Capitulo Único

Departamento de Senju Akashi

10:34 pm.

La preocupación en ella era demasiado notable, no paraba de mirar hacía el reloj, ni podia dejar de morderse las uñas.

Y también de ver a la ventana, que por si fuera poco ya estaba lloviendo fuertemente, Senju se pone de pie, caminaba hacia justamente esa ventana de cristal luego de que un fuerte relámpago se mostró afuera.

Senju coloca su mano sobre el cristal, sólo observándo la lluvia caer, la hermosa alvina deja escapar un fuerte suspiro, y por mente llega aquel recuerdo...

Abel — Susurra.

Un día antes.

Koko recogía sus cosas de la mesa principal en la mansión Bonten , lo último que quería  seguir escuchando era la fuerte alegación entre aquellos individuos dentro del despacho del líder.

Bruscamente Senju entró al comedor encontrándose con Hajime.

— ¡Koko!

— Señorita Senju

— Koko ¿Quienes están gritando así?

— No lo sé — Mintió — Pero ya tienen rato alardeando y será mejor que usted señorita mejor vaya a hacer otras cosas porque al menos esa discusión no acabará ahorita.

¡Abel! ¡Abel!

Se escuchó del otro lado. Y en menos de un minuto, la gran puerta del despacho se abrió

— ¡Abel! — Le grita Senju confundida.

El azabache mira a la albina, su mirada era triste, pero ninguna palabra sale de la boca del Imaushi, él sólo continuó su camino.

— Abel. — Senju quiso ir tras él

— ¿Y a dónde crees que vas? — Pero es llamada por el líder de la pandilla de Bonten.

— ¿Mikey?

El de cabello albino camina hacia la chica de ojos verdes y la toma de la muñeca, con una mirada hasta intimidante para ella.

— Escuchame bien, porqué no volveré a repetir esto, Senju, no quiero que le vuelvas a siquiera dirigir la palabra a este idiota.

— Pero, pero... — Nerviosamente pasa saliva por su garganta — ¿Que es lo que pasó?

— No te hagas la occisa ¿Creíste o creyeron que jamás me daría cuenta?

El pecho de la Akashi subía y bajaba, creía saber a qué se refería Mikey, pero no tenía suficiente para poder enfrentarlo.

— Pero no te preocupes, bueno yo ya no me preocupo.

— ¿Porqué no? — Senju alzó su ceja. Incluso con algo de miedo ante la respuesta que el Sano podría darle.

Mikey se dio medida vuelta y se adentro a su despacho se nuevo.

— ¡Mikey! — Pero no hubo respuesta. — ¡Mikey! — Le vuelve a hablar y ella también se adentra al despacho del chico.

— ¡Koko! — Manjiro le llama al azabache mientras se sirve una copa de vino.

— ¿Si jefe?

— Cierra la puerta y déjanos solos a Senju y a mí.

— Si jefe — Hajime hace una reverencia y se retira.

Los ojos verdes de Senju corren directo hacía dónde él.

Mikey le da un trago a su copa, y luego mira hacía el enormes ventanal.

— Le pedí a Abel una prueba de fe... de confianza... Senju.

— ¿Cómo que una prueba de fe?

El Sano sonríe de lado.

— ¿Porqué no contestas?

— Mañanas lo sabrás, Senju, bueno más bien... Lo sabremos.

Las palabras de Manjiro no dejan tranquila a la Akashi. Y sólo siente más curiosidad en saber que prueba de paz es de la que el individuo le hablaba.

— Retirate de mi despacho, tengo cosas que hacer.

— ¿No lo vas a matar verdad?

Un pequeño silencio se formó, la sonrisa de Manjiro cambió rotundamente, y se pone algo triste.

— ¿Manjiro?

—Retirate, porfavor.

— Si lo matas, te juro que nuca te lo perdonaré.

— ¡Retirate! — Le alzó la voz.

Senju levanta su cuello y se retira del despecho, de inmediato su tirada fue buscar a Koko, por suerte lo conoce tan bien que ya sabía donde lo encontraría.

Bruscamente abren de la enorme puerta de la biblioteca de la mansión, haciendo sobresaltar al azabache de ojos rasgados.

— ¡Señorita Senju!

— Tú me vas a decir que fregados está ocurriendo. ¿Que prueba de fe o de confianza?

Pero Koko no decía nada, sólo evitaba ver a la albina.

— ¡Responde por Dios!

— Senju yo no sé.

La chica se sorprendió pues Koko jamás le había dicho Senju, sólo señorita Senju.

— Si sabes y no digas que no, que eres de los, favorito de Mikey, dime ¡Ya!

La presión de Senju era tan intensa, que hizo explotar al chico.

— ¡Abel tiene hasta mañana para matar a tus hermanos!

Senju se quedó helada. Y soltó a Hajime.

— ¿Que dices?

— Sí, Senju Mikey le pidió a Abel que matara a tus hermanos, es la prueba de fidelidad que le pidió. Al menos tratándose de Sanzu y a Takeomi lo tiene que meter a prisión, y tiene máximo a las once para mostrar su lealtad hacía él.

— No, Koko tienes que estar mintiendo.

—No, Senju no hay error en esto, Mikey fue muy claro con sus palabras, y enserio esto es lo que él ordenó.

En el rostro de la albina se detecta tristeza, rabia e incluso mucha angustia ¿Enserio Abel se atrevería a tal acción?

Hajime no pierde el tiempo y mira a la chica, su lindo y bonita cara se desfigura por completo por tal confesión.

— Senju, mira, enserio no quería decírtelo de verdad, pero es la realidad de las cosas , Mikey le ordenó eso, y está demás el mencionar porque se lo pidió, y pues.... No es lo único.

De inmediato ella levanta la mirada.

— ¿Hay más?

— Si, pero no puedo hablar más ya con lo que te dije es suficiente.

— No, no ahorita me dirás que es lo que sucede.

— No, Senju con lo que te dije es más que suficiente. — Koko toma distancia.

— ¡No! ¡Kono! ¡Koko!

Senju le habló al chico pero no hubo razón el inclusive hasta corrió muy lejos de ahí, y es que último que quería era meterse en problemas, y hablar de más.

***

Actualidad.

La Akashi deja soltar un suspiro , mira el reloj 10:52 pm. Se pone de pie camina a su pequeña cocina integral y prepara un té con planta de limón, lista para relajar sus nervios, prepara la tetera y de nuevo sus bellos ojos ven la hora.

11:00 pm

Algo amargo baja por la garganta de Senju, y muchas, pero mucha dudas entran en su cabeza ¿Abel habrá matado a Sanzu? ¿Habrá logrado inculpar a Takeomi de algo?  Su concentración en sus pensamientos era tan plena, que sólo el sonido de la tetera la hizo reaccionar.

— ¡Mierda! — Exclama apagando de la tetera y sirviéndose en esa taza negra, con letras rojas Slipknot qué tenía escritas, aquella taza que el Imaushi le había regalado. Senju camina hacia la sala principal de su departamento, de nuevo la hora.

11:07 pm

Y cada vez, los minutos se hacían eternos, y lentos, igual suponía que ya Abel no fue con ella, pero la intriga y angustia de cual fue su decisión le carcomian.

Pero al igual, luego de unos tragos a ese te, comienza a hacer efecto haciéndola sentir relajada y tranquia.

01:14 am

Senju no resiste más, toma una de sus botellas de vino y se la empina, lista para beber directamente de la botella.

— Ni madres, no lo resisto más.

La chica toma su teléfono, y marca al número de Abel, que para su mala surte, directamente al buzón la mandaba.

— ¡Maldito seas, Abel! — Arroja su teléfono. Y de nuevo se empina de la botella, trago tras trago, hasta que llaman a la puerta de su departamento, Senju queda extrañada, pero antes de abrir la puerta, da otro trago y ahora es cuando camina hacía su puerta, su sorpresa es demasiado grande al ver al Imaushi detrás de esa puerta.

La Akashi abre sus ojos como plato.

— ¡¿Abel?!

El de ojos carmesí agachó su mirada, pero Senju no pierde el tiempo, de inmediato ve la sangre derramada en su ropa y lindo rostro.

— ¿Abel? Dime que esa sangre es de otra gente, Abel, porfavor dime que esa sangre es de alguien más — Su linda voz comienza a cortarse, la sola idea de creer que si lo hizo empezaba a aterrarla —¿Abel?

Pero no había respuesta, Abel tras ser miembro de Bonten, muchas veces por ordenes de Abel, le había tocado matar numerosas personas, pero esta vez, Sanzu fueron palabras mayores e inculpar a Takeomi de algo que no hizo, le costó más de lo que creyó, más al ver como Senju comenzaba a desmoronarse por dentro.

— ¡Contestame! — Imploro ya con lágrimas en sus ojos, destrozando a Abel por dentro, haciéndolo reaccionar sólo cerrando sus ojos, su mente trayendole las súplicas de Sanzu dónde le pide que no lo matara, y el rostro dr Takeomi viéndolo con furia y resentimiento.

Tras su silencio, Senju muerde sus dientes

— Te odio — Suelta — ¡Te odio, pendejo! — Y se deja ir al pecho del Imaushi golpe tras golpe — ¿Porqué lo hiciste? Mejor me hubieras matado a mí ¡Idiota!

Abel no lo resiste, no resiste más, toma a Senju de sus patillas y comienza a unir sus labios en modo de desespero con los de ella. Al principio ella no puede corresponder, pues realmente le duele en el alma aceptar que Abel, a quien sin querer ella se enamoró, mató mínimo a uno de sus hermanos, pero el calor y el sabor de él, la hicieron caer lentamente y se entregó con pasión a ese beso.

El beso que comienza a despertar algo entre ellos dos ese fuego intenso que siempre despierta entre ambos , Abel toma a la Akashi de los glúteos y la levanta, ella acata la orden y enreda sus piernas en la cintura de él, él no pierde el tiempo, y con ella se adentra sl departamento, estrellandola lentamente sobre la pared, sin dejar de besarla.

El cuello de Senju comienza a ponerse rojo. Las caricias de Abel sobre su piel, el calor de sus labios en su cuello lechoso, pero rojizo en estos momentos, ella empieza a sentir como su intimidad comienza a humedecerse, y se su boca salen pequeños susurros de deseo .

— Abel.

Sus manos pálidas arañan la piel del chico, haciéndolo soltar un gemido de placer.

— Senju —Susurra deseoso con su miembro ya erecto, sintiendo cómo está soltando su loquido preyaculatorio.

Senju al escuchar como Abel menciona su nombre exitado, la hace sentirse más deseosa y sin piedad retira la camisa del chico, dejando al aire libre su trabajado cuerpo, su pecho también estaba enrojecido.

La albina se inmediato se aferra al cuello del Imaushi, dejando inclusive marcas rojas en él, y ahora es cuando Abel araña la piel de la chica, retirando esa blusa negra de tirantes, qué ya no habitaba sostén debajo de este, así que sus pechos quedaron al interperie.

Una sonrisa brota de los labios del chico, y de nuevo la toma entre sus brazos, para llevarla a su habitación, momento justo al que él arroja de ella a la cama, sus pechos rebotan.

Abel se aferra a la clavícula de ella, una de sus manos se poseciona en el cuello de Senju, y la otra se poseciona en su intimidad ya ardiendo , introduciendo dos de sus dedos.

Senju deja escapar sus gemidos, mientras a la par sus manos se aferran en el cabello de él.

—A-Abel.

El azabache empieza a rozar su pene sobre la vaina de la chica, los dedos de Abel se humedecen aún más. Retirando el diminuto short junto con sus bragas que ella vestía.

— Que... Que rico — Apenas ella sentía podía hablar.

Abel bajó a los voluptuosos y enormes pechos de la Akashi, llevando sus pezones a su boca, succionando de ellos, Senju encorvo un poco su cuerpo disfrutando de las ricas succiones de él en sus pechos.

— ¿Te gusta? — Pregunta tomando con fuerza su cintura, dejando hasta marcas rojas en su piel.

— Abel — Gimió de rico placer — Me encanta, sabes que me encanta, necesito tenerte dentro.

Abel sonríe divertido entre los pechos de ella.

— Que lastima, porque aún no me divierto lo suficiente.

El chico lamio los pechos de ella, y empieza a bajar por el abdomen plano de la chica, ella encorva más su cuerpo, dejando apreciar sus costillas, las cuales Abel mordió y mojó con su lengua. Y así fue haciendo hasta llegar directamente a su intimidad.

Pero antes de enterrar su cabeza en ella, se toma un segundo para ver como los fluidos iban saliendo de su clitoris qué parecía palpitar.

— Que rica estas, no mames — Y sin más Abel hundió su cabeza entre las piernas de la chica.

— No... Abel — Sus jadeos eran cada vez más intensos, la lengua de Abel, recorriendo toda su intimidad, y los fluidos de la Akashi no paraban de salir. — Ya metemela. — Ruega apretando sus delgadas piernas con la cabeza de Abel, entrando más su lengua dentro de ella.

De golpe salió de ella, quitando su cinturón, y bajando sus pantalones y boxers, Senju no tarda en saborearse, lo que le esperaba.

— ¿Todo eso es mío?

Abel se acerca a ella, besa su frente, y luego sus labios en un tierno beso.

— Siempre fue tuyo.

— ¿Y Hannah?

— Ella sólo fue parte de mi despecho, porque no querías dejar a Mikey.

Ambos cruzaron sus miradas. Que hablaban más que sus palabras, Senju besa sin piedad al chico, y es cuando Abel, entierra su miembro dentro de ella.

— ¡Ahhhhh! — Soltó mordiendo su labio.

Imaushi comienza a embestirla con fuerza y rapidez. Las uñas de Senju enterradas en la espalda de Abel, y Abel flexionandole una pierna a Senju para tomarla entre sus brazos. Y dejar ir su miembro más adentro.

— ¡A-Abel más, más rápido!

— ¿Quiere más rápido la nena eh? Bueno con mucho gusto.

Abel se encorvo un poco más, y embiste con mayor fuerza.

— ¡A-Abel!

Senju siente que no puede resistir más, y con descaro deja salir su squirt, bañando el pene de Abel de su rico sabor.

— ¡A no mames! ¡Senju, estás bien rica! ¡Joder!

Sin censura Abel pone boca abajo a la chica, para tomarla en posición de cuatro, sin dejar de admirar su pequeña cintura, y buen culo, Abel se la deja ir con mayor fuerza.

— ¡Ahh Abel! ¡Sí! ¡Que rico me coges!

Ahora es el turno para Abel de no resistirse, siente ya como su pene se hincha de más, y termina echando toda su leche espesa dentro de ella.

—Sen... — Apenas podía tomar aire — Senju.

Ambos se echaron a la cama, buscando recuperar el aire, bañados en sudor.

Senju se abrazo al pecho desnudo de Abel, y él la tomó con fuerza entre sus brazos, silenciosamente lágrimas brotaban de los ojos de la chica, y el rostro de Abel sólo estaba lleno de tristeza y nostalgia. ¿Habrá tomado la decisión correcta?

— Abel.

— Senju porfavor, no quiero tocar el tema, porfavor, sólo quedémonos así abrazados porfavor, y deja que las horas avancen por si solas ¿si?

— ¿Se puede congelar el tiempo?

—Ojalá se pudiera mami, lo congelaria toda mi vida aquí.

Tristemente Senju se abrazó con más fuerza a Abel, y él correspondió.

— Te amo, Abel.

Abel sonrió de lado feliz. Y cerró sus ojos sintiendo tranquilidad.

— Siempre fuiste tú, y no Mikey.

— Es lo que siempre quise escuchar. — Su vista se nubló pero se limitó a derramar lágrimas. — Senju — Abel miró su reloj 04:55 am — Debo irme.

— ¿Que cómo que debes irte?

Imaushi ponía de su ropa, quedando sólo en pantalón.

— Tengo algo que hacer.

— No, Abel porfavor no te vayas.

Senju se enredó una sabana en su pequeño cuerpo y caminó a él.

— Porfavor no me lo hagas más difícil.

— Abel porfavor no .

La albina lo tomó de las patillas, y unió su frente con la de él.

— No te vayas, ahora que estoy segura de que te amo.

— Y yo a ti también te amo — Con delicadeza besó sus labios. — Quiero que tengas algo mío. Honestamente no sé si algún día nos volveremos a ver, pero Senju ten por seguro que mientras tengas esto — Abel se retiró el collar de candado y se colocó en el cuello de ella. — Sabes lo muy preciado que es ese collar para mi... Y ahora quiero que lo tengas tú.

— Abel, lo dices como si no nos volviéramos a ver.

— Sólo conservalo ¿Si?

Algo no cuadraba en esto, pero la chica asiente, y luego se retira su pequeño collar.

— Entonces yo quiero que tengas este.

El azabache sonríe de lado, aceptando el collar.

—Siempre qué lo veas recuérdame ¿Si?

— Tenlo por seguro mi amor.

La vista de la chica se volvió a nublar, Abel la abrazo como si fuese el último abrazo qué le daría.

Duramente la soltó, se puso su camisa y salió del departamento.

Senju sólo lo observó hasta que lo perdió en el pasillo. Fuertemente ella suspira y de pronto se siente mal, llorando y llorando en el sofá de su departamento.

***

4 días después.

Senju llegó a su departamento, curiosamente había una caja pequeña fuera de este, la albina lo tomó y entró a su departamento, tomando asiento en el sofá, abriendo tal caja.

— ¿Que es esto?

Los hermosos ojos verdes de la chica se engrandecen mucho, llenos de impacto y lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos.

El collar qué ella le entregó estaba ensangrentado, y había una nota dentro.

"Hasta aquí llegó tu Abel Imaushi"

No podía dejar de llorar, incluso la caja se le cayó de las piernas, dejando escapar otra nota.

"No digas nada, pero Senju, yo se que Abel te amo hasta el último momento, y esto era algo que él ya sabia que le pasaría, mató a Sanzu e inculpó a Takeomi porque si no... La que morirá serian tú y él, le prometieron vivir si lograba hacer lo de tus hermanos, pero al parecer fue pura mentira, pero él ya sabia que moriría, lo siento mucho, no te diré quién soy, pero lamento mucho esto, Senju "

La chica no puede con el dolor, ya sabia de que se trataba, Mikey acabó con su vida, y ahora acabo con la de ella.

***

Tras pasar dos meses, Senju comenzó con mareos, y vómitos, y al hacerse análisis, su resultado de prueba de embarazo salió positiva. Ahora estaba esperando un bebé de Abel. Luego de querer quitarse la vida en cinco ocasiones encontró una motivación para seguir viviendo.

Fin.

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