La raiz de todo mal (parte 2)
Giyu observaba a su hermana mejor, tenían cerca de una semana desde que Tsutako había sido dada de alta del hospital.
Yue, el novio de la chica, les había prometido ayudarla, y lo ha incumplido, él mismo día que los hermanos Tomioka habían regresado a su casa, Yue los había acompañado, los dejó solo un par de horas, ya que había ido a hacer las compras para la casa.
El chico volvió con muchas bolsas, desde lo más básico, como papel higiénico, hasta carne y pescado, incluso el chico había comprado las vitaminas y suplementos alimenticios que ambos hermanos necesitaban para recuperarse completamente.
Yue fue el ancla de Tsutako, sin él sentía que se hundía en las deudas, pero el chico fue un soplo de viento.
- gracias por todo lo qué haces por nosotros- decía la chica acomodando las cosas en el refrigerador
- te dije que yo te ayudaría, sabes que te quiero y haría todo por ti- dijo el chico sonriendo
- yo también quiero agradecerle señor Yue, gracias a usted mi hermana esta mejor-
Yue le sonrió a Giyu y Tsutako casi rompe a llorar, su hermanito era la ternura personalizada, tan educado y amable.
- amó a tu hermana y prometí ayudarlos, a ti también te quiero Giyu, espero algún día puedas decirme onii-san-
Giyu solo se quedó pensativo y no dijo nada, terminado de acomodar las cosas para luego ir a su cuarto.
- espero puedas tenerle paciencia- dijo Tsutako con un semblante triste - desde la muerte de nuestros padres, solo somos nosotros, a él le afecto demasiado la perdida-
- lo comprendo y no te preocupes, cualquier cosa que necesites, no dudes en decírmelo-
Tsutako se quedó pensativa un momento
- bueno hay un viaje... no olvídalo-
- dime, no te lo guardes-
- pues... mi otooto tiene un viaje a la playa y al santuario Shinto, el viaje cuesta 34000 mil yenes, prometo pagártelo, solo debo encontrar un mejor trabajo y...-
- lo pagaré, todo por verte feliz-
La chica lloró y luego lo abrazó
- no se que hice para merecerte-
- solo estar en el lugar y momento correcto-
Una sonrisa iluminó ambos rostros, la vida era perfecta... por el momento
Tsutako se encontraba comprando la despensa de la semana, los meses habían pasado y ahora todo estaba mejor.
Los hermanos Tomioka se encontraban más saludables que nunca, Tsutako había encontrado un trabajo, gracias a un amigo de Yue, en una pequeña tienda al otro lado de la ciudad, la paga era buena y con la ayuda de Yue, se las arreglaba para poder pagar los gastos de Giyu.
Giyu había podido asistir al viaje escolar y había regresado más alegre que nunca, incluso le había agradecido con una enorme sonrisa a Yue por todo.
Sintió su teléfono vibrar y luego vio el mensaje en su celular
"En la tarde quiero platicar algo contigo"
Ese mensaje le dio nervios a la pelinegra, qué tal si Yue se había cansado de lidiar con ella, tal vez ya estaba molesto de tener que ayudarlos, con tristeza termino de hacer las compras, prepararía el favorito de su hermanito, si hoy la dejaban, mínimo quería ver la sonrisa de su pequeño otooto para poder sobre llevar la pena.
- onee-san, ¿estás bien?-
Tsutako dejó el mandil en la encimara de la cocina y sonrió
- si, solo estoy un poco pensativa, no es nada, hoy vendrá Yue y no se, ya sabes el, pues-
Giyu se acercó a su hermana y la abrazó
- si tienes dudas sabes que yo estaré siempre para ti onee-san, juntos podemos los dos-
Tsutako abrazó a su hermano, sus palabras eran ciertas, si Yue se iba, ella podía seguir con su hermanito, Giyu era su motor para vivir, no necesitaba más.
El sonido de la puerta interrumpió el abrazo y luego Yue entraba detrás de la chica
- bonita, quiero decirte algo y...-
- ¿puede ser después de la cena? quiero que mi hermano se acueste temprano ya que mañana tiene un día largo en la escuela-
- claro que si-
La cena fue silenciosa y tranquila, normalmente Tsutako era parlanchina y sonriente y ahora solo estaba tranquila y comiendo lentamente
- onee-san, ya acabe, me iré a lavar los dientes y a dormir- Giyu le dio un beso a su hermana y luego saludo a Yue - buenas noches Yue-san-
- buenas noches Giyu- Yue vio al hermano menor de su novia irse - tu hermanito es siempre muy educado-
- si, es un encanto-
- entonces, quiero decirte algo, se que las cosas están yendo un poco rápido y...-
- ¿quieres terminar?-
- ¿que? no, pero si te quiero pedir algo-
Tsutako se intrigó por eso
- no es nada malo pero, se que tienes algunos problemas, no como antes pero, mi casa está más cerca de donde trabajas actualmente, hay una escuela cerca, puedes cambiar a tu hermano y quiero que vivas conmigo, quiero compartir cosas contigo, despertar a tu lado y- Yue sacó una caja azul - quiero casarme contigo-
Tsutako comenzó a llorar, pero no pudo responder
- necesito pensarlo, mi hermano, él es lo más importante en mi vida y, puedes darme tiempo-
Yue asintió y le dio un beso en la mejilla
- vendré mañana para tu respuesta-
Yue salió y Tsutako vio el cielo gris, esperaba que la lluvia no mojara a Yue, comenzó a llorar, tal vez no debía arrastrar a Yue en su vida, pero luego sintió unos brazos que la confortaron.
- el te hace feliz, no dejes que se vaya-
- pero tú y yo-
- seremos tu, yo y Yue, y si él algún momento se va, siempre seguiremos siendo tú yo, podemos agrandar, pero siempre estará el tú y yo-
Tsutako sonrió y besó la frente de su hermano y fue corriendo tras Yue, la lluvia comenzaba a caer y Giyu fue tras ella, desde la entrada vio a su hermana alcanzar a Yue, salió un poco para ver mejor y a pesar de que las gotas comenzaban a aumentar y mojar su cabello azabache, vio con una sonrisa como su hermana se abrazaba a Yue, ese día bajo la lluvia sonrió con emoción genuina, su hermana era feliz y él también lo sería.
Mudarse había sido fácil, Yue había contratado un camión de mudanza para cambiar todo en una sola vuelta, el departamento de Yue era espacioso, tenía muebles muy lindos y tres recamaras.
Yue le pidió a Tsutako que durmiera con ella, ya que un cuarto era para guardar papeles del trabajo importante y otro sería para Giyu, ella no pudo negarse.
El cambio había sido bueno, Giyu había conocido compañeros nuevos y ella se dedicó a su hermano, ya que el trabajo de Yue era de buena paga, él la convenció con que debía estar al pendiente de su hermano y él estaba más que agradecido ya que ella preparaba comida deliciosa y siempre la casa estaba impecable con la limpieza que Tsutako realizaba, prácticamente eran un matrimonio, solo faltaba el papel.
Los de servicio infantil estaban contentos de que Tsutako se dedicara a su hermano y viviera con un futuro esposo, eso la hizo muy feliz, la habían dejado de poner a prueba y si seguía así, le prometieron ceder la custodia completa en unos años.
Tsutako comenzó a limpiar, pronto su hermano regresaría de la escuela y prepararía la cena para todos, estaba tan feliz, que no notó el punto rojo detrás de la rejilla de ventilación.
Los años pasaron y Giyu ya tenía doce años, estaba a punto de ingresar a la secundaria inferior, cuando las cosas comenzaron a cambiar de a poco.
Yue se la llevaba fuera de casa, a veces solo venía a dormir, su hermana se dormía en el sillón esperando su regreso, fue así durante toda la secundaria inferior, además de que la boda se había suspendido, Yue alegaba que tenía algunos problemas económicos, pero Giyu no se atrevía a decirle a su hermana que esos solo eran pretextos, Tsutako era feliz a su modo y él no podía hacerla llorar.
Pero todo cambio en un día, uno que marcaría la vida de ambos para siempre.
El día que Giyu se había graduado de la secundaria inferior y su hermana fue a apoyarlo, Yue llegó tarde, pero si había notado algo y eso era la pequeña mancha en su cuello, Tsutako la vio pero solo calló, en la noche los escuchó discutir, luego escuchó a su hermana llorar y a Yue irse.
Consoló a su hermana y la abrazó, cuando sin querer, lo vio, un punto rojo, era casi imperceptible, estaba en la habitación que su hermana compartía con Yue, abrió la ventanilla de la ventilación y dentro estaba una pequeña cámara.
- esta debe ser una broma-
Ambos hermanos comenzaron a buscar y encontraron varias cámaras que transmitían en vivo, entonces ambos lo supieron, derribaron la puerta del cuarto de "papeles de oficina" de Yue y dentro estaban varios monitores, algunos con escenas de Tsutako cambiándose y otros en el baño, Giyu salió de inmediato y Tsutako palideció de horror, más cuando vio cajas con mercancía y pastillas, no solo se dedicaba a consumirla, si no también era un distribuidor.
Tenían que irse de inmediato, Yue era un enfermo, Tsutako no pensaba que fuera ese tipo de persona, pero nunca lo imagino, tantas llegadas tarde, el dinero que presumió de la empresa, era de explotar la belleza de las chicas y ahora Tsutako era su estrella del día, las drogas también dejaban mucho dinero, era por eso que siempre vestía bien y siempre se la llevaba en antros, solo buscando clientes que compraran sus cosas.
Tomó una maleta y comenzó a empacar sus cosas, pero ya era tarde, escuchó ruidos y luego el grito de su hermano, corrió para ver en la sala a Yue acompañado de varios tipos y uno de ellos tenía a Giyu inmovilizado.
- creo que descubriste mi pequeño secreto bonita, lastima, eras la estrella de mis videos-
Tsutako solo sintió un golpe, luego voces y al final oscuridad.
Tsutako se despertó amarrada a una cama y varias cámaras en la habitación, su hermano estaba atado a una silla, los ojos de Giyu estaban vendados y su boca amordazada e intentaba escapar y en una mesa varios artefactos extraños.
- bien, esta será tu última actuación bonita, pero prometo que será memorable, unos amigos me ayudarán y podrás disfrutar esta noche, serás la estrella principal y me darás millones con esto-
La transmisión empezó, los yenes comenzaron a llover
- preparada bonita- dijo Yue tomando un tapón anal, mientras los otros chicos se quitaban la ropa - esta noche será la despedida-
Giyu comenzó a despejarse y a llorar con los gritos de su hermana, no podía ver, pero si escuchar.
Durante horas escuchó a su hermana gritar y llorar, mientras Yue y los otros reían, Giyu solo podía llorar y gritar, al cabo de unas horas escuchó la puerta y luego Yue le quitó la venda, Giyu deseo que no lo hubiese hecho, en la cama, su hermana se encontraba golpeada, ensangrentada y la sábana solo cubría su torso, las lagrimas se habían secado en sus mejillas y su voz estaba apagada, sus ojos, los cuales antes brillaban, se encontraban opacos, parecía una muñeca sin vida.
- tu hermana fue lo mejor que he tenido, pero tenía que encontrar la cámara, pero en fin, ya así no me sirven-
Giyu quería gritarle y golpearlo, pero luego vio al chico acercarse a Tsutako y apuñalarla en el estómago, una y otra vez.
Giyu gritó y lloró, su hermana dio unos gritos y las sábanas se teñían de carmesí
-tus ultimas palabras- dijo Yue quitando la mordaza de su boca y empuñar un cuchillo-
- juró por mi onee-san que te matare-
Después de esas palabras, Giyu sintió varias puñaladas en su estómago.
Perdía sangre y luego fue cargado a una camioneta, con el cuerpo de su hermana a su lado, luego fueron arrojados en una calle poco transitada, era de noche y llovía, su cuerpo rodó lejos del de su hermana pero apreciaba que el pecho de ella aún se movía lentamente, con sus últimas fuerzas se arrastró a su hermana, si era su último soplo de vida, esperaba pasarlo al lado de su hermana.
Al llegar a ella vio que se ahogaba con su propia sangre
- onee-san- Giyu apenas podía hablar
- otoo..to, te...amo...per...don- decía llorando Tsutako mientras las sangre corría por sus labios
- yo también te amo onee-san, esperemos reunirnos con mamá y papá-
- sería...lindo- dijo su hermana sonriendo y dando su último soplo de vida
Giyu comenzó a llorar y a ver negro, ya no tenía sentido luchar, cerró sus ojos y se dejó guiar por la muerta...
Giyu despertó en una cama de hospital, a su lado habían dos hombres, uno muy alto con un rosario en su manos y otro de melena corta y sonrisa amable
- por fin despiertas, te encontré en la calle y te traje aquí-
- ¿mi hermana?-
Los otros solo bajaron la mirada
- debieron dejarme morir entonces-
- tienes mucha vida por delante, eres joven-
- no sin mi hermana-
- ¿que es lo que deseas?- el más bajo le preguntó a Giyu, había visto la mirada del chico.
Cuando su saiko-komon le había informado que encontró a un chico con vida y a una señorita con signos de abuso y muerta en el límite de su territorio, se había molestado, él protegía a los ciudadanos y sabía que esas cosas las hacía el clan rival, se encargaba de salvar a las personas víctimas de esas tragedias, pero el chico no tenía a nadie más, su hermana había sido víctima de un joven que explotaba y abusaba de jovencitas, uno que ya estaba en la lista de muerte del clan Ubuyashiki y ese chico parecía tener lo necesario para sobrevivir en el clan.
- quiero asesinar a quien hizo sufrir a mi hermana-
Las palabras claras, con convicción y tan seria eran lo que necesitaba el hombre
- la tendrás, pero debes recuperarte Gyomei te ayudará y podrás vengarte-
Giyu asintió y al día siguiente salió, el funeral de su hermana fue privado y días después una katana en sus manos fue entregada.
Las semanas pasaron y por fin estaba listo, Himejima se sorprendió, lo que muchos aprendían en años, el chico lo había hecho en semanas.
Cuando capturaron al grupo de Yue, todos fueron eliminados a excepción del líder, Giyu se acercó al chico que una vez le pidió que le dijera onii-san, quien lo alimentó y dio un mejor hogar, el mismo que había engañado a su hermana, la había hecho llorar, la violó y mató.
- vine a cumplir mi promesa Yue-
- no lo hagas, te daré dinero, joyas, drogas, perdóname Giyu, recuerda que yo te cuide de pequeño Giyu-
La katana atravesó el cuerpo de Yue y la sangre salpicó el rostro de Giyu
- no mereces el perdón, espero te pudras en el infierno por todo lo que le hiciste a mi hermana-
Himejima vio al chico acercarse a él, pidió ser llevado con el oyabun y se sorprendió que al ver al líder, Giyu, con tan solo quince años, se arrodilló y pidió ser parte del plan, jurando lealtad eterna al oyabun.
Ese día Giyu Tomioka, el ciudadano ejemplar había muerto y renació como Giyu Tomioka un chico que se convertiría en unos años en el ejecutor más temido del clan Ubuyashiki...
Espero les guste
Los kiere y ama inukagban
Rakel 😘😘😘😘😘😘😘😘😘
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