6. Mark Harris.

Benjamín Harris.

Ya es de mañana y permanezco preparando el almuerzo mientras Sky toma sus clases virtuales. Anteriormente estaba matriculada en una escuela, pero desde que me uní a la organización he tenido que mudarme mucho de ciudad y la virtualidad era la mejor opción para sus estudios.

La virtualidad no es tan mala, después de que murió el abuelo tuve que recurrir a esta, ya que Corwin no nos iba a llegar a la escuela. Liam también estudió virtualmente la mayor parte de su vida por sus problemas de salud mental y por Corwin.

Mientras empiezo a preparar las alitas de pollo al horno, pienso en todo lo que ha pasado; ayer le informé a Charles de lo sucedido en la ciudad y al hombre de lo que logré encontrar en el laboratorio de Anderson. El hombre siente que su regreso está cerca y eso me alerta. No sé cómo reaccionará cuando sepa lo que planeo hacer.

La experimentación de Liam puede no ser tan descabellada para él, pero la participación de Angélica sí lo será.

También pienso en Petya, esa mujer me saca de mis casillas y me hace cometer deslices, siempre usa su puta belleza para conseguir lo que quiere y me distrae demasiado. Solo necesito que me de una maldita respuesta concreta sobre mi propuesta para poder seguir mi plan.

—¡Finalmente! —dice Sky, cerrando su laptop—. La clase terminó.

—¿Ah sí?, ¿Qué aprendiste?

—Que la unidad Soluana vale más que el dólar Hilfixano y el dólar Noivano. ¿Sabes por qué?

—Porque somos una vergüenza. —la voz de Mark me hace girar, observándolo caminar lentamente hacia nosotros.

—¿Cómo entraste? —Reed, Ortiz y Sophia debieron haber cerrado todo antes de irse.

—¿Estás bien, Benjamín? Esta casa es mía, tengo llaves. —mueve sus llaves y vuelvo a la realidad. Es cierto, nos estamos quedando en una de las propiedades de Mark en Diamond city, hoy estoy un poco distraído.

—Sí. Disculpa. —apago la comida que ya está lista y reviso mi celular que acaba de recibir una notificación.

Angélica: Estamos en Diamond city, mañana habrá un evento en el hotel MUP y estará Liam. Es nuestra oportunidad, Corwin hizo algo y Liam se está saliendo de control.

<<Maldito Corwin>>

He estado esperando este momento durante mucho tiempo. Es mi oportunidad, pero también la de Corwin, él va a buscar a Liam y, aunque no sea lo mejor, tengo que dejar que lo haga, Liam tiene que estar cerca para que yo pueda ver los efectos de la medicación.

Tú: Perfecto. Nos vemos al anochecer para darte la medicación.

Dejo el celular a un lado y centro mi atención en Mark, quien permanece sentado en un sofá. Lo analizo y lo primero que detallo es su sobriedad, no ha consumido nada y eso me alegra en cierto modo, podría ser un avance.

—Mis hijos no me escuchan, Wyatt y Amber creen ciegamente en Corwin y eso me asusta. Esa admiración enfermiza los hará sufrir... —suspira.

—Luego se darán cuenta de su error.

—¿Sí?, ¿Cuándo los maten? ... Me he equivocado tanto con ellos; mejor hubiera seguido siendo el tío divertido, gay, fumador, que da regalos y defiende a su familia.

—Tú no tienes la culpa de las decisiones que tomaron ellos.

—Aún así me siento culpable. Yo fui quien los quiso tener.

Entiendo un poco a Mark, los mellizos nacieron por inseminación artificial y siente que todo lo que les pase es responsabilidad suya.

—Te sientes muy sentimental hoy, Mark.

—Tengo un mal presentimiento, pero deben ser cosas de mi cabeza. Mejor adivina cuál de los hombres de Demir juega en mi mismo bando.

Sky se ríe.

—El tío Mark siempre encuentra un amorío nuevo.

Mark se ríe por su comentario.

—Mis poderes de seducción nunca fallan. Los Harris tenemos la capacidad de romper corazones —Sky levanta las cejas— y es mejor romper corazones a ser el afectado.

—¿Yo romper corazones? Suena feo herir sentimientos.

—Dentro de varios años y con esos ojos hipnóticos romperás corazones, créeme —me mira—. ¿Te imaginas sobrino? Ser llamado "suegrito" —aprieto la mandíbula y Mark se echa a reír.

La risa de Mark contagia a Sky y ambos se ríen.

—Tu melancolía se ha ido por lo que veo.

Mark se levanta y camina hacia mí, poniendo uno de sus brazos alrededor de mi hombro.

—Relájate, sobrino. Incluso si todo es una mierda, trata de encontrar algo bueno en las situaciones. Por cierto, no me gusta cómo estás manejando muchas cosas.

—¿Qué cosas? Sólo hago lo que debo.

Mark niega.

—Las acciones indebidas y arriesgadas se deben realizar cuando sea sumamente necesario. No siempre que puedas. Deja de usar a cualquiera que encuentres en tu camino.

—Lo dices por...

—Por todo —me interrumpe—. Pero como nunca me escuchan —se separa de mí y busca unos papeles en un cajón—, solo diré eso y me iré.

Lo veo caminar hacia la salida.

—Grandes enseñanzas las tuyas, Mark.

Mark se gira para mirarme.

—Gracias, muy amable de tu parte, bendiciones —dice irónicamente y sonríe—. Hasta luego.

Le devuelvo su acción, formando una media sonrisa con mis labios antes de que salga de la casa. Sobrio o recargado, sigue siendo todo un personaje.

•••

Sky y yo nos quedamos en el auto esperando que llegue Angélica. A Liam le daré una de las primeras formulas que creé, quiero saber que tan mal o bien estoy en mis estudios. Debo admitir que temo porque la droga sea demasiado contraproducente para él y lo afecte aún más.

Estoy navegando un barco a ciegas ahora mismo.

A lo lejos veo a Angélica caminando hacia mi auto, así que saco la medicina y escribo la dosis que debe darle en un papelito. Trato de mantener la dosis ni demasiado alta ni demasiado baja por el bien de Liam.

Abro la ventanilla cuando Angélica está frente al auto y recibe la medicación, la cual guarda en su bolso y sigue su camino sin mirarnos ni decir una sola palabra. En esta ciudad debemos tener mucho cuidado, Corwin lo maneja a su gusto y no puedo dejar que me vea hablando con Angélica, ni siquiera puedo permitir que algún Harris me vea todavía hasta que le informe a Corwin de mi regreso a su lado.

Para protegerme, planeo decírselo de inmediato antes de que cualquiera de sus hombres me vea.

Saco mi celular y marco varias veces hasta que se digna a contestar:

—Benjamín, ¿cuál es el motivo de tu llamada?

—Padre… He decidido volver, durante estos años quise experimentar una vida diferente, pero me di cuenta que no es lo que esperaba —miento, a Corwin le hice creer que iba a buscar una vida sana para mí y mi hija, y así fue por un tiempo hasta que ingresé a la organización, de la cuál desconoce su existencia—. No estoy hecho para seguir órdenes, soy un líder, soy un ser dominante, no un puto seguidor. Quiero volver a mi antiguo puesto. —le digo lo que quiere escuchar de mí.

Lo escucho reírse.

—Tus raíces te llaman, Benjamín. Sabía que volverías; hombre favorito, líder dominante y astuto —comenta el significado de mi nombre, un nombre que él eligió. Siempre ha esperado que siga su legado y utiliza el significado de mi nombre a su favor. Lo que no sabe es que yo analizo el significado de mi nombre de una manera diferente a la suya—. Pero no creas que todo será tan fácil, si vuelves tendrás que demostrar que sigues a la altura de los Harris.

—No habrá problema. Mañana volveré.

—Bien. Sin decepciones, Benjamín. —termina la llamada.

No te preocupes, Corwin Harris.

Después de esa conversación con Corwin, tomo marcha para regresar a la casa que Mark nos prestó. Sin embargo, después de unos minutos, mi teléfono suena y cuando reviso la notificación veo algo que me deja inmóvil; es el numero que Petya habilita solo cuando quiere saber como está Sky, eso no me asusta, lo que me asusta es el contenido:

Petya: Acepto tu propuesta. Solo te puedo informar que Mark Harris fue sentenciado y su cacería es hoy. Habrá peligro para ti si te ven. Estás advertido.

<<No>>

____________

Tipo de narrador: omnisciente.

Mark Harris, cuarenta y ocho años, el último nacido de los trillizos Harris, con una genética que lo hace parecer más joven que sus dos hermanos, cabello negro y ojos color avellana; el sentenciado por los Petrov. El Harris que deberá pagar por los errores de otro, por los errores de su propio hermano.

Petya le avisó a Benjamín de lo que va a pasar con la intención de que sepa que sí está de acuerdo con su propuesta, con lo que no contaba es con su reacción. Benjamín Daimon no dudó en llamar a su tío, con la esperanza de avisarle a tiempo.

—¿Dónde estás? —Benjamín habla extremadamente nervioso—. ¡Sal de la ciudad, Mark!

—¿Qué sucede? Estoy en mi mansión, acabo de dañar otra de las entregas de Murphy, ya que estás ocupado. Murphy debe estar muriéndose de rabia.

—¡Mark, vete, por favor, huye de la ciudad!

—¿Qué pasa... —Benjamín escucha como la voz de Mark se corta y se escuchan golpes al otro lado de la línea— ¡Los Petrov! —Mark exclama y cuelga la llamada.

Benjamín deja caer el celular de su mano y siente como se le oprime el pecho. Mark es quien ha estado con él en estos últimos años, fue quien ayudó a traer a su hija al mundo, es quien lo ha apoyado y quien no lo ha dejado solo … Esa persona está siendo cazada.

En la mansión de Mark, los Petrov han atacado a sus hombres de seguridad y lograron entrar en busca de su objetivo. Oleg, Sergei, Odessa y Lev lideran la búsqueda de Mark Harris, a quien encuentran y atrapan; para luego, atarlo de pies y manos en un gran salón de su mansión.

Mark lucha para liberarse, pero los Petrov simplemente se ríen en su cara.

—Con esto les quedará claro que con los Petrov nadie se mete. —chasquea Odessa, golpeando la cara de Mark una y otra vez hasta hacerlo sangrar.

Mark deja de luchar y permanece inmóvil, en su mente sabe cuál será su destino y no les demostrará miedo. Morirá como un Connor denodado y un Harris sólido.

—Con mi muerte comenzará el infierno de ustedes —mira con cautela una de las cámaras de seguridad de su mansión, luego mira a Oleg y finalmente se enfoca en Sergei, sonriendo—. Bendito sea el primero. —se ríe.

Sus bromas vuelven loco a Lev y este saca una navaja, que tiene una P con una espada atravesada. La sujeta con firmeza y no pierde el tiempo, hoy no vinieron a torturar ni a hablar, hoy vinieron a acabar con su objetivo.

Cada corte hace que Mark grite, lo hacen revolcarse sobre sí mismo y lo hacen sufrir horriblemente. Los Petrov solo miran la escenas y se pasan la navaja entre ellos para disfrutar del dolor de Mark, hasta el punto en que el cuerpo de Mark no puede más y, debido a la pérdida de sangre, se derrumba.

Los últimos pensamientos de Mark están dirigidos a sus hijos y sobrinos. Ellos no fueron los culpables de crecer en un ambiente tan desastroso, sabe que la culpa siempre será de los mayores.

—Esta sorpresa fascinará a los Harris —dice Odessa, mirando el cuerpo de Mark—. Sergei, envíale el aviso a los Harris justo a medianoche para que puedan ver el cuerpo bajo la luz de la luna. —todos se ríen y salen de la mansión con extrema calma.

<<Se las arregló para esconderse>>, <<no lo atraparon>>, <<está bien>> es lo único que Benjamín puede pensar mientras conduce a gran velocidad hacia la mansión de Mark. Mansión que está muy alejada de donde Benjamín citó a Angélica.

Cuando llega, todo el alboroto ha pasado. No hay rastro de los Petrov y todo lo que encontrará Benjamín serán cadáveres.

—Papá, ¿pasa algo? —Sky pregunta, luego de que Benjamín estacionara el auto en un lugar muy escondido y seguro.

—No salgas hasta que yo regrese y si ves gente extraña no dudes en esconderte. Tengo que averiguar algo. —Sky asiente y Benjamín se baja del auto rumbo a la mansión.

Benjamín, al estar afuera de la mansión, revisa todos los cuerpos en el suelo en busca de algún rostro familiar, específicamente el de su tío. Y al entrar en la mansión, lo encuentra.

Sin saber cómo reaccionar, se lleva las manos a la frente y lanza un grito de dolor y odio que haría estremecer a cualquiera.

—¡¿Por qué maldita sea, por qué?! —grita mirando la sangre y miles de flashbacks de su tío vienen a su mente.

"No le hagas caso a Corwin, tú no eres un error"

"Estoy orgulloso de ti"

"No importa, de los errores se aprende. Intenta disparar de nuevo, no le hagas caso a tu padre"

"¡Eso campeón!"

"Feliz cumpleaños, puede que tenga miles de drogas encima, pero nunca olvidaré las fechas importantes"

Mientras la imagen de su tío aparece en su mente, Benjamín busca las cámaras de seguridad sintiéndose horrible, pero debe hacerlo para averiguar qué pasó. Y al revisarlos, es testigo de la muerte de su tío y de cómo los Petrov hablan de contárselo a los demás Harris a medianoche.

Lo único que se le ocurre ante esto es llamar a Ortiz para que borre las grabaciones de la cámara donde él aparece y se le haga imposible a Eliot recuperarlas. Deja las grabaciones hasta donde los Petrov abandonan la mansión y apaga las cámaras para que no lo vean.

—No llegué a tiempo ... perdóname, tío. Perdóname, Mark... —susurra mirando el cuerpo de su tío antes de agachar la cabeza. Benjamín sabe que no puede tocar el cadáver, también sabe que no puede mover nada de ese lugar.

Y, aunque puede hacerlo, no se atreve a llorar. A Mark no le hubiera gustado verlo así. Mark decía que no debían llorar por su muerte, que no deberían, y Benjamín no lo hace por eso. Simplemente se controla tanto como puede.

El problema de Mark siempre fueron las drogas y Benjamín trataba de ayudarlo a dejarlas porque sentía que lo llevarían a la muerte. Solo quería que su tío tuviera más tiempo y una vida mejor, dándose cuenta en este momento que el destino tenía un plan diferente para él.

Este fue el mal presentimiento que tuvo Mark, un mal presentimiento que se hizo realidad. Sin embargo, no es el único, también tenía un mal presentimiento sobre cómo estaba manejando las cosas Benjamín.

Antes de irse, Benjamín recuerda a Mark por última vez; lo recuerda riéndose y hablando de sus aventuras amorosas.

Un Harris que siempre estará presente en su mente.

Un Harris que buscaba lo mejor para su familia.

Un Harris, Mark Harris.

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