El sonido de una intensa batalla resonaba dentro de la habitación. Disparos, ataques de energía y explosiones de misiles se escuchaban desde todas direcciones, llenando el lugar de caos.

De repente, una de las figuras en combate fue lanzada con fuerza contra una pared, deteniéndose abruptamente.

Lentamente, comenzó a emerger de entre los escombros, su silueta revelándose a medida que un tenue resplandor iluminaba su apariencia.

(Adam Smasher.)

Sin embargo, al dar unos pasos hacia adelante, su cuerpo explotó repentinamente, perdiendo varias de sus partes. Cayó de rodillas al suelo, tambaleándose mientras trataba de mantenerse erguida. Sus ojos, cargados de desesperación, se fijaron en una figura que emergía lentamente de entre las llamas.

La silueta avanzaba con pasos firmes, envuelta por el resplandor ardiente que iluminaba la habitación. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, levantó una pistola y apuntó directamente a su cabeza.

En ese instante, una nueva explosión iluminó el lugar, revelando su rostro con claridad: frío, implacable, y dispuesto a terminar lo que había comenzado.

(V.)

Observando a su enemigo completamente debilitado, dejó escapar una fría sentencia: ya era hora de acabar con esto.

V apuntó directamente a la cabeza de Adam Smasher, cuyo cuerpo despedía chispas y humo, incapaz de levantarse.

V: Te lo advertí: dos personas tenían un mensaje para ti. -Adam levantó la vista, confuso y sorprendido, mientras sus sistemas fallaban uno tras otro.

—Johnny Silverhand y David Martínez te mandan saludos. -Los ojos mecánicos de Adam se abrieron con un brillo de incredulidad. Por un breve instante, las imágenes de Johnny y David surgieron en su mente, como si estuvieran de pie junto a V, observando su caída. Esa visión fue lo último que vio antes de enfrentarse a su inevitable final.

(Johnny Silverhand.)

(David Martinez.)

V bajó el arma por un instante, un gesto inesperado que dejó a Smasher visiblemente confundido. El implacable cyborg intentó procesar lo que ocurría, pero antes de poder reaccionar, una luz roja comenzó a brillar intensamente.

Sin titubear, V volvió a levantar el arma, dejando al descubierto lo que sostenía en sus manos: un dispositivo letal diseñado para terminar el enfrentamiento de manera definitiva.

De repente, la cabeza de Adam Smasher se separó de su cuerpo, cortada limpiamente por el ataque de V.

Sin perder tiempo, V desactivó la energía de la katana, dejando que el resplandor rojo desapareciera antes de enfundarla con precisión. Sin mirar atrás, avanzó con paso decidido, inclinándose brevemente para recoger su arma principal del suelo, la misma con la que había iniciado el ataque.

V movió ligeramente su arma, revisándola con precisión antes de recargarla. Luego, comenzó a caminar, alejándose lentamente del lugar donde yacía el cadáver de Adam Smasher.

https://youtu.be/GhX9ltmVyfw

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