CAPÍTULO 25 STAVROS

No puedo creer que haya sido tan estúpido, Giselle ahora está en Venezuela no puedo dejar qué Jürgen la encuentre.Llamo a mis hombres, les digo necesito qué vayan a España y busquen a Jürgen Raskot, así sea debajo de las piedras y lo traigan hasta mí.
—¿Cómo lo quiere? —dice uno de mis hombres! —Vivo necesito qué me vea la cara y sepa qué nunca más tendrá a Giselle qué ahora ella me pertenece.
—Sí, señor dicen ambos.No es necesario qué envié más hombres esos dos son totalmente letales y capaces, no sólo tienen la fuerza física, sino la agilidad cosa qué necesitaran para enfrentarse a Jürgen el es experto en Taekwondo. Sólo espero qué ya no se haya enterado qué Giselle volvió a Venezuela.Espero qué lleguen lo antes posible con Raskot, no quiero hacerle daño, pero tampoco voy a permitir qué se quede con Giselle, ella es mía, solo mía lo quiera o no, pero sé qué no sé va rendir tan fácil, mejor dicho Raskot jamás se rinde, sí no lo hace tendré que matarlo.
Lo único que me mantiene tranquilo es saber qué mis hombres lo traerán lo antes posible y sé que Jürgen jamás regresaría a Venezuela sin Giselle lo conozco, el jamás haría que su mamá o sus hijas se enteren de que despareció aúnque lo conozco hace poco tiempo sé que él la ama y jamás aceptará darse por vencido y mucho menos volver a su país sin ella.
Por eso sé que mis hombres lo encontrarán justo donde lo dejamos porque el nunca cambiaría de sitio por temor a que Giselle o yo regresemos, es un hombre metódico y sabe que en algún momento Giselle podría volver a los sitios de siempre en especial a los que conoce.
Pero no se lo voy a permitir ahora que ella está allá me encargaré de eliminar a Jürgen de una vez por todas para que Giselle jamás pueda ser suya, ella es ahora mía como siempre tuvo que haber sido desde el día que la conocí.





JÜRGEN
—Al Cretino de Stavros parece qué se lo hubiera tragado la tierra junto con Giselle, necesito encontrarla, pero cada día, se hace más difícil saber de ella. Hoy iré a casa de su tía Adriana a ver si ha sabido algo de ella, su teléfono por supuesto qué sale apagado desde hace meses supongo qué Stavros se encargó de eliminar su línea telefónica.
Llamo a George —hola responde él  —¿puedes acompañarme a dónde la tía de Giselle?
—Claro dice él, te espero en la entrada del hotel. Salímos del hotel en  mi camioneta, cuándo vamos a mitad de camino veo qué un vehículo nos sigue.
—George  alguien nos está siguiendo digo, el mira por el retrovisor diciendo: —tienes razón
Aumento la velocidad debe ser el mal nacido de Stavros qué nos mandó a seguir, él sabe qué no dejaré de buscar a Giselle.Trato de perderlos, pero ellos no se dan por vencidos! —Demonios qué vamos hacer grita George! —Agarrate fuerte gruño, salgo de la vía principal y tomo varios desvíos intentando perderlos de vista, cambio de planes llama a Argenis.
—Dile qué nos están siguiendo envíale nuestra ubicación, ¡creo qué esto no terminará bien!
Argenis, contesta y George lo coloca en alta voz, le explica rápidamente la situación y le envía nuestras coordenadas.—Mi teléfono tiene GPS localizalo gritó, él imbécil de Stavros me debe querer muerto o fuera del camino para qué no busque más a Giselle, está bien dice Argenis.
De la nada sale un auto y golpea  la puerta de mi lado y pierdo el control. La camioneta empieza a dar  vueltas debido al  impacto, yo grito —¡George agárrate! diciendo esto todo se vuelve negro.
Cuándo despierto no veo a George a mi lado, no estoy dentro de mí camioneta, lógro abrir bien los ojos, veo que estoy atado de pies y manos en una habitación oscura, sólo con una luz tenue quiero hablar pero estoy amordazado también. Miro a mi alrededor y George está al otro lado en la misma condición qué yo.
—Demonios, ¿dónde diablos estamos? De pronto un hombre llega a mi lado y dice ahora bajalos de ahí, y vamos a llevárselos al jefe qué nos está esperando en Italia.
—¿En Italia? Maldigo para mis adentros por eso no los conseguía, seguro allí debe tener a Giselle, nos desatan no sin antes darnos un golpe qué nos hace perder el conocimiento a ambos. Cuándo vuelvo a despertar, escucho el ruido de un motor. Estamos en un Avión nos están llevando a Italia ese hijo de puta de Stavros, tanto George como yo estamos atados a un asiento, pero George sigue inconsciente. Uno de los hombres de Stavros se me acerca y habla en Italiano! —No sabe qué lo entiendo gracias a Dios hablo también italiano, de hecho hablo cuatro idiomas (Inglés,Español, Francés e Italiano).
Dice qué nos llevarán a Roma, cuándo se percata qué estoy despierto me golpea fuertemente, y pierdo de nuevo el conocimiento. Afortunadamente vuelvo a despertar, no sé cuántas horas han pasado, pero deben ser muchas porque tengo mis piernas y brazos adormecido, ell avión empieza a aterrizar, debemos haber llegado . George despierta y me mira, cuándo abren la puerta nos apuntan con sus armas señalandonos, uno de los hombres nos desata y dice espero qué no hagan nada estúpido o ambos morirán antes de lo previsto.
Miro a George y camino a su lado nos montan en una limosina negra, pero está vez nos vendan los ojos.Pasan dos horas aproximadamente, y por fin nos detenemos, supongo qué hemos llegado, nos gritan conduciéndoos  fuera de la limosina, se siente un olor a campo supongo qué es una hacienda,  o algo parecido.Nos meten en una habitación, nos atan a una silla y nos quitan las vendas, es una habitación grande, pero tiene un bombillo se acercan dos hombres con un tobo de agua y nos mojan.
—Diablos esto no pinta bien! ¡Van a usar porras Paralizantes!
La Tortura empieza y yo sólo veo el rostro de George! —Aguanta amigo, cada descarga qué ponen en mi cuerpo, hace que mis músculos se debiliten, y adormezcan. Demonios, El bastardo de Stavros está jugando con nosotros, colocan una de las barras en mi pecho y mi cuerpo se estremece con la fuerte descarga eléctrica. Luego hacen lo mismo en mis pies! Si siguen a este ritmo estaremos muertos en menos de dos días, George sufre al igual qué  yo nuestros gritos, son callados por la mordaza, no sé cuánto tiempo nos han torturado, sólo sé qué no puedo más y me desmayo. Cuándo despierto George está igual qué yo, agarran una botella de plástico llena de agua y comienzan a golpearme fuertemente, cada golpe era un dolor agudo, tanto qué harían qué cualquiera se estremeciera y me desmayó al igual qué George. Nos lanzan un balde de agua helada y  despertamos, pero está vez no nos torturan más estamos muy débiles.
En eso se abre la puerta y aparece Stavros. Me quitan la mordaza de la boca
—¿Qué quieres bastardo? mascullo entre dientes, con la poca fuerza qué me queda.
—Nada Jürgen sólo quiero qué no busques más a Giselle, quiero qué te olvides de ella para siempre a cambio te dejare vivir. No me interesa verte muerto, sólo quiero qué te olvides de ella. —¡Eso jamás! Grito —Entonces ¿quieres morir Raskot?  ¿es eso?
—No me importa, Rujo! —Ahhh, pero si en vez de morir tú mato lentamente a tu querido amigo y hermano George!  —Nooo! Gruño ni se te ocurra hacerle daño. Te voy a matar Stavros eso puedes Jurarlo.

—Ah sí dice él, y ¿cómo sería eso Raskot?, sí la vida tuya y de tú querido amigo están en mis manos.
Intento safarme, pero es imposible.  —Sabes qué ella jamás te amará!
—Te equivocas dice él, ella cree qué ya estás muerto. sólo tengo qué hacerlo realidad.
Nota: (Porras paralizantes) son aquellas qué administran potentes descargas eléctricas. Las porras paralizantes y otras armas de electrochoque, cómo las pistolas paralizantes y los escudos de electrochoque, permiten que los agentes administren fácilmente descargas eléctricas muy dolorosas en zonas muy sensibles del cuerpo con sólo pulsar un botón, y qué lo hagan repetidamente sin dejar señales físicas duraderas.
Mi sangre hierve en mis venas y a pesar de la debilidad de mi cuerpo lucho cómo una fiera, jamás dejaré que me vea derrotado.
—En tus manos está la vida tuya y por supuesto la de George decide qué hacer, sino verás cómo le quitó la vida y tú serás el único responsable, tienes hasta mañana para qué lo pienses y tomes una decisión.
Diciendo eso se aleja, dejándonos sólos. —Tenemos qué salir de aquí susurrro, antes qué este psicópata nos asesine a ambos.George asiente y dice —sólo espero qué Argenis nos encuentre antes. —Yo también susurró.
Hoy es el segundo día aquí, afortunadamente no nos han golpeado más pero estamos sedientos no hemos bebido agua, tampoco nos han alimentado.Demonios nunca pensé estar en esta situación, ¿dónde estará Giselle? ¿dónde la tendrá? la necesito quiero verla, necesito saber qué está bien.
—Pequeña por favor vuelve a mí,  dónde quiera qué estés espérame te prometo volver a tu lado!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top