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Día 17 - Genderbend (Allena, Yuu, Lavily)

—¡¿Que dicen si hacemos una pijamada?! Puedo preparar unas palomitas y podemos ver películas de terror toda la noche —Lavily preguntó saltando sobre el colchón de la cama y esperando la opinión de sus amigas.

—Me da igual... —dijo Yuu. La pelinegra estaba sentada en el sillón con las piernas cruzadas, leyendo una revista sobre artes marciales y Kendo.

—¿Que dices, Allena?

—Me encanta la idea, si quieres te ayudo a traer más almohadas —se ofreció con una sonrisa deforme porque tenía un dango a medio morder que había traído de la cocina.

Eran compañeras en la secundaria Black Order. Estaban en medio de las vacaciones invernales. Lastimosamente el festival de invierno se había suspendido hasta el día siguiente por la tormenta de nieve, pero no era impedimento para que el grupo de amigas disfrutaran de una noche para arreglar su cabello, pintarse las uñas y ver películas hasta altas horas de la madrugada.

Lavily las había invitado a la mansión familiar. Su abuela, o como ella la llamaba "vieja Bookman", era una acaudalada señora que pasaba gran parte del tiempo fuera de casa, así que las adolescentes tenían todo el lugar a su disposición.

Yuu y Allena estaban acomodadas entre las mantas y cojines esparcidos en el suelo. Unos minutos más tarde, la pelirroja entró a la habitación; traía una pijama de shorts y su camisa tenía estampado de corazones. Allena optó por una pijama más conservadora, de color celeste con el dibujo de un payaso. Yuu por otro lado, vestía una pijama de diseño más oriental.

La tele proyectaba una película, pero las jóvenes no le prestaban atención— Kanda, ya deja tu teléfono y acércate. Encontré en Googlem un hermoso peinado que va bien con tu cabello —la albina hizo señas con su mano para que la ojiazul se acercara. Ella se había hecho una media cola y terminaba de darle unos retoques con spray fijador.

—Lo último que quiero es que una Moyashi toque mi cabello. Se me va a caer si le pones una mano encima —se burló, regresando al videojuego de ninjas en su teléfono que era mucho más interesante que la película en la pantalla y los peinados de Allena.

—¡¿A quién le dices Moyashi?! Mi nombre es Allena Walker —reprochó poniendo ambas manos en sus caderas.

—Técnicamente tu cabello no se caería. El paso del peine por tu cabeza ayudaría a los folículos del cuero cabelludo a generar cabello más fuerte —se escuchó la voz de Lavily, quien traía los brazos llenos de bolsas de snacks y palomitas antes de tomar asiento. La chica solo rodó sus ojos zafiro y se acercó para tomar un bowl con palomitas. A veces olvidaba que su ruidosa amiga pelirroja era la nerd de su grupo y la mejor de su clase.

—¿En serio tenía que venir a esta tonta pijamada? —se quejó, ignorando las quejas de Allena por su apodo.

—Sin tí no sería lo mismo —dijo Lavily, bebiendo una lata de soda.

—Esté o no, es como si le habláramos a la pared —respondió la albina, haciendo un puchero— Es una lástima que Leno no pudiera venir.

—Komuiko no hubiera permitido que su adorado hermanito estuviera sólo en medio de una pijamada de chicas —contestó la ojiverde.

—Tienes razón... —meditaba sin darse cuenta que Lavily había dejado su asiento para escabullirse y sorprender a su amiga que seguía concentrada en el juego. A pesar de los rápidos reflejos de Yuu, estos no fueron suficientes; las palomitas se regaron en el suelo y ambas terminaron en una posición que hizo que la cara de Allena se tiñera de rojo.

—Yuu, ¿seguro no fuiste un hombre en tu vida pasada? —se acercó peligrosamente al molesto rostro de la ojiazul, estrujando sus diminutos pechos.

—Si quieres toca abajo y lo averiguas... —masculló a punto de arrancarle el cabello y usarlo como relleno para las almohadas. Lavily parecía no notar que su vida corría peligro y para colmo, aún no se quitaba de encima.

—¿En serio puedo?

—¡No, no puedes, idiota! Déjame en paz... ¡y no vuelvas a llamarme por mi nombre o te mato! —Tragó con dificultad cuando se percató de la posición en la que estaba, empezando una persecución por la habitación desordenando todo a su paso. Allena soltó un suspiro, y rió divertida con la situación. Sabía que sus amigas nunca cambiarían.

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#DGrayTober

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Los dejo con un Bye Bye Dango... nos leemos mañana ^^

D Gray Tober By: Varela D. Campbell ウァレラ・デェー・キァンベル。