Kāi decide no usar lo que sea a lo que llamen poder. ¿Quién se supone que es? ¿Cuál es el fin de estar vivo? No tiene idea pero no quiere esto. Él simplemente quiere salir y destrozar todo a su paso.

La furia lo está dominando.

Está tan harto de las paredes blancas, de ver cómo esas luces rojas parecen guiar su camino cuando no lo necesita. No va utilizar nada, sólo quiere salir de aquí y acabar con todo esto.

Continúa caminando por los pasillos del laberinto sin importarle nada más, la salida no debe estar muy lejos. Pronto la divisa, sólo está a unos metros de distancia. Así que con una sonrisa de victoria en el rostro, camina como si tuviera todo el tiempo del mundo. Hay un botón de luz esperando por él, deduce que debe pulsarlo para salir pero cuando lo hace la puerta de cristal no se abre. En su lugar, un humo rojo y espeso se asoma por la esquina del último pasillo.

"¿Qués eso?", piensa.

Pero no hay  más tiempo para pensar, el humo está por alcanzarlo, ¿cómo se supone que debe salir?

Unas letras con luces neón y rojas se dibujan en la puerta:

ŪŃ DØŃ ŃØ ÛSĄDØ ÉS ŪŃ TÅLÊNTØ DĖSPĘRDĪCĮÅDØ.
ŃĘÇËSÏTÅMØS ÜNĄ HĖRRĄMĮËNTÅ PØDËRØSĄ, NØ ŪN RĘBÊLDĒ SÎŃ RÜMBØ.
SĮ VÅS Æ SËR ÛN CLØN, DËBĖS HÅCĘRLØ MÊJØR QÛĘ ĒSØ.

Kai gruñe de rabia y golpea el cristal intentándolo romper pero no lo consigue. Da una última mirada a la cámara que capta los últimos momentos de él hasta que es consumido totalmente por aquel viscoso humo rojo.

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