Al día siguiente, Camila fue sometida al polígrafo.

-¿Dónde está Lauren ahora? - preguntó el técnico.

-No lo sé. -respondió Camila

-¿La volverás a ver? -preguntó el técnico. Pero Camila intentó no responder.

Le entregaron la nota de su tesis, y se sacó la más alta puntuación.

En una nueva vigilancia, ella se sentó lejos de las D.E.B.S en esos trapecios, mientras miraba y pensaba que estaría haciendo Lauren ahora, donde estaría. Y extrañaba vigilar junto a sus amigas en trapecios.

Austin descendió al lado de ella.

-Hola -dijo cuando vio que ella no lo había notado.

-Hola -respondió plana

-¿Así que vamos a ir al fin de ciclo juntos?

-Si, supongo -contesto sin importancia

-Aún te amo -dijo Austin- Sé que aún me amas

Camila miró a sus amigas, y pudo ver a Dinah y a Ally prestando atención a lo que estaba pasando entre ella y Austin.

-Si -dijo sabiendo que eso iba a hacer que sus amigas dejaran de mirarla raro.

Austin sonrió idiotamente y se puso a buscar algo en su uniforme y comenzó a ponerle un brazalete blanco.

-Mi padre me dio esto en un arresto de narcos en Malasia - dijo contento.

Camila solo sonrió.

-Escucha, he estado pensando... -dijo Austin - que toda esa cosa de lesbianas, es algo excitante. Te veo esta noche, bebé -agregó ignorando la cara de asco que Camila le había hecho.

Dinah, Normani y Ally se deslizaron hacia Camila cuando vieron que Austin había vuelto a desaparecer en ese arnés.

-Hiciste lo correcto -dijo Dinah

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-Hola -dijo Lauren sorprendiendo a Camila que estaba sacando ropa de uno de sus cajones en la cómoda.

-¿Cómo lo haces? -preguntó Camila

-Para ser una instalación ultra secreta, su seguridad es una mierda -djio Lauren sonriendo.

-No puedes estar aquí -dijo Camila seríamente

-Oh, lo sé. Dijiste que no podías verme y entonces yo te veo. Es una especie de juego que jugamos -dijo Lauren acercándose a ella.

-Largo -exclamó Camila muy firmemente.

-¿Es por tus amigas? Porque si lo es puedo hablarles, tú sabes. Podemos arreglar una especie de tregua.

-Dije, largo. Te lo advierto.

-Camila. -dijo dulcemente

Pero Camila no quiso escuchar nada más, sabía que si lo hacía terminaría yéndose de nuevo con la ojiverde. Y se dio media vuelta y apretó el botón de alarma que estaba a sus espaldas.

-Tienes que irte ahora -grito Camila cuando la alarma empezó a sonar por toda la casa.

-Son tus estúpidas amigas. ¿Por qué no piensas por ti misma para variar? -preguntó Lauren enojada, antes de que la puerta se abriera y las D.E.B.S entraran con las armas listas para disparar. Cosa que Dinah hizo mientras Lauren saltaba por la ventana y Dinah corrió hasta la misma para ver si podía verla en el patio, pero éste estaba vacío.

-Se fue -dijo la polinesia después de mirar para todos lados en el patio. -¿Estás bien? -le preguntó a Camila quien tenía una mano acariciando su frente y asintió como respuesta.

Dinah volvió a mirar hacia afuera y se corrió justo a tiempo cuando sintió algo venir desde afuera y una flecha fue a clavarse a la pared justo al lado de la cara de Ally quien dio un grito al sentir la onda expansiva de la flecha. En la flecha estaban las esposas que Camila le había regalado a Lauren.

-¡Pensé que eras diferente! -gritó Lauren desde la calle antes de subir al auto y marcharse.

Camila miró hacia el piso arrepentida por lo que le hacía a la ojiverde, pero sabía que no podía dejar que sus amigas se dieran cuenta de sus verdaderos sentimientos.

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En el nuevo escondite de Lauren, ésta estaba con un enorme cañón metiendo las coordenadas para producir un disparo.

-¿Ella cree que soy una mala noticia? Oh, le daré sus malas noticias -decía hablando en voz alta.

-¿Qué estás haciendo? -preguntó Harry viendo como Lauren apretaba los botones de control del cañón.

-Australia está tostada -dijo la ojiverde

-¿Qué te pasa con los Australianos? -preguntó Harry

-Son muy sexys y no me gusta su actitud -dijo Lauren

-De acuerdo. Vamos -dijo Harry apagando el cañon y haciéndole señas a Lauren para que se aleje del mismo.

Lauren suspiró ofendida y agarró la botella de whisky de la que estaba tomando y se fue a sentar al sillón, Harry sentándose al lado de ella.

-Harry, no sé como me pasó esto, pero... -comenzó a decir Lauren- ser malvada ya no se siente bien.

-¿La amas? -preguntó Harry después de pensar un segundo en las palabras que ella había dicho.

Lauren asintió con tristeza. ¿Cuál era el sentido si Camila no quería ni verla?

-Dejarás toda esta vida criminal ¿completamente? -preguntó el chico

-Lo que sea necesario -dijo ella después de mirar a su alrededor.

-Está bien, entonces -dijo Harry poniéndose serio. -Vamos a hacerlo.

-¿Qué? -preguntó Lauren confundida.

-Tenemos que hacerla volver -dijo Harry sonriendo.

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-En un giro memorable, sumas de dinero robado han reaparecido en las cuentas de los bancos. Las autoridades están tratando de ubicar estas transferencias, sin embargo no han tenido éxito. -Decían en la televisión cuando Lauren y Harry comenzaron a devolver lo robado.

"Bienvenida al lado brillante. Lauren Diamond le dice adiós al crimen."

"Diamond se limpia."

"Diamond se reforma."

Esos eran los titulares de los diarios.

Lauren se presento a rendir el examen estatal para ver como salía en el examen secreto que éstos tenían.

Las D.E.B.S estaban entrenando para desarmar bombas, y se equivocaron de cable, pero en vez de explotar, la bomba se abrió y un enorme globo con corazones y la frase "Camila sé mía" apareció al frente de ellas. Camila comenzó reírse poniéndose colorada, mirando a sus amigas estupefactas.

Unas horas despues Camila estaba estudiando, cuando un brillo en el cielo nocturno de la ciudad le llamó la atenció mirar hacia afuera, un diamante azul con las letras LD brillaba en el cielo. Y luego fue reemplazado por un enorme corazón que decía"Camila sé mía". Camila sacudió la cabeza y volvió a concentrarse en sus estudios.

Un día despues nuevamente la televisión tenía algo que decir sobre Lauren Diamond, y Dinah y Normani estaban mirándola fijamente.

-El Louvre recibió un paquete sorpresa esta mañana. Un cargamento de pinturas robadas valuadas en $15 millones de dólares. Fuentes internas dicen que esas obras fueron originalmente robadas por la conocida súper villana Lauren Diamond.

Mas tarde Ally descubrió en clases que Camila dibujaba de memoria a Lauren. No le dijo nada, solo la miró. Pero por la mente de Ally comenzaba a pasar la claridad de la situación.

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-Ella está por algún lado -dijo Lauren mirando la ciudad de noche, al lado de Harry

-Es hora del plan B -dijo el chico

-¿Hay un plan B? -preguntó Lauren sorprendida con la nueva información.

-Si.

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Camila estaba acomodando su vestido sobre la cama. Era la noche de fin de ciclo y tendría que ir acompañada de Austin. Lo acomadaba sacándole las posibles arrugas que podía llegar a tener, y su arma descansaba sobre el cobertor, cuando el Sr. Robertson apareció en su habitación.

-¿Preparándote para esta noche? -preguntó el hombre.

-Hola, sr. R -dijo Camila sin sonreír.

-Dime, Camila. ¿Cómo la estás pasando?

-Bien, supongo

-Sabes Camila, he aprendido que en este negocio no hay mucha cabida para el amor. El amor requiere confianza, y la confianza honestidad.

Camila se quedó pensando unos segundos, antes de cruzar sus brazos y mirar al sr. R inquisitivamente.

-Sr. R ¿puedo hacerle una pregunta?

-Por supuesto

-Obtuve el puntaje perfecto en el examen secreto.

-Si, así fue

-Pero... ¿qué mide esa prueba?

-¿Perdón? -preguntó sin entender

-Digo... Normani es una adicta al sexo, a Ally la han condenado por robar en tiendas, Dinah, bueno, ella raya lo sicótico, pero nada en mi pasado indica que seré una buena espía. Entonces... ¿por qué obtuve el puntaje perfecto?

-La prueba mide tu habilidad para mentir. Tú eres una perfecta mentirosa.

-Oh...

-No me malentiendas. Perfecta mentirosa es una perfecta espía, el resto lo podemos enseñar, pero el engaño... viene naturalmente. Mira, diviértete esta noche. El final del ciclo solo pasa una vez al año. Disfrútalo. -dijo el sr. Robertson antes de desaparecer, dejando a Camila pensando en su respuesta y sin ganas de divertirse esa noche.

Continuará...

Faltan dos capítulos para el final. ¡Chan, chan! Ahre