Hay una prueba secreta

oculta en los éxamenes estatales.

Esta prueba no mide

la aptitud del estudiante...

en lectura, caligrafía

y matemáticas.

Esto mide la habilidad

innata del estudiante...

para mentir, engañar, pelear y matar.

aquellas con puntaje alto son reclutadas

en una secreta academia paramilitar.

Algunos las llaman Seductrizes.

Algunos espías.

Los estupidos las llaman inocentes.

Ellas se hacen llamar D.E.B.S.

Camila Cabello caminaba junto a sus amigas rumbo al comedor de la escuela. Ella y tres muchachas más de su edad, vivían en la misma casa y conformaban uno de los mejores equipos de D.E.B.S del país.

Su equipo estaba compuesto, además de ella por supuesto, por Dinah Jane, capitana del mismo. Ally Brooke, todavía sin un grado y Normani Kordei, de origen asiático y con una extraña manía de hablar en francés e inglés.

-¿Qué le pasa a Austin hoy? -preguntó Dinah hastiada de que el novio de su mejor amiga estuviera llamándola a ella y sabiendo que Camila había rechazado las llamadas desde que se despertó apurada.

-Terminé con él. -dijo Camila y por la cara de sus amigas sabía que estaban sorprendidas y ahora sentían lástima por ellas.

-¿Por qué? -preguntó Ally.

-No... me sentía bien con él. -contestó Camila evitando mirarlas a los ojos.

-¿Cómo? -preguntó Dinah frunciendo el ceño. -Si servía para el sexo, servía para cualquier cosa.

-Además de que no servía para el sexo. -respondio Camila rodando los ojos.

-Ah, bueno, entonces mejor. -dijo Dinah

-Además, quiero enamorarme. -declaro Camila cuando Normani estalló en carcajadas.

-¿Por qué tardamos tanto en llegar a la cafetería cuando hay una alerta de emergencia? -preguntó Ally cambiando de tema

Las cuatro chicas se encogierón de hombros y se adentrarón a la cafetería.

-Hola Sr. R -saludo Dinah cuando se sentó en la mesa en donde su supervisor las estaba esperando.

-No me llames así -bufó el hombre de rulos levantando su barbilla.

-¿Qué pasa, Sr. R? -dijo Camila y el hombre rodo los ojos.

-Hola Sr. R -dijo Ally

-Bonjour Sr. R -saludo Normani tomando asiento con las otras chicas.

-Quiero una tostada chica y tocino, bien cocido -pidio Dinah cuando la moza se había acercado a tomarles el pedido. Esa era la ventaja de una escuela exclusiva para espías. Mozas en la cafetería.

-Tofu, jugo de pulpa de durazno, no lactea y claro... una rebanada de pizza. -dijo Camila con una sonrisa

-Hamburguesa, con pepinos extra. Por favor. -pidio Ally

-Café, negro. -pidio Normani

-Tenemos una invitada especial esta mañana -dijo finalmente el Sr. Robertson cuando la moza se retiró. -La Sra. McFarland.

-¿Sra. McFarland? -preguntarón las cuatro chicas al mismo tiempo, sorprendidas.

-Nunca viene acá abajo. -comentó Dinah

Cuando terminó, una mujer en traje de negocios, con el pelo corto y castaño, se materializó al frente de su mesa, mirándolas enojada.

-Señoritas.-dijo después de registrarlas en su mirada.

-Solo quiero decir que es un placer conocerla... -intervino Dinah hasta que vio la mano levantada de la mujer, indicándole silencio.

-No hay tiempo para cortesías -dijo la Sra. McFarland.

-Robertson, un asunto de suma importancia ha captado mi atención -comentó mirando al único hombre de la mesa, quien asentía atento a sus palabras. -Lauren Diamond está de vuelta en los Estados Unidos.

-¡Oh, mi Dios! -exclamó Dinah.

-Oh, mierda -dijo Normani con su extraño acento.

-Es broma, ¿verdad? -preguntó Camila emocionada -Estoy escribiendo una tesis sobre ella. -agregó mirando al Sr. Robertson

-Espero mantenerme al tanto sobre esto -estableció la Sra. McFarland mirando a Robertson, quien volvió a asentir antes de que ella aplaudiera tres veces y dijera: -Mostremos algo de empeño. -antes de desaparecer.

-No puedo creer que volvió -dijo Camila sorprendida.

-¿Quién es Lauren Diamond? -preguntó Ally con inocencia.

-Lauren Diamond... -comenzó el Sr. Robertson encendiendo un pequeño reproductor holográfico que comenzó a emitir imágenes al frente de ellas. Se pudo ver la imagen de una chica de piel blanca, cabello largo y negro, con unos ojos color verde esmeralda, relamente hermosa y una ficha descriptiva a su derecha -Es la única sobreviviente del Sindicato del Crimen de Reynolds. Su familia luchó con los Schaffers en una sangrienta rencilla esa última década. Después de la muerte de su padre ella heredó las llaves de su reino: venta de armas, contrabando, apuestas y su especialidad, robo de diamantes. Está protegida por una leal banda de mercenarios, liderados por este hombre... Harry. Se cree que Lauren Diamond estuvo detrás del plan para hundir Australia en el 2009. Han habido tres intentos de detenerla. Todos fallaron. En el 2011 pasó a la clandestinidad y no se ha oído ni visto nada de ella desde entonces. -agregó finalmente el Sr. Robertson

-¡Ouch! -dijo Ally

-Esa no es la peor parte. -comentó Camila

-¿Cuál es la peor parte? -preguntó Ally mirando al Sr. Robertson

-Nadie que la ha enfrentado vivió para contarlo -respondió el hombre.

-Oh... -susurro Ally en una mezcla de miedo y sorpresa.

-Pulpa de durazno, tostadas, tofu y hamburguesa. -interrumpio la moza dejando cada plato al frente de su correspondiente cliente. -Café. -agregó dejándole la bebida a Normani y con el extraño acento.

-¿Por qué crees que volvió a la ciudad? -preguntó Dinah mirando al Sr. Robertson, quien volvió a encender el reproductor holográfico.

-Inteligencia cree que quiere reunirse con esta mujer. Ninotchka Kaprova. Ex KGB, ahora asesina independiente. Programaron una cita esta noche a las 20:00 horas. Averiguen lo que Lauren está tramando. Estrictamente vigilancia. No traten de arrestarla. Dinah, estás a cargo. Camila, estás segunda. Y, D.E.B.S, tengan cuidado.-puntualizó el Sr. Robertson antes de desaparecer.

-¿Qué es lo que quiere una solitaria mente criminal con una asesina rusa? -se preguntó Camila en voz alta mirando las imágenes que todavía estaban al frente de ellas.

El Sr. Robertson había desaparecido, pero había dejado encendido el reproductor holográfico.

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Mientras tanto, en la guarida de los malos...

Cerca de un cartel que decía: Una buena D.E.B es una D.E.B muerta. Lauren Diamond estaba viendo en una enorme pantalla las imágenes de Ninotchka Kaprova, cuando Harry se acercó para detenerse detrás de ella.

-Tu reunión está programada a las 20:00 horas -dijo Harry

-¿De dónde la sacaste? -preguntó Lauren sin dejar de mirar las imagenes.

-Zeda nos escribió -declaró Harry. -Dijo que está disponible. Ella está viviendo en Praga ubicada en las afueras.

-¿Asesina?

-Exacto.

-¿Dónde es la reunión? -pregunto Lauren

-Les Deux Amours. A la moda, muy discreto.-Harry le giño un ojo.

-Cancélalo. -dijo Lauren de pronto apagando la pantalla y levantándose de su silla.

-¿Por qué? -preguntó Harry siguiéndola. -Está todo listo.

-No hago cita a ciegas -aclaró Lauren.

-Bueno, no es una cita a ciegas si conoces su apariencia. -replicó Harry

-Dile que no voy a ir, que surgió algo.

-Vamos Lauren, pasaron dos años. Tienes que salir de aquí. -dijo Harry

-Estoy fuera de aquí. Salí con esa baterista, la chica que hablaba alto -estableció Lauren deteniendo su caminata y firmando algo que le habían traído.

-No saliste con ella. Salimos todos juntos. Entonces mentiste y dijiste que tu comida estaba envenenada y te fuiste corriendo. -aclaró Harry levantando una ceja

-Si, bueno... -comenzo Lauren dando media vuelta y siguiendo su camino. -Ella hablaba muy alto, incluso cuando te sentabas al lado de ella.

-Sé lo que estás tratando de hacer. Estás tratando de sumirte en tu pequeño plan de destruir el mundo, pero necesitas salir de eso. Fuiste rechazada.

-No fui rechazada. -replicó Lauren

-Oh, fuiste rechazada espantosamente. Y eso estuvo mal -se burló Harry -Te tomaste un tiempo fuera en la Antártida o donde sea.

-Reykjavik. Está en Islandia. -bufó Lauren

-Pero es tiempo de volver al juego, Lauren. Tienes una cita esta noche con una hermosa asesina rusa y vas a presentarte.

Lauren paro en seco y se dio la vuelta para quedar frente a frente de su amigo. Se cruzo de brazos si decir una sola palabra.

-Lauren.

-Está bien. De acuerdo. Iré. Estaré allí. -gruño Lauren

-Sólo promete que estarás abierta. -pidio Harry con una sonrisa.

-¿Abierta a qué? -pregunto Lauren con el ceño fruncido

-Abierta al amor -contestó dibujando un corazón en el aire con sus manos.

Lauren rodo los ojos.

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En el restaurante, antes de las 8:00 de la noche, la hora de la cita, las D.E.B.S se encontraban en el techo, sentadas en unos trapecios.

-Mira, mira.-exclamó Dinah quien estaba sentada al lado de Camila leyendo una revista. -La Sra. McFarland está reclutando chicas para el buró internacional. Veré si puedo arreglar una entrevista

-¿Crees que el Sr. Robertson me daría tiempo libre al final del ciclo? -preguntó Camila dibujando en una hoja.

-¿De qué estás hablando? - preguntó Dinah frunciendo ceño

-No lo sé. Hay una escuela de arte en Barcelona...

-¿Escuela de arte? -interrumpio Dinah -Eres la del puntaje perfecto. Podrías elegir cualquier asignación que quieras al final del ciclo. -Dinah pudo notar la tristeza en su amiga, entonces decidió intentar otro acercamiento. -¿Quién es tu mejor amiga?

-Tú eres mi mejor amiga -dijo Camila con la mirada perdida en la hoja.

-¿Qué fue lo que te dije el primer día de la academia?

-Esa es mi litera, perra -contesto Camila después de pensarlo dos segundos.

-Bien, después de eso -pidio de nuevo.

-D.E.B.S se mantienen unidas. -dijo Camila mirando a su amiga finalmente.

-¡Exacto! -exclamó Dinah -Pasamos 4 años duros, y ahora somos el mejor equipo. Recién estamos disfrutando las cosas buenas. Así que no lo arruines yendo a una escuela de arte. ¿Tengo razón?

-Si. Siempre la tienes -afirmó Camila

-Tienes que ponerlo aquí. Por una vez en tu puta vida no seas idiota -gruño Normani mientras peleaba con Ally por unos auriculares.

-Necesitas hablar inglés o francés -dijo Ally. -Franglés no es un idioma. -agregó dejando los auriculares cuando su walkie talkie comenzó a sonar. -D.E.B.S habla AllyCat. Cambio.

-Ally, dame con ella. -se escuchó provenir del otro lado.

-Es Austin. -informó Ally mirando a Camila

-No quiero hablarle. -dijo Camila

-No quiere hablarte, cambio. -dijo Ally en el walkie talkie.

-¡Mentira! Necesito hablarle. Cambio

-Copiado -afirmó Ally y se volvió a Camila. -En serio quiere verte.

-No debería hablarle. Es muy vergonzoso. -bufó Normani mientras Ally le pasaba el walkie talkie.

-Austin, te lo dije, se acabó. -musitó Camila. -Cambio -agregó al recordar la palabra.

-Tenemos que hablar, cambio.

-En serio, no -replico Camila devolviéndole el walkie talkie a Ally.

-Camz, necesitamos hablar. -insistió Austin apareciendo colgado en una soga al lado de ella.

Dinah, Ally y Normani mirarón hacia arriba tratando de entender como había llegado.

-Cielos, Austin. ¿Qué estás haciendo aquí? -preguntó Camila asustada.

-¿Creen que son las únicas que están detrás de Diamond? Todos están aquí: los federales, la CIA -informo Austin señalando al resto de los espías esperando por Lauren.

-¡No puedo creerlo! -exclamó Normani ofendida.

-Se supone que nosotras vigilamos -intervinó Dinah

-Siempre metiéndose en nuestros problemas. Es increíble -bufó Normani

-¿Podrían disculparnos un minuto? -preguntó Camila mirando a sus amigas quienes se deslizaron en sus trapecios hacia la izquierda, alejándose de ella y de Austin. -¿Por qué tienes que ser tan idiota en todo? -espetó Camila mirando a Austin.

-Cuando mi novia rompe conmigo sin ninguna razón soy un poco rudo -contestó Austin

-No es solo por una razón -dijo Camila

-Entonces dame una. -pidió Austin

-Solo quiero más -declaró Camila mirando para otro lugar.

-¿Más qué? -preguntó Austin confundido

-No lo sé.

-¿Qué están diciendo? -preguntó Normani mirando a la pareja discutir.

-No voy a espiarlos -dijo Ally quien tenía los auriculares puestos y la antena para recibir voces apuntando a la pareja.

-Eres una espía. -dijo Dinah rodando los ojos.

-¿Hay alguien más? -preguntó Austin

-No, lo juro -respondió Camila

-Porque si hay alguien más...

-Mira, solo...

-¡Habla! -interrumpió Austin firmemente

-No estoy enamora de ti -declaró finalmente Camila y miró a Austin esperando su reacción.

-Bien. Supongo que nadie es suficientemente bueno para la señorita puntaje perfecto -espetó Austin mirandola.

-¡Cállate! -exclamó Camila ofendida.

-Oh, si, volverás -dijo Austin mientras volvía a subir por ese extraño lugar por donde había bajado.

Continuará...

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