DIEZ 🌼 Amor y Seokjin
[🐯]
El cielo empezaba a aclararse y las voces de las personas comenzaban a intensificarse. No se cuanto tiempo estuve en esa posición, mis músculos estaban entumecidos pero no me importaba.
Mi mano acariciaba su espalda desnuda y la otra peinaba su cabellera negra. El olor a menta me inundaba y estaba impregnado ahora en mi.
Mi sonrisa no se había borrado en toda la madrugada, mientras que Hoseok permanecía quieto durmiendo en mis brazos, mi vista estaba clavada en el techo, no pudiendo dar por hecho que esto era real.
Desde pequeño, cada vez que regresaba del colegio, mi padre me preguntaba como me había ido y sí había alguna niña que me llamara la atención, mi respuesta siempre era negativa.
Nunca me llamarón la atención las niñas, las veía fastidiosas.
Mi abuela siempre me hablaba sobre el amor, y como este era inevitable y no respetaba géneros. Tal parece que ella no veía mal que un niño le gustara a otro niño, al igual que con las niñas.
Todo cambio en el momento que conocí a Hoseok, Oh Dios, lo recuerdo tan perfectamente. Como mi boca quedo ligeramente abierta en el momento que atravesó la puerta y nos presentaron, él estiro su mano hacia a mi, aun aturdido correspondí su saludo y una corriente atravesó todo mi cuerpo.
Con el pasar del tiempo todo cambio, mi gusto por él cambio, y pude definirlo como amor.
Estaba enamorado de él.
Por el ángulo de su cabeza no podía mirar su rostro, pero me conformaba con sentir su piel contra la mía, la respiración relajada que chocaba contra mi hombro, mi dedo delineando su espalda y mi mano jugando con su cabello.
Simplemente todo estaba perfecto.
Y por fin lo habíamos hecho, habíamos realizado el amor. Yo era suyo y él era mío, y no importaba que esto estuviera "mal" a los ojos de la sociedad, no importaba porque era amor, y el amor no respeta géneros ni nada, solo llega y se planta ahí .
Solo el amor se siente bien sin importar nada.
El movimiento de su cuerpo me saco de mis divagaciones.
Suspiro fuerte y rodo lejos de mi cuerpo para reincorporarse y acostarse al lado mío.
Sus ojos aun se mantenía cerrados y me acosté de lado para contemplarlo. Mi mano no tardo en despejar las hebras de cabello que caían sobre sus ojos y me impedían verlos.
Acaricie toda su cara, hasta llegar a sus labios, pase mi pulgar acariciándolos, sorprendiéndome por los suaves que eran.
No pude contenerme, así que me incline y los bese, repetidas veces en cortos besos mientras sonreía. Pronto sus labios correspondieron a uno de mis besos y se prolongo.
Todo mi amor lo transmití en ese beso, cuanto lo amaba y lo seguiría amando, porque él era mi primer amor y esperaba con toda mi alma que fuera el único.
Su mano comenzó a acariciar mi cadera, en busca de más contacto me subí a horcajadas.
El beso se volvió más necesitado, tome su rostro y el apretó mis caderas.
Se reincorporo aún besándome, su miembro choco contra el mío y sentí desfallecer por el deseo. Mis caderas comenzarón un vaivén deliciosamente placentero, pero no era suficiente.
Bajo a mi cuello besando y mordiendo, yo incapaz de resistir cerré los ojos por el golpe de deseo que se instalo.
Me levante un poco de su cuerpo, tome su erección y la posicione en mi entrada, mirándolo a los ojos me senté completamente en ella, llenándome por completo.
Gemimos al mismo tiempo, ocultando mi rostro en la abertura de su cuello.
Al contrario de la primera vez, el dolor fue remplazado por el deseo y el placer.
Nuestras caderas se movían en sincronización, haciendo que nuestros sentidos explotaran. Lo tomaba de sus hombros mientras apoyaba mi peso en mis pies para bajar y subir.
Mis nalgas eran apretadas por sus manos, haciéndome sufrir de la boca tan seca a causa de los gemidos. Nuestras bocas se unieron necesitadas, las estocadas mas violentas y algo en mi interior estallo.
Me abrace a él, con nuestras respiraciones pesadas y el cuerpo lleno de sudor.
Después de un rato hablo con la voz roca.
- Buenas días - susurro en mi oído.
Me reincorpore sonriendo.
- Buenos días - conteste acariciando su cuello.
No necesitábamos palabras, nuestros ojos brillantes expresaban todo lo que queríamos decir. Nos mantuvimos un buen rato así, mirándonos con amor, sonriendo como bobos, él sin salir de mi, acariciando mis caderas, en la misma posición como sí no nos importara en absoluto.
De pronto desvió la mirada hacia la ventana, iluminada por el cielo azul. Abrió la boca ligeramente, me bajo de él y se levanto de golpe, colocándose una bata.
Fruncí el ceño confundido.
- ¿Que pasa?
- Tengo una junta hoy.
Mi ceja se levanto.
- ¿Una junta?
Suspiro volteando a mirarme.
- Hoy le dan el alta a Rosé y tengo que estar allí.
- ¿Y sus amigas? - pregunte sin creerle.
- Ellas también estarán ahí. - contesto evitando mi mirada.
Me levante, sin sentirme intimidado por mi desnudez y me detuve frente a él.
- ¿Porque siento que me estas mintiendo?
Soltó un suspiro, dándome la espalda.
No me rendí, me pegue a él y lo abrace por la espalda.
- ¿Te gusta? - pregunte con pesar en mi voz. Mi mundo se vendría abajo sí su respuesta era afirmativa.
- Por supuesto que no, Taehyung.
Cerré los ojos relajándome.
- ¿Entonces porque quieres irte?
- Porque tengo miedo- dijo. – nos podrían descubrir y yo estoy atado.
En momentos como estos quería tomarlo y meterlo en una caja de cristal para que ninguna persona lo manipulara o le hiciera daño.
- Sí quieres ir, ve. Yo no te lo impediré.
Volteo su cara, intentando mirarme.
- Tenia miedo a tu reacción, pero ahora me estas sorprendiendo.
Reí, girándolo hacia mí y encerrando su cuerpo contra el mío y la pared.
- De hecho estoy que exploto de celos - susurre por lo bajo.
- Creí que estabas enojado, por lo que paso en el hospital.
Me encogí de hombros.
- Entiendo que tenias que estar con ella.
- Eres demasiado celoso - dijo riendo divertido.
- ¿Como no serlo? Sí tengo a Hoseok, el bailarín brillante de Bangtan y rapero. - acorte más la distancia entre nosotros - tienes a millones de fans detrás de ti.
Los dos reímos.
- Eres genial Taehyung, demasiado genial - dijo mientras se acercaba, mirando mis labios.
- ¿No ibas a arreglarte para ir con Rosé? - pregunte hipnotizado por la cercanía.
- Creo que no necesita que este allí.
Sonreí antes de que me besara.
Me tomo por la cadera, guiándome a la cama de nuevo, hasta que me hizo caer y posicionarse encima de mi.
Deshice el nudo de su bata y se la quite rápidamente, acariciando su pecho.
- Estas muy ansioso ¿no? - pregunto divertido.
Me reincorpore, no resistiéndome en besar su torso, deleitándome con la hermosa vista de sus músculos.
- Es el efecto J Dope - respondí con una media sonrisa.
- Deberíamos aprovechar antes que los miembros despierten - susurro sobre mis labios, riendo - aunque a decir verdad, no hemos sido tan callados.
Reí mirándolo.
- No me preocuparía por ellos.
- ¿Porque? - pregunto curioso, alejándose de mi rostro.
- Solo te diré que están profundamente dormidos y que ni una manada de elefantes corriendo los despertaría.
Se bajo de mi y se recostó en el cabezal de la cama, cruzado de brazos.
- ¿Que hiciste, Taehyung? - me miro tratando de mantener la cara seria, aunque el temblor en su boca lo delataba - Y sí no me dices, me levantare y tomare una larga ducha, sin ti. - sentencio.
Forme un puchero y puse la cara mas inocente.
- No seas malo, Hobi. - hable tiernamente, acariciando su pierna.
El se mantuvo serio.
Suspire y rodee los ojos.
- Tomaron y aproveche para dormirlos.
Hoseok abrió los ojos desmesuradamente.
- Tranquilo, les di la dosis correcta, despertaran en un buen rato.
- ¿Ya tenias esto planeado? - preguntó.
Mordí mi labio y asentí.
Baje la cabeza preparándome para ser reprendido y como estaba decepcionado de mi por haber llegado a esas alternativas, pero en vez de eso, una carcajada escandalosa broto de su garganta, contagiándome.
- Oh Taehyung, eres increíble - elogio levantándose y colocándose de nuevo la bata.
- ¡Oye! ¡¿Dónde rayos vas?! - pregunte mientras desaparecía tras la puerta del baño.
Abrió levemente la puerta asomando la cabeza.
- Tengo que bañarme. - contesto para después cerrar la puerta y escuchar el agua caer.
- Creí que no ibas a ir con Rosé - dije decepcionado, cruzando mis brazos sobre mi pecho como un niño pequeño.
- ¡Lo que hiciste no estuvo bien y debes tener un castigo! - exclamo desde dentro del baño.
- ¡Tengo una erección, Hoseok! - refunfuñe.
- ¡Por eso tomo una ducha!
Solté un grito de frustración, diciendo maldiciones por lo bajo mientras levantaba mi ropa y salía de su habitación.
A pesar de todo había valido la pena.
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Flashback.
Los golpes en la puerta de mi habitación hicieron que levantara la cabeza.
- ¿Quien es? - pregunte.
- La vaca que interrumpe.
Rodee los ojos.
Me levante de mala gana de mi cama y abrí la puerta.
- No estoy...
- Muuuu - carcajeo Jin escandalosamente, mientras entraba a mi habitación y se sentaba en la orilla de la cama.
- No estoy de humor para tus chistes, Jin.
- Por eso mismo vengo a verte - dijo con una sonrisa.
Lo mire de mala manera, desplomándome en mi cama.
- Enserio, Taehyung ¿Que te pasa? - pregunto con seriedad, todo humor se borro de su voz.
- No quiero hablar de eso - conteste con la cara enterrada en las sabanas.
La habitación cayo en un silencio incomodo, hasta que fue cortado por el susurro de Jin.
- Es por Hoseok.
Me paralice incapaz de levantar la cara, no era una pregunta, era una afirmación.
- Puedo sentirlo, algo grande los une a los dos - rio amargamente - Soy inmaduro en muchos aspectos, pero puedo notar el amor de dos personas a kilómetros, y no lo trates de negar, se que han estado haciendo.
Levante la cabeza con seriedad.
- Jin...
Su mano detuvo mis palabras.
- No diré nada, te lo prometo. - sonrió - ¿Es por lo que paso en el hospital que estas así?
Me reincorpore sentándome con las piernas cruzadas. Qué más daba, él ya lo sabia y era la única persona que se encontraba ahí para poder desahogarme.
- Trato, enserio que trato de entender y no estallar en celos, pero me es imposible verlo junto a ella - exprese con desesperación.
- ¿Han tenido sexo? - pregunto tan bajo que tuve que inclinarme.
- ¡Dios, por supuesto que no, Jin! - me sonroje horrores.
- Entonces ahora comprendo. - dijo pensativo.
Fruncí el ceño.
- ¿Quieres hacerlo con él? - pregunto Jin, mirándome con una sonrisa de lado.
Abrí y moví la boca, pero ninguna palabra salió.
- Eso lo tomare como un si - se levanto aplaudiendo y saliendo de mi habitación, para después regresar encontrándome en la misma posición. - Ten, esto es demasiado efectivo, pero ten cuidado, tienes que poner la dosis correcta.
Mis ojos bailaban de él a el frasco que me extendía.
- ¿Que rayos es eso?
Jin bufo.
- Esto, mi querido amigo puede ser tu mejor aliado. Una pastilla y media y ellos - apunto con el pulgar por sobre su hombro, refiriéndose a las habitaciones de al lado donde se encontraban los miembros - despertaran hasta que el sol salga.
¿Era posible que tan sí quiera lo estuviera considerando?
- ¿Como es que sabes de esto? - fruncí el seño acusándolo con el dedo.
El color carmesí de sus mejillas lo delataron. Abrí la boca, levantándome sobre la cama.
- ¡¿POR ESO ES QUE NUNCA RECUERDO NADA AUNQUE SOLO TOMO REFRESCO?!
- Shhh te podrían escuchar - trato de calmarme Jin - solo estoy tratando de ayudar, pero sí vas a hacer un escandalo, me voy.
Me desplome de nuevo en el colchón.
Jin suspiro y volvió a sentarse en la orilla de la cama. La habitación quedo en absoluto silencio, sumergiéndonos en nuestros pensamientos.
¿Seria tan mala idea? Después de todo Hoseok y yo no lo habíamos hecho, no por falta de ganas, mas bien no estábamos en el momento ni el lugar adecuado.
- ¿O prefieres llevarlo a un hotel y que algún reportero los vea y empiecen a correr chismes?
- No - susurre.
- Bueno, tienes mucha suerte en tenerme.
Los dos nos miramos fijos, haciéndonos reír a carcajadas por la expresión de seriedad del otro.
- ¿Que debo de hacer?
- Es fácil. Hoy en la cena debemos de ofrecernos a servir las bebidas, entonces los diluimos y ¡listo! Nadie se dará cuenta. Ellos se van a sus habitaciones a dormir y no despertaran ni escucharan nada durante la madrugada.
Mis ojos y mi boca mostraron mi sorpresa.
- Ya lo haz hecho antes ¿no es así? - pregunte con los ojos entrecerrados.
Jin se encogió de hombros.
- Hace mucho.
Le resto importancia con una mano, pero su rostro mostraba un ápice de melancolía.
Cualquier cosa, con quien lo haya hecho, se notaba que las cosas ya no eran igual.
- Esta bien, lo hare. - hable decidido para bloquear los malos recuerdos que en este momento estuvieran vagando en su mente.
- Yo te ayudare, lo demás ya corre por tu cuenta.
Asentí decidido.
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Sin dudas siempre me hare a la idea que Jin seria el miembro mas comprensivo sí surge una relación entre BTS, él los apoyaría.
No se, amo a Jin y a su personalidad que me he hecho a la idea que así puede ser.
Bueno, eso es todo ✌
Poly 🌼
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