~•~ 2 de Mayo ~•~

Llegamos a casa con la sonrisa más grande del mundo, no hay nada que me quite la felicidad de este día y a mí que no me gustan los consultorios.

-¿Cómo les fue en el doctor? Rápido díganme, ¿Qué pasó?- Melanie como siempre en cuanto nos vio nos recibió con una emoción y a base de preguntas.

-Excelente Mel, el doctor dice que el bebé está creciendo muy bien perfectamente sano e incluso que ya está muy grande para los meses que lleva, por lo tal ya nos confirmo que va a ser niño, estoy tan contenta por ello- hablé muy rápido que ni tiempo di para que Dylan añadiera nada.

Melanie al igual que yo se entusiasmo por la noticia, no era exactamente el hecho de saber qué es niño, era recibir la noticia de que todo es real y que estamos bien, lo cuál es tan importante para mí, este mes fue el más interesante hasta el momento, ya deje de considerarme una loca para afrontar que estos cambios son encerio. No puedo asustarme o preocuparme por lo que está pasando, así que sólo me quedo otra alternativa y esa resultó ser, controlar la situación.

Dylan todo este tiempo se ha quedado a ayudar y a participar en lo posible con la llegada del bebé, no puedo creer que falten tres meses para su llegada y nosotros ya estemos con todo listo, además hay un entusiasmo que llena de vitalidad la casa, quizá sea esa misma energía la que nos ha impedido pelear, y que yo deje de tener miedo ante Dylan y ante todo por lo que ahora lo dejo acercarse, no de la forma sentimental sino que paternal, confío en que llegue a ser un buen padre y como lo único que quiero es educar a mi hijo en un ambiente feliz, voy a dejar atrás todo lo malo. También hay otra razón para ya no temer, eso es porque aprendí algo nuevo.

No sé qué es, ni como pasó, sólo sé cada vez estoy más segura que tiene que ver con mi bebé, por extraño que parezca creo que quiere ayudarme, hice listas de los cambios, busque patrones e hice relaciones, al final todo apunto a lo mismo, cada que yo necesito o quiero algo, esto simplemente sucede, además me protege, no importa si me hago una pequeña cortada o me golpeo con algo, a los pocos minutos dicha herida se cura ante mis propios ojos.

No todo es exactamente bueno, hay días que hace "travesuras" las cuales ya también supe darles una razón de ser, lo principal es que tiene que ver con su papá, cuando estamos solos a veces nos encierra, descompone el auto o tira cosas para que Dylan deba quedarse a limpiarlo. A mí me parece adorable, creo que está haciendo lo que todos los niños quieren, o sea unir a sus padres, confío que algún día podré explicarle el porqué su papá y yo jamás estaremos juntos.

Justo estoy pensando en eso cuando comienza a darme un mareo muy inusual y corro al baño a vomitar todo.

-¿Estás bien?- Dylan se pone atrás de mí para sujetar mi cabello y pasarme toallas de papel.

-Si ya estoy mejor-sólo que tu hijo quería tu atención pienso mientras intento levantarme e ir al lavabo para limpiarme.

Sin hacer caso a Dylan voy a la cocina por un poco de fruta, mala idea, no pasó más de diez minutos en lo que regrese al baño para esta vez sentirme muy enferma y débil. Decido dejar de oponerme, acepto que Dylan me cargue hasta mi cama y que me traiga algo de comida. Se sienta a mi lado para darme jugo a sorbos pequeños a la vez que me hacía comer unas galletas saladas, dudo mucho que haya una explicación científica para que esa comida de hecho me este haciendo sentir mejor.

Al poco rato nos vemos muy cansados y al menos yo a sentir un sueño muy pesado así que sin pensar de más los dos nos vamos acostando en mi cama.

-¿Qué nombre te gustaría que tuviera? Ya es momento de que lo vayas pensando- me habla Dylan sonando adormilado.

-Tienes razón, hasta el momento no lo había pensado, sabes me gustaría que fuera especial y único, que sólo exista él con ese nombre.

-Exacto, como Keilahy.

-Mmm ¿Qué tal Mitjer?

-¿Mitjer? Es... Lindo no cabe duda e inusual- sé que aunque Dylan intento sonar feliz en el fondo pensó que era una terrible idea. Pero dado que no volví a vomitar y pude dormir muy tranquila, supondré que al bebé si le agrado su nombre.

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Intento abrir los ojos pero no es fácil, la cabeza me da vueltas y siento los ojos irritados, con mucha fuerza de voluntad consigo comenzar a ver a mi alrededor, al principio la luz me aturde así que me toma unos minutos acostumbrarme. Poco a poco el dolor comienza a cesar y puedo ver con algo más de claridad. Dylan está acostado a mi lado profundamente dormido así que lo observo para descubrir si estoy alucinando o de hecho Dylan está azul.

Me paro sin hacer ruido, y lo sigo observando simplemente porque la escena me resulta impresionante, alrededor de Dylan se ve una especie de luz color azul muy claro, casi igual que sus ojos. Bajo a la cocina viendo todo con gran interés, salvó el hecho que todo luce más brillante el resto es normal, llegó hasta la cocina en donde me encuentro a Melanie, casi desee no haberla visto, igual que Dylan a su alrededor veo la misma luz excepto que la de ella se ve ligeramente morado, como índigo.

Comienzo a hacerme una experta en no demostrar mis impresiones, sólo intercambie algunas palabras con ella tome un poco de agua y me preparé para salir. Al asomarme lo primero que ví fue un árbol, a pesar de la distancia lo ví a detalle, también tenía esa extraña luz, está en un color bronce, parecido al dorado o amarillo. Me tomo solo unos segundos ver más alrededor, todo, en su mayoría, estaba iluminado por un color distinto, personas, plantas, incluso animales.

Isa