviera cubierta de algo húmedo y viscoso.
—Te tengo, cariño —susurró una voz profunda y gutural que reconocí de inmediato. Era Peter.
El miedo me paralizó. Su agarre era tan poderoso que sentía que iba a aplastarme la cara entre sus enormes dedos. Intenté gritar, pero solo logré emitir un gemido sofocado. Me sacudía con fuerza mientras él me arrastraba hacia el sofá. Mis uñas se clavaban en su brazo, sintiendo ese algo viscoso que se me quedaba pegado.
—No deberías luchar así, cariño. Te vas a lastimar a ti misma —dijo con una calma que solo aumentaba mi terror.
A pesar de su tono suave, había algo siniestro en su voz.
Estaba expuesta, sin mi ropa interior, con frío y a merced de un lunático. Cada segundo que pasaba sentía cómo la desesperación se apoderaba de mí aunque seguía sacudiéndome con fuerza entre sus brazos. Causando que la chamarra se deslizara ligeramente de mi cuerpo. Mientras tanto, sus ojos azules me observaban con una intensidad perturbadora. Parecía que estaba analizando mi cuerpo intensamente y por un momento se detuvo en seco, aflojo ligeramente su agarre como si hubiera descubierto algo que lo dejo en shock.
Antes de que me retomara su agarre, cerré los ojos con fuerza y mordí con rabia los dedos que aprisionaban mi boca. El dolor lo hizo soltarme y pude sentir que había quebrado una falange en su mano.
Mientras él se sostenía la mano con furia, traté de buscar mi celular en la sala. Un sonido macabro me detuvo en seco: un susurro, seguido de un débil gemido. La desesperación me obligó a salir al exterior siguiendo ese sonido y deseando estar equivocada. No me importó que no llevara zapatos y me lastimara con el suelo del bosque.
Al buscar afuera, me di cuenta de la razón por la que Alan no estaba. Peter lo había asesinado con su propia hacha. Lo encontré acostado en el barro con una herida profunda entre su clavícula y hombro.
-Lo siento Doe eyes, intente prote-tegerte lo sostuve desesperadamente tratando de detener la intenté detener la hemorragia con mis manos, pero era imposible. Ya era demasiado tarde.
Una corriente helada recorrió mi espalda cuando vi a Peter acercándose Su mirada estaba llena de una mezcla de furia y desdén. Se acercó lentamente y corrió delicadamente el cuello de la chaqueta, exponiendo las marcas que Alan había dejado en mi cuerpo.
En un momento de horror, comprendí el porque había quedado paralizado cuando ya me tenia atrapada. Peter sabía que acababa de tener relaciones con Alan. Sus ojos estaban fríos, calculadores, y el horror en mi pecho se convirtió en un pánico desgarrador, él estaba furioso. Conmigo, con Alan y con todos, e iba a tomar venganza por eso.
—No debiste hacer esto, cariño —dijo con un susurro que llenaba el espacio con una amenaza palpable.
Me di la vuelta para huir, pero apenas pude mantenerme en pie cuando sentí un pinchazo agudo en mi pierna. Peter había clavado un cuchillo con precisión. El dolor fue tan intenso que me dobló.
-Ese desgraciado no sufrió ni la mitad de lo que debía sufrir- Dijo al aire mientras yo me arrastraba lo más lejos de él - Estas sucia, él te mancho.
-¡Aléjate de mí!
Peter caminaba lento, conteniendo la rabia que sentía hacia mí. La lluvia a mi alrededor generaba charcos de barro queme ensuciaban.
El me veía revolcarme en el fango indiferente. Agarro con fuerza mi pierna metiendo muy profundamente su dedo en mi herida. El grito que intenté emitir se desvaneció en un susurro mientras mi visión se desdibujaba. La sangre fluía por mi pierna y la debilidad me hizo desplomarse en el suelo. La última imagen que vi antes de desmayarme fue la sombra de Peter arrastrándome y la creciente oscuridad del bosque a mi alrededor.
Sentí una sacudida violenta antes de perder el conocimiento por completo, y cuando volví en mí, estaba tirada en la parte trasera de una camioneta. El sonido de los neumáticos sobre el pavimento y el rugido del motor llenaban el espacio, pero el terror que sentía era mucho más abrumador.
Mientras intentaba recomponerme, la camioneta frenó bruscamente haciéndome caer de las sillas el hombre del volante prendió el bombillo, revelando una luz tenue que iluminaba un ambiente oscuro y sucio.
Peter, estaba allí, su rostro iluminado por un resplandor tenue que solo intensificaba el terror que sentía me agarró por el cabello y me arrastró hacia un rincón del vehículo. .
—Vaya, parece que finalmente despiertas linda —dijo Peter, su voz tenía un tono suave y satisfactorio. Me miró con una mezcla de desprecio y tristeza. Sus ojos fríos se fijaron en mí mientras me arrastraba hacia el suelo de la camioneta.
—¿Sabes qué, cariño? No fue un plan meticulosamente elaborado —comentó, tristemente —. Me dejaste tirado en ese callejón, solo y a mi suerte. ¿No te quedó claro que yo te necesitaba? Decidiste irte con ese idiota. Apenas lo conocías. Yo sé todo sobre ti: tus miedos, tus sueños, tus arrepentimientos. Pero preferiste entregarte a ese sujeto a las pocas horas de conocerlo.
Sus palabras eran confusas, no lograba discernir que estaba pasando. Él me mira retorcerme con dolor en mi sitio y por un momento su mirada se ablanda
—¿Dónde estaba yo? —continuó, su voz se tornaba lastimera. Casi como si él fuera la victima de esta situación—
-Yo no te quiero, no quería estar contigo ¡Hice mal! Jamás debí darte falsas esperanzas. Perdóname, por favor. Lo siento- Aunque mis suplicas tratan de apelar a su cariño, termino causando el efecto contrario. Sus pupilas vuelven a encogerse con rabia y gruñe entre dientes.
-No es lo que quería escuchar cariño, y lo sabes.
Yo se que eso no es lo que quería escuchar, pero sé que mentirle tampoco me llevara a nada.
-¿Cómo me encontraste?
-Sabías que te acosaba y aun así llevaste tu celular contigo a la casa de ese imbécil, ¿no? Te amo, pero no eres el ser más brillante del mundo.
Su confesión era un golpe tras otro, el impacto de sus palabras y sus acciones era casi insoportable. La desesperación se apoderó de mí mientras intentaba encontrar una manera de escapar. En un intento desesperado, me lancé hacia la puerta trasera de la camioneta, tratando de abrirla.
Pero antes de que pudiera hacer mucho, Peter se abalanzó sobre mí. Con un golpe brutal, me estrelló la cabeza contra el vidrio de la camioneta. El impacto fue tan violento que vi estrellas antes de perder la consciencia nuevamente.
Cuando desperté, estaba en una habitación oscura, fría y húmeda. Parecía un sótano, con las paredes de ladrillo expuesto y el suelo cubierto de polvo y escombros. La única fuente de luz provenía de una lámpara tenue colgando del techo, proyectando sombras inquietantes en las paredes.
Peter estaba allí, de pie cerca de una esquina. No traía camisa y en su piel desnuda pude ver varias heridas con mi nombre. Heridas terriblemente profundas.
Gemí asustada al verlo acercase con determinación mientras sostenía un cuchillo entre sus manos.
—Ahora, cariño, vamos a hacer algo especial —dijo con una voz susurrante cargada de una intensidad perturbadora
—. Voy a marcar tu cuerpo con mi nombre. Así, cada vez que alguien te vea, recordará quién es el verdadero dueño de tu vida. Quiero borrar cualquier rastro de ese otro hombre, de Alan, de su presencia en ti.
-No me lastimes mas por favor. Te lo suplico, no más- Intente apelar a mi pierna herida, a mi cansancio mental, al abuso emocional y psicológico que me había hecho pasar las ultimas 24 horas. Pero él solo se rio como si viera a un torpe animal intentando llamar su atención.
Esto es lo ultimo que vas a sufrir amor. Te lo prometo.
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Estoy cansada. Señor, no hay que subestimar a Peter. Por eso es que Alan perdio contra él.
Pronto actualizare la otra versión.
Igual que esta. Acá, aunque haya favoritismos, hay que reconocer que todos tiene unos comportamientos bastante cuestionables.
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