capítulo 13

Salvo lo poco que nos separa sujetándome el Hanbok para no pisarlo. Eun yeong se percata de mi presencia y se le ilumina la cara mientras llora desconsoladamente y cae de rodillas al suelo. Ambos hombres miran en mi dirección y se ríen, para después hablar entre ellos en susurros y mirarme con ojos lujuriosos lo que me provoca un escalofrío y una cara de asco y desagrado que solo hace que se rían más.

Uno de ellos, con el pelo en un moño desaliñado y suciedad por todo el cuerpo toma a Eun Yeong por la muñeca mientras se relame los labios y la obliga a levantarse para acercarla al cuerpo y tomar una fuerte respiración de su pelo. Este comportamiento hace que se me revuelvan las tripas y retire la mirada, lo justo para que el otro tipo se acerque a mí y haga lo mismo que su compañero.

Intento apartarme como puedo usando toda mi fuerza, pero el tipo se percata y me da un bofetón tan fuerte que me tira al suelo, desde ahí puedo ver como Eun yeong intenta zafarse de su agresor, tras varios intentos le da con las flores el los ojos lo que hace que la suelte y corra en mi dirección, pero el mismo tipo que me dio la bofetada la coge de la muñeca fuertemente y haciéndola daño lo que provoca que suelte un leve gemido de dolor.

- Como me pone que sean tan rebeldes y se hagan las difíciles, eso me da más ganas de tenerlas. - Dice el agresor de Eun Yeong acercándose mientras el que la tiene de la muñeca se ríe. Me incorporo y le plantó cara como puedo, el golpe me ha dejado la mejilla dolorida y palpitante y noto un hilo de sangre escapar de entre mis labios, que limpio con la manga de la manera más tosca posible a lo cual ellos se ríen más.

- Mira a esta, le gusta lo rudo al parecer, quédatela tú hyung, seguro que la disfrutas. - Esto lo dice el que me pegó el bofetón y el cual está sujetando a Eun Yeong por la muñeca, dejándola roja mientras más aprieta.

El otro tipo intenta cogerme por la muñeca igual que su hyung minutos antes, pero me percato y me aparto a tiempo mientras con furia y molestia en sus ojos intenta agarrarme del cuello. Al ver que se abalanza sobre mi intento retroceder lo bastante como para poner una distancia adecuada y poder defenderme hasta que llegue Dak-ho. Mientras retrocedo puedo captar como el tipo intenta sujetar a Eun Yeong de la otra muñeca y como esta intenta en vano escapar.

Harto de la situación y de tener que fingir me planto con los puños cerrados ante mi perseguidor que le provocó una risotada antes de relamerse y caminar despacio, saboreando el momento, hacia mí. Cuando solo nos separan unos metros le doy una patada en su entrepierna, lo más fuerte que puedo, consigo acertar y hacerle el suficiente daño como para que caiga de rodillas con lágrimas en sus ojos, pero no me detengo ahí y remangándome el hanbok le doy una patada en la cara, lo que hace que caiga al suelo con la nariz sangrando y quejándose.

Eun yeong y su agresor se quedan petrificados ante mi acto y el tipo enfurecido coge a Eun yeong por el cuello y la usa como escudo, mientras me mira con rabia e intercala las miradas entre el tipo del suelo y yo. Parece que se está preparando para actuar, pero escucha las voces irreconocibles de Mi suk y Dak-ho a mi espalda y después de empujar a Eun yeong al suelo corre a coger a su hermano y salir de ahí. Corro hacia Eun Yeong que se agarra a mí en un abrazo y empieza a llorar fuerte y desconsoladamente.

Madre e hijo llegan a nuestra altura y nos encuentran en el suelo llenas de polvo y barro, Eun yeong llorando abrazada a mí sin poder contener los hipidos y yo acariciando el pelo y susurrando que todo está bien y que se calme, con el lado izquierdo de la cara hinchado, rojo y al parecer manchado de sangre.

Mi suk se agacha a nuestro lado y comprueba que estamos bien mientras calma a Eun yeong que se separa de mí y se abraza a su madre que la ayuda a incorporarse, Dak-ho a mi lado hace lo mismo, al verme la cara enfurece y tensa el brazo, se lo sujetó con fuerza y le obligo a mirarme porque se que es capaz de salir a buscar a eso dos desgraciados para darles una lección.

Me mira y la ira pasa a preocupación, me sujeta la mano y empieza a buscar más rastros de heridas. Todo esto en silencio y solo interrumpido con los llantos de su hermana amortiguados por el hombro de Mi suk. Al terminar de comprobar se fija en mi cara que acerca una mano para tocarme la mejilla, ante el contacto suelto un pequeño quejido.

- ¿Estás bien? Perdón si te hago daño. - Acerca otra vez la mano y contengo otro quejido cuando toca con los dedos la superficie y me mira a los ojos, puedo ver la pena y culpabilidad en sus ojos.

- Estoy bien, es solo un golpe, se pasará. - Dak-ho suspira pesadamente y se saca un pañuelo del bolsillo para limpiarme la sangre y después me pone la mano en la mejilla muy levemente. Todo esto bajo la atenta mirada de Mi suk que no ha dejado de susurrarle a Eun Yeong palabras tranquilizadoras.

En casa nos cambiamos de ropa y limpiamos el polvo y barro, después Mi suk con cuidado nos curó las heridas. Eun Yeong acabó con el cuello y la muñeca amoratados, por lo que al verse tan feo se los vendaron para no levantar sospechas. A mí se me empezaba a bajar la hinchazón del moflete y un moratón iba ganando terreno, el labio también se me hincho un poco, me pusieron un trozo de hielo envuelto en tela para bajar la hinchazón de ambas zonas. Dak-ho de vez en cuando apartaba la tela para comprobar que estaba funcionando, después volvía a pasearse nervioso y preocupado.

Los días siguientes al accidente nos quedamos en casa, el único qué salía era Dak-ho, a veces acompañado de su madre. Mientras Eun yeong y yo nos quedamos en casa recuperándonos y solo podíamos salir al jardín.

- Perdón por tratarte de esa manera. - Me soltó un día mientras paseábamos por el jardín, con la luz del sol calentándonos un poco. La miré de reojo y caminaba cabizbaja, decidí no añadir nada y simplemente asentir con un sonido.

Con una simple disculpa tras lo ocurrido no ganaría nada, me da pena y me gustaría perdonarla, pero me ha hecho cosas horribles desde que están aquí y las disculpas han llegado después de que la atacaran, más por deber y agradecimiento que por el verdadero motivo. De esta manera continuamos con nuestro silencioso recorrido por el jardín como cada día.

Por la noche mientras me retiraba el maquillaje y haciendo muecas cada vez que frotaba la mejilla izquierda, la cual todavía seguía con un moretón, le dediqué una rápida mirada a Dak-ho que me observaba de reojo cada vez que realizaba esta acción desde el accidente.

- No se cuantas veces tengo que decírtelo, no te preocupes ya estoy bien. En serio, como sigas mirándome de esa manera y con esos ojos de cachorro me voy a ir a otra habitación. - Mis palabras le pillaron por sorpresa y respiro hondo antes de acercarse a donde estaba y tocarme la mejilla.

- Lo siento de verdad. Antes de que digas nada, de verdad que me siento mal por lo que os ha sucedido y más por no estar ahí para ayudaros. - Suspiro me retiro la mano para cogerla entre las mías y mirarle a los ojos.

- Si de verdad lo sientes no me mires como lo estás haciendo ahora. Haces que me sienta peor e indefenso. - Hago una pausa y veo como la culpa cruza por su cara. Una sensación desconocida tira de mí desde mi estómago y no puedo evitar decir cualquier tontería para intentar animarlo. - Además, deberías darme las gracias por salvar a tu hermana y no llevarme una puñalada en el intento. - Silencio y algo que no sé descifrar ilumina su cara, creo que me he pasado con la tontería y cuando estoy dispuesto a disculparme empieza a reírse y al rato le sigo.

Me toma por sorpresa cuando me abraza, le correspondo y nos quedamos así un rato, y juro que daría todo lo posible por mantenernos así por el resto de nuestras vidas. Dak-ho es el primero en separarse y coloca sus manos en mis hombros mientras clava su mirada en mis ojos y se que no puedo apartar la mirada porque me he quedado atrapado en sus ojos negros.

El corazón me late demasiado deprisa y tengo que hacer un enorme esfuerzo por mantener la calma y la idea de besarlo e ir más allá se instala en mi mente, todo mi ser me pide salvar los pocos metros que nos quedan y juntar nuestros labios, un pensamiento de lo que podría pasar después se abre paso y tengo que retirar la mirada.

No se lo que estará pensando en estos momentos Dak-ho, pero al ver que apartó la mirada suspira y se inclina para darme un corto beso en la cabeza y otro más largo en la frente, lo que hace que le mire y después con la sonrisa más cálida y tierna que puede darme me acaricia la mejilla y se va al futón haciéndome un gesto por el camino para que vaya con él. Adoptamos la posición de estas noches de atrás y nos quedamos en silencio abrazados.

Desde que se mis sentimientos hacia Dak-ho he intentado mantenerme alejado de él porque se que duele saber que no voy a ser correspondido, pero no puedo evitar tener estos pequeños roces y caricias porque él es quien provoca o simplemente busca y esos detalles hacen que me confunda y enamora todavía más. Tampoco puedo alejarle porque son demasiado reconfortantes y me hacen querer pedir más y más.

Con estos pensamientos y los latidos que conozco tan bien me quedo poco a poco dormido entre sus brazos y me acerca más a él, para mantenerme protegido y darnos calor mutuo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top