Elena

Siempre habíamos estado juntos y después de todo lo que hemos pasado estoy segura que no volveremos a separarnos.

Sebastián es un inventor que siempre piensa en ayudar a otros, él cree en la tecnología, en la humanidad y en la naturaleza. Cuando teníamos diez años invento a los Element Bert, robots con la capacidad de controlar los cuatro elementos de la naturaleza, eso le trajo mucha fama y lo convirtió en una persona imprescindible para su sociedad.

Pasaron los años y nos veíamos cada vez menos sabía que él arriesgaba mucho dejando de lado su trabajo y aunque fuera por poco tiempo era suficiente, después de todo lo que hacía siempre era para ayudar a los demás.

Muchos no se dan cuenta, pero no todos avanzamos al mismo nivel, existe pobreza y hambruna aún con millones de avances tecnológicos, aquellos que son olvidados desde el principio no son recordados tan fácilmente.

Mi mejor amiga Loan es reportará en Digital Note, la cadena de noticias más vista que en la actualidad es dirigida por Dean un expoblador de las afueras por lo que conoce muy bien la situación de ambos lados, ellos trabajan apoyando inventos como los de Sebastián que ayudan al sector débil de la población mundial.

Desde siempre ha existido el bien y el mal, aunque es muy difícil diferenciarlos a simple vista ya que la humanidad es egoísta y no se detiene ante nada para conseguir lo que desea.

Un destello rojo apuntaba directo a su pecho, Sebastián estaba en peligro y no dude en protegerlo, el recuerdo de ese último momento me hace ver su rostro cerca al mío gritando mi nombre, después de que alguien lo separará de mi puede escuchar unas palabras que odio recordar.

—Un hombre solo puede liderar cuando otros lo aceptan como líder. Y ese líder soy yo. —Dean solo quería aprovechar el talento de Sebastián para su beneficio.

Solo puedo recordar oscuridad hasta el momento que escuche su voz.

—Elena —susurró.

Me convertí en uno de sus inventos; en alguien a quien no quería abandonar y con quien escaparía de la sociedad que lo atrapó para sus propios intereses.

Mi nuevo cuerpo tiene habilidades únicas, si te dijera que no sólo existen cuatro elementos naturales sino más de lo que puedes imaginar de seguro pensarías que es una gran mentira, pero todo es real; el ser humano es natural y la tecnología en cierta forma lo es ya que nace de los humanos.

Nunca se sabrá qué tan deseado sea el poder de dar y crear vida, pero si era tan anhelado como para desobedecer las normas conocidas entonces no había duda de que sería peligroso.

—¡Vamos! —escuché a Sebastián y decidí que a partir de ese momento vería el mundo diferente.

Mi cuerpo robótico y alma humana daba como resultado una naturaleza cibernética al igual que los anteriores Element Bert yo podía controlar los cuatro elementos y muchos más, esa era mi verdadera naturaleza cibernética.