C a p í t u l o D o s
Capítulo dos.
¿Qué es un fénix?
Eran apenas las 8:00 A.M. Baekhyun no solía despertar tan temprano, después de su visita a Chanyeol regresó a casa a sabiendas de que le esperaba un largo sermón por parte de su hermanito.
-Antes de que digas algo. -Le dijo sin dejar hablar al otro.-Quiero recordarte que el daño está en mi cabeza, no en mis piernas. Así que tranquilízate, soy perfectamente capaz de ir a dar una pequeña caminata.
-Una pequeña caminata de tres horas.
-Solo son detalles.- Irreverente, pasando al lado la figura notablemente más grande de Sehun.
-Estoy preocupado por tí, ¡Entiéndelo!
-¡Pero estoy bien!
-Baekhyun.-Le vió severo.-No voy a dejar de fastidiarte. No salgas sin avisar a dónde irás.
-Deja tu complejo de Adulto. Mejor contéstame, ¿Por qué no estás en la escuela?
-Llegaré tarde, está bien.
-No, no lo está. Tienes que tener buenas calificaciones si quieres seguir jugando fútbol, lo sabes.
-Realmente no importa.
-¡Claro que importa! ¡Es tu último año, Sehun! ¡Es tu último oportunidad de conseguir una beca deportiva! Deja de preocuparte por tu hermano el inválido y ve a estudiar.-Dijo con gracia. Fingiendo estar enojado.
El rubio no entendía cómo era que el chico podía hablar así de sí mismo con tanta naturaleza. Quizás, el no saber casi nada de sí mismo le ayuda a a mantener su autoestima estable.
Oh, quizás, simplemente era más fácil porque no fue él quién le vió cubierto de sangre, porque Baekhyun no había visto a sus padres angustiados, porque no era él quién recordaba a Chanyeol llorando en la puerta.
-Está bien...-Dijo resignado.-Sabes, rezo por tí todas las noches y así es cómo me pagas, regañandome.
-Así es como debe de ser, además...-Le sonrió pícaramente acercándose a su oído para decirle.-Piensa que a Luhan no le gustaría andar con niño que reprobó el último año de la preparatoria.
Sonrojado.-¡Baek!
-Si yo saliera con un niño mínimo sería el niño más inteligente del salón.
Le gustaba molestarlo. Sabía que el chico tenía un platónico por ese hombre que no aparentaba su edad. Que a sus 24 años estaba a nada de graduarse de la universidad.
También sabía que si no distraía a su hermano de alguna forma lo más probable era que este se convirtiera en su sombra.
Y no quería eso para el chico. Tampoco quería eso para él mismo.
-¿Podrías dejar de ver cosas donde no las hay, por favor?
- Claro, claro. Yo me imagino cosas.
-Por supuesto que lo haces.
Tomó la mochila del chico que estaba en el sofá y se la entregó.-Sea como sea, tranquilo, que a él no le interesa tanto tu cerebro, estoy seguro que le gusta más tu espalda. No olvides quitarte la camiseta hoy en el juego.
-¡Baekhyun!
-Señor Byun para tí. Ahora vete, que en serio no quiero que sigas saltándote clases.
Sehun bufó molesto, tomando sus cosas salió de la casa con demasiada prisa.
Suspiró, ahora con el chico fuera de la casa Baekhyun podía hacer lo que quisiera.
Subió hasta su habitación, y tomó una de las hojas que estaban revueltas sobre su escritorio.
Se detuvo a pensarlo.
Se suponía que iba a encontrarse después de sus clases con Chanyeol pero, exactamente, ¿Qué quería preguntarle?
Tratando de ordenar sus ideas, comenzó a anotar las preguntas que se había estado planteando por algún tiempo.
Porque, según Baekhyun, todo debía tener un "Por qué" o al menos una secuencia lógica.
Después de un rato viendo fijamente la hoja en blanco comenzó a escribir, tachando una y otra vez las preguntas en ese pobre pedazo de papel.
Finalmente, logró anotar diez cosas que quería saber sobre sí mismo.
Después de estar seguro de lo que quería conocer, quitó todas las cosas sobre su escritorio porque debía entregar un proyecto esa tarde y no tenía ni la mitad trabajada.
Era su primer año de universidad, debía haber iniciado hacía tres pero...dadas las circunstancias tuvo que volver a clases de regularización porque habían ciertos aspectos básicos que parecía haber perdido.
Pero siempre había algo, algo que no podía soltar.
Desde que despertó seguía dibujando, seguía siendo tan preciso con sus manos como desde que era un niño.
Porque el ser humano podría cambiar de nombre, de vida, hasta de credo. Pero nunca podría cambiar de pasión.
Por eso había terminado estudiando arte.
Tomó uno de los pliegos que normalmente utilizaba y visualizó sobre el lo que sería su proyecto.
Siempre estaba en busca de inspiración; Pero había algo con lo que se encontraba fascinado.
El fuego.
No lo entendía, tampoco intentaba buscar una explicación lógica. Sencillamente la imagen del fuego en sus pensamientos se mantenía presente, cómo un recordatorio constante.
Deslizando el lápiz sobre la aterciopelada superficie comenzó a trazar una figura animal, con su alas extendidas y su cola siendo consumida por el fuego.
El dibujo tenía pocos colores, pasando de un ocre a un rojo intenso y luego al negro total. Parecía conocer cada pequeño detalle de memoria.
No había notado el pasar del tiempo, ya pasaba del medio día y él debería estar en camino a la universidad.
Se cambió velozmente, tomó todo lo que necesitaba y sin darle tiempo siquiera para comer algo salió corriendo de la casa, rápido hasta la parada del autobús particular.
Agradeció ver la silueta del vehículo acercándose cuando se percató de que pronto comenzaría a llover.
(...)
PCY, 18 años.
No dormía casi nada, entre la escuela el trabajo y la gran cantidad de tareas no le quedaba mucho tiempo para hacerlo.
Normalmente caminaba a casa después de salir de turno en la cafetería. No le importaba caminar en la noche por casi 45 minutos si eso le ahorraría algunas monedas.
Comenzó a moverse como todos los días, pero el cielo que parecía querer desquitarse con él soltó aquellas gotas de agua con demasiada fuerza.
Intentó correr pero la fuerza era tal que le impidió seguir avanzando. Se detuvo en la parada del autobús y esperó a que esa gran hojalata le recogiera.
Cuando al fin se dignó a aparecer se subió velozmente, sacudiéndose sin importarle que su ropa estuviera mojada.
El autobús estaba casi vacío, así que no le costó trabajo visualizar al chico teñido que estaba al fondo del vehículo, viendo por la ventana e igual de mojado que él.
Despreocupado, ocupó el lugar junto a él. Y amable le saludó.-¿No es un poco tarde para que estés en la calle?
Molesto, Baekhyun suspiró con pereza.-De todos los asientos vacíos que pudiste tomar, decidiste elegir precisamente este.
-¡Claro! Así tendré a alguien con quien conversar todo el camino.
-¿Y según tú, yo voy a conversar contigo?
-Sigues contestándome, así que sí.
Rió por lo bajo, le sorprendía la actitud del otro. En clase siempre parecía tan formal, algo reservado, pero siempre que se acercaba a él se comportaba como un niño pequeño.
-Ajá, bien. Hablemos.
-Yo ya te había hecho una pregunta, ¿Por qué estás empapado ? -Repitió Chanyeol.
- Tú también lo estás y yo no te pregunto un por qué.
-Podrías hacerlo, yo sí te respondería. No como tú, que solo buscas herir mis sentimientos.
Sin verle sentido a la exageración del otro volvió a reírse.- Vine a visitar a mamá, pero comenzó a llover y como estar entre los árboles no era buena opción corrí hasta que alcancé al autobús.
Analizando el contexto.-Oh...- "Visitar a su madre" ¿El chico tampoco vivía con sus padres?-Tus... padres están separados, ¿Cierto? ¿Con quién vives?
Siempre hablando cuando no debía.
Como melancólico.-Algo así... vivo con su otra familia, bueno, mi otra familia.-Casi con gracia. - Él trabaja demasiado desde siempre, así que digamos que me crié con mi madrastra y su hijo. -La mirada del pelinegro parecía distante.-Pero no me malentiendas, ellos son geniales, realmente los amo.
-Eso es increíble...
-Sí, supongo que tengo un poco de suert....
Interrumpiéndole.-¿Y tu madre?
Chanyeol no concebía la idea, no entendía por qué algunos padres eran capaces de dejar a sus hijos así como así. Como a él.
Baekhyun se había quedado callado con una sonrisa extraña.-Ella ya no está con nosotros. -Sí, era extraño porque su expresión feliz no encajaba con lo triste de sus palabras. -Hoy la visité porque hace tiempo que no le llevaba flores.
-Lo sie-ento, no quise preguntar demás sobre tus padres yo...
-Está bien, ella está mejor. Papá encontró alguien que lo ama, alguien que le ayudó a superarla, y ella ya no sufre más. Sé que mamá estaría tranquila, y eso me tranquiliza a mí.
Era demasiado maduro, por el contrario a Chanyeol que tenía muchas ideas distorsionadas.
Él parecía estar por encima de su pasado, hablando con tanta libertad.
Park no entendía cómo podía existir alguien tan complejo.
-¿Qué hay de tí? -Volvió a hablar Baek.
-Vivo con mi tío. Mis padres trabajan en Seúl, No los veo desde que tengo como...10 años si no estoy mal. Me llaman, a veces.
-Conseguir un trabajo estable es algo difícil en la actualidad. Estoy seguro de que están lejos porque te aman y quieren lo mejor para tí.- Siendo amable de repente.
¿Por qué el pequeño habla como si quisiera animarme? Pensó Park.
Y Baekhyun, que había visto sus ojos volverse más oscuros solo le sonrió.
-Supongo que tienes razón.- Fingiendo.
Sus padres se fueron porque siendo jóvenes no estaban listos para una responsabilidad como él.
-Siempre la tengo.
El pelinegro analizó al pequeño un par de segundos.
Notando que sostenía un par de hojas de papel lejos de su cuerpo.
Había demasiado tráfico a causa de la tormenta, y ellos seguían con la ropa empapada en ese autobús casi vacío.
Curioso.-¿Qué tienes allí?-Dijo señalando las hojas.
-Un par de dibujos, no los guardé dentro de mí mochila para evitar que se arrugaran; pero ahora debo cuidar que no se mojen.
-¡Quiero ver!-Dijo tomando los trozos de papel de las manos del otro.
-¡No los veas! ¡no están terminados!-Tratando de quitárselos.
La masa corporal de Chanyeol le ganó y no pudo evitar que el joven contemplara emocionado aquellos dibujos.
-Son...son magníficos.-Declaró como si se tratase de una verdad absoluta.
Avergonzado.-Gra-acias....
-Pero.. hay algo que me provoca duda. ¿por qué dibujaste un pájaro incendiándose?
Riendo por el comentario.-Es un fénix.
-No pregunté por el tipo de pájaro, quiero saber por qué se está quemando. -Recibió un golpe pequeño en el hombro. -¡Auch!
-Un fénix es un ave mitológica, cada 500 años se quema a sí misma y resurge de sus cenizas gloriosamente.
Admirado.-Wow...eso es hermoso.
-Me gusta...me gusta porque siempre revive a través del fuego.
-¿Te gusta el fuego?
-Me intriga.
-Tú...¿Siempre dibujas cosas así?-Asintió con la cabeza. -¿Dibujarías algo para mi?
Chanyeol parecía cansado, y sus grandes ojeras parecían empezar a ser eclipsadas por sus pestañas.
Su cabeza y por ende el resto de su cuerpo comenzó a inclinarse hacia Baekhyun.
Hablaba despacio, porque la calidez de estar junto a ese chico y las noches sin dormir que llevaba le estaban pasando factura.
-¿Cómo qué?
-Algo con significado. Algo que pueda llevar para siempre en mí piel.
-Como muestra de mi buena fe, dibujaré algo que sea solo para tí.
Sin entender mucho sobre lo que el otro decía, porque hablaba adormitado y porque poco a poco su cabeza cayó totalmente sobre el hombro de Baek.
El autobús no se había movido más allá de una calle debido al maldito embotellamiento, así que a ambos les esperaba un largo camino a casa.
Baekhyun se dejó vencer por su voluntad y recargó su peso en el otro chico quedándose dormidos por un breve instante.
Era extraño, porque parecía que estaba lloviendo más que nunca, porque sus ropas estaban frías; pero entre ellos había una calidez que ninguno de los dos había sentido antes.
En ese momento, el pequeño se atrevió a aceptar que a lo mejor este chico, no era tan molesto como él pensaba.
Ah, y también pescó un fuerte resfriado.
Pero vamos, al menos esto tenía un lado positivo, Que Chanyeol no podía burlarse de su nariz roja, porque él estaba igual.
...
-Me agrada bastante la aplicación de la técnica, es buena, es espontánea pero exacta. Me gusta, felicitaciones, Byun. Tienes la nota completa.
El catedrático que evaluaba el trabajo de Baekhyun le sonrió cordialmente, y él Suspiró aliviado, creyó que iba a sacar una mala calificación.
Ya no debía dejar todo a último momento.
Revisó su celular, encontrando un par de llamadas perdidas.
Luhan
Salió de su edificio mientras guardaba su teléfono y mientras ignoraba que el aparato estaba sonando se nuevo.
No quería hablar con él ahora, seguía molesto.
Escuchó una voz que parecía acercarse más y más a él.
-Sí, claro. Caminé como idiota dos horas dentro de la universidad para encontrar este edificio, para que pases a mi lado y ni siquiera me veas, Sí, sigue caminando, ignorame más aún.
Se detuvo al reconocer al otro.
Burlesco.- Perdón, no te ví.
-¿Cómo puedes no verme? Estaba literalmente al lado de la puerta.
-Creí que eras el portero.
-Ja, ja, ja. Sabes, nunca intentes vivir de la comedia, morirás de hambre
-A mí sí me causó gracia.
Su teléfono comenzó a vibrar de nuevo, incesantemente haciendo que la incomodidad se apoderara de él.
Volvió a ver la pantalla. ¿Por qué Luhan estaba llamándole con tanta insistencia? Bufó, y avanzó unos cuantos metros con Chanyeol siguiéndole y diciendo cualquier tontería.
Se detuvo cuando vio al castaño parado cerca de ellos.
Mierda...había olvidado que hoy ellos irían al partido de su hermano.
¿Pero qué debía hacer? Park estaba detrás de él, y aunque sonara tonto, esconderle era su única opción.
Porque si Lu le veía...lo más probable es que le dijera a Sehun.
Y Una niñera era lo que menos necesitaba en ese momento.
Con un movimiento rápido y con toda la fuerza de su pequeño cuerpo, tapó la boca de Chanyeol con una mano y luego le empujó contra una pared, quedando pegado a él en un intento de no ser visto.
El pelinegro no entendía lo que pasaba, solo podía pensar en la suave piel de la mano del otro sobre su rostro y en su cabeza quedando sobre su pecho.
-Voy a soltarte, y quiero que me sigas en silencio.-Dijo Baekhyun.
Rió, no era como si estuviera inmovilizado realmente, con un empujón le habría bastado para librarse del pequeño. Simplemente, le encantaba ver que inconscientemente, no había cambiado nada.
La misma esencia, el mismo temperamento. El mismo enano mandón.
Asintió con la cabeza. El otro le soltó, y acatando a sus indicaciones comenzó a caminar detrás de él velozmente.
Una vez lejos del edificio.- ¿Qué acaba de pasar?
-Uhm...-¿No debería decirle, cierto?
Aprovechándose de la situación.-¿Acaso querías estar cerca de mí?
-¡Ja! Sigue soñando, amigo.-Disimulando su evidente sonrojo.
-Tomaré eso como un "Definitivamente quería estar cerca de tí" o como un "quería estar contigo a solas".
Baekhyun solo se reía.-Lu estaba allí, acabo de dejarlo plantado por tí, así que más te vale que me cuentes algo interesante.
-¿Debería emocionarme porque me preferiste a mí antes que a él?
-No, de hecho, no es que te haya elegido. Es que no quería que me vieran contigo.
-¡Auch!-Llevó una de sus manos al pecho del lado derecho.-Rompes mi corazón.
-El corazón ni siquiera está de ese lado, idiota. -Riéndose.
Ya habían salido del campus universitario, caminaban sin prisa cuando Chanyeol, el dramático, decidió sentarse a la orilla de la acera.
-Siento que voy a desmayarme, no puedo continuar así si te empeñas en lastimarme cada dos segundos.
Suspiró y se sentó a su lado.- Bien, bien. Lo siento.
Rió por lo bajo, amaba cuando le daban la razón a sus exageraciones.
Su estómago gruñó. -A este paso moriré pero de hambre.
Baekhyun, que tampoco había comido mayor cosa, buscó en su mochila, y sacó de ella un paquete de galletas.-¿Se te antoja?-Dijo sonriéndole cómplice.
Demasiado nostálgico para una persona de 21 años.-Tú y tus postres como siempre.
Sonriente.-¿Por qué lo dices?
-Bueno...
(...)
Al día siguiente de haberse enfermado había ido a trabajar como cualquier persona.
Chanyeol tenía 30 minutos de descanso en el trabajo. No había mucho que pudiera hacer en tan poco tiempo.
Le gustaba trabajar en esa cafetería, pero el estar constantemente rodeado de comida se había convertido en una tortura para su olfato, y en especial para su estómago.
No tenía dinero para comprar todos los postres que se le antojaba comer, así que durante su descanso lo único que hacía era salir a la calle y llenar sus pulmones con aire fresco.
Estaba sentado en la acera cuando una sombra se acercó a él.
-Creí que estabas enfermo.-Dijo Baekhyun.
-Nada que dos antigripales y una cantidad sobrehumana de jarabe no puedan curar.
Negó con la cabeza sonriendo.-¿Por qué estás aquí afuera? ¿No deberías estar allá dentro sirviendo café, tú, gran hombre ?
-Pues verás, pequeño niño, si me quedo por más tiempo allí adentro sin nada en el estómago es probable que enloquezca y devore todo lo que esté en frente de mí.
Torció el gesto. Algo que había notado de Chanyeol era que nunca comía. Nunca le veía en el almuerzo, menos aún comprando en la cafetería de la escuela.
-Tú...¿en serio no has comido nada hoy?
-Define "Nada".
-¡Park!--Severo
-¿Qué tan patético sería que dijera que no?-Sonriendo con tristeza.-Soy muy tacaño, creo.
Molesto, se dio la vuelta para entrar al comercial.
Chanyeol no entendía qué pasaba, confundido se quedó con la mirada fija en la puerta que volvió a abrirse pasados unos minutos.
Baekhyun regresó, y sentándose junto a él le extendió una mano, dándole una bolsa de papel.
-Más te vale acabarte todo, o voy a obligarte a hacerlo.
Tomó la bolsa y la abrió curioso, sonrió casi con gracia. ¿Este niño realmente pretende alimentarme con manzanas y galletas?, Pensó. Era demasiado... lindo.
Abrió uno de los paquetes, y se llevó una a la boca.-Eres muy dulce a veces, ¿Sabes?-Dijo agradecido.
-No me llames así.
-Es un cumplido, es decir.-seguía devorando esas galletas de chocolate.-Gracias, pequeño.- serio.
-De nada, gigante.
Le sonrió cálidamente volviéndose a poner se pie.
-¿Te vas tan pronto?-Dijo Chanyeol casi decepcionado.
-Sí, están esperándome... Pero-vió al pelinegro asentir resignando con la cabeza.-te veré mañana. Te veo a las cinco.-Dijo antes de marcharse.
Desde allí, todos los días Baekhyun comenzó a aparecerse en el trabajo de Chanyeol, a veces con frutas, otras con comida que él mismo preparaba.
Bueno, lo poco que con su escaso conocimiento culinario podía preparar. Y se quedaba allí por horas, esperando a que su amigo saliera de trabajar solamente para regresar con él en el autobús.
Chanyeol no comprendía al pequeño. Jamás había tenido un amigo, mucho menos alguien que se preocupara por él.
Y Baekhyun, simplemente sabía lo que era regresar a una casa vacía, y no quería, no quería que el otro se sintiera como él cuando era niño.
...
El cielo había empezado a oscurecer, Baekhyun veía hacia arriba pensando en qué le había llevado a actuar así con con Chanyeol.
-Parece que es algo muy nuestro quedarnos sentados en la calle.-Comentó feliz.
Baekhyun sacó su teléfono para revisar la hora, pero se encontró con decenas de mensajes. El último que decía:
Luhan:
"Se hizo tarde y tuve que irme sin tí, apresúrate. ¡Te veo en el partido!"
Apretó los ojos. Demonios, ya era demasiado tarde. Joder, pero al menos alcanzaba llegar al medio tiempo.
-¿Todo bien?-Preguntó Chanyeol.
-Debería estar en la escuela.- Apresurado se levantó.-Me tengo que ir.
-Está bien, vámonos.-Imitándole
-¿Vamos, quiénes? Yo me iré, tú vete por tu lado.
- No seas huraño.- Se burló. Aprovechándose de la molestia del otro le tomó de la mano. Y tirando de ella comenzó a avanzar a gran velocidad. - Empieza a correr si quieres llegar rápido.
Negó con la cabeza, Park Chanyeol era un caso sin esperanza.
Y así, tan ridículo como las personas les etiquetaban al pasar, siendo sencillamente dos tontos en sus veintes corriendo y riendo a carcajadas por la calle mientras oscurecía más y más.
Los gritos de la afición y los estudiantes que habían llegado a apoyar al equipo, combinados con las luces que iluminaban el campo creaban un ambiente de tensión y de adrenalina demasiado abrumadora.
Sehun realmente quería conseguir esa beca, y sabía que si su equipo ganaba el campeonato toda la atención se enfocaría en él, el defensa estrella.
El problema era que él no sabía cómo llamar la atención. Joder, nunca había sabido lidiar con ser el centro de atención y justo ahora estaba tratando de mentalizarse en serlo.
El partido estaba por iniciar, dió un rápido vistazo a dónde se supone que su hermano debería de estar, decepcionado, bajó la cabeza al notar que no había nadie.
Agitó la cabeza, "Se le hizo tarde" se repetía a sí mismo una y otra vez. "él nunca faltaría"
Reaccionó cuando escuchó que le llamaban a lo lejos. -¡Hunnie! ¡Hunnie!
Buscó con la mirada al dueño de la voz. Encontrándose con Luhan con la camiseta de su equipo de pie en la primera grada de la tribuna.
Sonrió, hizo un movimiento rápido con la mano para saludarle demasiado emocionado, mientras una parte de su subconsciente adolescente gritaba feliz.
Es decir, no, no estaba tan emocionado por la presencia del otro allí.
No.
Definitivamente no.
Bueno, quizás sí un poco.
Respiró con fuerza otra vez. Lo había decidido, esta noche iba a lucirse.
Cuando el silbato sonó y el balón tocó la grama él fue el primer en retenerla. Moviéndose veloz entre cada oponente, esquivandolos con una agilidad impresionante.
Cada movimiento que el rubio realizaba, y el sudor comenzando a caer por su cuello llegando hasta su espalda causando que su camiseta se pegara a su cuerpo estaban haciendo que Luhan se mordiera la lengua.
Sehun había cumplido 18 ese año, ya no debería sentirse así de culpable. Pero demonios, era seis jodidos años mayor que él. Y no acababa de Entender cómo era que aquel niño que había conocido en la sala de espera había evolucionado de tal forma.
Él no había cambiado desde que tenía como 21 años, y su masa corporal era casi exactamente la misma. No como Sehun, quién parecía crecer exponencialmente.
Oh, demonios. Mentiría si dijera que no le atraía, mentiría si dijera que no adoraba la infantil sonrisa que poseía y que pocas veces mostraba, mentiría si negara que le era imposible apartar sus ojos de su cuerpo.
Chanyeol y Baekhyun llegaron, y caminando entre el graderío se quedaron atrás para que el primero no fuera visto.
Baek vio con pena ajena a su amigo gritando con todas sus fuerzas cuál fan no.1. y a Sehun deslizándose entre los jugadores como todo un profesional, sonrió ante la escena.
Volteó a ver a Park parado detrás de él.
-¿Qué tanto te conté sobre mí?
-Lo suficiente como para que sea Yo quien escriba tu biografía.-Dijo con gracia.
-Entonces esto no es justo.
Ladeó la cabeza.-¿Qué no lo es?
-No es justo que no sepa nada de tí.
-¿Perdón?-sin captar totalmente toda la idea
La anécdota anterior le había despertado la curiosidad.- Cuéntame sobre tu familia.
El silbato que marcaba el medio tiempo y que le indicaba a Baekhyun que debía marcharse sonó haciendo que Chanyeol soltara aire aliviado.
Torció el gesto hablando con seriedad.-Voy a contarte pero...esa es una historia que no te va a gustar.
Después de todo, el hogar no es un buen lugar para recordar si intentaste desesperadamente alejarte de él.
Manténgase con Vida. J.S.
(...) Pasado
... Presente
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