【 Desbloqueando Recuerdo... 】

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Se recomienda:

Tomar asiento,
Relajarse,
y Dejarse llevar por la experiencia...

Sin más que agregar...

Esperamos que disfrute
el viaje...
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Park Jimin, un niño de 8 años.

Su familia se había mudado desde Busan buscando la oportunidad de una mejor vida en la capital del país, Seúl.

El pequeño se había negado, pero a pesar de sus protestas tuvo que dejar el pueblo en donde nació en el pasado.

- Llegamos -dijo su padre mientras estacionaba el auto.

- Ya era hora, realmente necesito estirar mis piernas -respondió su madre.

Su progenitor se resignó a entornar sus orbes con notable burla.

El menor de la familia limpió lo último que quedaba del rastro de sus lágrimas.

Durante todo el viaje se había preguntado que pasaría con todo lo que había dejado atrás, sus amigos, sus abuelos, sus escondites, sus lugares preferidos...

A pesar de que su madre le asegurara que volverían de visita durante las vacaciones él desistía ante la idea de estar allí solo por cortos períodos.

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Min Yoongi, un joven de 10 años.

Vivía en Seúl con su padre desde que tenía 5 años, su madre los había abandonado cuando tenía poco más de un año, su padre nunca le dijo la razón.

Su progenitor era un hombre fuerte, él realmente admiraba como había luchado por sacar adelante lo que quedaba de su pequeña familia.

A pesar de todo, habían prosperado.

Su padre era un completo amante de la música, le había enseñado a tocar más de algún instrumento, incluso le dió su total apoyo cuándo le comunicó su pasión por esta misma.

Al cumplir los 8 años le había regalado un pequeño piano, tuvo que cubrir turnos extras y abstenerse ante algunos gustos, pero todo valía la pena cuando se trataba de hacer feliz a su pequeño niño.

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- Papá, papá... ¡Papá!

Un desesperado Yoongi de 10 años corría por toda la casa en busca de su progenitor.

- ¿Qué pasa Yoon? -el señor Min cuestionó saliendo calladamente de su despacho.

El ahora socio de una empresa de música, caminó hasta su cachorro quien se encontraba reteniendo sus lágrimas por la tristeza que sentía.

- Ven aquí pequeño.

El hombre extendió sus brazos en una grata invitación a envolverle entre ellos.

Yoongi, sin dudarlo, eliminó la distancia que los separaba corriendo hacia él.

- Papá, y-yo, tengo miedo -sollozó el menor.

- ¿Mi pequeño lobito guerrero tiene miedo? ¡Imposible! -animó su progenitor mientras jugaba con los oscuros rizos que su hijo poseía.

El pequeño Gi lo golpeó levemente en el pecho.

- ¡Ya! Papá, habló encerio.

El señor Min se separó de su hijo, se dejó caer en el suelo y sentandolo en sus piernas le miró con atención.

- A ver niño, dime ¿Qué sucede?

- Es Holy papá, no está, c-cuándo llegué de la escuela no estaba, creí que estaría jugando o algo pero, y-yo, creo que escapó -Yoongi rompió en llanto.

» - ¿Y-y si nos abandonó? ¿Y si nos d-dejó igual que mamá? Papá, ¿fue por mí culpa? -dijo mirándolo directamente a los ojos, con los suyos cristalizados por las lágrimas.

El mayor suspiro, tomó su teléfono y rápidamente marcó un número escuchando como al otro lado de la línea contestaban de inmediato.

- Soy yo... Si... Cancela todas las reuniones que tengo para la tarde por favor... Si... Lo sé... Surgió algo más importante.... Gracias.

Tan pronto como mencionó las últimas palabras colgó.

- No es tu culpa mi niño, te dije que cuando fueras grande te lo explicaría, te dí mi palabra y pienso cumplir esa promesa.

Revolvió un poco el cabello de su cachorro y sonrió mostrando levemente sus encías...

Definitivamente era la misma sonrisa de gomita.

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Un niño lloraba hecho bolita en la esquina de la habitación.

Se cubría las orejitas con sus pequeñas manitas evitando escuchar los gritos provenientes de la habitación continua.

Sus padres volvían a discutir...

Segundos después comenzaron a escucharse sonidos de golpes.

El niño pegó un grito ahogado, ya no lo soportaba más, no quería estar allí, no debía estar en ese lugar.

Como pudo se levantó, cruzó el recibidor, se colocó rápidamente el calzado y salió de su casa.

Corrió tan lejos como sus pequeñas piernas se lo permitieron, lo cual no fue mucho por su falta de visión causada por sus lágrimas.

Sin darse cuenta llegó hasta un parque cercano.

Se acurrucó frente a un árbol y siguió llorando, incluso cuando sintió como una pequeña bola de pelos se abrió paso entre sus brazos.

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- Yoongi, ya recorrimos casi todo al rededor de la casa, ¿Dónde podría haberse metido esa bola de pelos?

- ¡Papá! No le digas así, debería ser como otro hijo para tí -exclamó ofendido mientras formaba un puchero con sus delgados labios.

El señor Min giró los ojos.

- Bien... Uhm, al parecer solo falta la parte del parque, si tenemos suerte los encontraremos allí-... ¡Yoongi!

Al escuchar esto el menor salió corriendo con dirección al lugar, no podía arriesgarse a que algo malo le sucediera al can, era prácticamente parte de la familia, su familia.

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Se sentía tan solo...

Hasta donde él sabía sus padres se amaban, por más chico que fuese siempre estaban demostrándose afecto en cualquier lugar, desde un pequeño abrazo hasta un hermoso beso.

Entonces, ¿por qué discutían tanto?

Eso era algo que el hijo único de los Park no comprendía.

Levantó su visita encontrándose con dos diminutos orbes brillantes.

¡Un perro!

Él siempre había querido uno pero su madre se negaba definitivamente cada vez que sacaba el tema a colación.

- Hola pequeño ¿Y tú dueño? ¿Te perdiste?

El cachorro ladró como si hubiera entendido la pregunta y le lamió la mejilla.

Jimin rió levemente.

- Realmente eres un ángel, ¿eh?

Se limitó a acariciar el pelaje del can riendo por lo bajo.

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Al otro lado del parque un niño de 10 años gritaba desesperado el nombre de su perro.

- ¡Holy!... ¡Holy!... ¡Holy!...

Hay momentos en que la sociedad puede llegar a ser tan cruel.

¿Ver a un pequeño gritando un nombre mientras intentaba no romper a llorar y abstenerse de ofrecer su ayuda?

«"... Porque la sociedad perderá su humanidad cuando deje de ayudar a los demás..."»

Para su fortuna lo vió.

Y no se refería a su mascota...

Era la persona más hermosa que había visto en su corta vida, y a sus tan solo 10 añitos eso era mucho que decir.

Un precioso chico de rellenas mejillas que le hacían ver muy tierno, con sus carnosos labios abultados formando un tierno puchero.

Era simplemente la imagen perfecta.

A pesar de estar nervioso se acercó lentamente, al fin de cuentas tenía la excusa perfecta, nada podía salir mal.

A cada paso que daba, menos distancia había de separación entre el chico de lindas mejillas y él.

Respiró un poco tratando de calmar a su pequeño y acelerado corazón.

- Holy -llamó suavemente a su perro.

Al escuchar una voz extraña Jimin elevó su mirada.

¡No lo podía creer!

¡Ese chico era tan lindo!

Su piel lucía como porcelana a la luz del sol por su blancura, esa pequeña nariz de botón le pareció muy tierna a decir verdad.

- Y-yo, lo siento -Yoongi inclinó la cabeza sin entender a que se refería el niño bonito- ¿Es tuyo, eh...?

- Yoongi, Min Yoongi -hizó una ligera reverencia recordando sus modales.

- Yo soy Park Jimin -repitió la acción- un gusto -sonrió formando una línea con sus ojos.

¡Era la sonrisa más linda que el mayor había visto nunca!

- Gracias por cuidar de Holy, al parecer escapo de casa -puchereo Yoongi.

- No te preocupes, es un buen chico -levantó al cachorro extendiéndolo hacia su dueño.

Yoongi abrió la boca para hablar, pero fue interrumpido por un grito.

- ¡Yoongi!

Su padre llegó corriendo hacia ellos.

- Jovencito ¿Qué te he dicho sobre alejarte así de mí?

Jimin cerró fuertemente los ojos creyendo saber que vendría a continuación.

Quizás fuese uno o dos golpes los que anotarían al chico que acababa de conocer, con suerte no le dejarían marcas, tal como lo hacían con él...

Grande fue su sorpresa al no escuchar lo que esperaba.

Abrió los ojos encontrándose con una magnífica escena.

Él hombre yacía en cuclillas abrazando con fuerza el pequeño cuerpo del niño sin llegar a lastimarle.

- Maldita sea mini Min, me asustaste demasiado, no vuelvas a cometer una locura como esta, ¿Me escuchaste?

- P-papá, perdón, es que y-yo solo quería encontrar a Holy -contestó bajando su mirada.

El mayor suspiró.

- No importa, ahora sabemos que tú y Holy están bien, vamos a casa, ¿si?

Yoongi asintió y dando media vuelta cuestionó.

- Hey Park, ¿Te llevamos de vuelta a casa?

El niño sonrió asistiendo.

- Claro que si hyung, gracias -se acercó y depositó un beso en la mejilla del pálido quien se torno de un color rojizo al instante.

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Gracias por su preferencia...

Se agradece por
querer revivir
el momento...

Vuelva pronto...

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Atte. ⚜☦ 𝕯𝖎𝖆𝖇𝖑𝖊 Ɱιɳ ☽⋆