Пятнадцать / 15

El de esvástica se quedó en el suelo respirando lento debido al dolor en su espalda y costillas, ignorando aún que su ropa había vuelto a mojarse y cuando el castaño ya arrodillado junto a él le extendió su mano para ayudarlo a levantarse, la apartó con fuerza gruñendo.. poco antes de soltar otro jadeo de queja, realmente le dolía mucho la espalda.

Pero URSS estaba más enfocado en alejarlo de la entrada así que lo alzó en brazos escuchando una serie de jadeos y maldiciones entrecortadas que por alguna razón lo hicieron salivar nuevamente, pero se calmó a si mismo para empezar a caminar con dirección a la chimenea donde estaba antes el más bajo, envolviéndose con su olor a manzanilla que aspiró profundamente antes de bajarlo junto a los perros mientras este aún lo insultaba en todos los idiomas que sabía. No le importó mucho  y desvió su camino para cargar al bebé que al verlo estiró los brazos en su dirección, una vez lo alzó le dio un pequeño beso en la frente y subió al segundo nivel para alimentarlo con la pequeña tranquilidad de saber que el entumecimiento en el cuerpo del alemán no lo dejaría moverse lo suficiente al menos por una hora.

Se encargó de alimentar a su hijo y luego de volverlo a dejar durmiendo en su cuna bajó a la sala con la muda de ropa que tomó de su closet para reemplazar otra vez la del europeo, a quien notó adormilado acostado entre los enormes perros que sin molestia lo dejaban apoyar la cabeza en sus lomos para que estuviese cómodo. Así que sin tener nada más que hacer se sentó silenciosamente en un sofá mirando en su dirección, su cuerpo delgado siendo iluminado por el cálido fuego frente al que se removía lentamente entre gruñidos bajos para poder acurrucarse mejor y que el frío que le causaba la ropa mojada dejase de molestarlo. Notando eso el de ojos hielo fue en su dirección, arrestándolo un poco en la alfombra para alejarlo de los perros escuchando como estos solo bostezaban en lo que el otro lo insultaba y movía sus manos intentando arañarlo con las garras que tenía.

-Lass mich los!, du verdammter ekelhafter Russe, du wirst mich nicht anfassen -Ladró desesperado el de esvástica intentando alejarse cuando el sonido de los broches de su corsé lo alertaron de que el aludido intentaba desvestirlo, pero ni siquiera podía patearlo porque su cuerpo aún dolía lo suficiente como para no querer moverse como debería-.

(¡Suéltame!, maldito ruso asqueroso no vas a tocarme)

-Cállate, vas a despertar a Rusia -El de gabardina le respondió con tranquilidad ya despojándolo de la camisa que le había prestado, a pesar de tener una extraña necesidad de mirar su cuerpo solo tomó la nueva camisa que trajo y se la colocó, cerrando cada botón con cuidado ignorando los gruñidos amenazantes del rubio-.

-Du hast nicht meine verdammte Erlaubnis, hör auf, mich anzufassen, kommunistische Scheiße, ahhrgh.. -Reich siguió intentando alcanzar su rostro o cuello para darle un zarpazo pero cuando el mayor levantó sus piernas para quitarle las botas y pequeño sonido extraño emergió de su cadera dejándolo sin voz por unos instantes pero el dolor que sentía comenzó a disminuir considerablemente así que se quedó quieto recuperándose-.

(No tienes mi maldito permiso, deja de tocarme, mierda comunista, ahhrgh..)

El eslavo continuó con su labor de desvestir ya la parte inferior del furioso joven que apretaba la mandíbula mirándolo enrabiado, pero a pesar de ser algo bruto lo hacía por su bien, así que cuando consiguió desatar esas largas botas que llevaba le bajó el pantalón negro que al tacto estaba bastante húmedo del lado izquierdo y al quitarlo por completo tomó uno que encontró entre sus cosas viejas de cuando era más pequeño, por suerte no le quedó tan flojo al de esmeraldas.

-Du bist ein verdammtes russisches Stück Scheiße.. -Lo maldijo otra vez, estaba agitado a causa del miedo que le produjo ser desvestido por el más alto, pero también se sentía algo más aliviado de no sentir dolor o la incomodidad de las prendas mojadas pero eso nunca lo admitiría por lo que solo lo observó extender la ropa cerca a la chimenea para que se secara durante la noche-.

(Eres un maldito ruso de mierda..)

El de gabardina café se desprendió de esta al también tener algunas manchas de agua en los brazos, quedando solo en un suéter de color similar antes de desaparecer de la vista del heredero germano que se quedó donde estaba pero dándole la espalda haciéndose ovillo para ganar más calor en lo que escuchaba pasos alejándose a donde deducía estaba la cocina y lo ignoró hasta que el olor de comida caliente le abrió el apetito, causando que su estómago hiciera un sonido muy leve que lo hizo levantarse despacio para caminar desconfiado. Topándose con que habían dos platos humeantes sobre la barra donde había estado la tarta, frunció el ceño mirando al de hoz y martillo pero este en silencio solo le hizo una seña con la cabeza de que podía tomar uno, por lo que de mala gana comenzó a comer con la cuchara que había al lado.. era exactamente lo mismo que almorzaron así que no dejó de comer ignorando que el otro gran idiota lo miraba sentado justo en frente. Dritte comió hasta saciarse y luego suspiró, mostrándole el dedo de en medio al castaño que arqueó una ceja cuando lo vio tan aliviado.. pero estaba satisfecho y abrigado, así que por esa maldita noche al menos estaba bien, ya luego buscaría la forma de largarse de esa tundra sin que la nieve de la entrada le cayera encima apenas abriese la puerta... todo ese maldito territorio parecía ser una trampa mortal para la gente civilizada.

-Puedes dormir en la misma habitación que te mencioné antes, hay más mantas en el closet por si las necesitas, solo no subas a los perros al segundo nivel. -El soviético dijo tras terminar su última cucharada, debía alimentarse bien para seguir produciendo leche así que no podía saltarse la comida aunque le diese pereza cocinar-.

-...Púdrete.. -Le respondió bajo y entre dientes el de piel carmín desviando la mirada, si tenía sueño y estaba agotado por el viaje, pero esperaría a que el otro se largara de su vista primero para subir pues no tenía contemplado dormir en el sofá o en el suelo junto a los caninos-.

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