05 ─── a new student
CAP. CINCO [ 2 ]
❝ un nuevo estudiante ❞
Sam, Robby y Heaven llegaban de nuevo al dojo, acompañados con un nuevo alumno.
―Papá se va a molestar por habernos ido. ―dijo sam.
―Pero luego nos va a felicitar por traer un nuevo estudiante. ―agregó heaven.
Daniel estaba en el agua del pequeño estanque que había en el dojo, acomodando unas plantas.
―¿Papá? ―le habló samantha. ―¿qué haces?
―El señor Miyagi hizo esto unos años antes de morir. Dijo que era un monumento al equilibrio. ―respondió. ―Pero hoy no va a equilibrar los bonsáis, los va a ayudar a aprender la técnica de la rueda... Métanse ahí.
―¿De verdad quieres que nos metamos? ―cuestionó sam confundida.
―Sí... ¿Y Heaven?
―Viene atrás con su nuevo novio. ―sam y robby rieron.
―Heaven consiguiendo un nuevo estudiante. ―dijo robby.
Pero, ¿era bueno tener un chico nuevo en Miyagi-do, no?
―Hola gente. ―heaven llegó junto a river. ―Señor LaRusso él es River Gray, quiere entrar a Miyagi-do.
―Un gusto. ―saludó el chico. ―Me gustaría poder estar aquí. Un chico de Cobra Kai acaba de golpearme así que...
―Bienvenido a Miyagi-do. ―daniel sonrió. ―Te conozco de algún lado... ¿Jonathan y Delilah Gray son tus padres?
―Eh... sí, son ellos.
―Por supuesto, los he visto un par de veces en el club de playa o algunas cenas.
―Lo despidieron de su trabajo por culpa de Eli Moskowitz. ―dijo heaven.
―¿Por qué no me sorprende? ―comentó larusso. ―Bien, Sam y Robby entren ahí.
―¿No necesitamos trajes de baño? ―pregunta robby.
―Por favor, el agua no le hace daño a nadie.
Los chicos entraron quejándose de que el agua estaba fría.
―¿Y yo? ―heaven preguntó a daniel.
―Esto sólo funciona entre dos personas. ―contestó. ―Después irás con Robby.
―¿Y yo? ―pregunta ahora river.
―Ven conmigo.
Daniel lo llevó hasta donde estaban los autos, los cuales quedan cubiertos por una manta, pero esta vez olvidó cubrirlos y las aves hicieron de las suyas sobre los autos.
―Ay no. ―el chico se quejó. ―¿Me enseñará a hacer kárate o a limpiar autos?
―Por aquí empezaron Robby y Heaven.
River rodó los ojos y tomó la esponja, Daniel le enseñó la manera correcta de hacerlo, así como el señor Miyagi le enseñó a él.
―La mejor parte. ―daniel sonrió y palmeó la espalda del chico antes de ir de nuevo con robby.
―¡Oh, cielos! ¿papá que acabo de pasar?
―No es nada, no te preocupes.
―¿Si no podemos hacerlo en la arena cómo se supone que lo hagamos aquí? ―robby preguntó.
―En el piso es difícil sentir cuando se muere tu pareja. ―dijo daniel. ―Pero aquí, créanme lo van a sentir de inmediato.
Robby y Sam lograron mantenerse en equilibrio sobre la tabla en el agua. Fue tan sólo unos minutos antes de caer en el agua.
Pero siguieron practicando.
Y como Heaven aún esperaba su turno para subir, fue a hacerle compañía a River.
―¡Que bien! ―aplaudió ella. ―Tan sólo te faltan quince autos.
rivee rió. ―Creí que estabas entrenando en esa tabla.
―No, aún falta mi turno.
―¿En serio estoy aprendiendo kárate haciendo esto?
―Créeme, lo estás haciendo.
―No veo el punto.
―Robby y yo pensamos los mismo. El señor LaRusso dice que cuando él era joven también creía eso.
―Bien, confío en ti.
―¿Y Buscarás otro trabajo?
―No lo sé... Sinceramente, no necesito el dinero, mis padres me lo pueden dar, pero no quiero siempre ser una carga. El próximo año iré a la universidad y me gustaría tener mi propio dinero para que mis padres no lo paguen todo.
―No creo que seas una carga para tus papás.
―Hola River. ―daniel llegó. ―¿Cómo vas?
―Bien, creo.
Daniel inspeccionó los tres autos que había limpiando River. Lo había hecho bien.
―Continúa así... Heaven, ven, no puedes distraerlo.
―Pero ella no me estaba distrayendo.
―Además ya es tu turno en la rueda.
Daniel sabía que eso no era cierto. Heaven también lo sabía.
Pero de igual manera, siguió a Daniel. Y entraron a un cuarto que había en el dojo.
―Creí que era mi turno en la rueda.
―¿Con qué nuevo novio? ―daniel se cruzó de brazos.
―¿Qué?
―Creí que dijiste que eras mía.
―¿Piensa que salgo con River? ―rió bajo. ―Lo acabo de conocer esta mañana. ―se acercó a daniel, a centímetros de su rosto. ―Y usted sabe que soy toda suya. ―susurró muy cerca de sus labios.
―Y así es como me gusta. ―puso sus manos al rededor de su cintura. le dio un corto beso en los labios. ―Debo ir a ver a los chicos. Y ya es tu turno.
Daniel salió, Heaven unos minutos después.
Sam y Robby ya habían avanzando y su sincronía parecía casi perfecta. Sam bajó de la tabla para un Heaven subiera y practicara también. Fue difícil, mucho, pero luego de tanto intentar -y de caerse al agua- por fin habría logrado un buen equilibrio.
Y a Daniel se le ocurrió la gran idea de subir a los tres a la tabla.
Hicieron algunos movimiento, no fueron perfectos eso sí. Pero entre ellos mismos se corregían y podían sentir cada vez mejor su avance.
Pero de igual manera cayeron al agua.
Y volvieron a subir.
Hasta que por fin les salió perfecto a los tres.
―Señor LaRusso creo que terminé. ―river llegó.
Daniel fue a ver los autos que el chico había limpiando. Al parecer estaban bien.
―Esto está bien. ―dijo daniel mientras los revisaba.
―¿Ya me puedo ir?
―Por supuesto River, nos vemos aquí mañana a las ocho en punto.
―Hasta mañana.
―Adiós.
River iba a la salida y encontró a Heaven acomodándose de nuevo sus tenis, estaban muy mojados y era algo molesto.
―Ya es noche. ―daniel le habló a la chica. ―¿Necesitas que te lleve?
―Muchas gracias señor LaRusso pero River pasará a dejarme a mi casa esta noche.
―¿Se irán juntos?
―Su casa queda de paso a la mía. ―respondió river. ―Y si me intentan asaltar-
―Yo asesinaré al asaltante. ―heaven rió, river también. ―Hasta mañana, señor LaRusso.
―Claro, hasta mañana... Vallan con cuidado.
¿Daniel solamente quería llevar a Heaven a su casa o quería repetir lo que ha pasado en el coche?
Como sea, le gustaba más la idea de llevarla él a su casa, y no River.
──── [☁] ────
―No puedo creer todo lo que tenemos en común. ―dijo river.
―¿Quién lo diría, no?
―¿Harás algo mañana después del entrenamiento?
―Sam me invitó al club de playa?
―¿Tú también vas?
―Nunca he ido ¿tú sí?
―A veces mis padres quieren que los acompañe. Para convivir con la gente rica de encino. ―hizo una mueca que hizo reír a heaven. ―Espero verte ahí mañana. ―puso su mano en el hombro de ella, mirándola. con una sonrisa que, mierda, enamoraba a cualquiera.
―Eh... yo... yo también. ―¿en serio estaba tartamudeando?
Ya estaban frente a la puerta de su casa.
―Nos vemos mañana. ―se despidió él. ―Que tengas una linda noche.
―Y tú. ―sonrió. ―¿Podrías pasar por mí mañana?
―Por supuesto.
Espero a que River se alejara para cerrar la puerta y entrar a su casa. Había conocido a un chico -de su edad- que la hacía sentir un poco segura, desde el hecho que la intentó defender esta tarde.
No pudo, pero lo intentó.
Entró más a su casa, iba en dirección a la cocina para sacar algo del refrigerador.
Pero encontró a su padre tirado en la alfombra de la sala. Etaba dormido, al menos no recibiría insultos para parte de él. Sólo subió a darse un baño para después dormir.
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