Двадцать один / 21
Ya había pasado algo de tiempo desde la partida del de esmeraldas, las mujeres eslavas estaban presentes en casa del soviético durante la tarde ayudando a hacer un pastel sencillo para la ocasión. Hoy el pequeño Rusia cumplía tres meses de vida y ya que el de hoz y martillo era nuevo en el mundo de la paternidad, no tenía idea de que el primero era el que debía celebrarse así que tras algunos regaños decidieron agasajar al encantador castaño que gateaba por los pisos con más facilidad para estrés de URSS.
-Me sorprende que ese niño siga vivo, siempre has cocinado horrible. -Comenzó a molestar Ucrania para bajar un poco el aburrimiento en lo que el pastel terminaba de hornearse, aunque también debido a su eterno desagrado por el carmesí- ¿Y porqué el niño dice "Kuchen" cuando ve la televisión?
-Qué te importa y no lo digas tan el alto o comenzará a llorar, además.. fue tu hermana la que me enseñó a cocinar. -El de ojos hielo bufó sin apartar la vista de su libro, estaba acostado en el sofá desde donde observaba a la cocina porque las hermanas insoportables le habían prohibido poner un pie en esta o le darían con el rodillo para masa-.
-Maldito comunista. -La rubia le apuntó con un tenedor frunciendo el ceño, ya iban a comenzar su espectáculo de siempre-.
-....Bruja espanta hombres. -El heredero del Imperio derrocado le mostró su dedo de en medio aún sin mirarla y siguió con lo suyo, no entendía como una mujer podía ser tan fastidiosa como ella, seguro yal vez era mitad demonio-.
-¡Que bonito tan bebé! -Rió la moldava bromista mientras estaba acostada en el suelo jugando con el ruso menor, totalmente encantada con sus ojitos y sus mejillas regordetas de ligero rosa- Se parece mucho a ti, URSS, ¿Estás seguro que no lo pariste tú?
-No digas esas cosas, yo no soy una mujer -URSS casi tose incómodo, recordando con vergüenza interna cómo es que se había convertido en nodriza por su jodida naturaleza-.
-Pues te quejas como una -La de piel verde los mandó a callar luego de que la campañilla del temporizador les notificara que ya ponía apagar el horno, tenían las frutas ya cortadas y la cubierta de azúcar lista para añadir una vez estuviese frío-.
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El más alto tenía en brazos al bebé curioso mientras las mujeres sostenían el pastel y cantaban aplaudiendo, no habían velas pues fue todo muy de improviso y esas se usaban por cada año por la intención de celebrar era la misma, Rusia sin entender mucho también aplaudía y sonreía. Se tomó un momento para observar al menor, sus ojos lavanda brillaban de alegría aunque no supiese que eso en realidad era para él, su corazón enternecido latió con fuerza y le dio un beso en la frente cuando terminaron de cantar antes de partir el pastelito.
Tras sentarse todos a la mesa la primera rebana pequeña fue para el pues ya había aprendido a comer sólidos, su raza crecía con más rapidez que los humanos así que hacían todo en menos tiempo que un infante común.
-Ya es tarde, quédense esta noche, pueden tomar cualquier habitación menos la primera puerta de la izquierda. -El de hoz y martillo suspiró cuando terminaron de comer, prefería quedarse solo en casa pero ya había oscurecido y no era muy seguro que se fueran solas luego de la fuerte tormenta pasada además de las nevadas nocturnas que retrasaban los trenes-.
-Me pregunto qué secreto comunista esconderás ahí. -Arqueó una ceja la más baja en lo que tomaba su maleta para subir a escoger una habitación, nunca antes se había quedado a dormir así que también era la primera vez que iba al segundo nivel de la gran casa-.
-El de por qué nadie te aguanta.. aunque ese no es un secreto -El de orbes hielo le mostró el dedo de en medio, con su otra mano dejando a Rusia sobre la alfombra pues aún debía cansarlo un poco para que pudiese conciliar el seño rápido-.
-Me pregunto cuándo dejarán de discutir -La castaña ladeó la cabeza frunciendo los labios mientras los observaba gruñirse como dos perros, desde niños se habían llevado igual de mal.. antes solían tirarse del cabello hasta que realmente les dolía y a regañadientes hacían un rato para soltarse a la vez mientras se insultaban-.
-..Cuando estén muertos y putrefactos, pero aún seguirán peleando en el más allá. -Bielorrusia bostezó y movió las pequeñas rejas en la escalera para subir al segundo nivel, estaba bastante cansada por el viaje y lo único que quería era dormir en paz hasta la mañana-.
-Ni modo, en algún momento se tendrá que dar la mano estos dos.. -La rojiverde alzó los hombros resignándose, para luego besar la mejilla del carmesí que la miró extrañado y al pequeño a quien llenó de besos antes de dirigirse a la escalera- ¡Buenas noches, nos vemos en el desayuno!
URSS parpadeó mirando al ruso menor y luego siguió con lo suyo como si nada, tomando sus brazos para ayudarlo a levantarse con cuidado pero este ya había estado intentando caminar desde has una semana atrás pero seguía cayéndose.
-Vamos Rus, tú puedes.. eres un niño fuerte -El soviético arrodillado comenzó a retroceder despacio para que el de ojos lavanda comenzara a dar pasos temblorosos mientras fruncía en ceño concentrándose porque no le gustaba fallar-.
Para resumir.. estuvieron media hora intentando sin éxito, cuando el castaño menor comenzó a irritarse lo dejó con sus juguetes en la alfombra y se dispuso a calentarle algo de leche para que ya se arrullara. La televisión estaba encendida así que al cabo de unos minutos comenzaron a oírse carcajadas infantiles por lo que extrañado giró para saber qué le hacía tanta gracia.
Se mostraba un video del alemán raro, con su uniforme negro lleno de galardones acompañado de los humanos de su gobierno mientras inauguraban un teatro enorme en lo que supuso era Berlín, Rusia de pie lo miraba dando aplausos animados como le había enseñado la moldava horas atrás y el carmesí ni quiera terminó de pensar cuando corrió por la cámara de la mesa.
El ya no tan pequeño bebé dio sus primeros pasos repitiendo su palabra favorita y hasta ahora la única que había dicho bien, URSS estaba confundido respecto a la extraña fijación por el de esvástica pero igual sonrió de lado mirando a su niño caminar con emoción.
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