Capítulo 6

Después de contarle toda la historia, evitando lo de hace tres años y el trato de mis padres, la luna ya estaba bastante alta en el cielo y las velas de la habitación casi estaban consumidas, por lo que nos quedaban pocas horas de luz. Dak-ho no ha dicho ni una palabra desde que le dije mi nombre, aunque es cierto que se ha calmado y que su mirada no es tan dura y su ceño ya no está tan fruncido (lo que le aporta cierto encanto), sí que he podido notar un poco de incomodidad.

- Esto es una locura. A todo esto, ¿Cómo estás seguro de que no te voy a delatar por lo que estás haciendo? Sabes que si decido hablar o delatarte morirás. - Es lo primero que dice después de contarle esta locura, como bien ha resumido. Está bastante calmado y tranquilo para un tema tan serio.

- Estoy seguro de que no lo harías, sino, ya me hubiesen delatado en vez de escucharme. - Hago una pequeña pausa y añadió en un susurro. - Como si no hubiese muerto ya.

Él no dice nada, solo asiente con la cabeza y cruza los brazos sobre el pecho, aunque he notado un brillo extraño en sus ojos mientras me miraba, pero no sé descifrar el porqué. Tampoco es como si pudiese descifrar a esta persona, es muy serio y reservado y sus respuestas físicas son muy diferentes a lo que he visto o conozco.

De repente se levanta y empieza a recoger la mesa, hago amago por intentar ayudarlo, pero niega con la cabeza y sale de la habitación dejándome solo, mirando la puerta por la que ha salido. Al rato vuelve con una lámpara de aceite en la mano y mantas y ropa en la otra. Me tiende lo último y se sienta enfrente.

- Seguramente quieras dormir en un futón aparte, aunque tengamos que compartir habitación, espero que no te moleste o incomode. También te he traído ropa cómoda para dormir, pero sospecho que de día vas a querer seguir con la tapadera de que eres tu hermana. - Hace una pausa y se levanta, mientras empieza a desvestirse y me da la espalda, continúa hablando. - Si quieres puedo ayudarte, con todo. Ya sabes, esconder tu identidad, buscar a tu hermana..... O lo que necesites.

Hago un sonido de afirmación mientras yo también empiezo a desvestirme y le doy la espalda, mientras me estoy cambiando con cuidado de no arruinar el vestido, me asaltan los recuerdos de momentos antes y de cómo Dak-ho ha pasado del enfado y la furia a la ternura y comprensión en cuestión de segundos.

También me asalta la duda de porque esa pausa tan larga, pero los pensamientos sobre los que ha sucedido antes y que no puedo evitar inundan mi mente y puedo notar como el calor me sube por el cuello y las orejas y con un largo suspiro termino de vestirme.

Cuando me doy la vuelta me encuentro con Dak-ho de pie y su mirada clavada en mí, al parecer mi mirada de sorpresa y mis ojeras rojas le provocan una risita leve seguida de una negación de cabeza. Me levanté avergonzado y enfurruñado, más por mi extraña reacción que por la suya, y me dispongo a estirar mi futón para pasar la noche.

Las velas, ya consumidas, sumen la habitación en una oscuridad que solo el leve brillo de la luna entrando por la ventana nos ilumina. Ambos ya en nuestros respectivos futones esperamos a que en sueño nos lleve, pero al ser una noche tan intensa ninguno lo puede conciliar del todo. El sonido de alguien moviéndose entre las sábanas me lo confirma y el susurro que lo acompaña aún más.

- ¿Qué vas a hacer con el tema de la pureza? - Se escucha en mitad del silencio.

- Tenía pensado dejar caer unas gotas de sangre de mi dedo mientras estabas inconsciente por el soju, pero como no ha salido como lo planeado.....Aun así lo haré, por si acaso las sospechas. - Le digo mientras me coloco boca arriba y observo el techo. El suelta un sonido de asentimiento y la habitación se inunda por el silencio, cuando pensé que se había dormido vuelve a hablar.

- Sé que no lo he preguntado por toda la confusión y tampoco me has explicado mucho, pero ¿por qué haces esto por tu hermana?, se nota que la quieres, ¿no te sientes mal por hacer esto cuando os ha abandonado a vuestra suerte? - Pienso por un momento, he evitado decirle muchas cosas y otras las he maquillado demasiado. Hasta que doy con la respuesta.

- Gyu jin ha arriesgado mucho por mí y me ha apoyado y cuidado en mis peores momentos, es lo único que puedo hacer por ella para agradecerle por todo lo que ha sufrido por mí. Además, no es como si se hubiera ido para siempre. - Todo lo que le digo es verdad, es todo lo que he sentido en estos tres años y que no he podido expresar con palabras y las cuales me hubiese gustado dirigir a mi hermana. Silencio.

- Deberíamos dormir, ha sido un día muy largo, y más para ti con ese Hanbok pesado. Tendremos más tiempo para hablar mañana. - Hace una pausa antes de añadir - Jaljayo, Hwa ahn.

Jaljayo, Dak-ho. - Contesto como acto reflejo y noto como se acomoda en su futón.

Los suaves ronquidos de Dak-ho inundan la habitación y yo sigo dando vueltas, no puedo evitar pensar en todo lo que ha sucedido esa noche (otra vez). Esta persona es bastante observadora y, pese a que mi plan no ha salido como quería, aunque tenía un poco de miedo cuando fui descubierto, Dak-ho ha mantenido la calma y parece que me ha comprendido, aunque le ha costado un poco.

De pronto un pensamiento fugaz sobre mi hermana cruza mi mente y un montón de preguntas me bombardean la cabeza. ¿Podré contactar con ella? ¿Sabrá algo sobre lo sucedido el día de hoy? ¿Estará bien? ¿Será feliz ahora que es libre? ¿Me echará de menos? ¿Se arrepentirá? Demasiadas preguntas para ninguna respuesta, lo único que tengo de ella es la nota que me dejo, que me he traído y los recuerdos.

Por desgracia, todo esto pasa a un segundo plano cuando vuelvo a recordar lo cerca que lo he tenido y como se ha portado después. Me cubro con las sábanas para apartar esos pensamientos, pero no paran de invadirme una y otra vez. Me frustra el porqué me comporto así y no entiendo por qué de esta reacción. Y al final me vence el sueño.

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