Por lo tanto, se retiró de la estancia, dejándome sola cuando me levanté. Y vi que llevaba un kimono y me sorprendí de los colores que tenía, ya que tenía muchos y muy hermosos colores. Además, al verme me impresionó cómo me quedaba, ya que las cosas hermosas me quedaban mal por mi apariencia, pero a quién le importaba eso, por lo tanto, solo pude hacer una acción. Se trataba de levantarme de la cama y ver si había algún espejo de cuerpo completo como no había ninguno, pues solo se me ocurrió aproximarme al río para observar el atuendo. Además, observé que mi cabello estaba suelto, por lo cual me lo recogí en una cola de caballo para retirarlo de la cara para que no me molestase en todo el día estuve tuve un buen rato hasta que observé un reflejo que no era el mío, aunque no tenía conocimiento de su nombre, pero si que era un animal de eso si estaba consciente.

-Tranquila, sé que tu padre no se encuentra en este lugar, además puedo llevarte hasta donde se encuentra el príncipe. ¿Deseas regresar a su lado? ¿Deseas volver a sonreír? dijo aquella presencia con una mirada que podía ser dócil con quien sea, pero también podía matar, además me molestaba. ¿La causa? No tenía ni la más remota idea de a dónde quería llevarme con el príncipe. Se rumorea que me veía apetitosa. ¡Qué fortuna! Él seguía mirándome a los ojos tan pálidos esperando mi respuesta, lo malo es que no tenía idea de cómo responder, pero de pronto lo supe.

- "No iré con el príncipe, además me gustaría ayudar aquí durante un tiempo. Quiero ser útil, sé que puedo ayudar, aunque sea un poco por favor márchate", dije con una sonrisa triste.

El lobo se sorprendió y luego sonrió, o eso me pareció a mí, así que se marchó como si nada dejándome una duda. ¿Por qué había venido no creo que sea para conversar o sí? Bueno, solo se me ocurrió una cosa para estar ocupada, se trataba de ayudar un poco en el pueblo, aunque sea lo mínimo, ya que ellos me salvaron.

Asimismo, tengo la certeza de que Nikishimo me salvó en más de una ocasión de aquellos individuos que no eran normales. La mujer que me pisoteo la cabeza era una mujer joven de unos cincuenta y pico años, sus hijos de mi edad. No podía deshacerme de la mente a estas estas personas, no tengo conocimiento de su causa, no obstante, algo me indicaba que volvería a verlos de nuevo. Es curioso que me equivocase. En eso dicen que la vida te da sorpresas tanto buenas como desagradables.

En realidad, no tengo idea de qué pensar, son situaciones que no tienes idea de lo que puede suceder de todas formas. Los seres humanos estamos obligados a estar al tanto de las cosas en el último momento, es decir cuando no lo anticipas, Me dirigí a la aldea y me pregunté si podía ayudar en algo. cosa que ellos me dijeron que, si así que comienzo con lo esencial que era la comida, a la semana me enseñaron a preparar comidas apetitosas. Se trataba de una comida para el paladar, pero sin duda para ellos, ya que para mí era algo extraño, ya que no me agradaba lo que yo cocinaba, pero que remedio, no te puedes quejar de la comida.

En ocasiones, residía sola y en ocasiones con alguna habitante del con el propósito de establecer contacto con alguien. Se oía aullidos en la lejanía de los lobos y algún sonido de los otros animales siempre cuando estoy dormida, sueño con Nikishimo. No sé porque será un aviso o algo, además ¿aún estaba en su pasado? Dado que poseía la habilidad de manipular a su disposición.

Consideré esta situación debido a que al despertar, experimentaba una sensación de latir a mil por hora, lo cual resultaba inusual. Sin embargo, en una de esas noches, percibí uno de los lobos encima de mi cama, quien era distinto a todos los demás.

-debes ser fuerte, ya que los humanos son fuertes y tienen poder de machacar a los débiles. Lo he visto en tu futuro, ya que soy tú, y es triste lo que harán contigo de mil maneras- dijo con una angustia en su voz, que no sabía qué hacer. Se me ocurrió darme un pellizco en la cara para determinar si estaba soñando, pero no estaba bien despierta, era mi futuro o mi reencarnación era una locura.

en ese instante se transformó en una niña Era encantadora los ojos verdes y además castaña, pero tenía una sensación extraña, mientras la observaba era como si pudiera enseñarme todo lo que iba a experimentar en otra vida o dimensión, sobre todo que habría alguien protegiéndome en las sombras de todo.

En un futuro lejano, en ese mismo instante deje de mirarla a los ojos fijamente.

- "¿eso es mi futuro?", inquirí con asombro, sin embargo, una pregunta me surgía en mi mente.

- ¿Quién era ese individuo y eso acerca de las sombras que era? – dije mientras miraba a la niña, ella me observaba y se percató de que tenía una duda o incluso preguntas.

-Esa persona sabrás quien es si vas a palacio ahí le darás un motivo para vivir o un motivo para morir- dijo con una sonrisa sincera y con un poco de tristeza.

Claro al oír eso se me puso el cuerpo tieso, tendría que ir al palacio aquel que se veía a lo lejos, y darle un ¿motivo? No tenía otra opción si quería resolver este enigma.

Por lo tanto, solo hice lo típico pensármelo bien sin cometer ningún error si quería mantener mi cabeza en su sitio, es decir, en mi cuerpo. Era normal, tenía miedo, ¿pero de qué? Esta era la duda que tenía, aunque después de lo que ella me mostró, ¿Qué podía suceder a parte de perder mi cabeza o incluso mi vida?

 Sin embargo, me quedaría más tranquila si voy y descubro que es lo que la niña me dijo ¿darle un motivo para vivir a alguien o un motivo para morir? En ese instante le dije que sí, algo que en sus labios se dibujó una sonrisa muy bonita. Cuando volví a parpadear, ya no estaba. Sin embargo, En su lugar había un mapa sobre la mesa del castillo. Lo cogí y lo examiné. Además, cuando me quise darme cuenta, ya era De noche. No obstante, terminé de echarle un buen vistazo e incluso pude hacer planes por si las dudas.

La mañana había llegado, por lo menos, pude vestirme sin la luz de mi hogar, sin embargo, si encendí una vela. Me puse mi ropa habitual, que consistía en un pantalón vaquero, una camisa blanca con unos dibujos de ositos en ambos lados. Me peiné mi cabello, me hice una coleta alta para quitarme el pelo de la cara. Y me asee para ir limpia a donde tenía que ir o visitar.

Salí de casa Además era temprano, las personas no madrugaban en absoluto. Dado que era las 7:00 de la mañana, no había nadie ni un alma, era mejor para mí hasta que llegara a la salida del lugar. En aquel instante, vi un hombre que me produjo la impresión de que lo conocía de algo, pero no tengo idea de qué.

- ha transcurrido un tiempo que no la veía, soy Gabriel. Sé que tiene muchas preguntas, se las resolveré con mucho gusto señorita, pero más adelante ¿si no le importa esperar? - dijo con una sonrisa en la cara, no me dio la sensación de que fuera una persona mala, además como me confió de todos algún día, me pasará factura por ser confianza.

-Además, me imagino que usted a venido a llevarme al castillo ¿no? - dije con algo de miedo, pero con algo de confianza ese era uno de mis puntos débiles. Lo que el extraño me observó con una expresión extraña en su rostro y luego se rio, creo que sabía quién me lo había comunicado.

-Señorita, mi hijo está muy enfermo y no sé cuánto le queda de vida. Además, se niega a comer y mas la medicina que le doy, parece un niño mal criado - expleso con naturalidad y preocupación

-Está bien asistiré con usted- expresé con incertidumbre. Sin embargo, no deseaba que su hijo falleciera, lo cual no tenía conocimiento alguno acerca de su identidad, ni siquiera me informó si era un niño o un adulto. En ese instante, salimos del pueblo, pero de pronto De repente siento una presencia extraña o conocida en el pueblo. Me volteé, pero no había nadie pensé que me lo había imaginado, pero estaba segura de que sentí una persona mala o desagradable, tal vez tres personas. No le di importancia hasta que salíamos del pueblo. Al salir, vimos un carruaje y nos montamos en él. Era normal mientras yo pensaba en otra cosa.

-Tranquila, yo también he sentido esa presencia además donde vivirás estarás protegida además el no dejara que te pase nada malo de eso estoy seguro- dijo con calma eso era extraño en él.

El viaje fue difícil. El amanecer tardaba y el sol empezaba a verse a lo lejos, aunque con lentitud cuando pasamos por el bosque era todo oscuro apenas se veía algo que no fuese arboles marchitos. No había vida ni brillo, además los animales eran otro tema, tampoco había, además los pocos animales que había eran los lobos.

Llegué a verlos de lejos negro como la oscuridad, las orejas eran puntiagudas, sus ojos eran amarillos. pude observarlos, sentí miedo. Tenía muchas sensaciones, pero entre ellos el terror era desagradable. Pero había otra sensación la del poder, un poder que era asombroso, si tuviese ese poder podría destruir a esa mujer y a sus hijos, pero no sé qué era.

pero no tengo idea de por qué le había cogido coraje, quizás era debido a que ellos estaban al tanto de mí más de lo que yo conocía de mí misma, eso me daba coraje. No sabía cómo sentirme, pero parece que mi cuerpo estaba al tanto de lo que yo conocía de mí misma.

Pero me daba miedo el señor Gabriel lo notó. Me puso su mano en mi cabeza para animarme que tuvo que despeinarme los pelos de mi cabeza.

-Tranquila, además no se atreverá a hacerte nada de todas formas, los lobos no les permitirán acercarse al castillo al que nos dirigimos- dijo con una mirada tranquila lo cual parece ser que me tranquilice y no sé cómo termine durmiéndome.

Cuando habíamos llegado a nuestro destino, me desperté y empecé a espabilarme. Me dio la sensación de que era de noche, pero tal vez era porque estaba todavía adormilada, pero me espabile como pude y me di cuenta de que era verdad de que era de noche, solo se me ocurrió preguntarle al señor Gabriel el por qué, pero ya me diría el o ellos los detalles, me refiero a los que Vivian.

¿Tienes curiosidad? La noche en esta zona se dedica a proteger el castillo, ¿ya que la gente curiosa le gusta atacar a lo que no conocen sin importar las consecuencias y es triste- dijo con una mirada triste observando el horizonte. Solo tuve la oportunidad de suspirar y bajar mi mirada, ¿atacar lo desconocido? qué cosas más peculiares pero el mundo es inusual.

En aquel momento, percibí que no estaba y me dirigí hacia la entrada del castillo y vi la puerta abierta, él me miró para indicarme que entrara, pero me arrastraba mis pies por el miedo que tenía.

Una vez que entre, podía apreciar que las estatuas procedían del pasado. O más no era habitual observar cosas así, el señor me miró fijamente para dirigirme hacia la planta superior. No sé por qué, pero me produjo la impresión de que estaba observando a algo que no tenía idea de si era una estatua u otra cosa, pero aseguraría que observaba unos ojos azules entre las sombras.

-estoy observando que la has traído además esos individuos no la dejaran tranquila mientras ella exista ¿me equivoco? expreso la voz con un gruñido

pero en ese momento me quedé atrapada. La razón era que oía unos ruidos en la dirección en la que yo estaba observando.

-No tengo intención de atacar a los humanos que me caen bien, lo siento mucho que no pueda decir acerca de esa persona y de sus hijos si llegan a llegar hasta aquí no tendrán una muerte agradable por mi parte- expreso la voz que daba miedo.