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"No gay"

"No gay"

"No gay"

Con ese pensamiento, yo me reía y Alex se movía por toda su habitación, buscando QUÉ ponerse, porque el vestirse comenzaba a ser algo realmente difícil y más cuando pensaba que se vería con el moreno.

Y es que esa noche era la cita NO GAY, cabe aclarar, que habían acordado hace cinco días. Puede que hayan tardado algo pero Alex no quería presionarlo, su trabajo no era fácil y menos esos días. Y sí, Alex ha estado demasiado ansioso en esos cinco días, sin poder concentrarse en cualquier otra cosa que no fuera estar creando arte en la libreta.
Y sí, había mantenido contacto por mensaje con Alan, pero eran breves por el trabajo de Alan, pero con mucho significado, y aun así no le bastaba a Alex, él quería volver a verlo.

Y esa era la noche.

Habían acordado a las 7:30 en el bar en el que se conocieron de manera formal. Era un sitio relativamente calmado, a comparación de otros sitios, y el ambiente era bastante acogedor. Sería un gran sitio para matar lo que estaba imaginando que sentía.

Antes de salir de su apartamento, sintiendose muy feo y mierda como últimamente se había sentido, toma su billetera, sus llaves, el bendito bloc y un bolígrafo y finalmente sale.

Tal vez llega al bar en un tiempo de diez minutos, caminando rápido. Pero jura haberlos sentido tan eternos, como si nunca llegara. Pero lo hizo.
Entró al local y se dirigió a una de las mesas que quedaban pegadas a la pared, allí tomó asiento, esperó.

Y él no llegaba.

Y es exagerado, pues solo habían pasado cuatro minutos y Alex estaba más ansioso.
¿Se habrá arrepentido? ¿Recordó que era no gay pero él sí lo era? ¿Un accidente habrá ocurrido? ¿Su trabajo se extendió? ¿Estará con otro? Varias preguntas similares llenaban su cabeza, provocándole un malestar.

Y tal vez ese malestar se le pasaría en cuanto contestara aquella llamada que estaba recibiendo y que sin dudar y sin ver, contestó.

- ¿Estás bien A-?

- ¡Cuanto tiempo, Hirsch! -le escucha exclamar a la mujer al otro lado de la línea.

Bufa y se deja caer en el respaldo de su asiento.

- hey, Rebecca.

- sí, también me encanta volver a hablar contigo después de tanto tiempo. -dice con algo de burla la castaña al otro lado de la línea.

- disculpa, pensé que eras alguien más.

- y tú querías hablar con ese alguien antes que conmigo... ¡Pues bien! ¡Perdón por molestarte con mi amistad! -exclama con drama la mujer.

- ¡Oh Rebecca! ¡Tú sabes que eres la única mujer en mi vida!

- ¡sí claro! -escupe con veneno falso.- ¿Quién es la otra?

- ¡No hay otra!

- ¡Entonces ¿Por qué no quieres hablar conmigo?!

- ¡Porque tú-!

- ¡Alex!

Se gira y puede ver al moreno que se acerca a la mesa con una bella sonrisa que logra estremecer al pelirrojo.

- espera... ¿Ese e-?

- mañana te llegaré a visitar al estudio. -es lo único que le dice a la castaña antes de colgar y guardar el teléfono y brindarle una sonrisa a quien se acaba de sentar.

Siempre vistiendo formal, y no era esta la excepción. Alex se sintió mierda con su camisa roja, esa que ama pero que ahora le parecía una porquería.

- ¿Te hice esperar mucho? -pregunta con algo de pena Alan.

- solo unos minutos, no es nada. -dice con tranquilidad, dandole poca importancia a esos tortuosos minutos que ahora valen nada al tener al moreno frente a él.

Alan sonríe con algo de alivio.

Llaman a un mesero y piden una orden de alitas y cerveza, claro.
El joven anota su orden y antes de retirarse informa que en unos momentos les llevaría su orden. Y ahora solo están ellos dos.

- ¿Cómo ha estado el trabajo, señor Ituriel? -cuestiona con curiosidad el pelirrojo mientras apoya sus codos en la mesa.

- bien, un poco pesado, naturalmente. -suspira con cierto cansancio pero aún con una sonrisa.- pero al menos estamos avanzando con el vídeo. Coto ha estado encantado de trabajar con nosotros, y...

No perdía detalle de lo que él hablaba, no quitaba la mirada de su persona, y notaba como sus ojos tenían un brillo único mientras hablaba de su trabajo. Lo comprende, él también estuvo en su lugar y sabe lo que es amar algo aunque sea un poco pesado.

- ... Si todo sale bien, el vídeo estará para la próxima semana y... Dios, estoy hablando mucho ¿Verdad? -ríe suavemente con pena.

- en absoluto. -responde Alex con calma y una boba sonrisa que a Alan le gusta.

- mejor dime tú ¿Qué has hecho?

- nada bueno en verdad. Solo mierda. -suelta sin problema, sacándole una risa al mexicano.

- no puede ser, no me la creo de ti.

- creelo~ -canturrea.- no tengo nada bueno.

- ¿No? ¿Por qué no tienes nada bueno?

Alex calla un momento, formula una respuesta y responde:

- en verdad no hay nada que valga la pena que pueda mencionar de mi vida. Solo me he quedado en casa, he sobrevivido, comido, dibujado...

- eso no es una mierda para mí. -se cruza de brazos y con interés pregunta:- ¿Qué has dibujado?

Mierda.

- ¡Arte! -exclama mientras alza sus manos para darle más expresividad al mensaje que quiere transmitir.

Alan se queda conforme con esa respuesta mientras ríe y niega con la cabeza.
En ese momento, vuelve el joven mesero con su orden de alitas y un par de cervezas.

Alan es el primero en tomar y degustar una alita bañada en salsa, y Alex es el primero en probar la cerveza. Y este último comenzó a buscar un nuevo tema de conversación, uno adecuado, para no cagarla.

- si tuvieras que quedar atrapado en una isla con uno de tus personajes, ¿Con quién te gustaría quedar? -cuestiona antes de tomar una alita y morderla.

El de tez morena le mira con cierta diversión antes de responder:

- con Flug. Es el único capaz de sobrevivir y escapar de la isla, sin tener que sacrificarme. -Alex ríe de forma suave mientras se tapa su boca, aun llena, por esa respuesta y se imagina esa situación.- ¿Y tú? No, dejame adivinar.

- aja~

- con Dipper. -afirma con seguridad.

- ¡Error! -alza un poco la voz.- la respuesta correcta es: con Stanley. Es lento pero salta alto, lo suficiente como para alcanzar los cocos.

- pero ¿Cómo escaparás con cocos? -cuestiona para después dar un trago a su bebida.

- ¿Quién dijo que iba a escapar? Yo pregunté para quedarse a vivir. ¿Te imaginas vivir en una isla? La playa, la naturaleza... ¡Un paraíso!

- puede ser, pero tendrías que empezar de cero y hacer tu casa y sobrevivir. -argumenta.- sería muy tedioso eso.

- la primera semana -alza sus hombros con simpleza.- pero el paisaje, la tranquilidad se disfrutaría. -dice sus argumentos.

- sí pero... ¿No estarías muy solo? -vuelve a cuestionar, jugando con su botella de cerveza.

- no~ porque yo estaría con Stanley. -dice de manera obvia.

- y como tiene complejo de Stanford, cuenta por dos.

Alex vuelve a soltar una carcajada por su comentario.

- bien, te toca preguntar algo. -indica el pelirrojo.

- pues... -lo piensa demasiado hasta que pregunta:- no sé, soy pésimo para esto... -admite con algo de pena.

- entonces yo haré las preguntas aquí. -propone, a lo que el mexicano asiente.- pues bien, si pudieras tener un superpoder ¿Cuál sería?

Alan alza una ceja con cierta diversión, lo piensa un poco y responde:

- controlar el fuego. -con seguridad dice.- no sé, sería entretenido y muy útil en invierno. -comenta.- ¿Y tú?

- no sé, adivina~ -canturrea mientras apoya su menton en su mano.- ¿Cara de qué poder tengo?

- pues... -entrecierra sus ojos y le mira fijamente, analizándolo detenidamente para luego decir de forma segura:- alguno interdimensional.

- ¿Tengo cara de Roiland? -se atreve a bromear y el moreno ríe.

- tiene cierto parecido si entrecierro los ojos y me alejo, pues sí. -responde con cierta burla.- bueno, entonces te gustaría ser medio tritón.

- no oh~ -vuelve a canturrear.- una oportunidad más.

- ¡Los ojos de Medussa! -asegura, señalandole.- es eso o nada.

- entonces es nada porque eso no es. -se vuelve a alzar de hombros.- sería telequinesis.

- ¿Por qué?

- Para hacer el Matilda Challenge ¡Duh! -dice como si fuera lo más obvio.

Alan vuelve a reír mientras niega con la cabeza.

- pues bueno, es una muy buena razón.

- obviamente. Desde pequeño he querido hacer eso, y de hecho traté de hacerlo una par de veces.

- ¿Y cómo resultó?

- pues... Yo pensé que mi lámpara de piratas flotaría si estaba en el aire... -suspira con una suave sonrisa.- ¡oh, que iluso fui!

- pues sí lo eras, no te lo negaré. -rió el de cabellos oscuros.

- oh gracias, eso me hace sentir mejor. -dice con burla mientras rueda los ojos.- ¿Y tú? ¿Alguna anecdota del pequeño Ituriel?

- pues...

Narra el momento de su infancia en que creyó de todo corazón que era un espía y que en cualquier momento tendría una prueba sorpresa y se dió cuenta que estaba bien tonto en el momento en que pateó a un vecino, pensando que era su contrincante. Y Alex ríe y aporta más a la conversación.

Y hablan.

Y hablan.

Y hablan.

Y él pone toda su atención al contrario, analizando cada palabra y disfrutando la confianza que se han tenido y ríe por sus anécdotas.

Las alitas se acaban y piden otra ronda, al igual que las cervezas. Y la conversación sigue y sigue.

- bieeen, sí, sí puedes dominar el mundo. -el moreno rueda los ojos con burla.

- puedo y lo haré~ -canturrea entre risas para luego calmarse y decir:- cambiando de tema... No sé, se me terminaron las extrañas preguntas. -ríe nervioso.

- entonces yo hago las preguntas ahora, caballero. -se cruza de brazos Alan.

- concuerdo con su proposición, caballero. -dice con elegancia exagerada antes de tomar su botella y dar un trago, con el meñique alzado.

- en ese caso, comencemos ahora con las cuestiones a tratar. -habla, imitando el tono elegante del pelirrojo.- señor Hirsch.

- a su servicio, señor Ituriel.

- ¿Cuál es el motivo de su felicidad?

Puede ser descortes pero el caballero pelirrojo soltó una carcajada por esa pregunta, y el caballero de etnia morena se dio cuenta, ya algo tarde del poco sentido que poseía la cuestión.

- lo sé lo sé-

- ¿No he sido muy obvio? -ríe el pelirrojo.- Mis dibujos, mi serie... ¿No te dijo algo eso?

- no me digas nada ¡Es algo común preguntar eso!

- ¿Y a quién le haces esa pregunta tan común? Porque para mí, es la primera vez. -comenta, apoyando sus codos en la mesa.

- pues...

Se pone nervioso y dubita en si responderle del modo en el que lo dirá, pues puede sonar... ¿Raro? Puede ser. Alex lo nota. Nota su debate interno y efímero, así como nota el suave carmesí que adorna sus mejillas.

- con mis primeras citas.

Algo siente Alex que es inefable ante esa respuesta. Tal vez una mezcla entre ternura, impresión y... Es inefable, lo repito.

- oh... -se escapa suavemente de sus labios, y agrega rápidamente y con picardía:- Ituriel, es usted un galán.

Sabe que al reír, Alan se siente menos nervioso, y este agrega:

- en absoluto.

- ¿Has tenido muchas citas? -cuestiona con curiosidad el pelirrojo, cambiando de tema.

- no muchas. -responde con simpleza.- salí con muy pocas personas.

- ¿Y no hubo alguna afortunada? -pregunta con picardía.

- yo diría que la chica con la que salí un par de veces en prepa, pero al final, no resultó en nada. -suspira con pesadez mientras rememora aquel momento:- dijo que no estaba interesada, que era ella y yo no-

- ¡Claro que es ella! -exclama Alex al tiempo que golpea la mesa con ambas manos, sobresaltando a Alan.- o sea, solo un idiota no saldría contigo, ¡Tú eres un amor! -suelta sin más.

Se da cuenta bien de lo que acaba de decir en cuanto mira a Ituriel sonrojarse con más fuerza y una boba sonrisa adorna sus labios. Alex sonríe suavemente por eso que ha provocado.

- ¿So-oy un amor? -pregunta, mirandole directamente a los ojos.

Se estremece levemente por aquellos ojos brillantes que le miran, pero logra responder:

- Solo si yo no soy un idiota.

Ahora ¿Por qué no puede apartar la mirada?

¿Por qué no puede dejar de mirar a esa persona frente a él?

¿Por qué siente que su pecho explotará?

Nadie dice nada, y no son necesarias las palabras, tan solo se observan, analizan al contrario y lo bien parecido que es, y sonríen como idiotas por unos pocos minutos que parecen durar horas para ambos. Hasta que el tiempo se vuelve a reestablecer.

- ¿Se les ofrece algo más?

Ambos se giran y miran al mismo caballero que les ha brindado sus servicios durante la velada.

- ¿Quie-eres algo? -le cuestiona Alex, girando a verlo.

El mexicano niega con la cabeza y Alex se vuelve a dirigir al mesero, pidiendo la cuenta ya. El hombre se retiró y Alex vuelve a ver Alan, quien mira a otro lado y bebe lo poco que le queda de cerveza.
Dios, se sentía raro y le es imposible describirse sin tener que emplear otras palabras que no sean "felicidad" ni "nervios" ni "idiota". Necesita aclararse.

No hablan, pero el ambiente no les incomoda.

El mesero vuelve, presenta el total por todo lo consumido en su velada, pagan (Alex aporta más porque sí, supongo.) y salen del local.
Al mismo tiempo, ambos logran parar a un taxi, y lo consideran un milagro, pues teniendo en cuenta que a esas horas habían muy poco autos circulando por la calles. Alex es el quien abre  la puerta y le da paso al moreno de entrar al vehiculo.

- su carruaje está listo, señor Ituriel. -dice con un bobo acento y haciendo un leve reverencia.

Alan no evita reír suavemente para luego cuestionarle:

- ¿No vienes?

- vivo cerca.

- es muy tarde.

- no te preocupes por eso. -dice con simplesa.- conozco la zona, y no es como que me vayan a robar mucho, tal vez un riñon o el corazón.

- ¿Cuál corazón? -se atreve a burlarse el contrario.

- ¡Oh, es verdad! ¡Ya me lo han robado! -dice con dolor dramático.

Alan ríe nuevamente por su comentario, pero antes de poder decir algo, el taxista se les adelanta:

- ¿Ya acabaron con sus jueguitos? ¿O me voy ya?

Ambos ríen suavemente y con pena.

- gracias, -susurra Alan al mayor- por esta... Cita no gay.

No evita sonreír como tonto, como lo ha hecho toda la noche, y él quisiera... Seguir así.

- Alan -le llama en un hilo de voz.- mañana... ¿Podríamos almorzar juntos?

- por mí está bien. -dice de inmediato, sin dudarlo y con una bella sonrisa.

- bien, entonces... Pasaré por ti al estudio.

- allá te esperaré. -dice y entra al vehiculo amarillo.- escríbeme cuando llegues a tu casa, por favor.

- eso haré. -asegura.

Y el taxi arranca, y Alex ve como se aleja por la calle y lo pierde de vista al cruzar una esquina. Y un sentimiento abarca todo su pecho, todo su ser.

Y sabe lo que es.

- dios...

CONTINUARÁ

UFF SÍ QUE ME HE TARDADO
(desde el año pasado ja ja)
¡Pero perdonenme! Entre a clases el 15/01 como promo, y ya no aguanto. Ya tengo demasiado. Ya me violaron 2 en biología y ¡Ah! ¡Odio aquí!

Pero finalmente está aquí, sin un título descente pero es lo qur hay ¡Ah! Y medio kk si debo serles sincera, sorry , y espero actualizar pronto esta historia, y Entre Sectas y Primera Navidad, que coño, esa ya está bien pasada de fecha. Pero bueno...

¡Espero nos leamos pronto!

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