C a p í t u l o U n o
Capítulo uno
"Percepción"
La vida es un suceso extraño, tan larga como un parpadeo y tan impredecible que cada que sientes que nada más podría pasar, te da un nuevo comienzo.
O en su defecto, un final.
Siempre hay algo que cambia, algo que hace que la tangente del espacio-tiempo se abra creando una nueva historia.
-Bien, empieza. Dime, si tú no me agradabas ¿Por qué te acercaste a mí en primer lugar?-Baekhyun le veía expectante mientras preguntaba.
- Me acerqué a tí porque me sentía culpable.
(...)
Cuando terminó la clase, todas las personas se marcharon del salón agradecidas con el timbre, y Chanyeol, no fué la excepción.
Caminaba sin ninguna prisa cuando notó la figura del chico caminando frente a él entrar a uno de los salones.
"Detención"
Se mordió la lengua, era su culpa que el pequeño estuviera allí. Se acercó sin ser visto y Le vió a través de la puerta entreabierta luchar por no quedarse dormido.
Sonrió. Lucía gracioso adormitado.
Estar en detención significaba pasar las próximas dos horas de su vida sin hacer nada dentro de un salón vacío mientras veía un maestro dormir desagradablemente e intentar no hacer lo mismo.
Él también merecía estar en detención, pensó.
Así que, noblemente (o al menos eso creyó él) se sentó afuera del salón, y se quedó allí las dos horas completas.
Finalmente, el timbre volvió a sonar y el único alumno castigado que salió libre le vió desconcertado al verle allí tendido en el suelo.
Con disgusto, pasó a su lado sin decirle nada.
Chanyeol se puso de pie para seguirle, alcanzándole con solo unos pasos.
-¿Qué quieres?-Dijo molesto el chico.
-¿No puedo caminar a tu lado sin razón aparente?
- No.
-Oh, vamos. ¿Debería tener un propósito?
-Sí.-Demasiado cortante.
-Bien, bien, veamos.-Le sonrió amistoso.-Solo vine a disculparme, ¿Sí? Lamento que hayas tenido una falta en tu primer día. Por eso me he quedado también, Yo también merecía estar castigado.
-A tí no te han castigado, además, no pareces muy sincero.
-¡Estoy siendo totalmente sincero! No me veas así, ¿Qué puedo hacer para ser merecedor de tu perdón?
Lo meditó, y le observó de soslayo mientras caminaban ya afuera de la escuela.- Quiero lo que tengas dentro de esa bolsa de papel.
Chanyeol llevó su vista hasta a su mano.- ¿Quieres un Pastelillo a cambio de tu perdón?
-Depende, ¿De qué es?
-Nuez con fresa.-Sonriente le extendió la bolsa, tentándole.
Lo tomó velozmente.-Bien, bien. Lo tomó, tienes mi perdón. Ahora márchate antes de que lo pierdas otra vez.
Siguió caminando ignorando el hecho de que el más alto seguía caminando detrás de él. Tanto que le había seguido hasta la puerta de su casa.
-¿Por qué estás siguiéndome?-Volvió a hablar.
-Porque no me dijiste tu nombre.
-El maestro lo dijo, ¿No? Ahora quítate.
-Dijo tu apellido, no tu nombre. Además, quería escucharlo de ti.
Se dispuso a caminar otra vez, pero Chanyeol le cerró el paso. Cada que intentaba avanzar, el otro se movía para evitar que se fuera.
-Joder, Mi nombre es Baekhyun. Byun Baekhyun. B-A-E-K-Y-U-N-. ¿Algo más que quieras saber antes de dejarme en paz?
No pudo evitar reírse.-Deletreaste mal tu nombre.
-No es cierto.
-Te faltó una "H".-Sonriente.-Oh, Baek, eres adorable.-Dijo entre dientes antes de darse la vuelta.
-¿¡Cómo me llamaste!?-Preguntó molesto desde la entrada de su casa.
Y allí en medio del patio delantero, con el hermano menor del chico observándole por la ventana respondió gritando.-¡Adorable! ¡Dije que eras adorable! ¡Total y completamente...!
-... adorable-Murmuró para sí mismo. Y agachó su rostro avergonzado.
Tratando de ocultar su sonrojo abrió la puerta con rapidez adentrándose en su casa para quedarse pegado a la pared.
Se tapó la cara con las manos. ¿Qué se creía el tal Chanyeol para decirle eso?
Sonrió, pero nunca admitiría haberlo hecho.
...
-Tú tienes una versión muy extraña de ti mismo.-Dijo Baekhyun.-Dijiste que eras callado y luego dices que me seguiste hasta mí casa.
-Ser callado no me hace menos acosador. Es más, es una cualidad importante para mí.
Rió involuntariamente.-Eres un tonto. Suenas como el protagonista de un libro para pubertos.
-Lo soy, creo.
Sonrojado a medias.-Tú...¿siempre dices cosas como esas a las personas?
-No a las personas, solo a ti.
Con gracia, como incrédulo.-Oye, oye, chico raro. Vas demasiado rápido.
De pronto, la pequeña ilusión que su mente y la atmósfera habían creado se quebró. Porque mientras él veía al amor de su vida, Baek solo veía a un tonto con habilidad para narrar.
-Yo...(Solo soy así contigo.) Supongo que me estoy adelantando mucho, ¿Cierto?
El teléfono de Baekhyun sonó haciéndole reaccionar. El pequeño lo sacó para contestar, y aunque no podía escuchar bien la conversación intuía de quién se trataba.
[ -¿¡Dónde estás!?, ¿Tienes idea de lo preocupada que mamá está preocupada por tí ? ]
-¿Ella está preocupada o tú lo estás?- Dijo seco.- No tengo cinco años, solo salí a caminar.
[-Sabes a lo que me refiero, no te comportes así. Es por tu bien.]
-Ahora me hablas como si fuera un quinceañero. Dame un respiro.
[-Es porque te quiero, ¿Sí? Solo...ten cuidado, ¿está bien? Vuelve pronto.]
-Lo que tú digas, Hunnie.-Dijo burlándose. -Te veo después. Adiós.-Cortó soltando un pesado suspiro.
-¿Todo bien?-Inquirió el otro.
-No. De hecho, no. Tengo que irme antes de que a mí hermano le de un ataque de nervios.
-¿Desde cuándo Sehun es tan sobreprotector? -Dijo sin intención de sonar grosero.
-Desde que le llamaron a las tres de la mañana diciendo que yo estaba desangrándome.-Seco.
-Lo siento-o, yo no, no quería...
-Está bien, lo poco que entiendo sobre todo esto es gracias a él, solo conozco su versión de las cosas. Además, su madre no quiso decirme nada y bueno.-Hizo una pausa.- no estoy seguro de que todo lo que tú dices sea verdad, pero si él quiere alejarme de ti es porque también está ocultándome cosas. Y eso no me gusta.
-¿Te veré luego?-Casi sin poder hablar
-Sí, pero es difícil encontrar un momento en donde no esté mi hermano o su novio conmigo. Búscame en universidad a las cinco, estudio arte allí.
-No sé si concentrarme en el hecho de que quieres volver a verme o en el que el pequeño Hunnie tenga novio.
-Bueno, no es su novio. Pero estoy seguro de que las fotos que tiene de él en su habitación no significan precisamente amistad.-Se quedó callado.- Alto, ¿Por qué lo llamas así?
-¿Así cómo?
-"Hunnie".
-Yo inventé ese apodo.-Baekhyun parpadeó perplejo.- Tenía derecho a usarlo, cuando lo conocí era más pequeño que tú, su cabeza llegaba casi a mi cuello, me sorprende que haya crecido tanto.
-A mí también...-Dijo tratando de ocultar su evidente curiosidad. ¿Acaso Park conocía a toda su familia?
Se puso de pie caminando hasta la entrada, Chanyeol le imitó.
-Como sea, ¿Me darás tu número?
Divertido con la situación.-Dijiste que fue difícil conseguir mi nombre.
-¿Quieres que sea difícil tu número también?
-Sí, definitivamente. Aún más difícil.
-¡No es justo! ¡La primera vez también fue difícil, en especial porque yo no tenía teléfono! ¡Fue jodidamente más difícil que conseguir tu nombre!
-Bien, al menos ya tienes práctica. -Se burló de él en su cara. -Te veo a las cinco, Park.-Fue lo último que dijo antes de marcharse.
Nostálgico, demonios que sí le había costado conseguir el número. Pero quizás la parte más difícil fue en donde tuvo que trabajar para comprarse un celular solo para hablar con el chico.
¿Qué si lo valió? Definitivamente lo hizo.
Se quedó en casa ese día, sin mayor ocupación para ese momento y con la mente bastante nublada, contempló con desdén las cartas que le había escrito a Baekhyun, incrédulo de que aún existiesen.
Supuso que todo aquello que le perteneciere había sido destruido. Quizás debía agradecer a la culpabilidad de Sehun.
Porque después de todo, la culpa siempre sería un motivo muy peligroso.
Fijó su vista en el reloj deseando que el tiempo se moviera más rápido para volver a verlo.
(...)
La espalda de Baekhyun de 17 años estaba pegada contra la puerta de su casa.
Habían tenido que cambiarlo de escuela por un problema poco decente con un maestro de geografía que había intentado propasarse con él. Sin lograrlo, afortunadamente.
Lo único que quería en esta escuela era mantener un perfil bajo, pero aparentemente eso era imposible. Más aún si ahora tenía a un gigante gritando que era adorable a plena luz del día.
Se sonrojó de nuevo ante el recuerdo.
¿Por qué él?
¿Por qué las personas tendían a decir cosas sobre él tan a la ligera?
¿ Por qué él tenía que darle tanta importancia a todo?
Su hermanastro, que llevaba observándole un par de minutos se animó a preguntar.
-Hyung, ¿Estás bien?-Dijo preocupado.
Le respondió después de un rato.-Yo...sí. Estoy bien, muy bien. -Dijo pasando rápidamente al lado del otro sin darle chance a preguntar nada más, llegando hasta su habitación para cerrar la puerta con llave.
Baekhyun había dejado de confiar en las personas hace tiempo, después de lo que había pasado recientemente era difícil que confiara en alguien más fuera de Sehun.
Entonces se volvía a preguntar, ¿Quién se creía el tal Park Chanyeol para decirle eso?
Y peor aún, ¿Por qué no le molestaba que se lo dijera?
Se dejó caer en su cama abatido, viendo al techo para terminar con el día más confuso de su existencia.
O bueno, el primero de muchos.
A un par de calles, Chanyeol caminaba sin prestar mucha atención a su alrededor.
Sonriendo como normalmente no lo hacía y por quién sabe qué.
Entró a la vieja casa en la que convivía con su tío, este estaba en la sala viendo televisión sin preocupaciones.
Le vió entrar. -Oye, muchacho.- Le llamó. Joder, Chanyeol esperaba que él ya se hubiese marchado.-¿Trajiste algo para mí?
-No, no tengo dinero.
-¿Y el dinero que te dí?-Sin escrúpulos.
-Lo utilicé para el autobús.- Mintió.
Le vió con desaprobación.-Más vale que comiences a buscar un trabajo, las cuentas no se pagan solas.
-Lo sé.
-¿Si lo sabes por qué sigues gastando tanto?
Apretó los dientes, sin poder decir nada. Y caminó hasta su habitación deseando con todas sus fuerzas el día de su graduación para poder marcharse a Seúl y alejarse de allí para siempre.
Porque Chanyeol se aferraba a lo mismo que todos los adolescentes de familia rota se aferran.
A la esperanza de crecer.
La mañana siguiente, antes de ir a la escuela, caminó por todos comercios y locales del sector. Necesitaba conseguir dinero, y lo lograría.
Finalmente, llegó a la cafetería dónde usualmente compraba su desayuno.
Apenado, se acercó al chico moreno de la caja. Le preguntó si había algo en lo que pudiera ayudarle, casi desesperado.
El chico que no parecía mayor que él lo meditó, se marchó por unos minutos y regresó con un hombre mayor que le aceptó amablemente.
Sonrió.
Hacía ya mucho tiempo ya que no tenía éxito en algo.
Después de todo, Chanyeol no era un mal chico, solamente tenía mala suerte.
Manténgase con Vida. J.S.
(...) Pasado
... Presente
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