🍺┆Capítulo 29
-¿Podrías repetírmelo de nuevo? - me pidió Tae.
-¿Qué parte de «me enamoré del profesor Jeon» no entendiste? - me quejé.
-¿Cómo sucedió eso? ¿De qué me perdí?
-Mhm... ¿recuerdas aquellas trasmisiones que me gustan tanto...?
-¡MALDITA SEA! ¡DIME QUE ES UNA BROMA! - gritó lo suficiente alto como para atraer algunas miradas curiosas de los estudiantes que se encontraban comiendo tranquilamente en la cafetería.
-¿Podrías evitar gritar, estúpido?
-Lo lamento, amigo- dijo tan pronto tomó asiento nuevamente mientras intentaba tranquilizarse. -Debes entender que, también te sorprenderías si te digo que me estoy follando a un profesor. ¿No lo crees?
-¿Por qué no simplemente lo gritas desde el escenario del auditorio?
-Ya. Te prometo que no volveré a gritar. ¿Sí?
-Tata, ¿qué debería hacer?
-¿Por qué me lo preguntas a mí? ¡No sé qué haría en tu situación!
-No me estás ayudando en nada.
-Espera un momento. Permitirme digerir la información y veré que puedo hacer.
-No es momento para bromas ni tonterías.
-Lo sé- rodó los ojos. -¿Realmente te gusta? ¿O es simplemente atracción sexual?
-Al principio pensé que solo sería atracción sexual- admití en voz muy baja -Pero no puedo evitar sentirme tan feliz cuando lo veo, inclusive, mi corazón salta como loco cuando nuestras miradas se encuentran y deseo tanto ser besado y abrazado por él en todo momento. Ah, todo esto es tan difícil- suspiré.
-Es difícil si así lo deseas.
-¿Qué dices?
-¿Ya le dijiste que estás enamorado de él?
-No. Él me dejó en claro que no está interesado en esa clase de relación. Y yo estuve de acuerdo con eso, pero ahora me arrepiento- admití.
-¿Él no te ha hecho notar que está interesado en ti yendo más allá de lo sexual?
-No...
-Entonces, debemos hacer algo al respecto.
-¿Cómo qué?
-Déjamelo a mí- sonrió abiertamente y entendí que no debía seguirle el juego, pero ya no sé qué hacer para dejarle en claro al profesor Jeon que estoy realmente interesando en él.
-Por cierto, ¿no sientes asco o algo así ahora que sabes sobre mis preferencias un poco peculiares? - le pregunté con cierto temor.
-¿Por qué debería sentir asco?
-Ya sabes...
-Jimin, el que te gusten los hombres o mujeres no me molesta porque nuestra amistad es real y te apoyaré en la decisión que tomes, siempre y cuando, no te pongas en riesgo.
-¡TE AMO DEMASIADO, KI!
-Lo sé. Yo también te amo.
Indiscutiblemente he elegido a un chico que vale oro.
-Por cierto, ¿qué se supone que harás para ayudarme?
-Por ahora es un secreto.
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