B O L Í G R A F O

- ¿hola? -se atrevió a preguntar el pelirrojo en el marco de la puerta.

Expreso que se atrevió, pues dudó demasiado en hablar al haberse asomado en aquel estudio, donde se encontraban en una crisis enorme. La animadora principal alzó su cabeza y gritó el nombre del recién llegado mientras se aproximaba corriendo a él con una libreta pequeña y garabateaba cosas en ella.

- ¡gracias al cielo que estás aquí, Alex! -exclamó la de cortos cabellos mientras le entregaba la libetita con el bolígrafo.- anota: reunión con Michael luego de la charla con los dobladores, luego, reunión con la banda sonora y-

- wow wow calmate un poco -pidió el pelirrojo mientras anotaba torpemente en aquel papel rayado.- ¿qué te sucede? ¿qué sucede aquí?

- estoy saturada de trabajo fuera del estudio y los ejecutivos quieren el episodio en dos días. -habló apresuradamente antes de tomar nuevamente la libeta.

- eso explica mucho

- sí sí, Alex, necesito que te quedes aquí y funjas como director de animación ¿lo harías por mí? -hablaba muy rápido.- no tengo a nadie más a quién confiarle esto y estoy desesperada y-

- Rebecca. -le detuvo Hirsch, posando su mano en el hombro de la mujer.- no te preocupes por este lugar, lo mantendré bajo control -le sonrió.

- ¡oh gracias, gracias Alex! -exclamó antes de abrazarlo fugazmente y arranzar la página en la que había escrito.- ¡chicos! -gritó y llamó la atención de los estresados animadores- saldré todo el día, así que dejó al señor Hirsch a cargo de supervisar todo. -habló mientras caminaba a la salida.

- espero serles de ayuda. -habló Alex.- y pueden llamarme señor Universe.

Y con ese comentario, les hizo reír y alogerar su estrés.

[...]

Inicio feliz, progreso duro.

Claro que el pelirrojo ya estaba acostumbrado a ese tipo de ambiente, pero ya había pasado un tiempo desde entonces y ahora no era su serie. No era su guión ni su storyboard: era el de Rebecca.
Fue difícil entender lo que debían animar pero de uno u otro modo lo logró comprender y poder manejar todo en el estudio. Ahora supervisaba a cada animador y si alguno dudaba de algo, Alex miraba los apuntes de su amiga y lo solucionaba.

No era tan difícil.

Y ahora el ambiente era mucho más suave gracias a los comentarios del pelirrojo.

- la la la soy Rebecca y soy tan coqueta la la la -cantaba desde el escritorio de la mujer mientras jugaba con un mechon de su rojo cabello.

Aquello había hecho reír a los animadores.

Siguió haciendose el tonto en el escritorio de la "jefa" del sitio mientras miraba la libreta frente a él sin que supiera qué diablos dibujar, otra vez. Últimamente sus bloqueos artísticos eran demasiados y muy frustrantes.

No fue hasta después del almuerzo que logró dibujar algo descente, según él, en la libreta. Con el bolígrafo que le había dado la mujer, había hecho una especie extraña de hombretauro metido en un traje elegante y con un sombrero de copa negro en su cabeza.

Muy elegante para ser un bruto.

Suspiró pesadamente mientras giraba lentamente en la silla en la que se encontraba.

- ¡hey, Rebecca! -se escuchó una voz seguida de unos golpes en la puerta que se abría.

Sin pensarlo y con a modo de broma, se giró en su silla, lanzó su lobreta sobre el escritorio y exclamó:

- ¡soy el señor Universe para ti, mortal! -y sus ojos se abrieron con sorpresa al instante de ver al recién llegado.

- oh lamento interrumpirle, señor Universe. -rió el moreno mientras avanzaba por la habitación al escritorio.

Dios

Dios

Dios

Está viniendo.

Sus pensamientos y el hecho lo ponían muy nervioso al pelirrojo, quien se estaba encogiendo en su sitio.

- ¿y Rebecca? -preguntó curioso mientras ladeaba su cabeza levementre frente al escritorio.

- ha salido, tenía muchas cosas que hacer. -respondió Alex.

- comprendo. ¿no dejó algo para mí? Le pedí que me prestara un guión. -se explicó el moreno.

- oh no, creo que no dejó nada, o al menos ni me dijo nada a mí. Lo siento.

- no pasa nada. -respondió con una sonrisa antes de darse media vuelta y comenzar a caminar a la salida.

Por alguna razón, Alex entró en pánico y rápidamente sacó su celular y se levantó.

- ¡tú! E-eh ¡mortal!

Con solo escuchar eso, el moreno se detuvo y se giró a verlo mie tras reía, al igual que unos cuantos animadores. Pero le gustó su risa, no la de los demás.

- a-aguarda un momento. -pidió mientras presionaba un botón en su celular y se lo llevaba a la oreja.

Se escuchó el primer pitido.

El segundo.

El tercero.

Y no llegó a escuchar el cuarto cuando la llamada fue atendida.

- ¿¡qué pasó!? -fue la voz asustada de la mujer que casi le rompe el tímpano al contrario.

- aquí un mortal viene pidiendo un guión. -habló el pelirrojo que miraba al moreno, quien se volvía a acercar mientras alzaba una ceja y reía suavemente.

- ¡oh dios dios dios! ¡lo olvidé! -chilló.- en el tercer cajón de mi escritorio, en una carpeta ¿bien? Bien, adiós. -y sin más, colgó.

Lanzó su celular a un lado y abrió el cajón que la mujer le había indicado y allí encontró una carpeta que tenía marcado con marcador:

To Alan!!

- ten, ¿Alan? -preguntó, tendiendole la carpeta.

- es un placer. -sonrió ampliamente mientras tomaba la carpeta.- gracias, y por cierto ¿has dibujado esto? -preguntó Alan, señalando la libreta abierta en el escritorio.

Se sintió feliz y con algo de vergüenza que él hubiera notado su arte.

- de hecho. -admitió.

- impresionante -susurró mientras tomaba la libreta y examinaba más minuciosamente el dibujo.- me gusta, es muy elegante para ser...bruto, sin ofender.

- esa era la idea.

- los detalles, la sombra con el bolígrafo y por sobre todo, me encanta ese sombrero. -rió.

Alex jura poder ver un brillo en los ojos del moreno que examinaban, que no parecían cansarse de examinar aquel dibujo. Y no quería quitarle ese brillo.

- veo que no solo te gusta. -comentó mientras le quitaba suavemente la libreta y tomaba la página y con delicadeza la arrancó y se la tendió.- ten.

- ¿qué? -preguntó atónito el moreno.- no no, señor, no puedo aceptarlo, es suyo y-

- sí puedes porque ya no es mío, es tuyo. -habló con seguridad.

Alan suspiró con una sonrisa y lo aceptó y lo colocó sobre la carpeta que apretó contra su pecho.

- gracias. -dijo dulcemente.

Y con esas palabras dejó una boba sonrisa al pelirrojo que varios animadores notaron y rieron por lo bajo. Y Alex no quería que se fuera.

- ¿Eres cercano a Rebecca? -pregunta Alex, siguiendo con la conversación.

- buenos compañeros, sí. Es bastante agradable.

- lo es... Tú también te ves agradable, y por ello ¿Qué te parece si vamos los 3 a comer más tarde? Ya sabes, gente agradable y tarde agradable.

Continuará

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top