No la toques

viviassefh Te lo prometí y aquí está. Así nos saquen del grupo, gracias por tu inmenso apoyo y la forma en la que lo expresas. Me llegó al corazón lo que hiciste, pero te pido que no vuelvas a hacerlo 😅

Este capítulo es por ti y para ti mujer, sin duda te ganaste a pulso que me desvelara escribiéndolo.

Capítulo de jueves como en los viejos tiempos, disfrutenlo y no se acostumbren 🤭🤭🤭 se les quiere mucho, gruñones.

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[Capítulo 15]

{Daemon}

Sentí a Inoha temblar cuando presionó su cuerpo al mío, en busca de mayor de protección y odié que aquellos tipos irrumpieran en mi habitación con su actitud de pateaculos sabiendo a la perfección que si me tocaban demasiado los cojones, fácilmente podía meterles una putiza, incluido mi hermano por entrometerse cuando le dejé claro que me dejara arreglar las cosas a mí. Si bien era cierto que Inoha me puso en un péndulo demasiado peligroso entre mi familia y ella, no merecía ser intimidada de esa forma por intentar decirme la verdad acerca de mis padres.

Y sabía parte de esa verdad, sin embargo, esa noche me di cuenta de que me ocultaban la peor versión de ellos, una que no sabía qué tanto me dañaría al descubrirla.

— Espero que tengan una buena explicación del porqué jodieron el móvil antes de que viera ese vídeo, porque es claro que fueron ustedes — advertí.

Vi a los tres posicionarse casi como si nos estuviesen rodeando, hice mi brazo hacia atrás y busqué la cintura de Inoha en un intento por protegerla más.

— Claro, así como esa pequeña cobarde detrás de ti, imagino que tiene una muy buena del porqué quiso mostrarte tal cosa sabiendo que podría perderte — refutó Caleb.

Era el hombre de más confianza de mi madre y muchas veces ella le dio la potestad para decidir sobre nuestra seguridad, pero esa vez no estaba dispuesto a dejarlo decidir en nada.

— Te dimos una oportunidad para que enmendaras tus errores y vienes aquí a cagarla de forma olímpica — añadió Evan, Aiden demostraba no saber del todo de lo que hablaban, pero se notaba que los apoyaba al cien por ciento.

— ¡No! ¡Solo quisieron confundirme, intentaste hacer que me fuera diciéndome puras mentiras! — gritó Inoha y se dirigió directo a Caleb.

— Tu madre llegará en unas horas, es tiempo de que sepa todo lo que está pasando — avisó Caleb.

— ¡Ayúdame, Daemon! ¡Isabella va a matarme! — suplicó Inoha y me tomó del brazo.

Odié que la sola mención de madre la pusiera de esa manera, pero más odié que mi progenitora fuera capaz de provocar un terror de esa magnitud.

— Hermano, no te interpongas y deja que la lleven con mamá, ha tratado de usarte para vengarse de ella — negué de inmediato cuando Aiden pidió tal cosa.

— Te pedí que no te metieras en esto e intuyo que fuiste tú quien les avisó que ella estaba aquí — calló ante mi acusación y me miró serio. Esa fue su puta respuesta —. Querías desquitarte lo que te hice con padre ¿cierto? — deduje.

— No, idiota. Nada aquí se trata de desquitarme contigo, esta pequeña cobarde detrás de ti resultó sí ser una venenosa como mamá temía. Te ha jodido bien, Daemon, casi provocó que te suicidaras y nos amenazó con meterte a la cárcel por lo que le hiciste. Busca venganza y no le importa llevarte entre las patas con tal de conseguirla — escupió.

— ¡A tu puta madre no le importó llevarme entre las patas a mí, cuando asesinó a mi padre! — gritó Inoha en un intento por defenderse y como si activaron algo en mí, me giré y la encaré.

— Me tienes como un puto loco, rubia tonta... pero no te pases de... — callé antes de terminar lo que iba a decir. Era más que claro que odiaba a mi madre a morir, sin embargo, utilizó las palabras equivocadas para referirse a ella y así algún día llegara a amar a una mujer, no permitiría que le faltaran el respeto a mi progenitora, no enfrente de mí —. Muerde tu bonita lengua antes de referirte a mi madre de esa manera, otra vez — advertí.

— ¿Y así me estabas pidiendo una oportunidad? ¿En serio dices estar enamorado de mí? — preguntó indignada y sonreí de lado — De nada me sirve quererte, de nada sirve sentir que me quemo por dentro cuando estoy cerca de ti, Damon Pride White... si tú no me pondrás a mí primero — reclamó dolida.

— Bien, si la escucho decir una palabra más juro que voy a matarla antes de que llegue Isabella — Maokko llegó sorprendiéndonos a todos — ¡Mierda! Me recuerdas demasiado a una rubia maldita con la cual me quedé con ganas de divertirme — añadió y vi a Evan y Caleb sonreír.

— ¿Todo listo? — le preguntó Caleb y ella asintió.

— La pequeña rata logró emitir un aviso y hay Vigilantes acercándose, pero Marcus se está haciendo cargo de ellos.

Inoha susurró un ayúdame al escuchar tal cosa y por muy molesto que me sintiera con ella por hablar mal de mamá, también me afectó lo que dijo. Si sentía lo mismo que yo sentía por ella, había una esperanza, una que me obligaba a no dejarla sola, a intentar arreglar las cosas y tratar de superar lo que sea que mis padres le hicieron al suyo.

— Si madre quiere aclarar algo, que lo haga aquí, pero no permitiré que dañen a Inoha o me separen de ella — advertí. Vi a Maokko hacerle una señal de cabeza a Caleb y entendí que estaban dispuestos a luchar conmigo para cumplir sus órdenes.

Mas yo estaba dispuesto a lograr lo que me propuse y logré alcanzar un sable que mantenía detrás de la cómoda que estaba cerca, Evan, Caleb y Aiden se detuvieron en cuanto me vieron dispuesto a pelear.

— Hablo en serio, nadie la toca, antes tienen que pasar sobre mí.

— ¡Dios, cariño! Comprendo que sea tu primer amor, pero en serio...había mejores chicas que esta culebra — ironizó Maokko y sacó dos Tantos que guardaba en fundas que llevaba en su espalda.

— Viejo, por favor — pidió Aiden y simplemente los miré serio y dispuesto a partirles el culo.

— ¡Okey! Ya perdimos mucho tiempo, saquémoslos de aquí — dijo Evan.

— No se metan — pidió Aiden y cogió los tantos de Maokko.

— Coge el arma detrás de la cómoda — ordené a Inoha y la vi hacerlo de inmediato.

— Me duele que confíes tan ciegamente en ella — confesó mi hermano antes de irse sobre mí.

En segundos ambos comenzamos a pelear y esa vez ya no como entrenamiento, mi sable impactaba sobre sus tantos y hacíamos que las armas sacaran chispa cuando los filos de ellas se rozaban entre sí. Caleb, Evan y Maokko se mantenía al margen y debía admitir que estaban respetando el que aquella fuera una pelea entre hermanos, aunque Inoha ayudaba apuntándolos con el arma.

En cuanto pude hice que Aiden tirara una tanto y rato después él logró que yo perdiera mi sable; para que todo fuera justo se desarmó y nos fuimos a los puños y patadas. Demás estaba imaginar que Maokko podía estar orgullosa en ese momento al ver a dos de sus alumnos pelear a muerte tal cual nos enseñó. Ella y Lee-Ang — esposa de Dominik y madrastra de mi prima Leah — fueron nuestras maestras desde pequeños y nos enseñaron la base de lo que sabíamos. Por unos segundos me quedé sin aire en cuanto Aiden dio una patada en mi estómago y logró tumbarme cuando me distraje al ver que Maokko iba a acercarse a Inoha, aprovechando que Caleb y Evan la tenían encañonada con sus armas.

— ¡No la toques! — logré gritar.

— Esta vez tus caprichos no serán cumplidos — dijo ella.

— ¡Das un paso más y disparo! — amenazó Inoha.

— ¡Chicos, disparen donde no la maten! — ordenó Maokko.

— ¡NO! ¡EL ARMA NO TIENE BALAS! — solté al ver a aquellos dos dispuestos a obedecer a Maokko y logré que se detuvieran segundos antes de lastimarla.

Inoha me vio incrédula y dolida al ver que la dejé expuesta y disparó solo para comprobar si lo que dije fue cierto. Y lo era, deseaba protegerla yo mismo, tratar de aclarar todo lo que pasaba y entendía que ella tenía miedo y lucharía por su vida, pero jamás permitiría que dañara a mi familia.

Fui criado para defender a los míos por muy cabreado que me sintiera con ellos.

— Me has condenado — acusó y negué. Sentí un pinchazo en mi cuello y descubrí a Aiden clavándome alguna mierda.

— Sé que no me matarías porque no eres como Caín, pero yo tampoco soy como Abel y te necesito fuera de juego hasta que lleguen nuestros padres a aclarar esta mierda.

— Me las pagarás, cabrón. Te lo prometo — mascullé intentando no cerrar los ojos.

Fue inevitable.

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— ¿¡Dónde está!? — desperté en cuanto escuché a madre.

Estaba en un mullido sofá y no reconocí el lugar en el que me tenían, pero vi a Inoha sentada en una silla y a una chica cerca de ella; vestía de rojo oscuro y tenía su rostro cubierto, aunque en cuanto quise acercarme sacó su arma para apuntar a la rubia y me amenazó, fue ahí que la reconocí.

— ¡Ah, ah! ¡Das un paso y le disparo! Y créeme que estaré encantada de cobrarme así mi moto — no hice caso y seguí caminando, Inoha me suplicó con la mirada que me detuviera en cuanto la maldita asiática quitó el seguro de su glock.

— ¿Ella te hizo eso? — le pregunté a Inoha, tenía su labio cortado y un lado de su pómulo hinchado.

— Sí, pero por tu culpa — escupió —. Jamás te perdonaré el que me hayas dado un arma sin balas.

— ¡Daemon! — madre hizo su aparición y tras ella iba papá acompañado de sus amigos y de Aiden.

Me alejé de mamá en cuanto quiso abrazarme.

— ¡Haz que esa loca se aleje de Inoha y te exijo que dejes de tratarla como una criminal! — advertí y me miró asustada — ¡Estoy harto de pedirte que no te metas en mi vida de esta manera! ¡Ya me jodiste con tus acciones pasadas, no sigas más!

— ¡Y a mí me estás hartando con ese comportamiento! Créeme, Daemon, todavía puedo meterte en cintura — advirtió padre llegando detrás de ella.

— ¡Ya, Elijah! Solo está confundido.

— No me defiendas, Isabella Pride — pedí.

— Es mejor que no te metas en problemas con ellos porque conociéndolos, son capaces de torturarte para que hagas lo que dicen — habló Inoha con burla.

— No digas estupideces, no nos conoces. Si lo hicieras no estuvieras aquí — le respondió padre —. Vete con los demás y estén pendientes porque hay muchos Vigilantes con ganas de que les partan el culo — le ordenó a Sadashi y ella asintió.

Solo mis padres, Caleb y Aiden se quedaron en aquel salón donde nos tenían a Inoha y a mí. El rubio amigo de mi madre conectó su portátil a un televisor que vi hasta ese momento y Aiden se acercó para poner unas inyecciones sobre una mesita de café cerca de mí.

— No te será fácil volver a joderme — advertí.

— Esta vez te las daré solo si me las pides — aseguró — o me las das tú a mí — añadió.

— Así que... ¿Danik Black Less? — fruncí mi ceño cuando madre dijo eso hacia Inoha. Ella sonrió entre resignada y burlona.

— Así es, e imagino que al igual que mi progenitor... correré con la misma suerte — Caleb estaba en lo suyo, pero pude ver su tensión mientras escuchaba todo.

— ¿Me podrían decir qué sucede? — pedí.

— No soy Inoha Nóvikova, esa fue la identidad que me dieron cuando tus padres nos obligaron a mi madre y a mí, abandonar el país tras asesinar a mi padre — soltó con odio, viendo a mis padres.

Padre sonrió divertido al escucharla.

— En serio que te han metido mierda en la cabeza — dijo — nadie obligó a tu madre a cambiar de identidad, eso lo hizo ella sola para poder enviarte de nuevo aquí y que cumplas una venganza absurda. Mira cuanto te ama y le importas, que, en lugar de protegerte, te envía directo a la boca de los lobos y vaya que ella sabe que somos lobos muy peligrosos — se burló de ella.

— No le hables así — pedí tratando de controlarme.

— ¡Tú te callas y mejor siéntate! — espetó — Estoy harto de esta mierda, tu madre ha tratado de mantenerte al margen e intentó arreglar las cosas cuidando de no dañarte, pero con esta niña estúpida es imposible — siguió, vi a mamá intentar ser fuerte y dejó todo en manos de su marido —. Si todavía estás viva es porque le importas a nuestro hijo, mas te aconsejo que no tientes tu suerte porque fácilmente podría perder mi mierda y créeme chiquilla ingenua... yo sí te demostraré lo que es ser un monstruo de verdad.

— ¡Padre! — grité.

— ¡Que te calles, maldición! ¿¡Quieres saber nuestra verdad o la de ella!? — no me dejó responder y después se dirigió solo la rubia — Sabrás las dos versiones de una vez por todas y es mejor que no me provoques ya que por menos he matado — Inoha o Danik comenzó a sollozar al ver a aquel demonio gritando sus mierdas.

Admitía que si no me hubiese sentido como me sentía, también me habría dado miedo en ese momento.

— Hay medicamentos ahí, recetados por Fabio — señaló madre a lo que Aiden dejó en la mesa —. Tómalos porque con esto me estoy arriesgando a que te pierdas.

— ¿Tan malo es lo que Ino...Danik iba a mostrarme de ti? — ironicé.

— Muy malo, verás la versión más patética de mi vida y también la peor que he tenido — aceptó y me quedé sin saber qué decir —. Era obvio que tu familia solo te mostraría lo que les convenía, pero te juro por mi vida que cuando te conocí siendo a penas una niña de dos años, maldije que tu padre hubiese sido tan miserable conmigo — Danik la miró y negó.

Yo seguía de pie, la única sentada era la pequeña rubia.

— Antes dile a Daemon por qué viniste de tan lejos — ordenó padre a la chica — y que sea la verdad, nosotros ya la sabemos.

La miré y vi su decisión de hacerlo.

— Bueno, ya los escuchaste. Los señores todopoderosos hablan y sus inferiores tenemos que cumplir sus caprichos si no queremos correr con la peor suerte. Mi padre, Derek Black fue uno de los que quiso imponérseles y terminó siendo torturado en una camilla, con tu madre dándole descargas eléctricas hasta volverlo loco — vi a padre con la intención de interrumpirla, pero madre lo detuvo.

Aiden la miraba incrédulo y lo vi sentarse cuando madre asintió como dándole la razón a Danik, cerré mis ojos con fuerza al ver tal cosa y también tuve la necesidad de tomar asiento.

— Mi padre era parte de la asociación enemiga de tus padres: Los Vigilantes — siguió Danik, hasta ese momento mi cabeza logró hacer clic y recordé que esos eran los que secuestraron a Aiden, la familia de Yuliya. Entre tanto alboroto y mis ganas por defenderla ignoré tal cosa y el que llevara el apellido de tío Darius — y en la búsqueda del poder, tus padres me secuestraron junto a mi madre para hacer caer a mi padre; fue ahí cuando tu gran progenitora lo atormentó, primero haciendo que violaran a mi madre y luego no dándole información de mí. Cuando al fin lo tuvieron en sus manos, Isabella White, en ese entonces, lo torturó de la peor manera y cuando se aburrió...fingió que lo entregaría, pero ya tenían todo muy planeado y tu padre lo asesinó justo en la entrega.

Respiré con fuerza y sentí que mis ojos ardieron, me dolía saber todo aquello.

— ¿Estás bien? ¿Necesitas el medicamento? — preguntó la mujer a la cual siempre tuve en un pedestal.

— ¿En serio te preocupas? ¿Tienes corazón acaso? — solté y tragó con dificultad — ¿Tú lo tienes? — me dirigí a mi padre.

— No estarías hablándome de esa manera si tu madre no me hubiese hecho tener uno — respondió.

— Tiene que haber una explicación para esto. Ustedes no pudieron hacer algo tan atroz solo por hacerlo — me reí de Aiden cuando inquirió tal cosa.

— ¿Por qué estás aquí? — cuestionó mi madre a Danik, pero supuse que ya sabía la respuesta.

— Para vengar a mi padre y sí Daemon, busqué hacerlo a través de ti — soltó la chica y empuñé mis manos.

Y yo que me enamoré como un estúpido.

— Tú eres de quien Yuliya quiso advertirme y ese hijo de puta no la dejó — espetó Aiden.

— Lo soy, la muy tonta no pudo cumplir su orden, aunque no la juzgo ya que en realidad no tenía razones de fuerza como yo, para cumplir su misión — aceptó sin remordimiento.

— Fui solo un medio para un fin, el vehículo que te acercaría a mis padres — inquirí.

— Sí, pero me complicaste todo con tu inestabilidad — confesó. Eso solo me hizo sentir peor.

— Ahora sí te quitaste la máscara — repuso Aiden.

— Si voy a morir, al menos me llevaré la satisfacción de que ustedes saben de la clase de mierda que provienen — mi hermano se puso de pie para irse sobre ella, queriendo hacer quien sabía qué.

Lo detuve de inmediato y forcejeamos hasta que Caleb y padre nos detuvieron.

— ¡Ves la mierda que te suelta y sigues de imbécil! — me reclamó.

— ¡Solo buscó vengar a su padre! ¡Yo habría hecho lo mismo en su lugar! — y era sí, no estaba ciego y era consciente que solo fui una pieza importante para usar en aquel puzle, pero podía comprender a la chica.

— ¿¡Acaso crees todo lo que dice!? ¡En serio no parece que nos criamos en el mismo vientre y al mismo tiempo! ¡Eres un estúpido! ¡Es obvio que hay dos versiones!

— ¡Se calman los dos! — gritó madre — ¡Pon el maldito vídeo! — le ordenó segundos después a Caleb.

El rubio me soltó de inmediato y sacudí mi camisa, padre dejó libre a Aiden y los dos nos quedamos de pie viendo aquel vídeo que comenzó a reproducirse en la pantalla del televisor. Los gritos de un hombre se oyeron de inmediato y vimos a mamá jugar al Joker con una enorme sonrisa en el rostro, era escalofriante ver todo lo que hacía y decía, pero peor fue mirarla a mi lado y no notar ninguna pizca de arrepentimiento.

— Ese fue el vídeo que ella iba a mostrarte — informó cuando notó que la miraba.

— ¿Por qué lo hiciste mamá? Tú no eres así — Aiden estaba derrotado.

Yo solo limpié las lágrimas de mis ojos, los gritos de aquel pobre diablo no cesaban.

— Tú eres el monstruo, no yo — solté y sonrió con tristeza.

— Es fácil ver eso y juzgarme — nos miró a mi hermano y a mí — ¿Recuerdas cuando hablamos de los violadores? — le dijo a la mujer que conocí como Inoha.

— No quiera distorsionar todo, no invente mierdas para excusarse frente a sus hijos — refutó la chica.

— O sea que tú tienes derecho a decir tu versión y quieres que la aceptemos tal cual, pero crees que lo que yo diré no es cierto — intentó defenderse —. Claro que torturé a tu padre e intenté matarlo antes de eso y te lo acepto en la cara — soltó y comenzó a descontrolarse —. Te escuchamos, ahora tú me escuchas — la cogió de la barbilla con fuerza y la hizo verla a los ojos. Inoha gritó ante aquel arrebato.

Ni padre vio por donde me le escabullí, pero llegué hasta ellas y aparté a mamá de Danik.

¡AH! — todos volvimos a ver a la pantalla cuando un nuevo vídeo comenzó a reproducirse. Era el tipo de la camilla y mamá estaba con su ropa destrozada y mojada, sus manos eran amarradas a una barra, sus pies descalzos y la callaban con un paño mugriento en la boca.

Estaba como si iban a crucificarla.

Veía a más tipos en aquel lugar y se reían de lo que veían, al fondo se escuchaban unos gritos y logré identificar que era papá y alguien más.

— Esa es parte de mi versión — habló la mujer frente a mí —, pero aceptaré si no deseas verla y quieres quedarte solo con la de esta niña — aseguró y vi en sus ojos que no mentía.

No dije nada y solo miré a la pantalla, me percaté de que Danik también lo estaba haciendo.

No era capaz de explicar todo lo que estaba sintiendo y cómo las sensaciones aumentaban a la vez que el vídeo corría. Derek Black se burlaba de ella, la maltrataba psicológicamente al decirle que en efecto mi padre estaba ahí junto a tío Elliot, ambos siendo torturados en ese instante; mi respiración comenzó a dificultarse y mi corazón estaba a punto de entrar en taquicardia. Madre luchaba por no verse derrotada en aquel vídeo, mas le era imposible y ver el miedo en sus ojos estuvo a punto de hacerme perder el poco control. El hijo de puta frente a ella disfrutaba al informarle que estaba siendo grabada y expuesta ante sus enemigos, el hombre que amaba y tío Elliot.

— Qui... quiero la puta medicina — logré pedir.

No deseaba perderme antes de que aquel vídeo acabara y fue mi madre quien se acercó a mí con todo lo necesario para inyectarme en la parte de adentro de mi codo.

— ¡Ya! ¡Quiten eso! — gritó Danik cuando su padre se acercó a mamá y la tocó como ningún hombre jamás debió tocarla.

— Dime que.... — mi voz se perdió y hasta ese momento sentí que estaba sollozando. Apreté mis ojos con fuerza cuando las lágrimas no me dejaron verla — Por favor mamá... dime que no...que no te tocó de esa manera.

¡Ya basta perra! Me cansé de tus lloriqueos.

¡AHHHH!

Miré a la pantalla al oír aquello, la estaban electrocutando.

¿¡Quieres más reina!? Pues aquí hay más.

Otro grito salió de mamá y me escuché jadear. Aiden hizo volcar la mesa de café y vi que temblaba, Danik lloraba a mares, padre se notaba con ganas de volver a revivir a aquel hijo de la gran puta para volver a matarlo y madre nos daba la espalda a todos. El vídeo siguió hasta que aquel perro sacó del fuego una barra con un V roja en la punta.

— ¡NO! ¡NO! ¡NOOOOO! — grité cuando ella suplicó que no la marcaran.

Sin embargo, fue en vano. Ninguna súplica bastó para que ese bastardo se detuviera, siguió cumpliendo su objetivo y en su rostro no vi remordimiento alguno.

Cuando me giré para ver a mamá, papá la abrazaba con ganas de borrar todo aquello que vivieron. Me sentí como el peor de los miserables y sin ningún derecho de llegar a ellos y unírmeles a ese abrazo, tal cual lo hizo Aiden.

Yo no merecía meterme entre ellos después de todo lo que le dije.

— Nadie violó a tu madre, esa es una vil mentira que te dijeron — habló mamá, separándose de ellos. Mis lágrimas no cesaban y ni siquiera podía verla a la cara — y antes de ese vídeo que acaban de ver, fui secuestrada por ese tipo que idolatras, junto a la hermana de Elijah y una compañera de la asociación, misma que llevaba en su vientre a un hijo de mi marido — se dirigió más a Danik que a nosotros, me impactó demasiado saber lo de ese otro hijo...mi hermano —. Fuimos amarradas en ese entonces, yo en especial. Me retuvieron de pies y manos, con las piernas abiertas y totalmente expuesta.

— No — susurró Danik con voz lastimera.

— Sí, estábamos en la misma jaula como si fuéramos animales y tu padre disfrutó de violarme mientras le suplicaba que parara, lo hizo mientras las otras dos chicas nos veían y gritaban horrorizadas.

— ¡MIENTE! ¡MI PADRE NO PUDO HACER ESO! — Danik se puso de pie y llegó hasta mamá. Quiso golpearla, pero solo logró caer al suelo cuando Isabella Pride la tiró con facilidad.

No me metí y no porque no quería, si no porque no pude moverme.

— ¡Después de violarme, abusó de Elsa Lynn, la chica embarazada de Elijah y tras ella siguió Tess Pride! ¡Años atrás ya había abusado de mi madre y todo lo hacía por placer! ¡Dime ahora quién es más monstruo! ¡Dime si solo yo soy la mala de la historia! — soltó mientras la retenía en el suelo.

La medicina que me inyectaron no permitió que me perdiera o descontrolara, pero no me evitaba sentir lo que sentía y aquello me quemaba por dentro. Todo encajó esa noche, el tatuaje de mi madre cubría aquella marca y escogió un loto porque ella también se hundió en la mierda.

— ¡No escogí esta vida porque quise! ¡Me obligaron al arrebatarme a mi madre de la peor manera y cuando me quisieron hacer pagar por cosas que yo no debía! — esa vez se estaba dirigiendo a todos — ¡Ese monstruo que vieron en el vídeo de Danik es en el que me convirtieron tras hacerme pasar por la mismísima mierda! ¡Júzgame si quieres, Daemon! ¡Hazlo! Estás en todo tu derecho y defiende a tu chica, una que solo te usó. Pero ten claro que si fui lo fui, fue para limpiar este mundo de la escoria y si sigo en la organización y la vida que tanto odias, es para protegerte a ti, a ti y tu hermana — señaló también a Aiden en ese instante — y así me odies, seguiré cuidándote... ¡Maldición! — comenzó a llorar al decirme tal cosa, di un paso al frente para ir hasta ella, no obstante, me detuve cuando alzó su mano para que no diera un paso más — Seguiré siendo ese monstruo si sigues con tu absurda venganza y así Daemon me odie, te haré pedazos Danik Black, te juro por mi sangre que esta vez me desharé de ti sin ningún remordimiento — zanjó decidida.

Todos hicimos silencio hasta que padre habló.

— ¿Quieren saber algo más? — nos preguntó a Aiden y a mí.

— ¿Es posible revivir a esa basura para volver a matarla? — preguntó Aiden, papá sonrió irónico.

— Créeme que, si se pudiera, lo habría hecho cada día de mi vida solo para volver a torturarlo y tras eso matarlo — aseguró.

— Y yo te habría ayudado — me metí —. Por menos casi asesiné y solo de imaginarme a ese mal nacido, me hierve la sangre.

Danik ya estaba de pie y me miró dolida cuando dije tal cosa, le sonreí satírico, estaba estúpida si creía que estaría de su lado después de saber lo que mi madre vivió por culpa de la mierda de padre que tuvo.

— Los Vigilantes han logrado traspasar el segundo anillo de seguridad, vienen liderados por el mismo chico que secuestró a Aiden y dicen que está decidido a recuperar a la chica — informó Caleb. Vi miedo y esperanza en los ojos de Danik.

— La entregaremos sin derramar sangre — avisó mamá.

— De ninguna manera, madre. Es el hijo de puta que asesinó a Yuliya y no lo dejaré ir tan fácil — ella iba a alegar cuando Aiden señaló aquello, pero mi hermano siguió — y de alguna forma tengo que sacar esta puta frustración que siento tras saber lo que has vivido. No me lo niegues, déjame deshacerme de esas putas cucarachas.

— Pasarán el último anillo en menos de dos minutos, el derramamientos de sangre ya es inevitable — avisó Caleb.

— Pelearás junto a mí y tu madre — concedió papá.

— Yo me quedaré con la rubia y si quieres manda a la loca para que me apoye — pedí a mamá. Ella sabía que me refería a Sadashi.

Me miró con miedo y asentí para tranquilizarla, luego me acerqué a ella y besé su frente.

— Prometo que después de esto hablaré contigo y te pediré perdón como se debe — susurré —. Te amo, mi hermoso loto — añadí.

Los disparos comenzaron a escucharse en ese instante y fue el aviso para prepararnos para la batalla, vi a mis padres irse junto a Aiden y Caleb, en seguida Sadashi entró al salón juntos a otros tipos vestidos como ella.

— Hay armas detrás ese cuadro en la pared — informó y asentí yendo hasta ahí.

Sonreí al ver Tantos, Katanas, Nijatos, Wakizashis y pistolas de todo calibre. Tomé un Ninjato y dos glocks, sabiendo que con eso sería suficiente.

— ¿Vas a matarme? — preguntó Danik cuando llegué a su lado.

— No, nena. No soy como tú — aclaré —, desearía haber matado a tu padre, a ti solo te protegeré hasta que sea seguro que te vayas — aseguré.

— ¡Bien! ¡Preparados para patear culos y no olviden que tenemos autorización para matar! — gritó Sadashi interrumpiéndonos y sonreí, se le notaba la emoción al decir aquello — Y tú, cabrón... cuida de no cruzarte en mi camino o evita que lo haga la chica porque no respondo. Sigues sin caerme bien — me llamó tal cual le dije que era, en aquel callejón en el que la conocí y me reí porque ella no me caía mal a mí.

Casi pateó mi culo y con eso se ganó mi respeto. Danik me miró con el ceño fruncido cuando vio y escuchó aquello.

Pero ya no hubo tiempo de decirnos nada. Era tiempo de unirme a la organización y defender a mi familia.


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