Prólogo
Papá y mamá se divorciaron a mediados de este año; papá se quedó con mi custodia porque, después de todo, siempre ha sido él quien está todo el día y todos los días cuidándome. Básicamente, sólo he sido criada por él. Y no es que mi madre no me quiera, es que su trabajo amerita que pase más tiempo fuera de casa, ya que ella es la bajista de una famosa banda llamada Mindless Self Indulgence y además artista; a veces papá me lleva a sus conciertos, tiene un estilo genial, en ciertas ocasiones, cuando toca el bajo, parece como si la estuviesen exorcizando, me gusta burlarme de ella y ella sólo ríe conmigo cuando lo hago. Mamá y yo, pese al poco tiempo que pasamos juntas, nos llevamos bien, siempre que está de gira, me llama por teléfono para saber cómo estoy, cómo va la escuela y mi vida personal, sobre esto último a veces me ahorro ciertos detalles, porque inevitablemente, tengo más confianza con mi papá, ya que paso más tiempo con él.
El trabajo de mi mamá la obliga a estar lejos por largas temporadas, sin embargo, cuando está en casa, me dedica todo su tiempo, y esa es la razón por la cual pienso que es una excelente madre a pesar de todo, porque aunque formar parte de una banda, tener muchos proyectos como artista y ser madre al mismo tiempo sea difícil, ella intenta dar lo mejor de sí misma.
Mi papá también es artista, lidera el sello Young Animal de DC Comics, me encanta su trabajo, siempre estoy al pendiente de lo que hace, es más fácil para nosotros pasar tiempo juntos porque la mayoría del tiempo trabaja desde casa, a veces me gusta pasar horas con él en su estudio, observándolo trabajar. Adoro a papá, él siempre ha sido mi apoyo y mejor amigo, es quien ha estado conmigo en todos los eventos trascendentales de mi corta vida, desgraciadamente, mi mamá se ha perdido muchos de esos eventos; como cuando aprendí a nadar, cuando aprendí a andar en bicicleta, cuando se me cayó mi primer diente, mi primer listón azul en un concurso de arte. Siempre que me he enfermado, ha sido mi papá quien ha estado día y noche junto a mí al pendiente de cuidarme, siempre que estoy triste, papá hace lo que sea para animarme y protegerme. Amo a mamá, pero mi papá es mi papá, con él tengo una conexión increíble y nada ni nadie podría arruinar eso.
Amo a mis padres y mis padres me aman a mí, pero ellos no se aman entre sí; el único vínculo que los une soy yo.
La noticia del divorcio, en lugar de deprimirme como les sucede a muchos chicos de mi edad, me tranquilizó.
Sí, me tranquilizó saber que mis padres por fin decidieron divorciarse, porque para mí es lo más sano. De un tiempo acá, cuando están juntos, la casa parece un campo de batalla donde yo estoy en el medio. Me hacen más daño estando juntos que separados, pues pelean mucho, se gritan cosas horribles, se lanzan objetos contundentes el uno al otro, mamá llora, papá llora, y yo también lloro, ya que no soporto sus guerras.
Tampoco quiero estar del lado de nadie, no podría ni debería elegir entre uno de los dos, pero cuando obligatoriamente me toca hacerlo, elijo a papá, siempre estoy del lado de papá sin importar las cosas horribles que diga mi mamá sobre él.
No me gusta que últimamente mi mamá demuestre más interés en mí que el que mostraba antes. No me malinterpreten, eso es bueno, sin embargo, no me gusta que lo haga si sólo es para llenarme de inseguridades. Mi mamá peleó por mi custodia hasta el final, pero yo misma insistí en que quería quedarme con papá, a sabiendas de que si me quedaba con ella, iba a estar sola la mayor parte del tiempo. Y pienso que ahora que me estoy aventurando en mis locos años de adolescencia, no tener la orientación de mis padres, estaría del asco. Pero mi mamá insiste en que debería quedarme con ella, que ya nada será lo mismo con mi papá. Ella dice que mi papá va a olvidarse de mí.
Podrán imaginarse cómo me sentí cuando mi mamá, sin una pizca de tacto me dijo (a mis trece años recién cumplidos) que mi papá tenía una aventura con un hombre cuyo nombre nunca en mi vida había escuchado.
La mujer no tuvo mejor idea que soltarlo durante nuestra última cena como "familia".
— Bandit, sabes que tu papá y yo ya no nos queremos... ¿Verdad?
— Ajá... — Respondí dudosa mientras jugaba con mi comida, sin saber muy bien qué ritmo tomaría la conversación, porque con mi mamá nunca se sabe.
«Nunca se quisieron». Quise responder, pero habría sido demasiado cruel.
— Pues, escucha, tu padre y yo nos vamos a separar. — Lo dijo de golpe. Mamá nunca ha sido cuidadosa con sus palabras.
— B-Bandit... — Mi papá tartamudeó desconcertado. — A veces los niños tienen que entender que el amor entre mamá y papá puede llegar a acabarse ¿Sí? Esto no significa que no te queramos, ambos te amamos y nunca dejaremos de hacerlo, ninguno de los dos te va a abandonar. Sólo quiero que sepas que nada de esto es culpa tuya, princesa.
Adoro cuando me dice princesa, ha de ser, quizás, el apodo más cliché de todos, pero viniendo de la boca de mi papá, se vuelve especial, porque sé que para él soy una princesa de verdad y creo que es el único que piensa eso de mí.
— No te preocupes, papi. — Le regalé una sonrisa con la intención de reconfortarlo. — Lo sé, lo entiendo. No me gusta que peleen, así que me encuentro verdaderamente tranquila con todo esto.
— Pero te diré una cosa, B. — Dijo mi mamá. No sé si su intención era aumentar el fuego por gusto o simplemente terminar de sacar el dolor de su pecho. — Sí es culpa de alguien. — La mirada de mi papá pedía clemencia. — La culpa la tiene Gerard.
— Lindsey... — Musitó él, se notaba asustado.
— La niña ya está grande, Gerard, no podemos mentirle. Bandit, lo cierto es que nos estamos divorciando porque tu papá hizo algo muy malo... Él... — Respiró hondo. — Nunca te lo dijimos, pero a tu papá también le gustan los hombres.
— ¿Y...? ¿Q-qué tiene eso de malo? — Inquirí un poco confundida.
— Nada... A menos que engañes a tu esposa con uno.
Solté los cubiertos, me congelé al instante. Las bruscas palabras de mi madre me noquearon, me sacaron de órbita, ni siquiera me di cuenta cuando mi papá, con lágrimas en los ojos le dijo un par de cosas que no logré escuchar, mi mamá gritó y mi papá sólo se retiró.
— Escucha, B. — Mi mamá me tomó de la mano. — Yo quise mucho a tu papá, lo amé... Pero él nunca me amó. Él... — Que rompiera en llanto fue demasiado para mí. — Él se aprovechó de mi ausencia por mi trabajo para tener una aventura con un viejo amigo suyo, un tal Frank Iero.
— ¿C-C-Cómo lo sabes?
— Porque ese hombre también tiene una familia, tiene dos hijas de hecho. Es viudo, vive lejos, en New Jersey ¿Sí? Yo sospechaba desde hace un tiempo que tu papá estaba traicionándome porque había visto ciertos mensajes en WhatsApp alguna vez que dejó su celular a mi disposición, aquellos mensajes eran demasiado comprometedores, Frank Iero le preguntaba a tu papá cuándo pensaba divorciarse de mí para estar con él. Quise saber cuánto tiempo llevaba ocurriendo... Incluso me atreví a preguntarle a tu tío Mikey, me dijo que Frank y Gerard son sólo amigos, pero claro, los mensajes decían otra cosa. Al final, tu papá terminó confesándolo.
«"Frank Iero" vive en New Jersey...». Pensé. En muchas ocasiones, mientras mamá estaba de gira, a papá se le ocurrían viajes improvisados a New Jersey, él siempre me preguntaba si quería ir a visitar a los abuelos, esa siempre era la razón... La excusa.
— Tu papá es malo, Bandit, me hizo muchísimo daño. — Continuó. — Desde hace algunos años lo nuestro no funciona, pero tú no sabes cuánto traté de salvarlo. Traté y traté ¿Para qué? ¿Para que él me hiciera esto? Él no sabe cuántas noches estuve sin dormir sintiéndome terrible por su culpa, sintiendo que no era suficiente para él y, al final, resultó ser cierto... Nadie se merece pasar por esto, Bandit... Por eso, él no merece tenerte. Por favor, ven conmigo cuando nos separemos; estar con él es malo para ti.
No respondí, no supe qué decir. Sólo se me ocurrió decir que tenía mucho sueño aunque no era así (no dormiría esa noche), pero necesitaba un excusa para encerrarme en mi cuarto y poder procesar todo esto. Nunca me había ido a la cama tan temprano.
Me rompió el corazón ver a mamá en ese estado pero, al mismo tiempo, tampoco podía siquiera imaginarme a mi papá siendo el monstruo sin corazón que ella describía, porque mi papá... ¡Rayos! Mi papá siempre ha sido como un rey de cuento de hadas ¿Cómo suponía que iba a sentirme en esos momentos en que mi mamá lo había convertido en un horrible ogro?
Para peor, papá entró a mi cuarto por la noche. Abrió mi puerta ligeramente, tocó y susurró: «¿Estás dormida, princesa?».
No quise responder, quise cerrar los ojos y hacerme la dormida... Pero no pude, una respuesta afirmativa salió de mi boca sin que pudiera controlarla. El vínculo con mi papá es demasiado fuerte, es como si simplemente no pudiese ignorarlo, no puedo... Porque él nunca me ha ignorado a mí.
— Bandit, mi amor. Lamento mucho lo que dijo tu mamá durante la cena. Ella no tenía por qué decirlo así. — Se sentó en la cama y comenzó a acariciar mi cabello.
— ¿Quién es Frank Iero? — Pregunté sin rodeos, sentándome junto a él.
— Oh, así que tu mamá se encargó de decirte su nombre y apellido.
— Sí, papá. Es la única explicación que necesito. Quiero que me digas quién es ese hombre, no me importa si también te gustan los hombres, no es como si no lo hubiese sospechado antes. — Me miró con los ojos muy abiertos a causa de la sorpresa. — Lo único que me perturba es que hayas engañado a mi mamá.
— Bandit yo... — No hallaba las palabras correctas. — No sé qué decirte... Eres muy pequeña para saber de estos temas.
— A mi mamá no le molestó mi edad en lo absoluto. — Me crucé de brazos. — Sólo quiero saber si fuiste capaz de hacerle algo tan terrible.
— Princesa, escúchame. No creo que vaya a conseguir tu perdón, pero al menos busco tu comprensión. — Sus palabras me dieron un poco de miedo. — Frank Iero era mi mejor amigo durante la secundaria, después nos hicimos novios. Siempre he sido abiertamente bisexual, nunca tuve conflicto con ello, así que nunca ocultamos nuestra relación.
— ¿Y qué pasó con él?
— Nos separamos por el motivo que suele separar a las personas; aficiones distintas. Tomamos caminos diferentes, me ofrecieron una beca para estudiar Arte aquí en LA, le ofrecí venir conmigo, pero él prefirió quedarse en Jersey, sus planes estaban allá y yo tuve que aceptarlo. Al principio, al ser dos niños tontos y enamorados, pensamos que podríamos hacer funcionar nuestra relación a pesar de vivir cada uno en un extremo del país, pero ya ves, no pudimos hacerlo. Decidimos cortar con lo nuestro porque nos hacíamos daño. Yo conocí a tu madre en la universidad, creo que me enamoré de ella porque en cierto modo me recordó a él... Algo en su ímpetu, en su energía, en su carácter artístico. Más tarde, Frank me contaría que le pasó lo mismo con su esposa. Es raro ¿Verdad? Ambos buscamos a alguien que se pareciera al otro, alguien que nos hiciera sentir lo mismo que sentíamos cuando estábamos juntos, pero nunca lo conseguimos. Lo cierto es que jamás íbamos a sentir lo mismo con alguien más.
— ¿Cómo se reencontraron?
— Hace dos años en Jersey, cuando fuimos a pasar la navidad allá ¿Recuerdas? — Asentí. — Nos encontramos en la calle por simple casualidad... Nos saludamos después de tener como cinco años sin hablarnos, la última vez que nos vimos fue cuando su esposa murió al dar a luz a gemelas... Dios, estaba devastado...
— Oh... — No supe qué decir, me pareció una historia demasiado triste. — ¿E-Entonces...? ¿Qué pasó cuando volvieron a verse después de tanto tiempo?
— Nada, me invitó a tomar un café... Estuvimos horas hablando. Hablamos de cosas que han pasado durante el tiempo que pasamos sin saber nada del otro; nuestros trabajos, nuestras familias... Me contó cómo sus niñas han sido su mayor razón para vivir y ya no estar triste por la muerte de su esposa, ellas son el centro de su universo y realmente me pareció muy tierno y me encantaba ver cómo su mirada se iluminaba al hablar de ellas. De un momento a otro, terminamos remontándonos a los viejos tiempos, cuando todo era tan simple y...
— Siempre fue simple. — Le corté.
Al menos así lo entiendo yo; siempre pudieron estar juntos, pero no lo hicieron porque no les dio la gana. Si ellos de verdad no hubiesen "funcionado", no habrían sentido la chispa que los hizo unirse después de tantos años. Yo, personalmente, pienso que la distancia no fue la gran cosa, ellos habrían podido seguir juntos, no habrían tenido que casarse con dos mujeres que probablemente no tenían la culpa de "parecerse" a lo que ellos buscaban y extrañaban.
— No lo es, B. Es que tú no lo entiendes.
Pues sí. Supongo que nunca entenderé a los adultos, nunca entenderé por qué complicar tanto algo que realmente es sencillo.
— Después de esa reunión en el café, admitimos que extrañábamos lo que teníamos... Y tan sólo queríamos regresar en el tiempo para poder hacerlo todo de manera distinta. Él dice que, si pudiera hacerlo todo de nuevo, habría venido a California conmigo. Yo digo que, si pudiera hacerlo todo de nuevo, habría vuelto por él después de graduarme de la universidad y luego decidiríamos qué hacer juntos. Pero las cosas ya pasaron de esta manera y...
— Es estúpido.
— Bandit. — Rezongó.
— ¡Papá! — Lo imité. — Entiende que, con su drama, le hicieron daño a mi mamá , ella está muy deprimida y yo...
— ¿Te decepcionaste de mí?
— Quizás un poco. — Admití con dificultad.
— Princesa... — Me tomó en sus brazos, no pude resistirme, ¿Quién podría resistirse a un abrazo de Gerard Way, después de todo? — Sé que estuvo mal lo que le hice a Lindsey, pero no lo hice con toda la intención. Ojalá pudiera contarte todo con detalles para que me entendieras mejor, pero... Sólo puedo decirte que las cosas que sucedieron con Frank sólo sucedieron, se salieron de nuestras manos, y luego todo se descontroló. Nuestros planes eran claros; íbamos a seguir a nuestros corazones a pesar de que quizás sea muy tarde y estemos viejos para esas cosas ¿Está mal eso? ¿Está mal arrepentirse? Hace mucho tiempo que no soy feliz con tu mamá, insisto en que no debí haberle hecho daño de esta manera porque ella tampoco lo merecía... Pero las cosas pasaron y yo... Yo sólo quiero ser feliz, pero tampoco lo seré si tú me odias, porque tú eres mi prioridad, Bandit... Eres mi hija. Podría vivir con el odio de Lindsey y el resto del mundo, pero jamás podría vivir con el tuyo.
Todas las lágrimas que contuve después de la dramática cena salieron como un río cuando mi papá pronunció esas palabras.
Seguía sin saber cómo sentirme; no podía odiarlo. Tampoco le justificaba nada de lo que hizo, pero terminé poniéndome de su lado. Creo que terminé comprendiéndolo.
Nunca podré estar en contra de mi papá, porque él y yo estamos conectados, hemos estado juntos todo el tiempo y así funcionamos. Amo a mi mamá, de verdad que amo a mi mamá, pero ella nunca ha estado para mí tanto como papá, no me conoce tanto como él y, además, el hecho de que ella haya querido ponerme en contra de mi papá y me haya soltado aquella bomba sin pensar en el daño que me haría mientras que mi papá tuvo todo el cuidado del mundo y nunca dijo nada malo de ella... Aunque me duela, me puso más a favor de él. Aún pienso que lo que hizo fue estúpido, pero no puedo no estar con él.
Así que por eso, después de todo, decidí irme con mi papá, y él no me "chantajeó" como dice mi mamá, es que sólo sé que ella no podrá cuidar de mí como él lo ha hecho durante toda mi vida y tampoco confío tanto en ella como confío en mi papá hasta el punto en contarle cada mínima cosa que me ocurre.
Además... Creo que él se merece ser feliz y vivir el verdadero amor sin importar si es demasiado tarde o no. Yo creo que nunca es tarde.
Él nunca fue feliz con mi mamá, siempre peleaban por cualquier cosa. Desde que tengo memoria, he tenido que vivir soportando sus crueles invectivas. Creo que desde un principio debieron divorciarse y no esperar a que las cosas se pusieran tan heavy.
Los dos por igual se merecen un amor de verdad, alguien que les corresponda como debe ser. Mi mamá es hermosa, tengo la esperanza de que algún día deje ir el rencor que siente por mi papá, quiero que pasen un tiempo separados, que se reencuentren y terminen haciendo las paces, que dejen ir el pasado y sean amigos. Creo que desde que era más pequeña, una de las cosas que más he querido es que mis padres se lleven bien y todavía lo anhelo.
Quiero que mamá encuentre su propia felicidad, ya sea en su arte, en su música o en alguien que la ame como ella lo merece, yo la estaré apoyando en la distancia como siempre lo he hecho. También quiero lo mismo para mi papá, quiero que sea feliz y, si su felicidad está con ese tal Frank Iero, entonces tendré que aceptarlo, lo aceptaré siempre y cuando yo siga siendo su princesa; su prioridad.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top