Capítulo 7


Las horas en tren junto a los chicos a sido un caos para Beatríz y yo, tener que aguantarlos era como cuidar a cuatro niños pequeños. Igual estuvimos hablando sobre ir a la cafetería para saber sobre el paradero de la espada, al principio los chicos dudaron en que fuera por que no sabemos de quien se trata o si sea alguna trampa, pero al final yo decidí que iría por que tener eso a no tener nada es preferible ir y ver si es algo que nos sirva.

Cuando llegamos a la estación de tren en washington eran las doce de la noche, no eramos muchos en la estación solo nosotros y unas cuantas personas más, podía escuchar como castañeaban los dientes de Beatríz por el frío que hacia, la neblina no ayudaba mucho pero yo sabia que era algo que pasaba a menudo aquí, recuerdo que en el jardín de mi casa todas las noches se miraba como estaba cubierto de neblina.

Tomamos una camioneta taxi para poder ir todos, afuera de la estación siempre había unas cuantas esperando poder llevar a algunas personas y ganar un poco de dinero extra. Los chicos alquilaron una casa que esta perfecta para los seis, o eso es lo que dice matt quien fue el que se encargo de eso.

(***)

Después de veinte minutos en taxi llegamos a la casa, esta en un vecindario muy lindo y es algo privado las casas están muy separadas las unas de las otras, todas tienen el mismo aspecto. De afuera se miraba grande y cómoda, cuando entramos estaba todo perfecto para en tiempo que pasaríamos aquí, los chicos se encontraban subiendo las maletas a las habitaciones y Beatríz y yo decidimos ver que había en la cocina ya que según matt, el dueño le dijo que siempre que rentaba alguien el se encargaba de dejar comida para los huéspedes.

La cocina era amplia y grande, los muebles madera igual eran blancos y los aparatos electrodomésticos eran de color plata, Beatríz se acerco a el refrigerador y lo abrió, mire que estaba buscando algo pero no le tome importancia. Me quite mochila que colgaba de mis hombros y la pude sobre la barra que había a mis espaldas, de adentro saque un termo color negro y bebí un poco del contenido para tomar un poco de fuerzas.

- Quieres una manzana?. - Pregunto Beatríz de cuclillas buscando en la canasta de platico donde se guardan las frutas en el refrigerador. 

- Hay verdes?. - Pregunte viendo la hora en mi celular.

- Si, apuesto a que matt pidió que tuvieran eras especialmente para ti. - Contesto riendo mientras cerraba refrigerador y caminaba hacia la barra donde yo ya me encontraba centrada en una de las sillas.

- Se le agradece al rubio. - Tome la manzana y le di un mordisco.

- Sabes, me siento muy cansada pero se que si trato de dormir tal vez no pueda. -

- A puesto que si duermes a un lado de ben duermes como un bebe recién nacido. - Me burle un poco y Beatríz solo puso en blanco sus ojos.

- No se cuando paso todo esto. - Negó riendo Beatríz.

- Ja! Según tu odiabas a los génova y mirarte ahora acompañando nos y enamorada de ben alias músculos. - Reí.

- Bueno, no es que este enamorada, no puedo negar que es guapo pero es un vampiro y el siempre sera así sin avanzar mientras yo si lo haré. -

- Siempre puedes dejar de avanzar, y aparte que seas un vampiro no te detiene. - Trate de animarla.

- Bueno eso lo dices tu por que siempre has tenido claro todo, pero yo no se si lo tenga. -

- Vive el momento y cuando menos lo pienses tus ideas estarán claras, pero escucha sea lo que tu decidas para tu futuro yo estaré q tu lado. - Le Sonreí.

- Juntas siempre no?. - Pregunto sonriendo.

- Y para siempre. - Conteste apretando su mano.

(***)

La mañana paso en discutir con alex y matt por meterse a la piscina ya que según saldríamos temprano a mi casa donde vivía con mi padre y ella, pero al final nos convencieron en entrar a la piscina, nos la pasamos bien pero después de muchas quejas lo parte de matt y alex salimos de ella y nos fuimos a cambiar. Después de todos estar completamente cambiados en la sala de estar salimos hacia la cochera donde se encontraba el carro que los chicos rentaron para movernos con facilidad sin falta de llamar a un taxi.

Camino a mi casa o mejor dicho ex casa por que más que un hogar siempre fue un lugar solitario y donde solo íbamos a descansar, igual esa casa jamas volvería a ser igual, no sin mi padre ahí. Después de un rato en coche llegamos a mi casa que se encontraba a  afueras de la ciudad, mi padre siempre quiso algo privado y por eso eligió algo lejos y sin vecinos entrometidos.

Nos paramos unos cuantos metros lejos para que las cámaras de seguridad no nos captaran, lo más seguro es que esas cámaras siguieran funcionando. Caminamos hasta estar atrás de unos arbustos.

- Esperen aquí entraré y apagare las cámaras y el sistema de seguridad. - Hable en de rezando me de donde estábamos ocultos.

- Iré contigo. - Daimon hablo o mejor dicho ordenó.

- Oh, cariño te amo tanto como para no dejar que vayas y pises algo que te haga explotar. Creeme hay trampas por todas partes y yo se por donde andar, llamaré a tu celular para que entren cuando todo este desactivado. -

Me encamine hacia rodear la propiedad y saltarme la barda por donde sabia donde no daban las cámaras, me fui con cuidado tratando de no pisar donde podría saber cualquier cosa. Llegue hacia una mini bodega donde se guardan las cosas del jardín era algo fácil entrar ya que jamas tenia candado, entre y levante todo el piso cuadrado que hacia parecer que estaba pegado al piso pero solo era una fina capa de madera, abajo de ella había una puerta que iba había unas escaleras, no me puse a bajarlas solo salte y caí agachada me levante y corrí mientras saltaba y me deslizaba por el piso para evitar que los dardos tranquilizadores, llegue al final del túnel de diez metros y una puerta familiar para mi me esperaba puse el código y la puerta se abrió dando un pitido. Entre abriendo un cuadro grande que estaba en la sala, en este cuadro salía yo y papá recuerdo que ese día mi padre estaba tan feliz por que logre con éxito una de las misiones más grandes, seguí asta la chimenea y me metí solo un poco para aplastar un código y que todo se desactivara.

Alarma desactivada

Una voz sensual se escucho en toda la casa, siempre dije que la voz de alarma era sensual.

Llame rápidamente a los chicos y les di pase. Me fui asta el despacho de papá para ver si podía encontrar algo lo que sea, se escucharon las voces de los chicos desde que venían de unos metros afuera de la casa, entraron.

- Estoy en el despacho, pasillo por un lado de las escaleras a la izquierda. - Hable.

Llegaron al despacho todos juntos.

- Tus rodillas están algo sucias. - Hablo matt y mire mis pantalones negros que efectivamente se encontraban sucios.

- Me deslice un poco por el túnel. - Conteste quitándole importancia.

- Iremos a revisar por si hay algo importante acerca de lo que buscamos. - Hablo Daimon y los chicos fueron junto a el a revisar.

Beatríz se quedo conmigo buscando entre los papeles alguna pista, recordé que antes de irme a vivir a paradise mi padre me dijo la contraseña de una caja fuerte que esta en el despacho.

Recuerdo

- No importa lo que pase, jamás nada ni nadie tiene que saber sobre esa contraseña solo tu, el sistema de alarma solo te obedece a ti, es una orden arianna. -

....

Era ahora cuando tenia que saber por que mi padre me dio solo esa contraseña a mi, quite unos libreros y lo que parecía ser una pared color crema resulto ser una pero corrediza. La caja fuerte salio a relucir, pase mis dedos por los botones y por un momento cerré los ojos, recordé la contraseña y la tecleé.

Esta se abrió sin mas y muchos papeles junto a una caja, las saque con la ayuda de Beatríz y las pusimos en el escritorio, tomamos asiento y empezamos a leer.

- Estos son papeles de propiedades a tu nombre. - Hablo Beatríz pasando me unos papeles su estaba leyendo.

Yo mientras abrí la caja y me quede sin palabras al ver lo que había dentro.

Era un tipo de arma algo rara era plateada y tenia unos grabados a los lados AS, una nota había adentro igual.

Llevame contigo y estarás a salvo de los lobos.

Esta arma era extremadamente rara, yo conocía todo el tipo de armas y esta estoy segura que es una especial hasta me atrevería a decir que fue echa especial mente para una sola persona, para mi.

Papá pensaba en todo.

- Arianna. - Hablo Beatríz preocupada pasándole un papel junto a unas fotos.

Cuando las mire me quede sin aliento.

El líder del otro lado era hermano de mi padre, mi tío.


( Holaaaa, como están? Espero que bien. Espero que eles guste el capítulo, voten comenten y sigan, pasen por mis otros libros por favor)

Arriba les dejo el tráiler de mi libro El Asesino De Los Ángeles, espero les guste y se pasen por mi libro:)

Besos:*

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