El llanto de un bebé lo hizo despertarse algo asustado aferrándose a la almohada, hasta recordar dónde se encontraba y gruñó levantándose de mala gana notando que ya era de día, bajó la escalera con pesadez siendo inmediatamente rodeado por la manada de Pastores del Cáucaso que le movían la cola.. eso lo hizo sonreír y se tomó su tiempo para acariciar a cada uno antes de caminar a rebuscar en la cocina mientras oía pasos arriba que correspondían al eslavo entrado a la habitación del niño ruidoso para calmarlo, cosa que sucedió en poco tiempo por suerte porque no soportaba el escándalo tan temprano.. o a cualquier maldita hora del día.

Se asomó moviendo las cortinas de la cocina y bufó, la nieve afuera lo superaba en altura y eso esa bastante patético, así que solo se dedicó a tomar pan y jamón para comenzar a comer con algo de molestia, extrañamente.. ese pan de centeno no olía tan agradable como el aroma que emergió del de ojos hielo ayer y se atragantó un poco regañándose mentalmente mientras tosía, ¿Que el maldito comunista tenía un olor agradable?, debía dejar de pensar en estupideces tan temprano... seguro era a causa del frío o el golpe le revolvió el cerebro. 

Aún tenía sueño así que cuando terminó de comer se apoyó en la barra pensando en lo que haría cuando volviese a su territorio y en las excusas que tendría que poner por haber alterado su horario meticulosamente preparado, entre tanto pensamiento bostezó y se quedó dormido sobre sus brazos cruzados apoyados en la madera pulida.

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Para cuando abrió los ojos se sentía diferente, estaba acostado sobre algo suave y su diestra estaba colgando pero cerca a algo cálido así que abrió sus ojos con pesadez, estaba acostado el el sofá de dos plazas cubierto por una manta y con algunos de los perros cerca a él. ¿En qué momento se movió de la barra?, no.. no lo hizo él mismo.

-Tienes que comer más despacio Rus, la fruta no se va a ir a ningún lado.. -Dijo en tono bajo el soviético acercando nuevamente la cucharita con papilla de Pera a la boca ansiosa del castaño menor que intentaba tomarla con su mano, siendo impedido por por él para que no ensuciara su ropa-.

El de esvástica se levantó de donde estaba y caminó arrastrando la manta que cubría su cuerpo, observando con el ceño fruncido al mayor que levantó la vista al notar su presencia matándolo con la mirada. Retrocedió un poco cuando el carmesí se acercó a él y se inclinó oliéndolo como si fuese un maldito animal, no le gustaba que estuviese tan cerca así que se encogió estirando su diestra para marcar distancia sin llegar a tocarlo.

-¿Quieres darte una ducha? -Inició mirándolo de manera neutral, a sus espaldas el pequeño bicolor jugueteaba con su comida estando sentado de manera segura en su silla de comer mientras los perros intentaban lamer sus manos manchadas de dulce-.

-¡¿Insinúas que huelo mal?! -Reich totalmente ofendido abrió la boca enseñando sus colmillos como amenaza, él era muy aseado y no iba a permitir que insinuaran que olía mal-.

-..Aún tienes aroma a perro mojado. -Le dijo sin mayor importancia, desviando la mirada hacia el cabello revuelto ajeno, bajando la guardia sin poder hacer nada cuando el más bajo hizo puño su mano, golpeándolo en el pecho del lado izquierdo- Arghahh...!

Un jadeo de dolor combinado con un leve gemido abandonó los labios del euroasiático que se inclinó abrazándose a sí mismo intentando disminuir el agudo dolor que sintió, en lo que el de  holgada camisa celeste abrió los ojos a más no poder y tragó en seco la saliva que comenzó a acumularse en su boca, ¿Qué mierdas había sido eso?.. respiró casi tan agitado como el mayor y dio un par de pasos hacia atrás hasta que el dueño del territorio levantó la mirada con algo de esfuerzo y molestia, su rostro estaba ligeramente enrojecido y apretaba los labios con la respiración pesada.

-Nunca.. jamás vuelvas a hacer eso.. -Gruñó el de mirada fría tomando del cuello al de esvástica, el cual llegó a intimidarse un poco y se mantuvo quieto sintiendo el extraño olor a quemado que comenzó a emanar del cuerpo del castaño que lo soltó momentos después aún con su otra mano sobre el pecho-.

Dritte se quedó observando sin saber qué decir, pero terminó subiendo la escalera de vuelta a la habitación para ducharse aún pensando en lo extraño que había sido que hiciera ese sonido y se retorcerá como si le hubiese clavado un puñal. El quejido del soviético volvió a resonar en su mente y salivó ansioso con la respiración levemente agitada otra vez, se dio un golpe en la pierna con el puño mientras gruñía maldiciones y comenzó a desvestirse una vez la tina se llenó del agua tibia necesaria, se lavó el rostro y el cabello como si fuese un felino y luego comenzó a esparcir con su propia esponja la espuma de jabón por su piel sintiéndose más relajado hasta llegar a su cuello... ahí se quedó pensativo con su diestra extendiendo los dedos por esa zona en que el más alto había apretado con su gran mano arrebatándole el aire durante apenas unos segundos como advertencia, acarició un poco su piel y sintió algo de molestia.. seguramente no tardaba en quedarle una jodida marca.

Con disgusto terminó de asearse sin tener de otra más que volverse a vestir con la ropa de antes aunque ahora había un suéter de botones perfectamente doblado sobre la cama tendida, ¿En qué momento entró el ruso a ordenar que ni siquiera sintió su presencia?, sintió un repelús tanto de los nervios como del frío que comenzaba a sentir por salir con el cuerpo a otra temperatura así que se puso la prenda nueva que también le quedaba grande pero aprovechó que las mangas eran largas para abrigar también sus manos, al percibir el aroma a perfume ajeno hizo una mueca de disgusto pero estaba demasiado relajado por el agua tibia como para hacer un berrinche así que solo se encogió en este y se acostó en la cama acomodándose entre las mantas, si no tenía nada mejor que hacer, dormir era una opción decente por ahora.