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Advertencias:

Historia completamente ficticia, no busco ofender ni lastimar a los personajes, tampoco quiero que se normalice nada de lo escribo ya que no es real, si esta historia no es de tu agrado, te sugiero que no la leas. Comentarios ofensivos hacia la historia serán borrados y el usuario bloqueado.




La puerta paso de hacer "beep, beep" a "toc, toc" tan seguidamente que eso jodió en definitiva el sueño de Yoongi. ¿ A quien carajos se le ocurre molestar un sábado por la mañana, cuando él claramente está sufriendo una resaca de la puta madre?

Sus párpados salen del letargo, dando paso a una visión borrosa y desorientada, la puerta de la habitación está abierta de par en par por lo que la luz del pasillo ilumina su adormilado rostro. Su cuarto está hecho un asco, ropas tiradas (por no agregar sucias también), envolturas de comidas chatarras y poco saludables, vasos... y la lista podría seguir. Tan solo suspira ante el panorama,  una punzada llega a su cerebro como un rayo, de seguro también hay vómito en el baño.

Pero ni el dolor en su cabeza podría llegar a joderle tanto la existencia como el insistente ruido en la puerta, algún vecino hijo de puta busca venderle alguna porquería y él no está dispuesto a recibirlo con una sonrisa, va a abrir esa puerta y va a darle de comer una patada en las bolas como desayuno al sujeto. Así que se frota los ojos, se levanta de la cama y sale a paso furioso hacia la entrada de su departamento.

—¡Quiero dormir, maldito hijo de puta!—grita Yoongi con furia,  abre la puerta y sin siquiera replantearse si lo que va a ser es lo correcto o no, toma al sujeto que está a la entrada de su puerta y lo sostiene del cuello, lanzándolo dentro de su departamento. El individuo en cuestión suelta un grito al caer al suelo junto con un gemido de dolor, instintivamente se cubre la cara por si los golpes surgen de la nada antes de poder explicar qué es lo que lo trae por allí.

—¡No te escondas, habla, dime que carajos quieres o te golpeare! —de la manera más brusca, el joven pálido, poseedor de una horrible resaca, toma los brazos del desconocido para verle el rostro, y cuando malditamente lo logra se queda sin palabras.

Pues, el chico en cuestión... es la pareja que asignó el gobierno para el.

¿cómo lo sabía? Bueno, hace un mes atrás, había recibido una carta con un sello rojo, las insignias de " ministerio de planeamiento y familia" aparecieron allí y la garganta de Yoongi se sintió seca. Todos, absolutamente todos deben esperar hasta la mayoría de edad para ser emparejados, el casamiento y noviazgo por elección están totalmente prohibidos y aquel que rechaza a su compañero asignado es cruelmente estigmatizado y castigado por el país. Yoongi pensó que ignorando el veredicto del gobierno no pasaría nada.

Y ahora su pareja asignada esta en su departamento... siendo hombre.

Un hombre, vamos, Yoongi puede aceptar la idea de tener a una chica como pareja, a su criterio, las chicas son fáciles de engañar con lo de " te amo, princesa". ¿Pero jodidamente un hombre? Como mierda va a decirle a un hombre que lo ama de verdad, nunca fueron de su tipo,  jamás se acostó con un hombre...  ahora el gobierno lo convierte en un homosexual.

Perdido en sus pensamientos no nota que el joven ya no se encuentra en el suelo ni cerca de él, sino en la entrada de su puerta, sujetando lo que parece ser su único bolso. Oh no, el chico de seguro va a denunciarlo por daños y rechazo, eso suena a un montón de apestosos problemas que no quiere enfrentar.

—¡Eh, chico, espera un poco!—Yoongi lo detiene justo a tiempo, el joven tiembla al tenerlo cara a cara.

—Ok, ok, no voy a lastimarte de esa forma otra vez ¿Si?—el desconocido no parece muy convencido de las palabras pero de todas formas asiente con la cabeza.

Señala la entrada de su casa, y esta vez, como cualquier persona con un poco de educación lo hace pasar al departamento. El joven entra lentamente  (con ninguna confianza), deja su bolso en el suelo con cautela.

—Se quien eres, bueno, no exactamente....  en la carta que llegó hace un mes estaba tu rostro, solo recuerdo eso porque tiré la carta a la basura—responde Yoongi con sinceridad, el chico lo mira con un aire de decepción, si, Yoongi no puede culparlo.

—Yo soy... Jung Hoseok—Habla por primera vez el joven, y continua—. y la carta me llegó hace un mes también, vivo con mis padres en un pequeño pueblo y por eso... tardé en tomar un bus hasta aquí—Hoseok se sonroja y baja la mirada.

—¿Y que te hizo querer venir aquí?—pregunta Yoongi con una mueca. El pecho de Hoseok nunca se sintió tan oprimido como hasta ahora.

—Bueno... se supone que el gobierno decidió quien sería mi pareja, y yo no quería desobedecer a la ley, además... en la foto te veías muy lindo—el chico miró a otro lado, totalmente avergonzado de sus palabras.

Yoongi no sabe como reaccionar a eso.

—Supongo que tendrás que quedarte aquí si no hay de otra... —Yoongi no posee tacto alguno para decir las cosas, y eso podría joderlo hasta el infierno—. Me iré un rato, puedes quedarte aquí y ver, eh... televisión—HoSeok asiente sin una pizca de molestia.

En cuanto Yoongi desaparece del departamento, HoSeok toma aire y respira profundamente...  Su rostro pronto comienza a mojarse.

—Bueno, las cosas no siempre salen bien... —las lágrimas comienzan a nublar su visión, se deja sentar en el piso unos momentos para liberar toda la carga de emociones que lo atacaron en unos segundos.

El gobierno tendrá sus razones, seguramente, anhela HoSeok.














. . .



Yoongi de verdad quiere hacerle frente a la resaca en todo su sistema, pero su amigo Namjoon, quien sostiene entre sus dedos una deliciosa jarra de cerveza helada y espumante  no lo está ayudando.

—Entonces, dejaste solo al pobre muchacho, hombre, que cruel—el moreno da un trago corto a su cerveza después de decir aquello, claro, Yoongi chasquea la lengua, cabreado.

—¿Y ahora soy un hijo de puta? Yo no lo contacte, ni siquiera estoy a favor en eso de tener parejas arregladas, me manejo bien solo—Namjoon lo mira con una expresión de "si, claro" y el rubio continua hablando—, tú también habrás reaccionado mal cuando se te presento Jimin.

—Veras, no recuerdo haber agarrado a Jimin por el cuello y lanzarlo al suelo la primera vez que lo vi—carraspea sarcásticamente—.Es mas, una vez que llego la noticia mis padres tomaron cartas en el asunto, se contactaron con la familia de Jimin e organizaron una cena de compromiso, fuiste padrino de mi boda por si no lo recuerdas; sin mencionar que te quisiste tirar a una prima mía, todo salio de maravilla. Amo mucho a Jimin y el siente lo mismo por mi. Creo que es hora de que te pongas los pantalones y formalices una buena relación, el gobierno sabe lo que hace.

—¡El gobierno no sabe un carajo! —bramo Yoongi muy molesto—, Y no me voy a quedar aquí contigo, esperaba comprensión porque se supone que somos "amigos", pero veo que tu esposo sabe chuparla de maravilla para que me vengas a dar un puto sermón.

—Eres patético, Yoongi-suspira Namjoon.

<<Si, lo soy, ¿Y que ?>> se dice a sí mismo, aunque no le importa responder, ya no.


Solo se marchó del bar.














. . .



Coloca sin muchas ganas las llaves en la cerradura y entra. Lo primero que escucha es el ruido de la televisión prendida, parece estar dando las noticias. Además de un buen aroma a.... ¿Comida?

Su estómago ruge de hambre, porque lo único que lo alimenta son los fideos instantáneos y las bolas de arroz que consume de un 24 horas cerca de su edificio. Entonces, entra a la cocina y lo que ve es digno de una película de fantasía: un chico moviéndose de derecha a izquierda, tarareando quien sabe que canción, vapor sale por delante de él , el ambiente se siente... hogareño y raro.

El chico deja de tararear al notar la presencia de Yoongi, por lo que inmediatamente se da vuelta y se inclina en forma de saludo.

—Bu-buenas noches, la cena ya casi está, puedes sentarte en la mesa si quieres—anuncia HoSeok, Yoongi solo asiente con dureza, va hasta la mesa y se sienta, todo parece completamente desconocido para él pálido; como si se hubiese equivocado y esta no fuera su jodida casa... pero las llaves abrieron la puerta.

—Perdón si toque tu cocina sin permiso, pero me pareció correcto hacer de cenar si me vas a dejar quedarme, solo encontré huevos, arroz y orégano así que no es la gran cosa—HoSeok deja un plato en las narices de Yoongi, y dios, el plato solo tiene huevos revueltos con arroz y una pizca de orégano , se ve como un platillo gourmet (o quizás cualquier plato era gourmet para Yoongi ya que el no sabe ni pelar una cebolla).

Levanta una cuchara y la entierra dentro del plato,  luego directo a su boca.

Sabe bien, buen sabor.

Bueno, si el chico sabe cocinar podría serle útil.

HoSeok también se sienta en la mesa y comienza a comer su comida. Nadie volvió a hablar en todo lo que duró la comida. Luego de terminar, el joven tuvo que hacer malabares para lavar los platos y demás cosas que utilizo para preparar la comida, literalmente, no había ni una pizca de detergente. Yoongi se da cuenta de eso así que suspira con pesadez.

Es obvio, el jamás cocina ni limpia.

—Bien, dejare esto en claro, te daré dinero para las compras, supongo que sabes mas que yo de la limpieza del hogar y esas cosas, me viene bien ayuda como la tuya. Cabe aclarar que dormirás en el sofá porque no tengo cama extra, además... —no sabe si decirlo, algo en la mirada del chico le dice que no se lo tomara bien, de igual modo, lo suelta—.No somos pareja ni nada parecido ¿Entendido?

—Oh... entiendo—responde HoSeok, sin mirarlo a los ojos.


Una almohada y mantas extras, HoSeok duerme en el sofá, su nueva cama.  Siente en su pecho una pesadez  toda la noche...

Su primera noche fuera de la casa de sus padres. Primera noche en casa de su pareja.





. . .


Tal como le había dicho Yoongi,  deja dinero para que pueda hacer las compras y organizar la casa a su manera. Eso le tomó a HoSeok casi un mes entero conocer los alrededores del edificio de Yoongi sin perderse, ya que el era de un pueblito chico y nunca antes había estado en la ciudad. Agregar a su mapa mental supermercados, cafeterías, locales de ropa, tienda de electrodomésticos, lavandería (porque al parecer Yoongi no tiene un lavarropas en el departamento y debe llevar toda la ropa allí para lavarla). Descubrió que Yoongi trabaja siendo un compositor de letras para canciones de artistas no tan famosos, o es lo que vio cuando ordenaba el cuarto lleno de papeles arrugados, aunque la mayoría de las veces, Yoongi trabaja en una computadora de escritorio o simplemente asistía hasta la compañía y no volvía a eso de las siete de la noche.

Y así pasan los días, HoSeok se levanta a las 7 am, prepara el desayuno para Yoongi además del almuerzo para que se lleve al trabajo y comienza a realizar las tareas del hogar. Casi nunca se sienta junto a Yoongi para comer ya que siente que estaría invadiendo el espacio personal de su pareja, y lo que menos quiere hacer es molestarlo. Luego, a eso de las dos de la tarde, se lleva la ropa hasta la lavandería y utiliza un lavarropas allí; hay otras veces en que no tiene ganas de ir hasta la lavandería y usa el lavado de platos y lava la ropa ahí mismo, colocándola en un "hilo tanza" sujetado a las paredes del balcón que da para la calle y así las deja secar.

Prepara la cena y es el único momento en donde comparte lugar con Yoongi, aunque claro, no hablan mucho, luego se prepara el baño,  lava sus dientes, pijama encima y se va a dormir al sofá. Así, todos los días.

Son eso de las nueve de la mañana cuando HoSeok decide llamar a su madre. Su madre  responde con toda la felicidad del mundo y las preguntas sobre su pareja y cómo la estaba pasando no se hacen esperar. HoSeok quiere llorar por mentirle a su madre y a él mismo.

—Sabes, Mamá, si por esas casualidades de la vida, algo aquí en casa de mi pareja no me gustara yo... ¿Podría volver a casa?—desde la otra línea reinó el silencio, HoSeok escucha un carraspeo de su madre.

—Cariño... ¿Por qué me dices eso?  ¿No te sientes cómodo con tu futuro esposo?, sabes que ante la ley nada se puede hacer... ¿Quieres desobedecer y que tengamos problemas luego? ¿Qué dirán nuestros amigos del pueblo si vuelves solo?

HoSeok lo tiene claro, por eso trata de contener las lágrimas para responder a su madre.

—Es s-solo que pensé en cuánto los extraño... soy muy feliz con Min Yoongi, mamá, no volveré a decir esas cosas, te llamo después—HoSeok corta la llamada.

Casi de inmediato, rompe en llanto. No puede meter a su padres en problemas, todo menos eso.

Sólo debe aguantar y todo mejorará. Si.















. . .

Una de esas tardes tranquilas y silenciosas, HoSeok se encuentra sentado en el sillón donde duerme, tratando de comenzar a escribir en un cuaderno de hojas puramente blancas (cuaderno que le ha regalado su hermana antes de irse de casa) cuando Yoongi se asoma detrás de él, bueno, más precisamente del sillón-cama.

—¿Hola?—pregunta Yoongi. HoSeok se crispa por la sorpresa y cierra en un parpadeo el libro.

—Hola, bienvenido—responde HoSeok con un intento de felicidad, pero solo logra que Yoongi lo mire fríamente. Lo normal después de todo, HoSeok no espera otra cosa.

—Hoy van a venir a dos amigos míos, así que me gustaría cenar algo como carne asada—eso solo significa que HoSeok tendrá que cocinar para los amigos de Yoongi, no le molesta de todas formas, a el le encanta cocinar y dentro de él ya está picando la curiosidad por conocer gente ... hace tanto que no habla con nadie.

—Esta bien—es lo que responde HoSeok.

El cuaderno y el futuro contenido tendrán que esperar otro momento. Ahora mismo, HoSeok sale del departamento para ir a comprar las cosas que le faltan para preparar la cena. Como costumbre, saluda a los dueños del mercado y se adentra en el, metiendo al carrito solo lo necesario, a veces, se queda hablando con la cajera porque siempre fue alguien parlanchín en su pueblo, pero hoy no puede porque tiene una obligación que cumplir. Sale a paso rápido del mercado y antes de doblar para llegar al edificio observa un cartel.

"Se necesita mesero mayor de 18 años, con o sin experiencia. Traer curriculum vitae"

<<¿Un trabajo?>> Se replantea HoSeok. Bueno, no es que le falte comida ya que Yoongi paga absolutamente todo pero... ahí podría sentirse útil de verdad, hablar con personas.

Decidido, ingresa al local en cuestión, parece ser una bonita cafetería y confitería. Lleno de mesas y sillas de madera, ambientado en algún perfume de flores, parece un lugar es muy tranquilo. En el mesón principal hay un hombre preparando una malteada mientras le enseña a otro empleado como hacerla.

—Disculpa... —susurra HoSeok , teme desconcentrar al muchacho si habla fuerte. Por suerte el hombre (apuesto) lo escuchó perfectamente.

—Bienvenido, ¿que desea?—responde el hombre con una sonrisa, cabellos dorados, lleva una placa con un nombre: "Seokjin" .

—Vengo por el puesto de mesero—aclaró HoSeok.

-Oh, claro, ¿traes tu currículum?—Hoseok no pensó en eso...  bueno, él nunca necesitó hacerse uno, siempre que trabajo en su pueblo nunca le pidieron información de nada ya que allí todos lo conocían por ser el hijo menor de la familia Jung. La ciudad es tan distinta.

—Nunca me hice uno—responde con sinceridad—,pero si tengo experiencia siendo mesero, viví en un pueblo pequeño y ahora mismo no puedo traerle un currículum, ¿Podría darle mi número de celular en caso de que quiera darme el puesto?—en realidad, no desea tener que pedirle a Yoongi que lo ayude a crear un currículum, está seguro de que lo molestaría, porque Yoongi siempre parece molesto cuando HoSeok está alrededor de él.

—Bueno, si no tienes no hay problema, trabajo no se le niega a nadie, dame tu número así te aviso cuando empiezas, pero seguro el trabajo es tuyo—Seokjin le sonríe y HoSeok intenta no llorar de la emoción, pensó que la gente de ciudad era bastante tosca y menos amable, pero se equivocó. Hizo una venia como respuesta a lo que el hombre le dijo que no hacía falta. Le dio su número y emprendió caminata hasta el edificio.

Entra con unas llaves extras que Yoongi le dio para que se maneje solo, saluda al portero y sube  hasta el quinto piso. Ya en la puerta del departamento abre la puerta y se encuentra con la mirada de dos nuevos invitados. Los saluda de inmediato y se va volando a la cocina, si los invitados ya están allí no puede retrasarse ni un minuto más, es lo que siempre le dice su madre.

—Guau, Yoongi, tu chico es lindo—responde uno de ellos.

—No es mi chico—aclara Yoongi mientras le da un trago a su pequeña botella de cerveza.

—Bueno, si no lo es, no te importaría que lo invite a salir, ¿No? Porque, dios, el culo que se trae puede sentarse sobre mi cuando quiera—habla el segundo invitado y Yoongi comienza a cabrearse.

—Cierra la puta boca Taehyung, o te la cierro de un puñetazo—responde Yoongi con ira. No es que quiera defender a HoSeok... pero que alguien más lo estuviera mirando con otros ojos no le gusta en lo más mínimo, menos si es otro hombre.

—Vamos, hombre, le quitas lo divertido a todo, deja que hablemos con HoSeok también, el chico merece tener vida social. Por lo que me cuentas se la pasa encerrado en esta casa limpiando tus calzones sucios, eso es deprimente—Taehyung dice y el otro joven lo acompaña cuando comienzan a reírse.

—Yo no lo obligo, él puede irse cuando quiera—Yoongi se encoge de hombros.

En eso, aparece HoSeok desde el marco de la cocina, avisando que la cena ya está lista y que pueden ir a sentarse en la mesa. Como si su vida dependiera de aquello los dos invitados vuelan hasta la cocina. HoSeok se acerca hasta Yoongi para hablarle.

—La cena ya esta, me iré a dar un baño y luego me sentaré en el balcón para que puedas usar tu sofá, con permiso—Hoseok intenta alejarse de Yoongi para realizar lo dicho pero él no se lo permite porque lo sujeta del brazo.

—Solo ve a comer, Hoseok—pide Yoongi. El castaño asiente lentamente.

El corazón de Hoseok comienza a latir mas... ¿fuerte?, ¿Sera que a Yoongi le importa aunque sea un poco lo que siente? Si es así, con tan sólo un poco, un poco de cariño puede ser feliz. Aunque sienta que nada la mayor parte en un mar peligroso dentro de un pequeño bote de madera, HoSeok quiere seguir remando.

Espera que las olas no lo hundan.

El castaño se dirige hasta la mesa donde los otros dos invitados ya están comiendo muy a gusto sin esperar a nadie. Toma asiento junto con ellos y comienza a servirse en un plato. Yoongi los acompaña unos minutos después.

-Soy Jeongguk—se presenta uno de los chicos—,y este tarado de aquí es Taehyung, nosotros trabajamos con Yoongi en eso de la composición de letras, ¿Te lo dijo, no?—HoSeok quería decir "si, mi pareja me lo dijo todo" pero la realidad es que él lo sabe porque urgo en el cuarto de yoongi mientras limpiaba. Negó con la cabeza.

—Yoongi es un idiota, por eso no te lo dijo, bueno, ahora te lo digo yo, componer letras o música es un gran estrés, como golpearse las pelotas o un año sin sexo, mi dieta se basa en cafés amargos y horribles de la máquina expendedora.

—Entonces... debe ser un trabajo difícil—es lo que atina a responder Hoseok.

—Así es, pero me gusta pese a todo, y la paga es muy buena, lastima que no haya trabajando allí chicos tan sexys como tu—Jeongguk ríe y HoSeok solo sonríe un poco, hace mucho que no escucha halagos de alguien, en su pueblo todos siempre le decían que lo bonito  que se ve cuando sonríe y que de seguro haría feliz a su futura pareja.

—Es cierto, eres muy sexy para estar atado a un ogro como Yoongi, Debes tener al menos unos dieciochos años ¿Verdad? Oh, Yoongi, maldito suertudo, te saliste con la tuya—Taehyung habla, HoSeok niega con la cabeza.

—En realidad tengo veinte, y no creo que Yoongi sea una mala persona. Él me permite quedarme aquí y le estoy muy agradecido—responde Hoseok con la mayor sinceridad del mundo. Yoongi no dice nada pero tampoco despega la vista de Hoseok al escucharlo hablar—.Con su permiso, iré a tomar un baño.

Hoseok desaparece de la cocina,  tanto Taehyung como Jeongguk quedan embelesados por el joven en cuestión.

—Diablos, yo quiero una pareja como Hoseok, es tan educado al hablar de Yoongi—suspira Jeongguk, Taehyung le da la razón.

—Idiotas... —chasquea la lengua el más pálido.











. . .

Esta mañana, HoSeok recibe una llamada que le hace olvidar que Yoongi hoy no se llevó el almuerzo que le preparó para llevar. Seokjin, quien es el encargado de la cafetería lo necesita de ahora en adelante todos los días desde las cinco de la tarde hasta las once de la noche. Tendrá que dejar la cena hecha para Yoongi pero eso no es nada, el trabajo es suyo y eso lo hace muy feliz.

Así que luego de lavar los platos se pone en marcha para ordenar el cuarto de Yoongi,  baño, el pequeño living (donde está su "cama") y el resto del departamento que considere sucio. Por último, deja preparada la comida para que Yoongi pueda cenar. Sin embargo, si Hoseok lo piensa detenidamente, no le ha dicho nada a Yoongi sobre tener un trabajo... bueno, ellos no hablan mucho, de hecho, Yoongi jamás le habla si no es para dejarle dinero para las compras de la casa.

¿Será lo correcto irse a trabajar aunque Yoongi no lo sepa?

Podría dejarle una nota explicando todo... si, eso será lo mejor.

Con una nota apoyada en la mesa, HoSeok decide dejar el departamento y llegar hasta su nuevo trabajo. Aunque la suerte no parezca estar de su lado, que la cafetería éste a la vuelta de su edificio es muy beneficioso para él, no tiene que utilizar transporte y si se olvida algo puede volver a recogerlo enseguida.

Allí ve enseguida a Seokjin, quien se supone será su jefe. El nombrado lo ve y le dedica un saludo en el aire.

—Me alegro de que estés aquí, ser mesero puede parecer un trabajo pesado pero si lo haces bien también podrás rotar turnos, o sea, podrás atender la caja conmigo o con tu otro compañero: Hansol—Seokjin suelta un silbido y pronto frente a ellos dos aparece un chico con el uniforme del lugar, con un rostro (además de bonito) posiblemente extranjero. El tal Hansol saluda a Hoseok con una estrechada de manos.

—Muchas gracias por la oportunidad, haré mi mejor esfuerzo—responde HoSeok con alegría.

El castaño recibe su uniforme que consta de: camisa, pantalón (conjunto marrón), un mandil largo de color verde y una boina negra con un pin (impreso el nombre de la cafetería).

Nada llamativo... y bastante aburrido pensó HoSeok, pero lo simple debe tener su encanto también. Una vez que tiene puesto el uniforme comienza a realizar las tareas de las cuales se encarga un mesero: atender a los clientes con una sonrisa, anotar los pedidos, llevarlos hasta la mesa, cuidar siempre de la pulcritud de su uniforme e utensilios que lleve consigo.

A eso de las ocho de la noche llega más trabajo encima ya que llegaron muchos clientes , especialmente parejas que decidieron ir a tomar un café y probar una rebanada de pastel.

Cuando dieron las once, HoSeok limpia las mesas y acomoda las sillas junto a Hansol.

—¿Cansado, no?—Hansol pegó en la mejilla de Hoseok un vaso helado con agua.

—Esta fría, gracias—responde HoSeok tomando el vaso, dejó pasar un trago largo y pronto sintió su garganta refrescarse.

—Oww, eres lindo, ¿Ya tienes pareja?—la curiosidad de Hansol hizo que Hoseok casi se atragantara con el agua.

—Creo que la tengo—no sabe si decir algo como que si le asignaron una pareja pero esta no está feliz con su presencia, además, recién conoce a Hansol como para andar contando sus intimidades.

—Oh, es algo difícil de explicar¿No?—Hoseok asiente—.Bueno, no te pongas mal, seguro que se va a solucionar, tarde o temprano esa persona se dará cuenta de cuan importante eres en su vida—termina por decir, Hoseok espera que sea así.

La noche comenzó a refrescar, la cafetería cerro y Hoseok se despide de sus nuevos compañeros de trabajo, camino sin prisa hacia el edificio. Una vez dentro, cree que Yoongi ya debería estar durmiendo porque, por el tiempo que comparten juntos, nota que es una persona con un buen dormir, a eso de las diez el ya esta contando ovejas en su habitación.

El departamento lo recibe en un gran silencio. HoSeok deja su celular y llaves sobre la mesada (cuando cobre su primer sueldo se asegurará de comprarse una mochila para llevar sus cosas ya que solo se vino con un bolso a cuestas desde la casa de sus padres).

Va a tomar una ducha, comer algo y... ¿Que hacía Yoongi en el sofá, durmiendo?

Los ojos de Hoseok se abren en grande cuando ve a su pareja dormitar con la ropa puesta en su sofá, ¿habrá estado trabajando allí? No puede ser posible ya que la computadora se encuentra segura en su cuarto.

—Yoongi... despierta—el castaño mece con cuidado el hombro del nombrado , el pálido abre los ojos de golpe. Lo mismo con su cuerpo.

—Hoseok, estas-estas aquí, estas... —el rubio cierra la boca de repente, como si lo que dijo recién hubiese sido una gran blasfemia o algo que no tendría que haber dicho. Hoseok lo ve en su mirada.

—Es que yo... conseguí un trabajo en una cafetería, me llamaron hoy para empezar y por eso no pude avisarte—más si no tiene su numero de celular... —.Por eso te deje una nota en la mesa.

Yoongi parece estar procesando cada palabra dicha por Hoseok.

—Un trabajo, claro, bien por ti—responde finalmente Yoongi , el castaño lo mira con confusión cuando después de decir aquello se levanta del sofá y se encierra inmediatamente en su habitación.

Mucha más fue la confusión cuando a la mañana siguiente, Yoongi le deja un pedazo de papel en la mesa. Su numero de celular y la contraseña al Wifi.








. . .

Un mes después de que Hoseok recibiera el papel con el número y Wifi de Yoongi las cosas comenzaron a tomar un duro camino.

Ahora que Hoseok cuenta con Internet, algo en su interior comienza aflorar cuando su compañero Hansol le pregunta si se masturba. Si, el lo ah hecho unas cuantas veces cuando vivía en el pueblo por sus alborotadas hormonas de adolescente, pero no volvió a hacerlo estando en la casa de Min Yoongi. Y ese calor no abandonó su cuerpo cuando, también, Hansol le recomendó una página para ver porno gay.

Fue entonces que, una vez que Yoongi dejó el departamento para ir a trabajar que HoSeok decidió visitar la página, y simplemente sucedió: el toco su pene y se masturbó. Sintió tanta vergüenza después de realizar tal acto pero... a la vez se sintió tan vivo.

Y lo volvió a hacer.

Paulatinamente, piensa algunos actos sexuales como posibles escenarios en su cabeza, él y Yoongi teniendo sexo. Y eso no se detuvo ahí, sino que empezó a dejar que sus dedos exploren el interior de su culo, algo que ciertamente jamás pensó que haría, ni que al hacerlo se sintiera  bien.

Después de todo, Hoseok seguía siendo virgen.





...


 Rompe con su barrera auto impuesta una noche lluviosa, después de volver del trabajo.

Particularmente, Yoongi se había encerrado en el cuarto sin comer. HoSeok se da cuenta de eso al ver la comida en la mesada: intacta.

Entonces, el castaño toma una decisión radical, va a entrar al cuarto de Yoongi, con o sin su permiso, dispuesto a conseguir cualquier cosa.

 Sin hacer el menor ruido posible, entra lentamente al cuarto del rubio, quien se encuentra acostado sobre la cama, al parecer durmiendo. Aún está a tiempo de desistir con todo y salir de la habitación pero... el deseo sólo se incrementa más a cada minuto que pasa.

Es arriesgar todo y ganar, o arriesgar todo y de igual forma perder.

Así que sube a gatas a la cama de dos plazas y se recuesta muy cerca de la espalda de Yoongi, solo para poder inhalar el perfume que lo caracteriza, ni Hansol ni Seokjin olían como lo hacía el rubio. Si no podía decirle nada, con estar al lado suyo, inhalando su aroma es tod-

—Hoseok.

Dios, Yoongi acaba de nombrarlo, eso significa dos cosas: al entrar hizo tanto ruido que lo despertó, o muy posiblemente Yoongi ya estaba más que despierto. Ahora Hoseok tiene miedo, porque Yoongi le va a gritar, lo va mandar directo a la calle ¿y después que? HoSeok pierde todo.

No, no, él quiere intentarlo.

—S-si me dejas puedo hacerte sentir bien, puedo serte útil, por favor... —si, HoSeok piensa que a estas alturas ya no tiene ni una pizca de dignidad por el mismo, pero, de qué le sirve tener orgullo, si la persona que fue elegida para el no va a quererlo si mantiene distancia.

—Entonces, puedes chupármela—responde finalmente Yoongi. HoSeok casi contiene la respiración al oír semejante petición, esto es lo que quería, serle útil a su pareja, y quizás en un futuro las cosas entre ellos cambien.

HoSeok se levanta de la cama y mira a Yoongi, quien cuenta solo con un bóxer, no trae consigo un pantalón de pijama y eso solo le hizo pensar que el sabia de alguna forma los movimientos de HoSeok.

—Aún puedes irte a dormir—dice Yoongi con los brazos  sobre la cabeza, dejó de estar de espaldas para otorgarle todo su frente a Hoseok. El castaño niega efusivamente con la cabeza, no retrocederá, no ahora que ha logrado algo.

Fue acercando lentamente sus manos hacia el bóxer de Yoongi y volvió a mirar su rostro , solo para asegurarse de que estaba haciendo lo ¿correcto?, como esperaba, él no dijo ni demostró nada. Sus dedos tocaron la tela y un escalofrío recorrió su piel al sentir lo caliente que está el abdomen bajo de su pareja, si eso está así, entonces...

Los bajo. Lento pero lo hizo, y ahí estaba Hoseok, en primera fila viendo el pene de Yoongi, aun flácido, saludándolo.

No es exageradamente grande como se lo vio a unos actores porno, pero definitivamente no es nada pequeño. Tampoco hay mucho pelo púbico y sus bolas parecen estar... llenas. HoSeok quisiera reírse porque Yoongi podría ser tranquilamente un actor porno, pero si lo hacía seguramente Yoongi lo golpearía por malinterpretar las cosas.

Lo sujeta entre sus manos,  y recuerda que tiene que escupir saliva sobre el, después de todo, él también es hombre y sabe lo doloroso que es masturbarse sin ningún tipo de lubricante. Entonces así puede comenzar a mover su mano de arriba hacia abajo. Yoongi jadea un poco por la acción y pronto entre sus dedos siente el miembro endurecerse con cada movimiento.

—Ah... la boca, usa tu jodida boca—pide Yoongi en un tono de voz ronca, si con solo unos movimientos ya estaba así, HoSeok no quería imaginarse lo que seguía después, ¿o quizás si? Si a Yoongi le gusta hasta el momento entonces usar su boca es el siguiente gran paso. Humedece sus labios y trata de juntar la mayor saliva posible en su boca.

Abre la boca grande y prueba. El resultado es... salado.

Hoseok nunca antes probó un pene, de todas formas, hasta el de él debe saber salado. Lame por partes y luego sube hasta la cabeza del miembro, y como era de esperarse , fue ahí en donde siente a Yoongi contraerse. No esperaba  que Yoongi pusiera sus manos sobre la cabeza de Hoseok y lo obligará a bajar más profundamente,  dios, Hoseok siente arcadas y se lo hace saber al rubio levantando la cabeza, pero este no se lo permite y lo obliga a mantener su boca hasta allí.

—No te detengas, lo estas haciendo como un profesional—Yoongi gime. HoSeok respira por la nariz y continua chupando, las arcadas parecen haberse detenido y eso le permite subir y bajar con más tranquilidad. Todo a un claro ritmo frenético.

Sigue haciéndolo hasta que Yoongi lo aparta abruptamente de su pene, un hilo de saliva cuelga de la boca de HoSeok y la confusión también. Lo que enseguida comprende : Yoongi busca venirse.

—Así, en tu bonito rostro—dice Yoongi mientras acomoda su miembro frente a la cara del castaño, oh, Hoseok no podría sentirse más querido por la palabra "bonito", es la primera vez que Yoongi le dice algo además de " aquí tienes el dinero para las compras ". Entonces el rubio bombea y líquido espeso y blanco se liberan en los párpados, mejillas y labios del castaño.

Esa noche, Hoseok no consigue un beso de Yoongi, pero sí recibe una limpiada de rostro con un paño húmedo por parte del rubio, y un "Lo hiciste bien".

Ahora si, es útil para Yoongi.

El sexo lo puede todo.






. . .

Algo cambió, Hoseok cree aquello. Yoongi está conversando un poco más con él, aunque sea para hablar sobre el clima del día, se toma la molestia de entablar una conversación y eso es bueno. Le va de maravillas en la cafetería también, ya empezó a manejar un poco la caja en donde la gente hace pedidos para llevar o comer ahí mismo, Seokjin y Hansol le tienen paciencia por si se equivoca.

Y las mamadas no terminaron sino que... incrementaron. Pueden estar los dos desayunando que con un simple gesto, Hoseok ya se encuentra de rodillas frente al bulto de Yoongi. Después de la mamada Yoongi parece relajarse cerca de HoSeok, otras veces, pone una cara de afligió, como si tuviera una especie de lucha interna sobre si esta bien o está mal. El castaño quiere quedarse con la parte relajada.

Nunca intenta besarlo porque sinceramente no sabe si eso sería meterse en terreno desconocido, pero lo poco que ha conseguido es suficiente.


Pero posiblemente para Yoongi, Hoseok no es suficiente. Y lamentablemente, el castaño lo entiende de la peor manera.



...



Hansol canturrea alegremente sobre los oídos de Seokjin y Hoseok, según él, había aprobado el examen de matemáticas en su escuela, después de todo, Hansol apenas es un chico de diecisiete años que trabaja todas las tardes para poder costearse sus gustos.

—Ahora que cerramos el local, deberíamos hacer una fiesta aquí dentro por mi claro diez en matemáticas—exige.

—Si, y ensuciar el local, el cual acabamos de limpiar, ni lo sueñes mocoso—responde Seokjin y Hansol muestra la lengua en respuesta. Claro, tan "maduro" el niño.

—Agh, solo eres un viejo amargado, anda Hoseok, ¡dile al viejo que me haga una fiesta!—Hansol se abalanza hacia Hoseok y se prende a él con  un abrazo, o mejor dicho, como una garrapata en la piel de un perro.

—Hansol, sabes que no podemos hacer una fiesta aquí...—Hansol crea un puchero al escuchar a Hoseok, este solo rodó los ojos—.Pero podemos comer un pastel de chocolate, ¿Verdad Seokjin?—el castaño saca a relucir todo sus dientes.

Últimamente, Seokjin ve a Hoseok muy feliz y eso le reconforta. Cuando había empezado se lo notaba tímido y en los descansos siempre parecía estar en cualquier parte menos en el local.

Quiere seguir viendo a Hoseok de esa forma.

—Maldito mocoso manipulador, ¡ya veras!—Hansol es abordado por dos manos en sus costillas y comienza a reír desesperadamente,  pide ayuda a Hoseok pero este también lo traiciona y acompaña a Seokjin en las cosquillas.

Después de eso, a Hansol le quedan doliendo las costillas y el estómago pero es feliz con la gran rebanada de chocolate que le da Seokjin en forma de disculpa.

Una hora después, rozando ya las doce de la noche, HoSeok guarda sus pertenencias en la mochila que se compró—finalmente—y esta dispuesto a irse.

—¿No quieres que te acompañe? Es muy tarde ya, hasta el padre de Hansol vino a buscarlo en auto—exclama Seokjin con preocupación. HoSeok niega.

—No es necesario, vivo a unos pocos pasos de tu local, no te preocupes—responde Hoseok con simpleza.

—Esta bien, entonces, ¿nos vemos mañana?

—¡Por supuesto!—canturrea HoSeok, da media vuelta y comienza a caminar. Seokjin grita su nombre y eso detiene su andar. Se gira nuevamente.

—Hoseok, yo...—carraspeo un poco—Quiero decirte algo...

—¿que cosa?—pregunta HoSeok, confundido.

Seokjin parece estar pensándolo mucho. Pero mira a los ojos de Hoseok y responde.

—Ten lindos sueños—eso claramente no esperaba escuchar Hoseok, pero lo aceptó de todas formas, Seokjin se veía algo raro después de decir aquello. Los dos sacuden sus manos y se despiden.

Se lo preguntara mañana.

Por hoy, solo quiere llegar hasta el departamento, bañarse y ver a Yoongi, y si tiene suerte, como otras noches, podrá recostarse en la cama del pálido sin que a este le moleste.

Entra de lo más normal al departamento y apoya su mochila sobre la entrada. Todo era silencio, como otras veces, pero...

Hay risas.

Y las risas provienen del cuarto de Yoongi. ¿Yoongi se habrá vuelto loco y ahora se ríe solo? o, bueno, quizás esta con alguien, Taehyung, Jeongguk, incluso podría ser un tal Namjoon, quien Yoongi había dicho que era un dolor de huevos, pero al fin al cabo lo quiere como si fuera un hermano. Aunque lo curioso es, la voz que sus oídos captan no es de un hombre. No.

Es una chica.

Respira con cuidado, como si temiera lastimar sus pulmones o hacer ruido y que las risas se detengan. Sus pies se están moviendo a paso lento, acercándose con cada paso hasta la puerta de la habitación de Yoongi. No quiere romper con su privacidad. Sin embargo, Hoseok piensa que tiene derecho a abrir esa puerta, porque, mierda,Yoongi es la pareja que le asignó el gobierno, y si es su pareja tiene que amarlo, y él lo hace de verdad.

Hoseok ama a Yoongi.

Cuando finalmente gira la perilla y abre, todo se detiene en segundos: su respiración, el sonido,la nada misma lo invade y a la vez el dolor.

El dolor en su corazón.

Porque Yoongi está compartiendo un intenso beso con una chica igual de rubia que el. Y los dos se ven como si realmente fueran parejas asignadas, y Hoseok se siente como un triste palo en la rueda.


Al final, no le es útil en nada a Yoongi. Y principalmente, Yoongi no lo ama.











...................................

FIN.

AHRE NO JAJAJAJAJAJA

Ok, si se lo están preguntando: si, hay continuación, pero eso dependerá de ustedes queridas lectoras Muajajajaja *intento de risa malvada*.

Nah, la realidad es que era muuuy largo para corregirlo entonces lo convertí en two-shot, (¿Para más placer?). Así que en unas horas más suba la segunda ggg.
P\d: les deje enlazada la canción que anduve escuchando cuando se me ocurrió la historia haha~

Bueno: ¿Qué opinan de Yoongi? (Sin insultos, haha) ¿de Seokjin? ¿De Hoseok? O de quien haya aparecido por la historia. Tengo ganas de escuchar sus opiniones ;)

Saluditos~




Corregido y editado: 23 de noviembre del 2020

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