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Día 27 – Vampiro (Allen, Krory, Lavi, Kanda, Lenalee).

En un extraño pueblo ficticio, vivían en armonía cientos de monstruos, vampiros y zombies. No estaban tan lejos del mundo humano y las zonas donde estos habitan, pero era imposible para un humano común y corriente atravesar los tenebrosos bosques y tener la valentía de enfrentar los peligros que acechan en el lugar. Tras el bosque y la neblina, encontramos un majestuoso hotel para monstruos de 5 pentagramas, una alta categoría para el mundo paranormal. El hotel Black Order, propiedad de la familia Drácula.

—¿Seguro que no quieres una bebida? —Krory se agachó para llamar la atención de cierto vampiro albino que sacaba brillo a las piezas de metal de su homúnculo Timcampy.

—No gracias, a-acabo de cenar unos bloodangos —negó amablemente. Krory sacaba una lata del tipo B + de una máquina expendedora cercana.

—Tu nos ocultas algo, Moyashi —Lavi saltó desde el balcón del segundo nivel hacia el área de la piscina donde los vampiros se encontraban tomando un poco de luz de luna. Allen se exaltó ante la repentina presencia del hombre lobo.

—Deja de seguirle el juego a Kanda, Además.... ¿qué estás diciendo, Lavi?... ¿La luna llena te hace soltar esas ocurrencias? —comenzó a reír nervioso.

—A mí no me engañas —el pelirrojo ensanchó su sonrisa y se acercó peligrosamente al rostro de Allen para olfatearlo— Te vi negar un plato con bloodangos que Frank-Jerry te ofreció en el restaurante. De hecho, no te he visto comer en años. ¡No me digas que estás a dieta! —levantó una ceja con picardía. Luego comenzó a rascarse por una molesta pulga que llevaba atormentando una semana.

—Un vampiro no puede pasar más de 24 horas sin beber sangre humana —Krory reflexiona tras lo mencionado por Lavi. Allen se siente aún más presionado e incómodo por el camino de la conversación.

—Ugh, de pronto me dio bastante calor. Voy a regresar al hotel. Escuché que están por abrir el área del casino y quiero probar mi suerte con las cartas —se excusa, comenzando a levitar para alejarse. De pronto su pierna es sujetada por unos vendajes para evitar que escapara.

—¿Y ahora qué sucede con el inútil Moyashi? —Kanda apareció con su usual ceño fruncido. Siendo una momia, no fue difícil extender sus vendajes para capturar al escurridizo vampiro.

—No me pasa nada Ba-Kanda. Y te recuerdo que mi nombre es Allen —el vampiro se puso al nivel de Kanda y ambos comenzaron una pelea de miradas.

—No me interesa tu nombre, chupacabras.

—Escarabajo del desierto.

—Sangijuela.

—¡Hijo de... Anubis!

—¡¿Y qué si lo soy?! —su extraña pelea estaba siendo cada vez más agresiva. Los ojos de Allen se habían tornado carmesí y Kanda hizo aparecer una espada que se materializó desde la arena mágica.

—Ustedes dos, ya fue suficiente —Lenalee apareció extendiendo sus alas para separar el revoltoso par. La chica dragón escupe fuego y logra calmar finalmente los ánimos.

Luego de eso, Allen estaba cruzado de brazos y dándoles la espalda a sus amigos que aún esperaban una respuesta. Fue hasta que sintió la mano de Lenalee sobre su hombro que tuvo el valor de hablar— ¿Prometen que no se reirán si les cuento la verdad?

—¿Por qué habría de reírme? Somos tus amigos, ¿no? —Lenalee le muestra una sonrisa tranquilizadora.

—Está bien —suspiró y se dio la vuelta— Soy... ¡soy intolerante a la sangre humana! —apretó sus ojos y sintió que se hacía diminuto por la vergüenza de admitirlo en voz alta. Era un glotón de primera, pero su dieta era algo especial.

—¡Por satán! Jamás había escuchado de un vampiro que no toma sangre —Krory llevó las manos a su cabeza completamente asombrado. Lavi no pudo evitar soltar a carcajadas, meneando su cola de un lado a otro. A Kanda y Lenalee pareció darle igual, cosa que Allen agradeció en silencio.

—Sólo tengo una duda... —Lenalee lleva la mano a su mentón— ¿de qué te alimentas si eres alérgico a la sangre?

—Ehh... un suplemento que creó tu hermano llamado Komuritamina D.2.0, aunque el Spendangre también me sirve en ocasiones —contestó, rascando su cabeza.

—He... Eso responde a mi pregunta —dijo Lavi luego de limpiar las lágrimas por tanto reír. Se acercó a Allen y pasó su peludo brazo por su cuello— Somos tus amigos, Allen. No tienes porqué sentir vergüenza u ocultarlo de nosotros.

—Gracias por tu apoyo, Lavi —Allen se sintió aliviado. Se quedó un rato más conversando con sus amigos antes de que todos regresaran al interior del hotel, donde más aventuras y sucesos inesperados les aguardaban.

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#DGrayTober

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Los dejo con un Bye Bye Dango... nos leemos mañana ^^

D Gray Tober By: Varela D. Campbell ウァレラ・デェー・キァンベル。