Capítulo Doce !!

Al llegar a su casa, fue directo a su habitación y dejando de reprimir sus lágrimas, se puso a llorar un buen rato tumbado en su cama, a veces no era capaz de aguantar ese sentimiento de soledad.

Hyunjin salió de su habitación un poco más tranquilo y fue hacia la cocina, encontró encima de la mesa una lasaña precocinada para microondas con una nota encima. Agarró la nota y sin leerla la arrugó y la tiró a la basura, sabía que pondría; "no estoy en la ciudad blah blah blah no sé cuándo volveré blah blah blah no te olvides de comer."

Hyunjin rodó los ojos y metió la lasaña en el microondas, mientras esperaba miro sus uñas, cada una de ellas mordidas, algunas hasta con un poco de sangre. Odiaba hacerse eso, pero cuando los nervios se apoderaban de él no podía hacer otra cosa.

Estaba tan absorto en sus pensamientos que no escuchó que alguien tocaba el timbre, pasaron unos segundos y el timbre volvió ha ser tocado al no tener respuesta, pero está vez si fue escuchado. Hyunjin se acercó a la puerta con el ceño fruncido, no esperaba ninguna visita.

Jinnie... —El sujeto que estaba en la puerta notó los ojos hinchados de Hwang por el reciente llanto. —¿Puedo pasar? —Hyunjin le abrazó fuertemente y el contrario lo tomó como un "sí".

Ya pasó, Hyunjinnie, todo está bien. —Minho cortó otro trozo de esparadrapo y lo enrolló al rededor del dedo que faltaba por cubrir del pelinegro.

No, todo está mal, mis uñas, Jisung, Felix... —Hwang estaba enrollado en una manta sobre el sofá mientras sollozaba.

Hablaré con Jisung, le diré que no pensaste lo que dijiste o ya se me ocurrirá algo, pero... Me gustaría saber ¿A ti Felix te gusta?

Hyunjin bajo su mirada, Minho podía asegurar que su sonrojo le llegaba hasta las orejas.

No puede gustarme Felix.

¿Qué? ¿Por qué no? Os lleváis bien, os veis seguido, además él-

No, él... Él no es el problema, el problema aquí soy yo, a mí no me pueden gustar los hombres. Eso le traería muchos problemas a mi padre, él está muy ocupado con sus cosas, la casa, su agencia de modelaje. —Minho miró con tristeza a su amigo. — Yo solo tengo que estudiar y no dar problemas. No puedo defraudarlo más, ya me costó convencerle para que me dejara estudiar algo relacionado con la música.

Pero, Hyunjin-

Le prometí que mejoraría mi rap y baile para resaltar, si mi nombre no está entre las notas más altas entraré en su empresa y me convertirá en la nueva cara de sus pasarelas. —Hwang apartó la mirada de Minho bajando la vista a sus manos. —¡No quiero ser modelo! No soy solo una cara bonita, puedo hacer mucho más que caminar y sonreír. Tengo que sacar buenas notas para cumplir el acuerdo que hice con mi padre. Yo... Esto me sobrepasa, no puedo, no puedo, no puedo... —Minho le tomó de los hombros mirándole a los ojos.

Hyunjin, estoy aquí, yo te voy a ayudar y vamos a encontrar una solución juntos. Eres mi mejor amigo, deberías haberme contado esto antes, hay veces en las que uno no puede solo y tiene que pedir ayuda. No está mal, a veces es necesario que te echen una mano. ¿Okey? Estoy aquí contigo, no te dejaré solo.

El contrario solo se pudo tirar a sus brazos, abrazándole mientras le daba las gracias a Minho entre murmuros y sollozos, no sabía que había hecho para tener un amigo tan maravilloso como él.

Felix se despidió de Changbin, quien le había acompañado hasta la puerta de su casa. Había pasado toda la tarde con Seo, yendo a varios lugares y pasándolo realmente bien.

Entró en su casa y se asombró al escuchar la risa de Han en su salón. Fue hasta la sala y encontró a su mejor amigo hablando con su abuela animadamente.

Hola, ya volví. —Ambos le dirigieron la mirada sonriendo.

Hola, cariño. —Saludó su abuela y se levantó acercándose a su nieto. —No te escuchamos entrar. Os dejo solos, Hannie dijo que tenía algo que decirte. —Le dio un beso en la mejilla y salió de la habitación.

¡Adiós, abuela! —Se despidió Han. Felix sonrió al ver cómo su amigo trataba a su abuela como si fuera la suya propia. Cuando la anciana cerró la puerta tras de sí Han me miró y habló con un tono tan serio que logró preocupar al contrario. —Felix, tenemos que hablar.

¡Hola hola!

¿Qué tal? ¿Te ha gustado el capítulo?

1/2 mini maratón.

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