Brιm • ρᥲrtᥱ1

25_Brim.

Casi literalmente, era un día como cualquier otro. Brim volvía del colegio y descendía del autobús donde siempre, solo que, esta vez, decidió detenerse en el lugar en el que vendían respuestos para teléfono celular, buscando averiguar el precio de un cable para su cargador. Ni ella entendió por qué, pero esperó treinta minutos (aproximadamente) para entrar, ya que había mucha gente dentro y no pudo pasar hasta que un empleado se lo pidió, abriéndole paso entre personas que ni siquiera estaban ahí para comprar. Solo tomó algunos segundos preguntar, recibir la respuesta y salir de ahí quejándose entre dientes, tanto de los precios como del hecho de que no le alcanzara el dinero que había reservado. El día retomó su ritmo y volvió a ser, casi literalmente, un día como cualquier otro.

Al llegar a casa, no hizo más que revisar un poco su celular, comer algo dulce y charlar con sus familiares; pero como de costumbre, se encaminó al baño, ya que no había manera de que ella tocara los baños de su escuela. Se tomó su tiempo y hasta logró relajarse, se distrajo con su celular y hasta pensó en lo que restaba de su día. Mientras planeaba vagamente y, a su vez, esperaba a salir del baño para almorzar, escuchó a su hermano menor gritar desesperado, lo cual no le llamó la atención en el momento porque, aunque todos sean menores que ella, su hermano de nueve años tiene un par de hermanos mayores y suelen pelear entre sí; pero Brim se alertó al escuchar a su madre gritando también.

Brim siempre cuidó mucho su higiene, y a pesar de ya estar escuchando llantos o sollozos, no pudo evitar sentir la necesidad de tomarse unos segundos para lavarse las manos, justo antes de salir preguntando sobre qué había pasado. Se le cruzaron innumerables situaciones distintas por la cabeza en ese tan corto tiempo que tuvo para imaginar, pero de repente no supo qué pensar, porque pudo ver a su hermana sentada y llorando sola, mientras su madre abrazaba a su hermanito menor, cuando a su vez, ambos también lloraban. Brim insistía en preguntar y comenzaba a desesperarse; pero antes de que llegara a desesperarse tanto como ellos, tomó a su hermana del rostro y mirándola a los ojos, dijo preocupada:

-¿Qué pasó? Por favor, habla.

A lo que respondió entre llantos:

-Murió Dimitri.

Brim quedó impactada, y de solo levantar la mirada, pudo contemplar cómo su hermanito dejó de abrazar a su madre y corrió hacia la jaula para introducir sus manos, sacando el cadáver de su hámster mascota y llorando aun más mientras lo sostenía. Ella se acercó y, tomando entre sus manos al pequeño roedor, se animó a comprobar el hecho de que se encontraba sin vida mientras evitaba que se acercara su hermano menor; y luego de confirmarlo, lo posicionó suavemente sobre la viruta de su jaula, tapándolo después con una pequeña manta que recubría todo su cuerpo.

Toda la familia se despidió ese mismo día, enterrándolo entre las plantas del cantero y plantando una bella flor amarilla sobre él.

Cada persona en esa casa se sentía angustiada, vulnerable y sensible; por lo que Brim se limitó a callar su boca y sentir en silencio, como todos los demás. Pero en el fondo, Brim en realidad sentía estar descubriéndose, ya que gracias al suceso, comenzó a sospechar que quizás debería criticar su pasado. De todas formas, y a pesar de que ese sentimiento de necesidad se presentó reiteradas veces, decidió dejarlo de lado, deduciendo que era normal querer replantearse sus acciones luego de una pérdida, por lo que no le dio más importancia... de momento.

Mientras que Brim de vez en cuándo se sentía inmovilizada por no entender a lo que se referían sus sentimientos, su familia superó relativamente rápido el duelo que les produjo la mascota, manteniendo la memoria, con algunos desahogos y algo de tiempo, y eso fue todo lo que ellos tuvieron que atravesar. En cambio, Brim se permitía de a poco pensar en el tema, tratando de aliviar aquello que cada vez era más capaz de agobiarla. Así fue como una noche, terminó formulándose sus primeras preguntas existenciales al reflexionar sobre la compra de su cable. Ignoró los pensamientos que le decían que relacionar lo sucedido con esa compra era una estupidez, y procedió a darle libertad a sus deseos de profundizar sobre el tema, pensando:

La muerte llegó de repente. Sabía que funciona así algunas veces; pero a pesar de saber que puede ocurrir en cualquier momento e indiscriminadamente, siento que nunca entendí la magnitud de ello.

Demoré en entrar al local, esperando por personas que no iban a comprar, para solo ocupar unos segundos preguntando y averiguar que no había servido el tiempo que invertí en eso, el cual nunca podré recuperar. Y quizás no haya sido demasiado tiempo para mí; pero no puedo creer que, valorando tanto mi vida, estando tan agradecida con lo que tengo y con lo que soy, y mirando al futuro con tanta esperanza, me permita ser consciente ahora del tiempo que suelo desperdiciar en personas, situaciones, sentimientos y, bueno, en lo que sea.

Podría morir en cualquier momento; y además de que desperdicio mi tiempo, a veces no valoro mi vida, a veces no soy agradecida, a veces dejo de disfrutar de manera innecesaria... a veces, simplemente, soy una ignorante.

Luego de hacer una pausa en su mente, la cual acompañó con respiración profunda, rectificó:

Quizás debería ser más comprensiva conmigo. Admito que suelo invertir mal mi tiempo para distraerme de mi vida; también, que no suelo ser agradecida porque, el tiempo que se mantiene en mí la felicidad que me produce serlo, no dura demasiado. Y sí, dije estar agradecida de lo que me tocó tener, de lo que soy y sobre todo, de lo que espero ser; pero es triste entender el por qué siento deberle tanta esperanza al futuro.

Brim dio nacimiento a una pequeña lágrima que recorrió su bello rostro, desde sus ojos con iris de oro, hasta terminar su camino fundiéndose entre la tela de las interminables sábanas. Y viéndose obligada a dejar de escucharse debido al sueño, cerró sus ojos de a poco, cayendo dormida; para después comenzar nuevamente un día que por fuera, parecía ser casi literalmente como cualquier otro, pero en el cual por dentro, para ella nada era ni volvería a ser igual.

-------《tøof1sn'0s》

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top