Jugando con Fuego
VianeyGonzalez633 Al fin pude encontrarte 😊 tarde, pero seguro. Aquí está tu capítulo y espero que lo disfrutes.
Flor_book15 Feliz cumpleaños, espero que te la pases súper bien. Dios te bendiga hoy y siempre.
Capítulo mañanero para algunos y trasnochador para otras. Literalmente cumplí con América (en algunos países todavía no son las 12 de la noche) de publicar un martes y con Europa un miércoles 😅😅😅 ojalá les guste y no olviden dejar su voto.
Se les quiere 😘😘😘
_______________________________________
[Capítulo 8]
{Inoha}
Desperté una vez más con alguien a mi lado, un hombre en todo el sentido de la palabra y más grande que el último con el que me acosté días atrás y me refería al cuerpo. Esa mañana todo se sintió diferente y no tenía ganas de salir de la cárcel que formaron sus brazos alrededor de mi cintura, su respiración acariciaba mi cuello y la lentitud con la que exhalaba, me indicó que todavía seguía dormido.
De nuevo habíamos follado casi toda la noche y si las cosas iban a ser así con él, tenía que irme preparando y tomar muchas vitaminas y energizantes para estar a su altura. Alana no llegó la noche antes y solo recibí un mensaje suyo indicando que todo estaba bien, para que no me preocupara; esa chica estaba actuando raro e imaginaba que un hombre era el culpable...solo esperaba que no fuera el causante de que mandara todas sus promesas al carajo.
- ¿Vamos a desayunar algo? - la voz soñolienta de Daemon me sacó de mis pensamientos.
- Tengo clases a las diez - avisé y se removió para quedar tumbado sobre su espalda y viendo hacia el techo.
- Tenemos tiempo suficiente para echarte un mañanero y luego ir a comer algo, te llevaré a la universidad y más tarde iré a recogerte - estaba demandando otra vez.
- Tienes todo tu plan trazado ¿eh? - señalé y me di la vuelta para quedar frente a él. Estaba sonriendo y sus ojos adormilados se encontraron con los míos; esa mañana tenía un gris claro hermoso y me pregunté si eran reales - Y no sabía que tenías coche, porque supongo que si ofreces todo eso es porque viniste en uno... ¿Dejaste a Aiden sin transporte? - quise saber, era la primera vez que él salía solo, por sus propios medios y me extrañó un poco.
- Tengo mi propio coche, me lo traje de casa esta vez; pero a veces prefiero no manejar y por eso me ves siempre con alguno de los chicos - explicó vagamente - ¿Iniciamos con mi plan perfecto? - en segundos lo tenía sobre mí, ambos estábamos desnudos y me sonrió de lado cuando un gemido de sorpresa se escapó de mi boca en cuanto lo sentí muy duro.
Deduje que quería distraerme para que no habláramos de nada de nuestras vidas y me convenció en seguida cuando comenzó a dar besos castos en mi cuello.
Esa mañana me di cuenta que las cosas se complicarían más de la cuenta y no me equivoqué. Los días fueron pasando y con ellos muchas cosas avanzaron, aunque nada de lo que pretendía, descubrí que Alana estaba muy entusiasmada y cuando conocí al causante de todo, me topé con que era un hombre mayor y muy misterioso. Lo conoció en el gimnasio y era la primera vez que lo veíamos por ahí, el señor era muy guapo y podía comprender a mi amiga, pero también demasiado enigmático y algo en mi interior me decía que me mantuviese alerta con él; días después nos enteramos que era el dueño de la cadena de gimnasios en la cual trabajábamos y estaba de vacaciones en la ciudad. Las playas todavía estaban cerradas porque el agua era casi congelante y había días en los que ni podías ir a caminar en la arena ya que los vientos eran demasiado fuertes, así que eso añadió otro punto de curiosidad sobre hombre. Y no era que no existieran otras atracciones, pero la mayoría de personas llegaban a Virginia Beach precisamente por su playa.
«¿Sabes cómo se llama?»
Ya entendía bien el método de comunicación que tenía con Demian, ambos utilizábamos un mismo correo y nos escribíamos por medio de mensajes que mandábamos a borrador. Según él estábamos usando una red segura, manejada por su gente y no había ningún problema de ser rastreados. Le estaba comentando sobre el hombre que tenía como loca a Alana ya que me picaba demasiado su forma de ser tan reservada.
«Evan Butler, es el dueño de los gimnasios»
Expliqué y en lo que esperaba a que apareciera una respuesta me preparé un café. Ya tenía un mes saliendo con Daemon y esa tarde pasaría por mí para ir a comer algo con los chicos, ya no estaba usando su coche y cuando le pregunté la razón, me cambió de tema y no me dio oportunidad para volver a preguntar nada de eso. Sus cambios de humor a veces me sacaban de mis casillas, en ocasiones era más que frío, en otras se comportaba eufórico y otras era como el chico problemático; cuando estaba en esa fase me celaba hasta con las escobas que utilizaba para limpiar y un día casi golpeó a Lane porque el chico sin querer tomó mi mano, mientras me ayudaba a recoger algo que botamos en un choque de cuerpos accidental. Esa vez se volvió como un maniático posesivo y me exigió no volver a acercarme a su amigo, me quedé en shock por su reacción y Aiden me pidió paciencia, prometiendo que hablaría con su hermano y lo haría disculparse por su actitud.
En efecto así pasó, pero una semana después, el chico de ojos turbulentos tardó todo eso para pedirme disculpas por su actitud, siendo un poco cariñoso - nada comparado a cuando me pidió que intentáramos algo - y explicando que estaba teniendo mucho insomnio esos días y por eso se comportó de esa manera. Su explicación fue lacónica y mis dudas quedaron, ya que no creía que la falta de sueño en realidad causara todos esos cambios tan extremos.
«- Creí que pasabas con mucha hambre y casi me fui a la tienda para comprarte unos snickers - bromeé con él y medio sonrió.
- Si ese fuera el caso, mejor te como a ti - devolvió y sonreí».
Cuando tocó el tema del sexo también me hizo darme cuenta de algo: había días en los que teníamos demasiado de eso. No era como desayuno, almuerzo y cena, no; él sobrepasaba todo eso, era como desayuno, postre, media mañana, almuerzo, postre, media tarde, cena, postre y doble en esa ocasión. Fue una semana completa con ese ritmo y nos la pasamos metidos por completo en su casa o mi apartamento; casi nos cacharon en la universidad porque hasta allí aprovechaba y admito que todas mis partes dolían porque sus arrebatos no eran suaves y no me quejaba ya que lo disfrutaba, Daemon se encargaba de que fuera así, mas eso no significaba que aquello no despertara curiosidad en mí.
«¡Mierda! Tienes que tener mucho cuidado con ese tipo, no es solo el dueño de los gimnasios sino también uno de los cerebritos que tus suegros tienen a su disposición. Y si el hijo de puta está aquí... no es por vacaciones, Inoha. Te dije que los Pride se volverían perros de caza después de lo de Aiden y esto demuestra que están cuidando más a esos gilipollas, así que ahora es cuando más inteligente debes ser y tienes que lograr que sea el mismo Daemon quien te proteja».
Toda mi piel se puso chinita al leer aquello.
Evan no solo resultó ser misterioso sino también peligroso y saber que la gente de esa organización estaba tan cerca, terminó siendo un trago amargo para mí. Demian me pedía ser inteligente, pero sabiendo todo eso me sentía torpe y temía que en algún momento me fueran a descubrir.
El abuelo me explicó que estaba blindada antes de llegar al país, mi madre usaba un nombre diferente al igual que yo y ellos organizaron todo para que su plan fuese perfecto, solo me pidieron apegarme a él y luchar para cumplir mi objetivo. Temí que Alana se entusiasmara con alguien que posiblemente solo la estaba usando y eso me puso peor, puesto que si ese hombre se estaba acercando a ella, podía ser porque sabían algo de mí y analizarlo me revolvió el estómago.
No era posible que me descubrieran antes de lograr mi objetivo.
«¿Y si ese hombre se está acercando a Alana porque sospechan de mí?
Escribí con las manos temblorosas, comencé a morder mis uñas y miré para todos lados mientras esperaba una respuesta. ¡Joder! Me estaba metiendo en un buen problema.
«Estás protegida por todos lados y Alana solo sabe lo que queríamos que supiera. Es por eso por lo que te pedimos que no te encariñes con ella, ya que eso te podrá llevar a que le tengas más confianza y le digas cosas que no solo harán que la matemos, sino que también te maten a ti y sé que eres muy lista y no le has dicho nada que pueda comprometerte»
Lo último lo sentí con ironía, mas le aclaré que estaba siguiendo el plan tal cual lo acordamos; me pidió calma y que me serenara antes de irme con Daemon esa tarde, le prometí hacerlo y me despedí de él. Antes de eso volvió a advertirme que no lo pusiera celoso y eso me volvió a descontrolar. Pero recuperé la tranquilidad y me convencí a mí misma de que Evan solo se estaba acercando a Alana, porque en verdad esa chica era muy perspicaz y se le estaba metiendo hasta por los ojos, ya que demostraba que el hombre le gustaba mucho.
Horas más tarde estaba con los chicos en un restaurante asiático, viendo con horror cómo Dasher se atiborraba de toda clase de sushi; a mí me encantaba esa comida, siempre que fuera de otros ingredientes que no incluyeran mariscos crudos, pero verlo a él me hizo dejarlo de lado y opté por otra cosa.
- Si sigues tragando así... vas a perder ese cuerpo fitness, socio - señalé.
- Para tu mala juerte - intuí que lo último era suerte, pero como estaba con la boca llena, no lo pronunció bien - D me seguirá amando así esté gordito... ¿Cierto, cariño? - el chico a mi lado solo negó y lo ignoró - ¿Ves? - inquirió un orgulloso rubio, con la boca atipujada de sushi.
- Te ha ignorado - señalé lo obvio, Dash solo se encogió de hombros.
- Bien sabes que su cara de culo expresa sus sentimientos - se defendió.
- Ya, sigue comiendo, idiota. Me caes mejor cuando te zampas toda esa comida a la boca y callas unos segundos - todos nos reímos cuando Daemon lo riñó.
- Te lo dije, socia. Me quiere gordito - repuso todo endiosado y me reí porque no se daba por vencido.
En el tiempo que tenía de conocerlos, me di cuenta que a ellos les encantaba joder a Daemon por su seriedad, pero noté que él también disfrutaba de esas bromas. A veces de cierta manera las provocaba, aunque cuando estaba de malas pulgas... hasta los pobres chicos se abstenían de soltar cualquier chiste. Para suerte de todos, esa vez D - como le llamaban - estaba disfrutando del momento y de las tonterías de sus amigos.
- Iremos al cine después de aquí ¿nos acompañarán? - avisó Lane cuando estaban pagando la cuenta - Hoy es el estreno de esa peli que tanto hemos esperado - añadió, sabía de cual hablaban y de hecho yo también quería verla.
- No, pasamos. Tenemos cosas mejores que hacer - decidió Daemon y me quedé sin palabras porque ni siquiera me preguntó qué quería yo, solo decidió y ya.
- Parece que Inoha piensa otra cosa - repuso Lane al ver mi reacción y Daemon me miró con el ceño fruncido.
- Te llevaré a verla después, solo tú y yo; esta noche quiero aprovechar que ellos no estarán y que tú ya...
- Iremos a verla después, ahora calla y vámonos - pedí antes de que me hiciera pasar tremendo bochorno frente a Lane.
A ambos pareció divertirles mi respuesta y temí que Lane sospechara lo que Daemon quiso decir antes de que lo interrumpiera.
Para mala suerte mía y al parecer también de Daemon - según descubrí esa semana - mi periodo duraba siete días y durante todo ese tiempo estuvimos en abstinencia, por supuesto que el chico quiso convencerme alegando que no temía ensuciar su espada, pero ese tema no iba conmigo y se lo dejé claro, cosa que nos provocó una discusión, aunque al final comprendió y aceptó mi punto. Así que esa era la razón de que él prefiriera pasar del cine esa noche. Nos despedimos de los chicos y por fortuna para todos nos habíamos conducido en dos coches y así tuvimos la opción de irnos solos para su casa.
Aiden le pidió a su hermano tener cuidado y lo noté un poco preocupado, aunque la verdad desde que volvió lo había notado así y hasta un tanto distante. Yuliya resultó ser más importante para él de lo que creí y casi me fui de culo, cuando Demian me dijo que el hijo que ella esperaba era de mi cuñado. Así que podía entender su actitud en esos momentos.
- ¿Lista para la mejor noche de tu vida? - estábamos ya en la habitación de Daemon. Desde que llegamos a su casa comenzó a devorarme a besos y por poco dejamos el reguero de ropa desde la puerta principal; en ese momento nos habíamos puesto a mil por las caricias dadas y estaba justo en mi entrada, a punto de penetrarme.
Parecía un niño feliz por al fin haber cumplido su capricho y sonrió con tremenda chulería al decir aquello, acaricié su rostro en ese instante y lo miré a esos ojos tormentosos que poseía.
- Todas son así cuando estoy contigo - solté sin pensarlo y algo cambió entre nosotros en ese momento.
Sus ojos brillaron con peligro y comenzó a penetrarme con delicadeza, una combinación muy extraña para un momento como el que vivíamos. No respondió a lo que dije y lo agradecí ya que me arrepentí de haberlo hecho, pero sí me miró con intensidad y no dejó de hacerlo hasta que estuvo por completo en mi interior; tras acomodarse y mientras me acostumbraba a él, se volvió a apoderar de mi boca, esa vez con suavidad.
Moví mis caderas y gruñó con la acción, sonreí entre el beso y comenzó a moverse de verdad, deslizándose con facilidad, fuerza y profundidad; haciendo que nuestros pechos se acariciaran y obligando a nuestros cuerpos a recubrirse con una capa de sudor. Tomó una de mis piernas y me hizo acomodarla alrededor de su cintura, lo sentí aún más en esa posición y gemí fuerte por lo maravilloso que se sentía.
Nuestros labios siguieron unidos y aun cuando se separaron no dejamos de alabarnos con besos en el cuello, las mejillas, orejas, barbilla y donde sea que nos provocara placer; pronto estaba gritando su nombre y tras eso la noche dio inicio para nosotros.
Me estaba perdiendo, estaba jugando con fuego sin haber aprendido antes a no quemarme.
____****____
- Lo siento chicos, pero llegó la hora de levantarse - me cubrí con la sábana cuando Aiden entró a la habitación, a la mañana siguiente.
- ¡Mierda! Tienes que aprender a tocar, viejo. Recuerda que ya no duerme solo todo el tiempo - gruñó Daemon y sin ningún pudor salió de la cama, mostrándose desnudo ante su hermano y yo.
- Tapa tus cositas de inmediato y tú igual, rubia. Tenemos visita - avisó Aiden y me puse nerviosa. Vi que Daemon le preguntó con la mirada de quién hablaba -. Mamá está a punto de llegar, tía Laurel le avisó a Dash ya que también la acompaña.
Comencé a flipar cuando dijo tal cosa, Daemon soltó un joder y se metió al baño de inmediato. Aiden se fue tras informar aquello y yo busqué mi ropa como loca, sentí que me mareé en el momento que todas mi emociones empezaron a mezclarse, ya que no esperaba aquella visita repentina. De hecho en mis planes todavía no estaba querer conocer a aquella mujer, los nervios me estaban jugando una mala pasada y junto a ellos la ira y el miedo. Escuché ruidos afuera de aquella habitación y deduje que los chicos también estaban como locos esperando a las mujeres que nos honrarían con su presencia.
- Usa el baño y haz todo lo que desees, solo no te tardes tanto. Te espero abajo - avisó Daemon al salir del baño, ya vestido con un pantalón de chándal y una sencilla camisa blanca. Noté que lavó su rostro y de seguro también sus dientes, pero su cabello era un bonito desastre que demostraba que acababa de despertarse.
Se fue sin dejarme decir nada y odié que me dejara sola.
No me quedó de otra más que lavar mi rostro y dientes, terminar de vestirme y hacer algo con mi cabello para no lucir tan desastrosa; deseé comunicarme con Demian y pedirle que me sacara de ahí, mas no era tan tonta como para arriesgarme de esa manera, así que obviando que usaba vestido, en mi mente me puse mis pantalones de chica grande y decidí afrontar aquella situación. De hecho era mejor hacerlo de una vez y conocer por fin a mi mayor objetivo, a la mujer que condenó a sus hijos a situaciones que no merecían.
Respiré profundo cuando salí de aquella habitación y escuché algunas risas femeninas en la planta baja, acompañadas de la de los chicos; mis piernas eran como gelatinas y a pesar de que no era correcto para un momento como ese, me quité los zapatos temiendo a caerme ya que eran de taco alto y me preparé para lo que me iba a enfrentar.
- ¿Quién eres tú? - pegué un respingo cuando una voz varonil y gruesa me detuvo, miré a su dueño, era un hombre rubio de aproximadamente cuarenta y pico de años. Sus ojos azules casi me congelaron en mi puesto.
- Hola, soy amiga de los chicos - expliqué intentando sonar fuerte.
- ¿Ah sí? Sigue entonces - pidió con un tono peligroso y me señaló hacia la cocina. Noté que había más tipos afuera y en serio temí por vida en ese instante -. Tenemos visitas inesperadas, linda - di otro respingo cuando habló fuerte detrás de mí.
Me estaba intimidando demasiado.
Llegué a la cocina sintiéndome fuera de lugar cuando vi a dos impresionantes mujeres, una pelinegra abrazaba a Dasher y una castaña a Daemon. La pelinegra era un poco más baja que la otra, pero ambas lucían unos cuerpos de infarto para la edad que supuse que tenían. Los labios rojos de quien identifiqué como Laurel, se movieron formando una sonrisa cómplice y los ojos miel de la asesina de mi padre, me escrutaron con detenimiento. Nunca las vi, pero a juzgar por sus posiciones y sus miradas, supe quién era quien.
- ¿Y tú quién eres? - aquella pregunta me heló la sangre por la forma y el tono en la que fue hecha. Isabella se dirigió hacia a mí como si mi posición era mucho más baja que la de ella.
- ¿Y tú quién crees, querida? De seguro una de esas amiguitas que a tu marido y al mío les encantaba tener cuando tenían la edad de estos...
- Con cuidado, mamá - cortó Dasher a su madre -, porque al gruñón de tu sobrino no le gustará que hables así de su chica.
Escuché a Isabella carraspear incómoda cuando Dasher señaló tal cosa y la vi tomar un poco de su fina agua.
- ¡Oh, Jo...! ¿¡En serio, cariño!? - Laurel no ocultó su sorpresa cuando le preguntó aquello a Daemon.
Alcé mi rostro ya que me estaba sintiendo humillada y no podía permitir que esas dos... mujeres hablaran de mí o se expresaran como si fuese poca cosa, en mis narices.
- Hola, soy Inoha - repuse.
- Mi chica - añadió Daemon y sentí orgullo al ver el rostro de Isabella contraerse con disgusto.
Vi que le hizo una señal de cabeza de al hombre que me escoltó hasta la cocina e imaginé que sabían comunicarse sin necesidad de palabras, ya que el tipo se fue y de soslayo noté que daba algunas instrucciones por un auricular.
Daemon caminó hasta donde yo estaba y me tomó de la cintura, Laurel vio la situación con diversión y miró a Isabella como esperando a que se me tirara encima, casi esperaba que la bonita mujer se pusiera a preparar palomitas de maíz y luego disfrutar del show junto a los chicos.
- Vaya sobrino, no imaginé que te gustaran las chicas tan pequeñas. Espero que ya seas mayor de edad, linda - inquirió la pelinegra y reí satírica.
- No se preocupe, señora. Lo soy, que no le afecte mi estatura, además... dicen que la calidad viene en envases pequeños ¿no? - solté.
- Y también el veneno - escupió Isabella, dirigiéndose de nuevo hacia mí.
- ¡Já! Y no olvides que también las muestras gratis - agregó Laurel.
- Ok, chicas - interrumpió Aiden y se lo agradecí -. Cuando ambas están juntas, enserio llego a olvidar si yo soy el adulto o deberían de serlo ustedes - señaló.
- Sí ma, y con esa actitud van a asustar a nuestra amiga - se unió Dasher y tras eso le dijo algo más a su madre en el oído.
- Me sorprende tu actitud, madre y solo espero que no tengas inconveniente con mi chica - la voz de Daemon sonó muy molesta cuando intervino. Isabella lo miró un tanto sorprendida.
- Ninguno, amor y te pido por favor que cuides tu tono - dudaba que lo pidiera de esa manera.
Escuché a Lane decir que se iba ya que todo se había vuelto incómodo y casi quise seguirlo y hasta creo que lo intenté, ya que Daemon se aferró más a mi cintura y me miró con el ceño fruncido.
- ¿Podrían dejarme a solas con D? Necesito hablar con él - solicitó su madre en seguida.
- ¿Mamá? - la llamó Aiden, pero ella se irguió demostrando que iba a perder la paciencia como no le obedecieran. El chico decidió irse entonces, Dasher y Laurel le siguieron.
- Solo es una chica, Isabella. No es necesario que la asustes - habló su amiga antes de irse - y perdónanos, Inoha... es solo que no estamos acostumbradas a que nuestros bebés nos lleven chicas a casa - se dirigió hacia mí e intenté sonreírle -. También comprendo que te gusten pequeñas, cariño. Dice Darius que somos más fáciles de...
- ¡Ya vete, Laurel! - le ordenó una Isabella exasperada, sonreí de verdad en ese momento. Comprendí por qué Dasher era como era.
- Te veré luego - me despedí de Daemon.
- Tú no te irás, lo que madre quiera decirme puede hacerlo frente a ti - mis ojos se desorbitaron cuando dijo tal cosa.
- ¿¡Perdón!? - no era la única sorprendida de escucharlo - ¿Estás seguro de lo que le dices? - preguntó irónica, Daemon la miró muy seguro de lo que quería.
Como estúpida imaginé que mi primer encuentro con esa mujer sería un poco más cordial, aunque al parecer ella estaba decidida a impulsarme a hacer más las cosas, ya que si antes la detestaba, en ese momento no podía ni describir lo que estaba sintiendo. Y si otra hubiese sido o si Isabella lo hubiera sido, quizás habría insistido en irme y dejarlos hablar a solas, pero me tentó y en ese instante solo quería demostrarle que estaba viendo el principio de su caída.
- Estás frente a la primera chica que me importa de verdad y como imbécil esperé otra actitud de tu parte, no esta tan inmadura que estás teniendo, madre. Ya crecí, no actúes como si soy tu bebé y necesito de hasta que me escojas la mujer dela cual debo...
- Mejor calla, Daemon Pride White - no gritó, mas su tono fue filoso cuando lo interrumpió.
Me miró y no pude evitar sonreír triunfante al ver la desesperación en sus ojos. Sí, tal vez ella quiso humillarme, intimidarme con su actitud de dura en cuanto me conoció, pero no contó con que sin proponérmelo tan a fondo, estaba logrando meterme bajo la piel de uno de sus tesoros y eso me abriría las puertas de su destrucción.
Demian tenía razón, Daemon era la pieza clave en aquel juego que ganarían los inteligentes y esa partida ya la había ganado yo.
_______________________________________
Propiedad de Jassy.
Obra registrada bajo derechos de autor.
Instagram: wattpad_jm
Twitter: @JassyBook
Grupo de Facebook: Jassy's Books
Facebook: Jasmin Martinez y Jassy's Books (página)
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top