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Día 12 – Arca (Allen, Lavi, Kanda, Link)

—Aaah... estoy cansado de caminar. Mis pies duelen y tengo frío —se quejó Lavi. A su lado iba Allen, Link y Kanda caminaba al frente luego de una falsa alarma en una misión que tuvieron en Suiza.

—No estaríamos caminando si cierto Moyashi no se hubiera perdido de camino a la estación del tren —Kanda masculló molesto, apretando el agarre del maletín de cuero a sus espaldas.

—¿Huh? En primera, mi nombre es Allen. ¡A-L-L-E-N!, y en segunda, no fue mi culpa, todos esos callejones eran idénticos —los dos exorcistas comenzaron una pelea de miradas al igual que sus golems, que acabó cuando a Lavi le surgió una brillante idea, poniendo sus manos en los hombros de Allen y Kanda para detenerlos.

—Nee, Moyashi-kun... ¿y si usamos el Arca para llegar al cuartel de la Orden? —canturreó con una mirada de súplica.

—No le sigas el juego a Ba-Kanda, Lavi —lo regañó, cerrando los ojos y soltando un suspiro cuando escuchó las quejas del azabache.

—No. Allen no tiene permitido usar el Arca sin el permiso del director Komui o el inspector Leverrier —respondió Link, viendo con molestia a Bookman Jr.

—Pero nos tardaremos el doble en llegar a la Orden ahora que perdimos el tren —replicó el ojiverde, siendo sus argumentos ignorados por el cuervo.

—Lavi tiene razón, Link. Será más rápido si uso el Arca —Se detuvo a mitad de las vías del tren y llevó sus dedos a la frente para hacer la invocación a pesar de las advertencias de Link.

—¡Alto, Walker! —Link gritó, sacando de sus mangas una hilera de talismanes dispuesto a detener a Allen, pero Timcampy se interpuso entre ellos.

El golem incrementó su tamaño en un segundo, tomándolos por sorpresa y mandando a volar a Link y Lavi. Kanda estaba a una distancia prudente y no fue afectado por el crecimiento del golem, pero su mirada se convirtió en sorpresa cuando vio que Allen también había sido empujado por Timcampy justo cuando el Arca estaba por abrirse.

En la parte alta de la puerta del arca aparecieron varios símbolos que el ojiazul no pudo reconocer, pero vio que Allen había sido succionado por el resplandor blanco, desapareciendo de la vista del trío.

—¡Deprisa, tras él! —ordenó Link, saltando al interior del Arca antes de que esta colapsara. Lavi y Kanda lo siguieron.

En vez de caer dentro de una de las salas de la Orden, cayeron en medio de un callejón rodeado de edificaciones de color blanco.

—¿Dónde estamos? —Preguntó Link, poniéndose en guardia luego de la caída.

—Ah, olvidaba que esta es la primera vez que Link está dentro del Arca no sólo atravesándola... ¡ouch! Yuu, ¿te importaría quitarte de encima? —Kanda de inmediato golpeó la cabeza de Lavi por haberlo llamado por su primer nombre. El nipón se puso de pie y limpió su traje del polvo.

—¿Y bien? ¿Dónde está el escurridizo Moyashi ahora? —preguntó claramente irritado, cruzándose de brazos.

—Chicos, estoy aquí —Allen les gritó. Estaba no muy lejos de ellos, pero igual de confundido— No entiendo qué sucedió. Se suponía que debíamos estar en la Orden —se puso a pensar en que quizás se desconcentró al hacer la invocación por culpa de Tim.

—Y estarás en el calabozo de la Orden si no resuelves esto y nos sacas de aquí pronto —replicó Link.

—Es fácil, sólo tenemos que abrir alguna de estas puertas y estaremos de regreso —dijo Lavi como si fuera lo más sencillo del mundo, tomando el pomo de una de las cientos de puertas a su alrededor.

—¡Espera, Lavi! El Arca nos transporta a cualquier lugar en el que yo haya estado antes —advirtió, pero Lavi ya había abierto la puerta y caído a un oscuro vacío. Los demás no tuvieron más opción que saltar para rescatarlo.

Volvieron a caer, pero en esta ocasión estaban de vuelta en el mundo real. Para ser más específicos, un viejo cabaret de Londres.

—Oh, no sabía que tendríamos clientes sorpresa. Siéntanse libres de pedir lo que quieran porque tenemos la cerveza más fina —dijo una voluptuosa mujer, abrazando a Link y hundiendo su enrojecido rostro entre sus pechos.

—¡¿Y ahora donde mierda estamos?! —Kanda gritó, amenazando con su espada a las mujerzuelas que querían lanzarse encima de él.

—Oye mocoso, tú eres el niño que siempre viaja con Cross Marian. ¡Tendrás que pagarme todo lo que ese maldito me debe! —Un hombre gordo y ebrio salió de la barra de licores con una botella rota. Allen sintió el sudor frío bajando por su frente.

—A-Allen... ¿Es este el paraíso? —preguntó Lavi, con sus ojos en forma de corazón dispuesto a abrazar a las jóvenes que guiñaban su ojo como carnada para el lobo hambriento.

—N-no... ¡este es el maldito infierno! —dijo aterrado. Ese era uno de los últimos bares que había visitado con su maestro. Activó su inocencia y con Crown Belt tomó a Lavi, Link y Kanda del pie, emprendiendo una huida digna de película.

Al menos ahora estaban "un poco" más cerca de la Orden.

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#DGrayTober

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Los dejo con un Bye Bye Dango... nos leemos mañana ^^

D Gray Tober By: Varela D. Campbell ウァレラ・デェー・キァンベル。