v e i n t i u n o
Veinticuatro semanas
Tae estiró su mat de yoga y lo colocó en el piso de su amplia sala, pues había obligado a YoonGi a mover los muebles ya que a él se le dificultaba un poco por si solo. Enseguida buscó su balón suizo, aquél balón que tenía propiedades elásticas, de gran tamaño y que le fue muy recomendado en su clase de yoga prenatal, a la que dejó de asistir.
YoonGi le había confesado que no le gustaba del todo realizar aquellos ejercicios que para él eran tan íntimos en frente de todas esas personas, a pesar de que no eran con otra intención más que relajación para su pareja y bebé, le incomodaba un poco el hecho, así que Taehyung tomó la decisión de tomar las clases desde su casa. Así su alfa podía sentirse más tranquilo y cómodo.
El alfa miraba desde el sofá a su esposo acomodar las cosas, esperando el momento indicado para ayudarle con sus ejercicios. Su omega colocó un video en Youtube donde una mujer indicaba los ejercicios a realizar, cuando vio a Tae sentarse en el balón gigante se acercó para ayudarlo.
Taehyung se posicionó con sus piernas un poco separadas para no interferir con su panza durante el ejercicio, y llevó sus manos a su vientre. YoonGi tomó lugar detrás de él, colocando sus manos encimas de las suyas, empezó a balancearse de forma que sus movimientos parecieran formar un ocho, YoonGi ayudandole con el movimiento.
—Recuerda inhalar y exhalar suavemente —le recordó el mayor y tae asintió haciendo lo sugerido— ¿has notado que los ejercicios son algo aburridos?
—Callate hyung —regañó el menor con su ceño fruncido, de inmediato sintió el movimiento de su vientre —El bebé está de acuerdo conmigo, creo que ya tiene su favorito.
YoonGi rodó sus ojos y siguió marcando el ritmo con el que Tae se balanceaba y tarareando la cursi canción de un grupo femenino de kpop que Taehyung había puesto de fondo mientras realizaban los ejercicios.
La instructora indicó un cambio de actividad.
—Cambiemos —anunció el menor al notar que su marido no había escuchado—Ayúdame —extendió su mano para que su esposo le ayudara a levantarse, y con cuidado se arrodilló sobre el mat, como las personas del video.
Tae apoyó su cabeza y brazos en el balón, sus rodillas apoyadas en el mat hacían que su espalda estuviera recta, justo en una posición que YoonGi recordaba muy bien.
—Y más te vale que aprendas este ejercicio bien YoonGi, porque lo necesitaré cuando entre en trabajo de parto, debes ser util para algo.
El alfa se acercó hasta quedar detrás de su esposo, haciendo lo que indicaban en el video, pasando su palma desde los hombros hasta la espalda baja, siendo extremadamente delicado, entregando caricias, y defendiéndose sobre la cintura para masajear la zona, podía sentir a su hijo moverse nuevamente, quizás era producto del ejercicio.
—Esto si es cómodo —Tae suspiró conforme— necesitaba esto.
—Pero la posición no ayuda —comentó el mayor, que ciertamente no dejaba de pensar que aquella posición no era nada inocente— y tu querías que hiciéramos esto con más personas a nuestro alrededor.
—Deja de pensar en otras cosas mientras haces ejercicios para que tu bebé y yo nos sintamos mejor —reclamó el menor que mantenía sus ojos cerrados, disfrutando de las manos milagrosas de su alfa. —me duele la espalda seguido, así que esta es la cura.
Por un momento el alfa pensó en todo lo que su esposo había tenido que soportar en aquellos meses, sintiéndose terrible en diversas ocasiones, pero eran más las veces que tenía esa hermosa sonrisa, feliz de llevar el cachorrito que tanto amaban, un bebé solo de ellos.
—¿Has pensando en un nombre? —preguntó el mayor de repente, su omega negó mientras se levantaba, listo para la otra posición.
—De pensar he pensando, pero no hay ninguno que me convenza por ahora —sentado y con flojera de realizar la próxima postura, apoyando su barbilla sobre el balón y abrazandolo hasta donde sus brazos le permitían, dejando el video correr— tú eres su papá, también puedes pensar ¿no?
—No es tan fácil como pensaba — el mayor se encogió de hombros levantándose del suelo— quiero que tenga significado, algo bonito.
Taehyung asintió de acuerdo, terminando de apoyar su cabeza, cerrando los ojos, de un momento para otro sentía ganas de dormir.
—También deberíamos trabajar en su habitación, porque los meses se pasan rápido, cuando menos nos demos cuenta el bebé estará en nuestros brazos, uff eso me pone nervioso.
El omega sonrió feliz, solo imaginar al pequeño en sus brazos le daba alegría y paz, a su pequeño algodón de azucar, a veces pensaba ¿se tratará de un pequeño alfa o de un dulce omega?
—Hablando de eso, ¿ya decidiste como querías tenerlo? —pero la voz del mayor se escuchaba cada vez más lejana.—¿Tae?
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Sabía muy bien que el embarazo era una montaña rusa de emociones, sensaciones, cambios y sentimientos, pero aun así siempre había anhelado poder vivirla en carne propia, poder llevar dentro de sí a un ser vivo que iba a amar para toda su vida, verlo crecer en su interior le daba paz. Aunque nunca se había sentido tan mal consigo mismo hasta ese día.
Se observó en el espejo y no amaba lo que veía, su cara estaba hinchada, por primera vez en todo su embarazo no le gustaba como lucía, habían algunas ojeras a pesar de que dormía bastante bien, no se sentía para nada atractivo. Observó su panza, tenía un tamaño bastante considerable, pero aquello no le hacía molestia, todo radicaba en él mismo, no en lo que conllevaba cargar a su bebé.
—Esto es horrible —se dijo a sí mismo mientras acariciaba sus mejillas.
YoonGi había notado el ánimo decaido de su omega aquél día, cosa que no había pensado nunca, es decir, Tae siempre había estado feliz de verse en el espejo, de admirar el cambio de su cuerpo por la presencia del bebé, no esperó que un día iba a sentirse triste de lo que veía reflejado.
—Jagi —llamó, usando aquél apodo de cuando eran jovenes, teniendo la atención de el menor— quería mostrarte un ejercicio que aprendí.
Tae frunció el ceño, sabiendo que definitivamente esos ejercicios no eran pasatiempo de su alfa, asi que se le hacía extraño imaginarlo viendolos.
—No tengo ganas —contestó bajando su camisa, YoonGi sintió como si este no quisiera que él lo viera y suspiró. Caminó hasta Tae tirando de su muñeca con suavidad para no lastimarlo, lo escuchó quejarse pero no hizo caso.
Lo guió hasta su cama indicándole que debía acostarse, seguidamente lo hizo el a su lado, pero de forma lateral, apoyando su codo en la almohada.
—Ponte de lado también —pidió el mayor.
—No me digas que tu ejercicio se trata de...
—Shh, no es eso —interrumpió— Solo hazlo.
El menor estaba un poco confundido y renuente, pero lo hizo, quería ver que tenía su marido en mente, así que se acomodó como le había indicado, sintiendo el pecho de YoonGi en su espalda.
El alfa pasó su brazo sobre la cintura del menor, tomando la mano de este en el proceso, apoyándolas en el prominente vientre del omega, acariciando de arriba abajo, con lentitud. Hasta ese punto Taehyung no comprendía.
—Con el pasar de los meses tu cuerpo va cambiando —habló cerca de su oido, causandole escalofrios al menor —suceden cosas que por supuesto no te gustan, te sientes inconforme, estás feliz de tener a nuestro bebé pero eso no implica que te guste exactamente todo lo que ves en el espejo.
A pesar se que le tomó por sorpresa que YoonGi supiera lo que justo en ese momento le aquejaba, decidió permanecer callado, no era consiente de que podía ser tan obvio.
—No te sientes bien con el cambio de ciertas cosas y quizás te sientes triste por eso —siguió diciendo— por eso solo quiero decir que ante mis ojos eres el omega más hermoso que he visto, ahora no lo puedes percibir pero estar embarazado solo te ha hecho más radiante, y nada de lo que suceda en tu cuerpo estos meses me harían cambiar de opinión, son cosas normales que a mi parecer solo te hacen más precioso de lo que ya eras.
Taehyung ya sentía que iba a llorar, escuchar a su esposo decirle aquellas cosas lo ponía sentimental, el amor que sentía YoonGi por él era tan puro como que él sentía.
—No hay sensación que ame más que sentir en tu vientre una pequeña personita que día a día va creciendo —finalmente besó sobre su oreja con amor— simplemente eres la criatura más hermosa.
—Ya cállate, te odio —susurró con voz temblorosa, lo había hecho llorar, pero Tae no podía darse la vuelta fácilmente para darle la cara.— quiero voltearme pero no puedo.
YoonGi sonrió ayudándole con un poco de dificultad, estaba más pesado, no lo diría en voz alta.
Pero el omega no dijo nada, solo se acercó a él para darle un beso, uno de larga duración.
YoonGi no solía ser cursi, pero siempre obtenía la misma recompensa, y eso absolutamente si que lo compensaba.
Ola ¿que tal?
Únicamente fluff lo sé.
Pronto conoceremos al bb 😉 ahora ayudenme a decidir, ¿que prefieren ustedes?
Parto
Cesárea
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