Día 31 - Halloween

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Día 31 - Halloween (Allen, Lavi, Kanda, Lenalee, Miranda, Krory, Cross).

—...y entonces sintió que una mano con garras gigantescas atrapó su pierna haciendo que cayera al suelo. La mujer fue arrastrada hacia la oscuridad gritando... ¡Aaaaahhhh!

—¡Aaaaah! ¡El monstruo nos comerá a todos! —Miranda era un completo manojo de nervios, ocultando su pálido rostro con las manos. La castaña era terriblemente susceptible a los cuentos de terror.

—Desde entonces, dicen los rumores que el fantasma de Noé aún se pasea por esta zona... fin. Bueno, ¿quién quiere contar otro cuento de terror? —Lavi les pregunta a sus amigos. Se había ayudado de una lámpara que iluminaba su rostro para que su historia sonara más tétrica.

—Es una pésima idea que te pongas a contar historias de terror en la noche de Halloween —dijo Allen. No quería admitir que tantos cuentos y bromas de Lavi lo estaban volviendo paranoico al nivel de pensar que estaban siendo observados desde la oscuridad del bosque. Escuchó un ruido viniendo de unos arbustos cercanos al campamento y ahora era él quien gritaba—. ¡Aaaaaahhhh!

—¿Eh? Soy yo, Allen —Krory apareció con una bolsa de malvaviscos para derretirlos en el fuego.

—Nos diste un buen susto... —Miranda tenía las manos en el pecho, sintiendo que su corazón se saldría por tanta ansiedad y pánico.

—Sólo dos malvaviscos por persona, Krory —ordenó Lenalee, con una sonrisa para calmar a los asustados jóvenes— No deben comer mucha azúcar antes de dormir.

—Es cierto... —contestó Lavi, arrebatándole la bolsa a Krory para abrirla— Dicen que si comes mucho, te darán pesadillas cuando duermas.

—No quiero, gracias —Miranda se negó a los dulces, agitando sus manos ante el ofrecimiento de Lavi. Este se encogió de hombros y continuó repartiendo los malvaviscos— Oye, Yuu... ¿no vienes por unos? ¡Están sabrosos!

—No creo que quiera sentarse a la par tuya, comer malvaviscos y escuchar felizmente tus cuentos, Lavi —se burló Allen cuando vio que Kanda ignoró por completo al pelirrojo. Este había hecho su asiento no muy lejos del grupo de campistas, pero en vez de prestar atención a su plática, escuchaba música con sus audífonos y dormitaba.

La noche continuó su paso y pronto todos tuvieron que ir a dormir. Cabe aclarar que unas cuantas personas tuvieron problemas para conciliar el sueño. Uno de ellos era Allen; sus ojos grises estaban pegados a la tela de la tienda de campaña porque en esta se reflejaban las ramas secas de un árbol cercano. A su mente llegó una frase que Lavi dijo en uno de sus cuentos: "El Sleep Eater hace que tu sueño más hermoso se convierta en tu peor pesadilla. Aprovecha que te mueres del pánico y busca la forma de asesinarte de verdad..."

—Es sólo una historia, no es real. Deja de darle vueltas y mejor duérmete —se regañaba a si mismo con enojo. Después de lo que le pareció una eternidad, terminó por caer en un profundo sueño.

En este, se encontraba con una sonrisa deslumbrante. Estaba arrasando con el juego de Póker en el lujoso casino. Las personas lo rodeaban y lo alababan cada vez que mostraba su mano con las mejores cartas. Reía y abrazaba la cantidad absurda de dinero y lingotes de oro que había acumulado... pero de pronto, las luces del casino se apagaron y las risas y festejos se detuvieron.

¿A dónde se fueron todos? —gritaba sin entender lo que sucedía.

—¿Qué es a lo que más le temes, Allen Walker? —Una voz gutural le produjo una sensación de peligro que corrió por toda su espina. De la oscuridad salió la silueta de un alto hombre de cabello rojo y ojos carmesí con la mirada fija en su presa... y no, su presa no era Allen.

—¡No te llevarás mi dinero, maestro idiota! —Allen se aferraba a la pila de dinero con la cara completamente pálida y las manos temblorosas cuando la sonrisa socarrona de Cross Marian, su mentor, se acercaba como lobo cazando a su presa.

—Mira que amable de tu parte, has conseguido todo ese dinero para mí —a cada paso que daba, iba creciendo hasta convertirse en una bestia enorme con la forma de un oso demoniaco.

Allen cerró los ojos y gritó con todas sus fuerzas. No le quedó más remedio que correr antes de que fuera aplastado por la garras del monstruo. Lo que no sabía era que en realidad estaba corriendo con su pijama puesto, rompió la tienda y salió al exterior aterrado. Sus gritos despertaron a todos en el campamento y los obligó a salir con lámparas para averiguar qué sucedía.

—¡¿Qué ocurrió?! ¿Allen, estás bien? —Lenalee se asustó cuando vio que Allen estaba inconsciente tras haber chocado contra el tronco de un árbol.

—Le dije que no se comiera más de dos malvaviscos... —menciona Lavi con una sonrisa burlona cuando adivinó lo que había pasado. Allen tenía una fina línea de sangre en su frente, pero al estar inconsciente, su rostro parecía el de un bebé que duerme plácidamente.

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Agradezco a los que me acompañaron durante todo el mes. ¡Estoy increíblemente feliz de haber completado el reto Fictober! Les prometo que el próximo año estaré de regreso con nuevos drabbles y aventuras que espero disfruten al igual que disfrutaron de estas ;)

Admito que fue como la palabra lo dice ' un reto ', porque sentí que quemé todas mis neuronas e imaginación con una treintena de historias, todas completamente diferentes entre sí. También representó un sacrificio enorme debido a mi trabajo, les aseguro que no se hacen una idea de lo que me ha costado mantener el ritmo de una actualización diaria por un mes completo.

Les traeré muy pronto el drabble que les prometí cuando recién empezaba el reto, además de la actualización de Jikan no Breaker (tal vez no mañana o la próxima semana porque que me tomaré un descanso de escribir para recuperar fuerzas y sobre todo inspiración), pero les aseguro que la espera valdrá la pena. :D

¡Gracias por leer! #DGrayTober

**(^ᴗ^)**

Los dejo con un Bye Bye Dango... ^^

D Gray Tober By: Varela D. Campbell ウァレラ・デェー・キァンベル。

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