15°

Desperté con un gritó proveniente de Dewy. Al parecer la habia tirado de la cama de una patada, típico de mi. Salté de la cama casi pisando a mi amiga que seguía tirada en el suelo, corrí al baño casi resbalándome y finalmente entre en el vestidor como un huracán. Vi que Dewy asomaba la cabeza por la puerta y ponía una verdadera cara de espanto.

- Huracán -afirmó.

Reí mientras me probaba unos cincuenta modelos de ropa sin decidirme por ninguno. Empezaba a desesperarme hasta que Dewy entro en acción rebuscando entre la ropa, después se dirigió a la habitación y la dejo encima de la cama. La seguí indecisa y vi que había elegido un vestido negro de tirantes y escote en v, corto, unos zapatos rojos y una cazadora del mismo color.

- Tranquilizate un poco -rió- Parece que vas a una cita y no puede ser tan obvio.

- Inevitable -afirmé peinándome nerviosamente- Sabes como soy.

- Anda vístete -dijo Dewy- Te acompaño.

Apuré tanto como pude y bajé como una bala por las escaleras. Como todos los días, Bruce desayunaba tranquilamente. Me senté apresuradamente haciendo que me mirase de reojo.

- ¿Nerviosa? -preguntó.

- ¿Eh? -solté- Bueno no es que me importe mucho el trabajo pero no quiero manchar mi historial -añadí mas tranquila.

Seguir mintiendo me producía dolor de cabeza. Apenas desayuné salí corriendo de la mansión seguida por la peligris. Recorrí la ciudad demasiado rápido para el gusto de mi amiga que prácticamente iba atada al asiento suspirando y mirando el cuentaquilómetros. No habia demasiado tráfico por lo que llegué rápido al recinto de la planta. Me aseguré de que por fin tuvieran la gran idea de dejar de seguirme y entré.

- Esto esta vacío -suspiro Dewy.

Cogí mi teléfono y marqué el número de Floyd. Paseaba por la fabrica buscando en cada rincón hasta que por fin se digno a atenderme.

- Voy a pegarte el teléfono a la mano con pegamento -solté oyendo una enorme carcajada como respuesta- ¿Donde demonios estas?

- En la sala de los tanques -respondió- Aquí no hay cámaras.

- Voy -dije cortando.

Busqué aquella maldita sala andando como si fuera una especie de espia ninja o algo parecido. Dewy me observaba riéndose. Finalmente encontré las puertas, suspiré pesadamente y entré. Caminé entre los tanques de ácido, vacío, completamente vacío. Me giré y vi que Dewy me miraba y se encogía de hombros. Mis ganas de matar a Floyd aumentaban considerablemente mientras se me pasaban por la cabeza maneras de tortura macabras. Dewy comenzó a reírse disimuladamente pero al igual se le notó.

- ¿Y a ti que te pasa? -solté enfadada.

- Sigues teniendo el mismo mal humor de siempre -escuché detrás de mí.

Me giré bruscamente encontrándome con una cara muy familiar. Me quedé quieta sin hacer nada como una media hora mientras Dewy seguía riéndose detrás mía.

- ¿Vamos a estar así mucho tiempo? -soltó Floyd- Estoy empezando a cansarme.

- A callar -solté- No te quejes que gracias a mi tenéis vuestros querido cargamento.

- Ya esta la niña echando en cara -soltó J- podría haberte disparado y conseguir la tarjeta.

- Claro -reí burlonamente- Y yo podría haberte cruzado la cara nuevamente de una patada.

Todos, incluida Harley rieron mientras el Joker ponía cara de asesino psicópata. Volví mi vista hacia Lex pasando totalmente del payaso que seguía acumulando ira. Sonreí inevitablemente y corrí en dirección a él en plan película romanticona. Di un salto y me colgué de su cuello como siempre hacia, besándolo mientras el me correspondía al abrazo.

- Que bonito -dijo Harley.

- Tsk -soltó J rodando los ojos y poniendo un mueca de asco.

- Payaso -solté dedicándole una sonrisa sarcástica.

- Guapísima -susurró Lex en mi oído- Siempre buscando enemigos.

Dibuje una sonrisa de oreja a oreja- Siempre.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top