capítulo 8
Hwa ahn michosso, has sido capaz de hacer semejante tontería para encubrirme. No sé cómo sentirme ahora mismo si te digo la verdad, por un lado, estoy agradecida porque has dado la cara para protegerme y por el otro deseo tanto darte una bofetada por lo irresponsable que has sido y lo peligroso para ambos.
Por otro lado, estamos investigando lo de hace 3 años, te contactaré por cualquier novedad. Y sé lo que estás pensando, no puedes escribirme, todavía no. Espera mi próxima carta y manteneros saludables y alerta.
Gyu jin
Terminé de leer la carta de mi hermana y se la pasó a Dak-ho para que le eche un vistazo. Cuando termina de leer me mira levantando una ceja, no pregunta, pero sé que es lo que está pensando en esos momentos. Le quitó suavemente la carta de las manos y la guardó con la nota que me dejó al principio de toda esta locura, al fondo del armario. Noto su mirada clavada en mi espalda y atento a cada movimiento que hago, pero no pregunta, está esperando a que yo de el primer paso y estoy agradecido por ello, porque me da tiempo y espacio.
Para liberar tensión en el ambiente le enseñó el bordado a Dak-ho, el que estuve toda la tarde entretenido haciendo para su hermana y del que estoy demasiado orgulloso. Él lo toma y se tira un tiempo mirando y lo que parece analizando las puntadas.
- ¿Este es el bordado para mi hermana? - Pregunta levantando la mirada y dejando el bordado a un lado para que no se arrugue.
- Sí, lo hice en el porche de la parte de atrás de tu casa, el que da al estanque. ¿Hay algún problema? - Creo que le acabo de dar demasiada información innecesaria, pero ya está dicho y no puedo retractarme de ello, además todavía no sé lo que piensa, siempre tiene esa expresión fría en la cara.
- Ninguno, es solo que no sabía de tus habilidades para el bordado, estoy asombrado. - Una pequeña pausa y veo como una pequeña sonrisa asoma en sus labios antes de mirarme directamente, lo que hace que mi corazón reaccione con un pequeño salto. - Me alegro de que te guste la parte trasera de mi casa, puedes ir siempre que quieras, después de todo estamos casados y viviendo en la misma casa.
Sonrió un poco y vuelvo a notar ese calor subiendo por mi espalda, no sabía que alguien tan frío como él pudiese hacer una expresión tan tierna y bonita como esa. Escucho una risa y salgo de mi ensimismamiento con un movimiento de cabeza, Dak-ho ha guardado el bordado y ya está preparado para acostarse y por su cara diría que me ha preguntado algo, pero yo estaba en mi mundo y por su risa, con una cara de ensimismamiento.
Le miro interrogativamente, pero él simplemente niega con la cabeza y apaga la vela de su lado para dormir, yo procedo a hacer lo mismo y me meto en el futón, pensando en lo tonto que he tenido que parecer.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Han pasado varias semanas desde todos los acontecimientos que han rondado alrededor de la boda y de mi fracaso para ocultar mi identidad. Y al pasar los días poco a poco ha empezado a hacer más frío, Dak-ho ha dicho que en unas semanas empezará a nevar y hace unos días fuimos a comprar ropa de abrigo. A mí me entusiasma ver la nieve, aparte de que me he tirado tres años sin verla, en la zona del palacio no solía nevar porque no hacía tanto frío como en esta zona.
Los días también han pasado tranquilos y sin novedades ni cartas por parte de Gyu jin, nuestros días se han convertido en rutina y he notado a Dak-ho cada vez más receptivo y cercano, con diferencia a los primeros días, aunque se esforzaba por mantener un ambiente agradable. Poco a poco nos hemos adaptado el uno al otro y a notar los cambios en el otro, también he visto un lado de Dak-ho diferente, más alegre y feliz, aquella primera impresión que me dio de alguien frío y sin sentimientos ha quedado atrás.
Con respecto a mi voz, gracias a la ayuda de Dak-ho y las miles de infusiones de saenggang-cha que me he estado tomando para suavizar la voz, he logrado un cambio bastante significativo y ahora no parece que esté constipado, lo cual es un alivio, pero aun así tengo que tener extremo cuidado.
También, gracias a Dak-ho, puedo salir a comprar sin ningún problema e interactuar con la gente sin miedo y poco a poco la gente ya empieza a reconocernos y hablar con nosotros de una manera amigable y cercana. En conclusión, Dak-ho ha sido un gran apoyo y ayuda durante estas semanas, por lo que estoy agradecido con él.
Lo que todavía me desconcierta son las reacciones raras que a veces me recorren el cuerpo con ciertos comentarios, expresiones o actos que hace. Desde el calor que me sube por la espalda o los pequeños vueltos que da mi corazón hasta la sensación de cosquillas en mi estómago y ya ni mencionar los pensamientos que me acribillan cuando estoy solo, los cuales son todos relacionados con él.
Como últimamente, mientras Dak-ho está en su habitación habitual trabajando, mencionó que lo llamaban estudio, ya que ahí guardaba todos los papeles y cartas importantes. Yo me disponía a pasear por el jardín trasero, alrededor de aquellas hermosas flores que todavía aguantan el frío. Y a visitar a aquel pez de colores que nadaban tranquilos en el estanque.
Cuando me disponía a volver a casa porque empezaba a hacer cada vez más frío debido a la bajada del sol y a notar mi aliento en pequeñas nubes blancas alguien se acercó por detrás, dándome un susto que provocó a mi corazón latir más deprisa de lo normal. Al darme la vuelta descubrí a Dak-ho intentando contener la risa debido a mi reacción, a lo cual simplemente le pegué suavemente un golpe en el brazo y después me uní a su risa que había dejado escapar.
- ¿Qué haces? - Pregunta colocándose a mi lado para ver el jardín después de calmarnos, expulsando las mismas nubes blancas y con la nariz un poco roja del frío, seguramente yo estaré igual.
- Lo mismo que los últimos días, pasear por el jardín, ya que no tengo mucho que hacer últimamente. - Me echo un poco de vaho en las manos que empiezo a notar muy frías. - Pero esa pregunta tendría que hacerla yo. - Añado para después mirarle mientras sigo intentando calentarme las manos.
- Me apetecía disfrutar de este paisaje antes de que empiece a nevar y despejarme un poco la cabeza, también me preguntaba donde estabas. - Tras decir esto me coge las manos y empieza a frotarlas, ya que sus manos están más calientes que las mías, y todas esas sensaciones extrañas vuelven a mí, por lo que apartó la mirada, pero por algún motivo no las manos que siguen calentándose entre las suyas. Tras un largo silencio en esa posición y observando el jardín decido preguntar algo que me ha estado rondando la cabeza.
- Me he estado preguntando por estas flores anaranjadas. - Digo separando nuestras manos, lo que deja un frío general en mi cuerpo y acercándome a las flores mencionadas, él viene unos pasos por detrás.
- Estas son Dalryok, una flor que es muy fuerte y dura ante temperaturas extremas, además siempre está en flor. - Hace una pausa para agacharse y recoger una, mientras juega con ella dándole vueltas entre las manos. - Su significado es un poco triste, ya que significa tristeza y pena. Aunque su significado cambia. - Hace otra pausa para colocarle la flor detrás de la oreja derecha. - Si se la regalas a alguien significa vida. - Añade con una sonrisa y una mirada brillante. Yo me quedo sin palabras y solo agacho un poco la cabeza avergonzado y me dirijo a casa, acompañado por un aroma suave proveniente de la flor.
Al día siguiente y después de este acontecimiento que se me ha quedado grabado en el corazón y cada vez que lo recuerdo me calienta por dentro de una manera tierna y cálida, llegó una carta a nombre de Dak-ho, de parte de su madre. Cuando la terminó de leer la preocupación asomó en sus ojos.
- Mi madre dice que va a venir la semana que viene con mi hermana para hacernos una visita y ver cómo llevamos la vida de casados, antes de que empiece a nevar y haga más frío. - Noto como mi alma abandona mi cuerpo mientras que un montón de pensamientos de catástrofe inundan mi mente. Al parecer Dak-ho tiene los mismos pensamientos porque su preocupación pasa a ser miedo al mirarme.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top