Importante: la edad en el Espacio de New es tres años.

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—¿Estás seguro que llevas todo?

Gun asiente, mirando al interior de su maleta donde está súper seguro, ya lleva todo lo necesario. Se aseguró de llevar suficientes dulces, galletas, dos cajitas de jugo de manzana y su vasito entrenador; juguetes, peluches —que fueron muy difíciles de elegir porque Papii dijo "Siliminti tris"— y un cambio de ropa que Papii se aseguró de tener listo mientras él tomaba un baño. El pequeño pelinegro cierra la maleta plenamente seguro de no olvidar nada y le extiende la mano a Off, quien la toma y posteriormente, recoge la maleta de su pequeño del suelo, colgándosela en el hombro.

—Volveremos para la cena. —Anuncia Off desde la puerta, tomando las llaves de su camioneta del pequeño clavo detrás de la misma.

—¡Adiós, Nana! —Gun agita su manita libre, moviendo la manga de la larga sudadera gris que le cubre hasta los nudillos.

—¡Adiós, mi niño! —Responde Jennie desde la cocina—. Se bueno.

—Yo siempre soy bueno, nana. —Gun le sonríe grande, con todos los dientes y cerrando los ojos cuando lo hace, formando dos hermosas medias lunas. Off le despeina el cabello con cariño y se despide de Jennie moviendo la mano, con una suave sonrisa— ¡Ten cuidado!

—Lo tendré, cariño...

Off no tenía chofer porque nunca creyó necesitarlo, además de que disfrutaba de conducir aún más desde que Gun llegó a su vida y le dijo que no tenía licencia. Por lo tanto, emprenderán un viaje desde la finca hasta casa de uno de los mejores amigos de Off de ida y regreso disfrutando de la hora y media de camino.

Una vez la maleta está lista en la maletera, Off baja la puerta, sin necesidad de estirarse ni un poquito. Gun le mira desde un lado, esperando por él.

—Listo. —Off abre la puerta del copiloto—. Arriba cariño.

Gun sube a la camioneta ayudado por Off, quien lo sube apenas lo suficientemente alto para que pueda alcanzar a pisar y una vez sentado, le coloca el cinturón de seguridad para dejar un besito en su frente antes de subir y encender el auto.

Cuando llegan a la zona residencial, Off debe mostrar al guardia de la entrada una identificación y así, el hombre abre la reja para dejarle pasar.

Todas las casas eran grandes y bonitas y a diferencia del complejo en el que Gun vivió en su infancia, no son todas iguales. Los jardines parecen recién podados, los árboles se ven verdes y saludables y el pequeño parque de juegos vecinal es usado por un par de pequeños vigilados por quienes parecen sus nanas, pues usan un vestido negro con delantal como el de Jennie.

Off estaciona frente a una de las casas más bonitas de todo el circuito, al lado de un Massetati negro. Cuando Papii dijo que irían a visitar a su amigo Tay, Gun se emocionó muchísimo de poder ver de nuevo a aquel hombre que tanto le había ayudado y que conocía de hace tanto, cuando por razones del destino, salía con uno de los mejores amigos de Gun. Al enterarse pocos meses antes que ya no trabajaban juntos y se había mudado, se sintió un poco triste por no haber podido despedirse...

Las cosas con Oab terminaron inesperadamente, pero nunca de mala manera, pues tiempo después, cuando Oab se fue a Londres a estudiar y conoció a otro chico, seguía en contacto con Tay, con quien según sabía, tenía una estrecha amistad.

Gun conoció a Tay cuando apenas tenía quince años y su amigo diecinueve. El entonces joven de veintidós años estaba a un paso de heredar la empresa de su padre y fue en una entrevista de trabajo para dicha empresa, donde Oab y él se conocieron. —Gun no tuvo la oportunidad de estudiar en la universidad privada junto a Oab, pues al fallecer su padre en un accidente automovilístico, tuvo que estudiar en línea en un periodo más corto que los seis semestres de Oab—. Salieron durante un tiempo y poco tiempo después de que Gun conociera a Off, Oab le contó por Skype que se iría a Londres con una beca y que lo suyo con Tay había terminado.

Han pasado dos años desde que dejó de ver a ambos.

Off toca la puerta y rápidamente, una joven mujer de largo cabello negro abre, recibiendo a la pareja.

—Bienvenidos. —la guapa chica tiene un acento que Gun nota al instante y le parece muy tierno—. Adelante por favor.

—Gracias, con permiso.

Tay los recibe con una gran sonrisa, secándose las manos con una toalla blanca. Lleva los puños de la camisa arremangados, el pantalón manchado apenas un poco de lo que parece harina y una manchita de crema color pistache en la mejilla.

—¡Off, amigo! Pasen, pasen.

Off le corresponde el abrazo y dos palmadas en la espalda, mientras se dan las gracias por invitarse y por ir y todas las formalidades que se usan cuando hay visita.

Mientras Gun espera que terminen de saludarse, la chica pasa sigilosamente a la cocina, donde se le escucha dar un grito.

—¡Joven New!

Y Tay encoje un hombro, sonriendo crispado. Antes de que pueda disculparse, de la cocina asoma un bonito pelinegro que mira la escena sin interés, en silencio y como un gatito tras la puerta.

—Daddy... —llama, en voz baja y a Gun se le escapa una sonrisa de escucharle llamar así a Tay—. Me ensucié.

Tay se separa y se disculpa con la mirada, recibiendo un leve movimiento de cabeza de Off. Gun se acerca reprimiendo una risita y se escabulle bajo el brazo de Papii, mientras Tay detrás de la cocina murmura algo parecido a "Pero mírate nada más, New, te acabo de vestir ¿Cómo vas a recibir así a nuestros invitados, mi cielo?"

—No esperaba esto... —murmura Gun de puntitas cerca al oído del mayor—. Pero es lindo, me alegro por él.

—También yo, me ha pedido que te trajera a conocerlo. —Le acaricia la espalda con lentitud, mientras habla—. Quiere hacerlo formal, está muy entusiasmado con esto.

¿Formal? ¿Se podía hacerlo... Formal? Gun encoje las cejas pensativo, con un pequeño puchero. ¿Qué debían hacer? Él lo sentía muy formal, muy en serio, llevaban tres años juntos después de todo... ¿Había que casarse o algo? ¿Tay se casaría?

—Disculpen, un pequeño accidente. —El pelinegro sonríe, asomado por la puerta, con el pequeño pelinegro travieso detrás, escondido en su espalda— Gun, me alegra mucho verte. —y le extiende los brazos dispuesto a recibir a Gun en ellos, quien se acerca a darle un abrazo pero New tira de su Daddy hacia atrás—. New...

El pequeño asoma de nuevo, con la lengua fuera para Gun, quien sigue de pie ahí, a medio abrazo y confundido.

—Mío. —y se vuelve a esconder.

Tay suspira.

—Newwiee, ya hablamos de esto, tienes que ser educado. Ellos son amigos de Daddy y han venido a visitarte.

Off asiente, poniendo una gran sonrisa.

—Hola New. —y se agacha un poquito—. Me llamo Off y él es Gun, mucho gusto.

El pequeño novio de Tay asoma, saliendo casi la mitad de su cuerpo, donde Gun puede ver un precioso collar de gatito adornando su cuello.

—Hola. —Tímido y reacio a alejarse de su Daddy, New saluda a ambos—. Me llamo New.

—¡Hola New! —Gun sacude su mano, con una enorme sonrisa brillante—. Traje juguetes ¿Quieres verlos? Y también galletas, mi nana las hizo —a medida que habla, New sale un poquito más, con los ojitos brillando, siempre tomando la mano de Tay— ¡Son riquísimas! Y tengo jugo, puedo darte en tu vasito ¿Te gustaría?

New mira en silencio a Tay, pidiéndole permiso con la mirada y cuando el mayor asiente para él, el pelinegro corre a la cocina a buscar algo. Cuando regresa, lleva consigo un vasito entrenador violeta.

—¡Ven! —Y le toma la muñeca—. Te enseñaré mi cuarto, tengo muchos peluches y un gato. Mi gato es el más bonito...

New arrastra, mientras habla, al pequeño pelinegro, quien mira hacia atrás con angustia. Off le sonríe y le dice "¡Diviértete amor!", dejando así, ir tranquilo por las escaleras a su pequeño ángel.

Tay suspira, recargado en la pared.

—Sigo aprendiendo, todos los días...

Off se ríe sincero, tomando del hombro a su amigo.

—Descuida, es normal. Hace poco Gun me amenazó con irse de casa si no le prestaba atención. —es el turno de Tay para reírse—. Nunca dejas de aprender...

—¿Qué edad tiene?

—Seis. —ambos entran a la cocina, donde hubo una bandeja de crema batida color pistache totalmente regada por la mesa, pero la joven limpió y toman asiento en el pequeño comedor, mientras Tay busca dos copas en la alacena— ¿Y New?

—Tres. —Cierra la puerta, llevando las copas entre los dedos. Off silba—. Sí, siempre ha tenido esa edad y debo respetarlo, cuando accedimos a vivir juntos, el que terminó enseñado fui yo.

—Es muy distinto, ¿Verdad? —Tay sirve ambas copas de vino tinto, extendiendo una a su invitado—. Gracias.

—Un poco, sí. —da el primer sorbo, mirando hacia el techo—.Los Sugar Babies son bastante mimados, así que no tardé en entender a New.

Off se ríe.

—Pero hombre, es un mundo diferente, no te veo de Dom a decir verdad...

—¿Me subestimas, Off Jumpol?

—Mi experiencia me respalda...

—Bah. —Tay suspira—. Eres un engreído, eso pasa.

La habitación de New es grande, con una cama suave de acolchado violeta, muchos cojines blancos y peluches de gato. La alfombra es suave y está limpia, hay una pared llena de cochecitos de juguete y New baja algunos, para compartir con Gun.

—Waaaoh. —Gun observa a su alrededor con curiosidad. Era mucho más grande que su habitación—. Es lindo aquí, eh.

—Daddy lo hizo para mí. —Se sienta con los talones juntos, sobre la alfombra—. Él ha hecho todo por mi...

Gun observa con curiosidad a su nuevo amigo y lo nota triste, suspirando.

—¿Estás bien?

—Sip. Es que... —el pelinegro pucherea— ¿Piensas que soy mimado?

—¿Uh? —Gun abre la boquita de forma adorable.

—Ay... Seguro lo crees. —New suspira y se recuesta en la alfombra— ¡Pero siempre he sido así! —alza las manos al aire, molesto—. Cuando lo conocí, me portaba bien... Y no quiero que me deje porque soy intolerable.

—Oye, estás bien así. —Gun se recuesta a su lado, tomando un poquito de seriedad— Papii me dijo que Tay quería hacerlo formal contigo. No sé lo que signifique, pero creo que es que te ama mucho, así como eres. —Le regala una sonrisa—. Lo conozco desde hace mucho ¿sabías? Y sé que te ama, se nota cuando te ve.

—El próximo mes tendré mi collar de pertenencia. —ambos miran al techo lleno de estrellas fluorescentes, con los deditos entrelazados sobre sus barrigas—. Estoy nervioso por esto, creo que lo presioné.

—¿Por qué te dará un collar?

Al mirar su cara de confusión genuina, New abre los ojos con sorpresa.

—¿No lo sabes? ¡No lo sabes! ¡Gun!

—¿Qué? —alarmado, se sienta, al igual que su anfitrión.

—Cuando recibes un collar, significa que tienes dueño. —New comienza a explicar, apresurado y realmente alarmado de que Gun no lo supiera—. Tu Daddy te da uno de consideración antes, te enseña y te pone reglas. ¿Tienes reglas?

—Están pegadas en el refri...

—Y un horario, debes tener uno.

—Tengo uno, en una pizarra, lo sigo todos los días, incluso cuando Papii no está.

New asiente ante la información.

—¿Tienes un collar? —y se acerca, quitándole sin aviso previo la sudadera al menor, revelando su cuello desnudo—. Hm, supongo que a tu Daddy no le gusta eso, no todos lo hacen.

—¡Pero yo quiero uno! —Gun pega un brinquito en su lugar, con la sudadera mal puesta todavía en los brazos—. El tuyo es bonito...

New lo mira en silencio por un momento, pensando.

—Off debe darte uno. Puedes pedírselo —lo mira con los ojos entrecerrados— ¿Has sido bueno?

Sonrojado de furia, Gun asiente.

—¡Yo siempre soy bueno!
—Bien, bien. —New abre el closet de donde toma una computadora portátil y se sienta de nuevo a su lado—. Te mostraré algunas cosas, porque yo no lo sé todo. —El fondo de pantalla aparece mostrando la foto de un close-up del gatito de New—. Tranquilo Gun, voy a enseñarte todo. Hay collares muy bonitos, creo que te quedará bien uno color celeste o azul...

New le explicó todo lo que Gun no sabía, que realmente no era demasiado porque a pesar de que el pelinegro llevaba años dentro de la escena y el mundo del DD/lb y Gun era un novato que sólo conocía a Off, este le supo explicar todo lo que preguntó... Pero nunca pensó en eso de los collares.

Él tenía collares de juego, muchos y con varios diseños bonitos, además del collar de Protección que Off le entregó para la primera vez que salieron a una fiesta en una Kinky House, pero Gun no conoció a nadie ahí, todavía era muy tímido, por lo tanto no preguntó...

Mas tarde, se despidieron con muchos abrazos y prometieron volver pronto. 

New le susurró algo en el oído y Gun asintió, dispuesto a hacer varias preguntas al llegar a casa. Habló de lo que hizo con New en el auto, omitiendo para cuando llegaran a casa todas sus dudas... Puede que eso fuera mentir y mentir estaba prohibido con Papii...

Al llegar a casa, Jennie ya descansaba en su habitación, habiendo dejado la cena lista en la cocina. Off llevó su maleta a la habitación y Gun espero sentadito, para cenar juntos.

—Papii... —el pequeño mueve con el tenedor su pasta en el plato, sin mucha hambre.

—¿Qué pasa mi cielo?

—¿Tú me amas mucho?... —Off asiente, pero deja de lado su comida para tomarle las manos, preocupado.

—¿Está todo bien?

Gun niega con la cabeza.

—Quiero un collar. —lo dice sin más, sin saber si es bueno o malo pedirlo. Off se queda mudo y deja de acariciar sus dedos— ¡New tiene uno porque va a hacerlo formal! ¿Por qué no podemos hacerlo formal? Yo... Yo quiero que me des un collar bonito y y que me ames formal y-

—Gun. —interrumpe, serio y limpia una lágrima del rostro de su pequeño— ¿Crees que no te amo porque no te he puesto en Consideración?

Gun niega cabizbajo, mordiendo su labio. Previamente, New le explicó las etapas de recibir un collar y la Consideración era algo así como un entrenamiento.

—N-no, pero es que-

—Gun, escúchame. —le toma la barbilla con cariño—. No lo he hecho, no te he puesto bajo consideración porque tú para mí ya eres perfecto, porque me completas y haces maravillosos todos los días. No necesito que me demuestres nada. —Off le besa los nudillos—. Si quieres un collar de Pertenencia, te lo daré y no porque sea un capricho. —Gun cierra la boca al escuchar lo último, que justamente iba a argumentar—. Porque te amo, porque quiero estar contigo para siempre y si mi bebé quiere uno, lo tendrá. —Off se levanta de la mesa, para rodearla y tomar en brazos al pelinegro que se limpia con los puños las lágrimas—. Será una sorpresa ¿está bien? Supongo que ya sabes que yo tendré la llave ¿Estás bien con eso?

Gun asiente, con la mejilla recargada en su hombro.

—Sí.

—De acuerdo. —le besa el hombro rápidamente, subiendo los escalones hasta la habitación que comparten—. Anda, no llores más mi cielo, tomemos un baño... ¿Quieres?

—Mhm...

Off rueda los ojos divertido, acostumbrado al breve periodo de sumisión arrepentida que tiene Gun después de una rabieta.

—¿Me amas mucho?

—Mhm...

—No te escuchooo —Off alarga la o, mientras pasa sus largos dedos por las costillas de Gun, amenazando con hacerle cosquillas.

—¡No!

—Ah, ¿Entonces no me amas?

Deshechos en risas y cosquillas, terminan recostados en la cama, cansado y adolorido Gun, de tanto reír.

Off le aparta el cabello de la frente, mirándolo desde arriba.

—Te amo, Gun...

Gun asiente, con los ojitos cerrados y una enorme sonrisa.

—Yo también te amo, Papii...

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ