16 ─── they don't understand
CAP. DIECISÉIS [ 3 ]
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Al día siguiente, Heaven regresaba junto con River a la casa de Sam, ya que había ido por una maleta a su casa, sólo con lo necesario.
─Ah, hola. ─sam la recibió con su linda sonrisa de siempre. ─Pasa.
─Sí Sam, gracias.
─Hola Heaven. ─amanda le saludó. ─¿Segura de que ya es todo.
─Sí, segura.
Luego vió a Daniel entrar a la sala.
─Bienvenida Heaven, siéntete como en tu casa, y si algo te molesta por favor házmelo saber.
─Claro, gracias... gracias Señor LaRusso.
──── [☁] ────
Los días pasaron más o menos bien, o si se puede decir bien, sí lo estuvieron. Heaven y Daniel no habían compartido otro de esos momentos por ahora.
Habían tenido sus primeras clases con Daniel y Johnny como sus dos sensei, ya que habían decidido trabajar en equipo, unir las habilidades de ambos, y así poder acabar con todo el daño que Cobra Kai estaba haciendo.
Solo que ahora le resultaba incómodo a Heaven tener a ambos hombres ahí, juntos. Cómo quería nunca haberse metido con ninguno de los dos, claro, y eso pensaba después de haberse cogido ambos. Que irracional.
Pero ahora estaba con River, iban regresando a casa del muchacho después de haber estado casi todo el día juntos.
─Mamá, papá, ya llegue. ─abrió la puerta. ─Traje a Heaven conmigo.
No obtuvo una respuesta, por lo cual llamó a sus padres y éstos le dijeron que habían salido y regresarían más tarde.
─Bueno, estamos solos. ─se acercó a su novia.
─Ay Dios. ─ella rió un poco. ─¿Y que hacemos?
él sólo le sonrió. ─No vamos a hacer nada que te incomode... ¿Que quieres hacer tú?
─Pues podemos ver una película, no sé, realmente no se me ocurre nada.
─Lo que tú digas.
Habían preparado algunas cosas para comer, mientras se acomodaban en la sala para ver cualquier cosa en la televisión.
Estuvieron bien interesados durante la próxima hora, la película estaba entretenida y divertida, era lo que River pesaba, y aparentemente Heaven pensaba lo mismo.
Pero no era eso.
Aunque hace unos días estaba jugando al papel de malvada, que no le importaba nada, ahora estaba pensando un poco más seriamente las cosas. Y por milésima vez llegó a la conclusión de que River no merecía a una persona como ella, él era tan bueno, ella simplemente no sabía ni quién era.
Además, también pensó otra cosa. Si estuviera a solas con Daniel, lo primero en lo que él pensaría sería en sexo. No en hacerla sentir cómoda y tranquila, sin la necesidad de satisfacerse él mismo. En cambio River hacia todo lo contrario, pensaba primero en la comodidad de Heaven.
Y Johnny era casi igual a River, él tampoco tocaba el cuerpo de Heaven sin que ella se lo pidiera o le diera señales de que lo hiciera. Pero ahora sería más difícil, porque parecía que a Johnny le gustaba Carmen, todo apuntaba a lo mismo, a qué eran pareja, y si no lo eran, pronto lo serían.
Pero mejor quería sacar esos feos pensamientos de su mente, y tratar de auto-convencerse de que los sentimientos que le tenía a River eran más grandes y más fuertes que cualquier otro tipo de sentimientos o simplemente deseo.
Giró su rostro, para toparse con el del chico, le sonrió y empezó a besar con delicadeza sus labios. Aunque eso no bastaba, unos simples besos de niños inocentes no eran lo que ella buscaba.
Así que sin parar de besarlo, subió en el torso de su novio, ahora el beso se tornaba diferente, más desesperado, con ganas de más.
─Eres muy guapo. ─se rió un poco, mientras miraba cada detalle de su rostro. ─Nunca había puesto tanta atención.
─Que la mujer que amo me diga eso, es lo mejor que puedo escuchar.
─¿Que tanto me amas?
─Muchísimo Heavy.
se quedó un rato callada, tratando de preguntarle algo, eso sí sin verse tan lanzada, aunque no había otra manera de preguntar si no era de la manera directa.
─¿Me llevas a tu cuarto? ─le susurró cerca de sus labios.
Él ahí lo entendió todo, sabía que era lo que Heaven buscaba. Y sinceramente él se sentía feliz, se sentía bien, si amaba a Heaven, tanto que a veces se había imaginado escenarios más íntimos con ella, pero no se atrevía a dar él el siguiente paso, quería que Heaven estuviera segura de querer hacerlo, no quería hacerla sentir obligada.
Y ahí estaban, en la habitación de River. En su cama exactamente. Besándose, derrochando pasión y ganas de darse más amor.
Amor.
Al menos eso pensaba River.
─¿Estás segura? ─se detuvo sólo para preguntar.
─Por supuesto... No quiero a nadie más que no seas tú.
Le sonrió para así poder continuar con lo que habían empezado. Le quitó su ropa, él se quitó su camisa, seguía besando su cuello, acariciando delicadamente cada parte de su cuerpo.
Ya después de un rato de besos y toqueteo, se bajó el pantalón, fue a ponerse un preservativo y entonces al fin estaba dentro de su novia.
─¿Todo bien?
─Sí Riv... Sí, todo está... Bien. ─suspiró.
Entonces, después de escucharla, siguió dandole la satisfacción que sabía que le estaba gustando, lo podía notar en sus gestos y en sus gemidos.
Todo lo hacía con suma precauciones, de hacer que Heaven se sintiera bien con él, para poder repetirlo y que todas las próximas veces sean perfectas. Tenía cierta experiencia, no tanta como a la que Heaven estaba acostumbrada, pero había tenido sexo varias veces anteriores de esas.
Aunque él no tenía ni mínima idea de las veces anteriores de Heaven.
Siguió haciendo su trabajo, lentamente al principio, después acelerando sus movimientos. La tenía sentada encima de él, por lo cual la empujaba hacia él cada vez con más fuerzas, haciéndola disfrutar más, haciéndola sentir en las nubes.
Ella por un momento se olvidó de todo, extrañamente hasta de River, que estaba tan cerca de ella. Solo se concentraba en el placer que estaba sintiendo en ese momento, en como cada movimiento más del chico la hacía mirar las estrellas.
Le recordó tanto a algo que pasó hace tiempo.
La primera vez que tuvo sexo y fue con Johnny Lawrence.
Sí lo extrañaba, y su mente estaba tan jodida que no sabía quien extrañaba, si a Daniel o a Johnny.
Sabía que para Daniel ella no significaba nada más que algo para pasar el rato, por más feo que suene, él jamás la vería como algo más, algo serio, y lo peor era que ella estaba consciente pero no le importaba.
Y ahora iba a pasar lo mismo con Johnny. La última vez que estuvo con él, hasta sintió que la obligó, ya no era el mismo que se quedaba esperándola hasta que ella decidía marcharse. Ya hasta parecía la misma rutina que con Daniel.
Entonces, si River era lo contrario a ellos dos, si con él podía tener toda la estabilidad que tanto deseaba ¿Por qué simplemente no se decidía por él y cortaba hasta el más mínimo lazo con los dos hombres?
De igual manera, ahí estaba encima de River, bueno, su cuerpo lo estaba, su mente había viajado atrás en el tiempo, exactamente a la última vez que había tenido sexo y fue con Daniel en su casa.
─Ay Heaven, eres tan bonita... No sabes cuánto me gustas.
─Tambien usted me gusta.
─¿Usted? ─se rió un poco.
─Sí... Señor LaRusso.
─¿Que? ─se detuvo de golpe.
─Mierda... ─murmuró, cerrando sus ojos llenisíma de arrepentimiento.
─¿Cómo... Cómo acabas de llamarme?
─River lo siento mucho, de verdad no es lo que estás pensando.
Él la bajó de encima suyo, se levantó de la cama y empezó a vestirse. En cambio ella se quedó ahí, tratando de pensar en como arreglar eso.
─River... Por favor.
─¿Por favor qué?
─Dejame explicarlo.
─¿Explicar que, Heaven? ¡Estás conmigo pero estaban pensando en Daniel LaRusso! ¿Que rayos pasa contigo?
─Ya te dije que no es lo que parece.
─¿No? ¿Entonces que es? Yo sé perfectamente no que escuché, lo nombraste a él. ¿Por qué carajos habrías de hacerlo?
Nunca pensó que eso pasaría, en que alguien la describiera. Bueno, Johnny ya lo había hecho, pero para su suerte no había dicho nada. Ahora no sabía que hacer para que River tampoco lo hiciera.
─Por favor, no me digas que te gusta él.
─¿Que? No no, claro que no.
─¡¿Entonces explícame porque dijiste su nombre estando conmigo!?
Si tan sólo tuviera una excusa, se la diría ahí mismo, pero no se le ocurría nada.
─Tal vez, no por nada Samantha es tu mejor amiga.
No tenía el valor de echarla de su casa, por muy molesto que estuviera con ella. Así que mejor se inventó algo más, sabía que Heaven no se quedaría sola ahí.
─Tengo que salir. ─se detuvo en la puerta. ─Y por favor, si te gusta Daniel LaRusso mejor dicelo a Samantha de una vez y arreglen este bizarro enredo... No puedo creerlo. ─salió de la habitación.
─River. ─se vistió rápido y lo alcanzó en las gradas. ─Por favor, no le digas nada de esto a Sam. No me gusta su papá, obviamente, pero no le digas algo que le haga creer lo contrario.
─No claro que no, eso lo vas a hacer tú.
─Yo nunca le hablaré a Samantha nada de esto.
La ignoró y mejor siguió su camino.
Heaven igual, fue directo a la casa de Sam, ya que por el momento se estaba quedando ahí.
──── [☁] ────
─Heaven, hola. ─amanda la recibió con una sonrisa.
─Hola. ─le devolvió el gesto.
─Pasa... ¡Anthony, apúrate! ─le gritó, después miró a heaven. ─Te quedarás sola un segundo ¿No te importa? Es que iré a dejar a Anthony a casa de un amigo y luego voy a pasar a hacer unas compras, Sam está con Miguel pero no tarda en llegar, y pues Daniel está en su trabajo.
─Claro, no pasa nada.
Después de un rato, Anthony bajó con su mochila y ya estaba listo para ir con su abuela.
─Hola Heaven. ─chocó su mano con la suya. ─Te veo mañana.
─Sale, te cuidas muchacho.
Después de un rato, estaba llorando, porque ahora sí todo parecía irse a la mierda. Nunca le dijo directamente a River que sí sentía cosas por Daniel, pero estaba segura de que él por su cuenta ya lo sabía... Y ella sabía que lo había perdido.
O eso creía, porque hay personas tan inteligentes, pero tan estúpidas. Producto del buen corazón que tienen.
No sabía de dónde lo repondría, o tal vez nadie se daría cuenta, de que tomó una botella de whisky de las que tenían Daniel y Amanda, para empezar a tomarle. No había nadie, y así sería por un largo rato, así que no había de que preocuparse.
O bueno, eso pensaba, porque después de una media hora llegó Daniel, porque había dejado unos papeles que ahora necesitaba.
─Hola. ─saludó metiéndose a la casa. ─¿Cariño? ¿Sam? ¿Anthony?
─No está su cariño. ─heaven se acercó a él. ─Ni Anthony ni Samantha.
─Heaven... ¿Que pasó?
─Nada ¿Por qué?
─Quizas porque hueles a alcohol.
─Ay señor LaRusso, usted no entiende nada.
─Dime que tienes, tal vez lo entienda.
─Es que... Yo... ─suspiró. ─A veces solo quisiera simplemente morir. Siento que no aporto nada al mundo. ─empezaban a salirle las primeras lágrimas. ─¿Hasta dónde cree que llegaremos? ¿No cree que algún día alguien se dará cuenta de todo esto?
─Bueno, yo-
─Y lo peor es que usted ni siquiera me quiere... Yo me arriesgo tanto, y usted vive su vida tranquila como si nada.
─Pues si tú quieres podemos parar justo aquí.
─¿Lo ve? ¿Tan fácil que es para usted sacarme de su vida? ¿No piensa en mí y en mis sentimientos?.. ¿Si sabe que yo lo amo?
─No Heaven, no es amor. Desde el principio acordamos en que el amor no se atravesaría.
─¡Pues no me importa! Yo sí siento cosas, no me gusta simplemente ser la puta distracción de alguien como usted... ─se tranquilizó un poco. ─Yo sé que le pido mucho, pero sólo quiero que me ame igual.
─Es que no puedo.
─Claro, no puede, no con su familia perfecta de por medio.
─Lo siento.
Ella fue a sentarse en una silla, para ahogar todas sus lágrimas en otro trago, cada uno mas profundo que el anterior. Daniel no se lo permitió, así que le quitó la botella.
─Ya Heaven, ya no.
Ella lo miró con una cara triste y ojos aguados de las lágrimas que contenía, y su único impulso fue abrazarlo para seguir llorando más.
─Soy una perra, soy la peor persona, Dios mío, no merezco nada de lo que Sam me está dando... Tan sólo mireme, acostándome con el papá de mi mejor amiga y encima le digo que lo amo.
─Ya, ya, tranquila. ─pasaba sus manos por su pelo.
─Si tan sólo hubiera tenido un papá como usted.
Así estuvo por los próximos minutos, tratando de calmarla, hasta que después de un largo rato lo logró, Heaven ya no estaba llorando.
Ahora estaba besandolo.
─No, ─la separó. ─creí que ya dejaríamos todo esto de lado.
─Yo no dije eso.
─¿No fuiste tú quien dijo que sólo se estaba arriesgando sin recibir nada a cambio?
─Y no me importa seguir haciéndolo.
─Pero tú confundes las cosas Heaven, lo menos que quiero es hacerte sentir mal, pero tú y yo nunca podremos estar juntos... Por más que ambos lo quisiéramos.
─¡Que no me importa! Así sea un segundo de todo su tiempo, quiero que me lo dedique a mí.
─Pero no será más que un segundo.
─Yo con eso soy feliz.
Se sentó sobre sus piernas, lo continuó besando mientras le iba desabrochando su camisa.
Estaban tan concentrados en ellos mismo, que no se daban cuenta de muchas cosas. Una, en que Heaven tan sólo estaba humillandose, rebajando ella misma el valor como mujer que tenía, escribiendose el papel que iba a tener siempre en la vida de Daniel: la otra, la segunda, la amante, la que no espera nada.
Y otra, que un auto estaba estacionandonse en la casa.
con quién quieren que deje a Heaven para los próximos capitulos? Con Johnny o con Daniel? Ajjajaja
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